Segundos después, la puerta se abre, y yo estoy de espaldas con temor a enfrentarme a esa fiera que seguramente sacará sus garras y me descuartizará para alimentar a los perros de la calle con mi carne.
―¡Hola! Qué sorpresa verte por aquí, entra, por favor.
Me ofrece y se nota que está muy cómoda y no como yo pensé que la encontraría; lanzando dagas por todos lados hasta crucificarme. Viste una bata de baño y una toalla enrollada en su cabello que la hace parecer relajada. Ella se ve jodidamente sexi y mi mirada se pierde en sus lindas piernas que anhelan ser acariciadas por mis manos.
«¿Pero qué estoy pensando?» Me regaño en el mismo instante en que la veo acomodarse la bata tratando de bajarla, aunque esta ya no da para más.
―Siento mucho lo que pasó en la cafetería, créeme que estoy muy avergonzado de mi familia. ―Me disculpo luego de aclarar mi garganta y poner en orden mis pensamientos con instintos de sexo.
―¿Ya te lo contaron? Seguro lo hicieron de otra manera, pero eso me da igual porque yo sé que no hice nada malo.
Me dice. Y es entonces cuando sospecho que ella no se ha enterado de los chismes en que la andan de protagonista.
―Te creo a ti, lo que tú me digas es lo que ha pasado, pero no quiero que me lo cuentes.
Vengo a proponerte que finjamos ser novios no solo delante de mi familia sino frente a todo el mundo. ―suelto de un solo golpe. La verdad, no quiero que su reputación quede dañada, yo soy el culpable, yo le propuse que se hiciera pasar como mi novia, así que, la ayudaré a no quedar mal.
―¿A qué se debe ese cambio?—cuestiona con evidente sorpresa.
―Eh… bueno… es que… ―tartamudeo, en busca de la mejor respuesta.
―En fin, sea el motivo que sea, no puedo aceptarlo porque yo tengo novio oficial y no lo quiero dejar mal parado. —declaró.
―Claro, un hombre al que no veo que te llame para ver si estás bien, has pasado muchas horas conmigo y nunca he visto que lo haga. ¿Acaso él es imaginario?
Cuestiono, juro que no ha sido mi intención alterarme, pero joder, ese tipo jamás he visto que le llame, ni siquiera la veo chatear por mensajes de texto con él. Me molesta el hecho de que él pueda tener otra novia y Celeste aquí defendiéndolo como novia enamorada.
―Señor Bastian, no te voy a permitir que insultes a mi novio, él me quiere y si nunca estás presente cuando él me llama, no es mi problema.
Repostó con molestia y a la defensiva como me lo imaginé.
―Está bien, olvidemos esta conversación. Continuaremos fingiendo solo frente a mi familia, pero si me necesitas, recuerda que estoy para ayudarte. ―Le aseguro.
―¿A qué viene esta conversación? ―pregunta ahora con mucho interés.
Yo no tengo el valor de decirle lo de las redes sociales, me siento tan culpable y avergonzado que prefiero que se entere por sí misma y decida si seguir en mi juego o no.
Pero de lo que sí estoy seguro es que voy a investigar a ese estúpido novio que dice tener. No sé cómo le haré para saber sus datos y encontrarlo, pero juro por mi vida que lo haré y le demostraré que él no es bueno para su vida.
Tengo el presentimiento de que él le está ocultando algo, ¿quién no estaría al pendiente de lo que su enamorada hace durante el día? Solo a ese imbécil se le ocurre tener en el olvido a una chica tan hermosa y educada como Celeste.
CELESTEEste hombre está muy raro, sé que algo está tramando y no me lo quiere decir. Él está loco, quiere que seamos novios frente a todo el mundo, ¿qué dirá mi amor cuando se entere de esta locura? Seguro no me creerá que solo lo estoy haciendo por necesidad de dinero y querrá dejarme.Solo de pensar en ello se me eriza la piel, pues no me imagino una vida sin él.Ahora que el señor Bastian se ha marchado, decido marcar de nuevo el número de mi novio, ahora que lo recuerdo, no hemos hablado desde hace dos días, no sé qué le pasa y me preocupa que sea algo malo y yo no esté para él, si me necesita.Su teléfono vuelve a enviarme al buzón de voz, decido que mañana a primera hora iré de visita a su casa. Total, ahora ya no estoy ocupada con el trabajo durante el día y tengo tiempo disponible antes de ir a decorar la casa de mi novio falso. Además, por una parte, me agrada que mi novio oficial no sepa que he abandonado mi trabajo en la cafetería. Esa será una gran sorpresa para él, sé qu
Los hermanos y el padre del señor Bastian salieron también para ver el escándalo que la señora estaba causando. Ellos se divertían al verla, ella cree que estaba en el campo para estar gritando y ofreciéndole una mujer a su hijo.―¡Ah! Maldición Bastian. No he criado en vano a un hijo tan educadamente para que ahora venga y deje plantada a la chica que será su esposa. ―grita la señora al vernos acaramelados.―Mamá, no te equivoques. Celeste es la mujer de mi vida; si he de casarme, será con ella, no con alguien a quien tú has elegido sin mi consentimiento.«Eso estuvo bueno, señor Bastian, así quiere su madre que le dejen las cosas claras». —Dije en mi mente con una sonrisa de triunfo.Y es que esa familia, desde que la conocí, me ha caído muy mal, no me dan buena espina y yo mucho peor a ellos. Se nota que esa señora siempre ha manejado a su antojo la vida de sus hijos, pero con Bastian se ha topado muy fuerte y al parecer no podrá romper a esa roca sin sentimientos.El señor Bastian
BASTIANNo me he aguantado las ganas y he besado a Celeste, esa chica que me tiene loco sin que ella se dé cuenta. Sus labios son una delicia, juro que nunca en mi vida he probado algo más exquisito que su sabor.Cuando ese maldito sonido de su teléfono nos interrumpió, lo maldije internamente. Luego supe que estaba ilusionado con algo que no era mío, ella no me pertenece porque tiene novio y esa llamada lo comprueba por la forma en que ella le ha atendido.Yo me di la vuelta para ir a mi vestidor, por último le eché un vistazo y me percaté de que ella estaba blanca como una hoja de papel, se notaba débil y era cuestión de segundos para que se fuera de narices al suelo. Corrí, la tomé entre mis brazos y la hice recostar sobre la cama donde hace unos segundos nos habíamos estado besando.―¿Te encuentras bien? ―quise saber.―Sí. No, en realidad no lo estoy. ―dijo con tristeza y a punto de llorar porque sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no quería dar su brazo a torcer.―Confía en mí
Hubiera preferido investigar desde hace mucho tiempo antes a ese hombre. Estoy furioso y juro que si lo llego a tener delante de mí, le partiré el rostro por haber jugado con los sentimientos de una niña tan linda e ingenua que le creyó toda cuanta mentira le decía.Dentro del sobre, hay varias fotografías en donde un hombre se muestra con una mujer embarazada y un niño en sus brazos. El investigador asegura que se trata de ese maldito.―Fui a su casa y me hice pasar como un encuestador, ellos son una sola familia, son esposos y el niño es su hijo sumado al que viene en camino. ― ha escrito el investigador en el reverso de la fotografía.―Joder, Celeste, tengo que detenerte antes de que cometas una locura. ―dije en voz baja―. ―Aunque es mejor que lo veas por tu propia cuenta para que de una vez por todas te quites la venda de tus ojos y conozcas la razón del porqué ese idiota no te atiende como se debe.Comencé a manejar por el lado donde ella desapareció. Voy al pendiente de verla en
Guardé la rabia que sentía por ese maldito y me dirigí con palabras suaves a su esposa. No quería parecer agresivo frente a un niño, pero la situación me obliga a serlo.―Señora, esa chica que usted ve allá bañada en llanto —señalé el auto donde estaba Celeste. —Esa chica preciosa estuvo en una relación con el poco hombre al que usted llama esposo, esta mañana él ha cortado su relación con ella y por eso estamos aquí. Sepa usted con la clase de hombre que se acuesta cada noche, es un maldito canalla que juega con las mujeres. ―expresé con tranquilidad y orgulloso de haber desenmascarado a esa peste de alacrán.Me di la vuelta para marcharme, pero el hombre tuvo las agallas de detenerme y jurarme que eso no se quedaría así y que pronto tendría noticias suyas porque era muy poderoso, mucho más que mí, él lo dijo así y yo sonreí con ironía.―Te espero donde sea y cuando sea, tu solo encárgate de notificarme el día y la hora que quieras morir. No le tengo miedo a un león y mucho menos a u
El señor Bastian insiste en que me tome un descanso. Sin embargo, ahora soy yo la que me niego a hacerlo. Quiero que el dolor de la traición no me consuma. Prefiero dedicarme a pagar la deuda que he adquirido con él, y olvidarme de este trago amargo que me forzó a probar mi exnovio.―Eres más fuerte de lo que pensé. ―me dijo en un susurro y me rodeó con sus brazos para que me recostara en su pecho.Me separé de él, no quiero desarrollar sentimientos por otro hombre después de mi desafortunada relación reciente.―¿Quieres cancelar los planes que ya teníamos o te sientes capaz de seguir con ellos? — Él se refiere a que su madre ha dicho que yo no tengo espíritu navideño como su familia acostumbra.―Me has contratado para hacer lo que digas, no perdamos el tiempo y vamos por esa decoración. La Navidad nos espera y debemos recibirla como se debe.Me vestí con otra ropa y nos fuimos al centro comercial. Yo estoy tan emocionada al ver la cantidad y variedad de cosas que sacan para las fiest
En el camino recibí muchas llamadas del señor Bastian, incluso mensajes de texto en donde me pregunta que dónde estoy y que está preocupado porque desaparecí del restaurante. Yo solo sonrío de mala gana y me seco una lágrima que brota de mis ojos. No sé qué me pasa, esto me duele más que lo que me hizo mi propio novio. Llegué al departamento y me preparé un tazón de fideos. Sí, el hambre es mi mejor aliada en tiempos de tristeza y desesperación.—Contrólate, Celeste. Has prometido no enamorarte más y menos de un hombre millonario que solo te está pagando por tus servicios. —Me regaña mi mente, pero mi corazón le dice que guarde silencio y no hable por el resto de este contrato.BASTIAN Me siento feliz porque estoy almorzando con una chica preciosa, Celeste, esa misma que hace unas horas dijo con sus propias palabras que el beso que nos dimos no significaba nada. Ella no sabe que, para mí, significa mucho; estoy enamorado de ella en secreto.Me siento incómodo
Celeste no se ha hecho de rogar, ella es muy obediente. La vi sonreír, ella es muy hermosa cuando lo hace. Sin pensarlo dos veces, se volvió a acomodar sus zapatillas y con brincos de emoción, como si fuera una pequeña niña, me siguió hasta el auto. Parece que hablarle de la Navidad le despierta el ánimo y la felicidad acompañada de sus locuras.―En el futuro, no te atrevas a creer en tus pensamientos, debes consultarme a mí, primero sobre lo que quieras saber y yo con gusto te daré la respuesta, ¿estamos de acuerdo?―Sí, señor. ―alcanzó a decir antes de quedarse profundamente dormida hasta que llegamos a mi casa. Por desgracia, mi familia ya ha regresado. Se suponía que lo harían hasta la tarde, pero conociendo bien a mi madre, sería extraño que no quisiera estar aquí jodiendo a Celeste.―Bastian, no sé si soportaré a tu madre. ―comentó con preocupación.―No tienes por qué soportar nada de nadie, si te dicen algo y te sientes ofendida, tienes derecho a defenderte, por mí no hay probl