La familia del señor Cantoral infunde mucho miedo. En mi caso, que soy tan inocente y no estoy familiarizada con la alta sociedad, lo veo de esa manera.
―Ah, hijo. Has traído a tu asistente también, es bueno que ella se entere de las buenas noticias. Ven, siéntate al lado de la chica que será tu prometida. ―alardeó, quien supongo es la madre de Bastian, pues, ni siquiera ha sido capaz de esperar una presentación.
Mi falso novio me tomó de la mano y presionó con fuerza como si quisiera darme seguridad o sería por sus nervios, no lo sé.
―Mamá, familia querida. Le presento a mi hermosa novia, Celeste. —anunció, regalándome una mirada y sonrisa tierna.
La señora estuvo a punto de irse de espaldas al suelo cuando su querido hijo dijo eso, me recorrió de pie a cabeza con una mirada repugnante y dijo desde lo más profundo de su corazón:
―¡Jamás aceptaré a esta mujer en nuestra prestigiosa familia! Solo mira su vestimenta, es un asco.
Te ordeno que sueltes su mano de inmediato y tomes la de Katia, ella si es una mujer de nuestra clase. ―escupió, alabando a la joven que está sentada a su lado y que nos observa con pena.
―Mamá, basta, no hagas un escándalo. Solo ve a tu alrededor, no estamos solos y no quiero que mi reputación se arruine por culpa de tus malos chistes, además, mi novia y yo nos amamos y tendrás que respetar mi decisión de estar con ella.
―Yo me voy de aquí, no soportaré estar un minuto más respirando el mismo aire que esta muerta de hambre. —volvió a decir su madre y yo… yo me siento muy avergonzada.
―No es necesario, mamá. Seremos nosotros quienes nos vayamos, ¿y sabes qué? Te guste o no, ella será tu nuera y cuando la conozcas la amarás y te tragarás todas esas palabras que has dicho en su contra.
No sé por qué, pero mi cara de satisfacción se debe de notar al ver que la señora echa fuego por doquier con la intención de quemarme, sin embargo, su hijo no ha soltado mi mano desde que me presentó. Sé que ambos estamos actuando, pero no voy a mentir que se siente tan real que cualquiera pensaría que nos amamos.
―¿Qué ha sido eso? ¿Esa chica es tu prometida? ―indago al estar en el auto.
―No lo es, mi madre me quiere emparejar con ella, pero yo soy un alma libertina y no me quiero casar tan joven. Es por eso que te pedí que fingiéramos ser novios, yo ya sabía que la chica estaría presente, quiero que la envíen de regreso al lugar de donde la sacaron.
―Ahora entiendo todo, pero has visto como han quedado todos de asombrados. ―comenté con una sonrisa.
―Te dije que sería una sorpresa, a ella yo no le he pedido que me busque pareja, ahora que se trague la vergüenza de haberla traído en vano. ―sentenció.
Finalmente, fuimos a cenar a solas en otro restaurante y luego me llevó a mi departamento, esta noche me he divertido como hacía muchos años no lo hacía. Ni siquiera con mi novio verdadero me siento tan bien cuando estamos juntos y este desconocido me ha hecho sonreír hasta más no poder.
―Nos vemos mañana, te llevaré a mi casa. Necesito que esa chica se marche cuanto antes, sé que mi madre no se rendirá y querrá meterla hasta por mis ojos, pero para eso estás tú y espero que logremos ahuyentarla. ―indicó.
―No te preocupes, novio mío, haremos que ellos te dejen en paz, incluso querrán marcharse junto a ella.
Le aseguré del diente a labio, pues, ¿acaso tengo el poder para lograrlo? Ja, claro que no, a quien van a sacar a patadas es a mí y finalmente la elegida se convertirá en esposa, aunque el señor Bastian no lo desee.
Ahora estoy en orden con el hombre guapo; sin embargo, soy tan cobarde que no me atrevo a pedirle el favor de que recomiende el café y pregunten exclusivamente por mí cuando vengan. Total, ya no necesito ser la mesera con más ventas, pues mi carrera ya está pagada y es gracias a él mismo.
Los días siguientes fue lo mismo, yo iba a la casa de Bastian y su familia no dejaba de hablar mal de mí, pero ahora solo es ella. Los hermanos y el padre de él ya sonríen conmigo e incluso le llaman la atención a la señora para que ya deje a un lado su odio por mí y se dedique a disfrutar la estancia en casa de su hijo.
Bastian es un hombre que por fuera parece de piedra, pero en el fondo de su corazón, él es muy amable, lo digo porque siempre me defiende de la serpiente de su madre.―Hijo, esta mujer ni siquiera tiene el espíritu navideño en su interior, solo observa a tu alrededor, ¿dónde está el árbol de Navidad y la demás decoración? Ah, es el colmo. ―Alardea la cacatúa.―Mamá, ella me ha rogado para que desde el primer día de diciembre lo hagamos ―mintió―. Ella, al igual que tú, es una fanática para estas celebraciones, agregó.Pero hay un problema, aquí el aburrido soy yo, yo no le he permitido que arruine la casa con tantas luces.―Pero en vista de que tu familia está aquí, ahora sí lo puedo hacer, cariño. ―dije, con mucha paciencia, para no arruinar la velada.―Me has convencido, amada mía. Iremos a comprar lo necesario entonces para que comencemos a iluminar nuestra casa.Les juro que en ese momento yo me sentí muy especial, aunque sea de mentira que lo estamos haciendo, pero después de mi h
BASTIANEstoy en la oficina instruyéndole a mi asistente lo que deberá hacer el día de mañana, puesto que yo tendré que estar en mi casa con… con esa chica que ni siquiera recuerdo su nombre en este momento, pero, sonrío como maniático al recordar sus bellos ojos y esa sonrisa que me pone de cabeza.―Perdone, señor, ¿puedo retirarme? ―escucho la voz de mi asistente, de pronto vuelvo mi mente a lo que está sucediendo en realidad.―Claro, puedes marcharte. ―le respondo y juro que me siento avergonzado, es un hecho de que él se dio cuenta de que yo estaba en otro mundo.Solo pasaron unos cuantos segundos desde que mi asistente se retiró cuando veo entrar a Thara, mi amiga de la infancia y socia minoritaria de esta empresa.―Bastian, ¿has visto la nueva bomba que circula en las redes sociales?Pregunta sin siquiera saludarme, eso se me hace muy raro, pero no le reprocho nada, al contrario, la invito a tomar asiento.―No, ya sabes que no tengo tiempo para esas cosas, además no me interesan
Segundos después, la puerta se abre, y yo estoy de espaldas con temor a enfrentarme a esa fiera que seguramente sacará sus garras y me descuartizará para alimentar a los perros de la calle con mi carne.―¡Hola! Qué sorpresa verte por aquí, entra, por favor.Me ofrece y se nota que está muy cómoda y no como yo pensé que la encontraría; lanzando dagas por todos lados hasta crucificarme. Viste una bata de baño y una toalla enrollada en su cabello que la hace parecer relajada. Ella se ve jodidamente sexi y mi mirada se pierde en sus lindas piernas que anhelan ser acariciadas por mis manos.«¿Pero qué estoy pensando?» Me regaño en el mismo instante en que la veo acomodarse la bata tratando de bajarla, aunque esta ya no da para más.―Siento mucho lo que pasó en la cafetería, créeme que estoy muy avergonzado de mi familia. ―Me disculpo luego de aclarar mi garganta y poner en orden mis pensamientos con instintos de sexo.―¿Ya te lo contaron? Seguro lo hicieron de otra manera, pero eso me da i
CELESTEEste hombre está muy raro, sé que algo está tramando y no me lo quiere decir. Él está loco, quiere que seamos novios frente a todo el mundo, ¿qué dirá mi amor cuando se entere de esta locura? Seguro no me creerá que solo lo estoy haciendo por necesidad de dinero y querrá dejarme.Solo de pensar en ello se me eriza la piel, pues no me imagino una vida sin él.Ahora que el señor Bastian se ha marchado, decido marcar de nuevo el número de mi novio, ahora que lo recuerdo, no hemos hablado desde hace dos días, no sé qué le pasa y me preocupa que sea algo malo y yo no esté para él, si me necesita.Su teléfono vuelve a enviarme al buzón de voz, decido que mañana a primera hora iré de visita a su casa. Total, ahora ya no estoy ocupada con el trabajo durante el día y tengo tiempo disponible antes de ir a decorar la casa de mi novio falso. Además, por una parte, me agrada que mi novio oficial no sepa que he abandonado mi trabajo en la cafetería. Esa será una gran sorpresa para él, sé qu
Los hermanos y el padre del señor Bastian salieron también para ver el escándalo que la señora estaba causando. Ellos se divertían al verla, ella cree que estaba en el campo para estar gritando y ofreciéndole una mujer a su hijo.―¡Ah! Maldición Bastian. No he criado en vano a un hijo tan educadamente para que ahora venga y deje plantada a la chica que será su esposa. ―grita la señora al vernos acaramelados.―Mamá, no te equivoques. Celeste es la mujer de mi vida; si he de casarme, será con ella, no con alguien a quien tú has elegido sin mi consentimiento.«Eso estuvo bueno, señor Bastian, así quiere su madre que le dejen las cosas claras». —Dije en mi mente con una sonrisa de triunfo.Y es que esa familia, desde que la conocí, me ha caído muy mal, no me dan buena espina y yo mucho peor a ellos. Se nota que esa señora siempre ha manejado a su antojo la vida de sus hijos, pero con Bastian se ha topado muy fuerte y al parecer no podrá romper a esa roca sin sentimientos.El señor Bastian
BASTIANNo me he aguantado las ganas y he besado a Celeste, esa chica que me tiene loco sin que ella se dé cuenta. Sus labios son una delicia, juro que nunca en mi vida he probado algo más exquisito que su sabor.Cuando ese maldito sonido de su teléfono nos interrumpió, lo maldije internamente. Luego supe que estaba ilusionado con algo que no era mío, ella no me pertenece porque tiene novio y esa llamada lo comprueba por la forma en que ella le ha atendido.Yo me di la vuelta para ir a mi vestidor, por último le eché un vistazo y me percaté de que ella estaba blanca como una hoja de papel, se notaba débil y era cuestión de segundos para que se fuera de narices al suelo. Corrí, la tomé entre mis brazos y la hice recostar sobre la cama donde hace unos segundos nos habíamos estado besando.―¿Te encuentras bien? ―quise saber.―Sí. No, en realidad no lo estoy. ―dijo con tristeza y a punto de llorar porque sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no quería dar su brazo a torcer.―Confía en mí
Hubiera preferido investigar desde hace mucho tiempo antes a ese hombre. Estoy furioso y juro que si lo llego a tener delante de mí, le partiré el rostro por haber jugado con los sentimientos de una niña tan linda e ingenua que le creyó toda cuanta mentira le decía.Dentro del sobre, hay varias fotografías en donde un hombre se muestra con una mujer embarazada y un niño en sus brazos. El investigador asegura que se trata de ese maldito.―Fui a su casa y me hice pasar como un encuestador, ellos son una sola familia, son esposos y el niño es su hijo sumado al que viene en camino. ― ha escrito el investigador en el reverso de la fotografía.―Joder, Celeste, tengo que detenerte antes de que cometas una locura. ―dije en voz baja―. ―Aunque es mejor que lo veas por tu propia cuenta para que de una vez por todas te quites la venda de tus ojos y conozcas la razón del porqué ese idiota no te atiende como se debe.Comencé a manejar por el lado donde ella desapareció. Voy al pendiente de verla en
Guardé la rabia que sentía por ese maldito y me dirigí con palabras suaves a su esposa. No quería parecer agresivo frente a un niño, pero la situación me obliga a serlo.―Señora, esa chica que usted ve allá bañada en llanto —señalé el auto donde estaba Celeste. —Esa chica preciosa estuvo en una relación con el poco hombre al que usted llama esposo, esta mañana él ha cortado su relación con ella y por eso estamos aquí. Sepa usted con la clase de hombre que se acuesta cada noche, es un maldito canalla que juega con las mujeres. ―expresé con tranquilidad y orgulloso de haber desenmascarado a esa peste de alacrán.Me di la vuelta para marcharme, pero el hombre tuvo las agallas de detenerme y jurarme que eso no se quedaría así y que pronto tendría noticias suyas porque era muy poderoso, mucho más que mí, él lo dijo así y yo sonreí con ironía.―Te espero donde sea y cuando sea, tu solo encárgate de notificarme el día y la hora que quieras morir. No le tengo miedo a un león y mucho menos a u