51

No soportando más insultos de su parte, el amigo le dio un golpe en el hombro para que desistiera de esa idea tan absurda de culparlo por algo que más bien debería estar agradeciéndole.

—¡Bastian, cállate y escúchame! Esa chica entró a la empresa porque venía a buscarte a ti. La encontré en el pasillo. La vi muy sospechosa, entonces me hice pasar por ti, la llevé a tu oficina y le pedí que hablara. Ella, en llanto, me confesó que alguien la había enviado obligadamente para acostarse contigo y hacerle daño a tu mujer. Ella necesitaba pruebas de que en verdad te había encontrado y había logrado su cometido. La chica era muy linda y sexualmente atractiva. Tú me conoces y sabes el tipo de mujer que me gusta. Ella era perfecta para mi dosis de sexo del día.

—¡Qué asco contigo! —exclamó con desagrado, refiriéndose al sexo.

Pero en lo que dices hay algo que no cuadra, y es que ¿quién me quiere hacer daño a mí y a Celeste? Mi madre no creo que sea, ella ya está sentenciada y está aprendiendo
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo