Guardé la rabia que sentía por ese maldito y me dirigí con palabras suaves a su esposa. No quería parecer agresivo frente a un niño, pero la situación me obliga a serlo.―Señora, esa chica que usted ve allá bañada en llanto —señalé el auto donde estaba Celeste. —Esa chica preciosa estuvo en una relación con el poco hombre al que usted llama esposo, esta mañana él ha cortado su relación con ella y por eso estamos aquí. Sepa usted con la clase de hombre que se acuesta cada noche, es un maldito canalla que juega con las mujeres. ―expresé con tranquilidad y orgulloso de haber desenmascarado a esa peste de alacrán.Me di la vuelta para marcharme, pero el hombre tuvo las agallas de detenerme y jurarme que eso no se quedaría así y que pronto tendría noticias suyas porque era muy poderoso, mucho más que mí, él lo dijo así y yo sonreí con ironía.―Te espero donde sea y cuando sea, tu solo encárgate de notificarme el día y la hora que quieras morir. No le tengo miedo a un león y mucho menos a u
El señor Bastian insiste en que me tome un descanso. Sin embargo, ahora soy yo la que me niego a hacerlo. Quiero que el dolor de la traición no me consuma. Prefiero dedicarme a pagar la deuda que he adquirido con él, y olvidarme de este trago amargo que me forzó a probar mi exnovio.―Eres más fuerte de lo que pensé. ―me dijo en un susurro y me rodeó con sus brazos para que me recostara en su pecho.Me separé de él, no quiero desarrollar sentimientos por otro hombre después de mi desafortunada relación reciente.―¿Quieres cancelar los planes que ya teníamos o te sientes capaz de seguir con ellos? — Él se refiere a que su madre ha dicho que yo no tengo espíritu navideño como su familia acostumbra.―Me has contratado para hacer lo que digas, no perdamos el tiempo y vamos por esa decoración. La Navidad nos espera y debemos recibirla como se debe.Me vestí con otra ropa y nos fuimos al centro comercial. Yo estoy tan emocionada al ver la cantidad y variedad de cosas que sacan para las fiest
Soy Celeste Bárdago, una chica muy extrovertida y amable que le fascina bailar y cantar, pero a solas. Ahora mismo estoy dando todo por trabajar hasta por horas extras para acumular un poco más de dinero y así el próximo año que inicie la universidad tener suficiente, aunque sea para el primer semestre, me estoy especializando en la carrera de psicología para personas con retos especiales, pues me apasiona ayudar a quienes más lo necesitan.Pero bueno, mejor ya dejo de hablarles de mí porque ya ha llegado un cliente y es mi turno de atenderle. Uy, pero qué guapo es este hombre, desde hace una semana lo veo que viene por un café, pero solo lo compra y se va, no se queda a tomarlo aquí para que yo aproveche y me dé un taco de ojo.―Buenas tardes, señor, ¿en qué le puedo ayudar? ―Le pregunto con una sonrisa cargada de nervios.―Quiero un café, del mismo que siempre llevo, es una delicia el café hondureño que esta cafetería ofrece. ―Comenta con seriedad el hombre misterioso pero demasiado
CELESTEHe recibido la llamada a la que tanto le temía que llegara; la universidad me está solicitando desde ya el pago para el semestre que se avecina. Sé que si quiero conservar un cupo en la carrera, tengo que adelantarme desde ya a cancelar. Mis planes eran de pagar hasta el mes que viene, pero me han dicho que para entonces habré quedado fuera del sistema.Estoy desesperada y no sé qué hacer.Precisamente la jefa nos ha comentado que la mesera que tenga más ventas durante este fin de año se llevará un incentivo económico bastante alto, cosa que quizá yo no logre porque no soy de este lugar y no conozco a muchas personas que digamos, nada más a mis compañeros de facultad y a mi novio que ni siquiera está de acuerdo con que yo sea una simple mesera.Si tan solo le hubiese comentado mi problema a aquel buen hombre que quiso saber si estaba bien cuando me miró desorientada, seguro que él me hubiese ayudado a conseguir clientes.¡Ah, Celeste, eres tan estúpida que no sabes aprovechar
La familia del señor Cantoral infunde mucho miedo. En mi caso, que soy tan inocente y no estoy familiarizada con la alta sociedad, lo veo de esa manera.―Ah, hijo. Has traído a tu asistente también, es bueno que ella se entere de las buenas noticias. Ven, siéntate al lado de la chica que será tu prometida. ―alardeó, quien supongo es la madre de Bastian, pues, ni siquiera ha sido capaz de esperar una presentación.Mi falso novio me tomó de la mano y presionó con fuerza como si quisiera darme seguridad o sería por sus nervios, no lo sé.―Mamá, familia querida. Le presento a mi hermosa novia, Celeste. —anunció, regalándome una mirada y sonrisa tierna.La señora estuvo a punto de irse de espaldas al suelo cuando su querido hijo dijo eso, me recorrió de pie a cabeza con una mirada repugnante y dijo desde lo más profundo de su corazón:―¡Jamás aceptaré a esta mujer en nuestra prestigiosa familia! Solo mira su vestimenta, es un asco.Te ordeno que sueltes su mano de inmediato y tomes la de K
Bastian es un hombre que por fuera parece de piedra, pero en el fondo de su corazón, él es muy amable, lo digo porque siempre me defiende de la serpiente de su madre.―Hijo, esta mujer ni siquiera tiene el espíritu navideño en su interior, solo observa a tu alrededor, ¿dónde está el árbol de Navidad y la demás decoración? Ah, es el colmo. ―Alardea la cacatúa.―Mamá, ella me ha rogado para que desde el primer día de diciembre lo hagamos ―mintió―. Ella, al igual que tú, es una fanática para estas celebraciones, agregó.Pero hay un problema, aquí el aburrido soy yo, yo no le he permitido que arruine la casa con tantas luces.―Pero en vista de que tu familia está aquí, ahora sí lo puedo hacer, cariño. ―dije, con mucha paciencia, para no arruinar la velada.―Me has convencido, amada mía. Iremos a comprar lo necesario entonces para que comencemos a iluminar nuestra casa.Les juro que en ese momento yo me sentí muy especial, aunque sea de mentira que lo estamos haciendo, pero después de mi h
BASTIANEstoy en la oficina instruyéndole a mi asistente lo que deberá hacer el día de mañana, puesto que yo tendré que estar en mi casa con… con esa chica que ni siquiera recuerdo su nombre en este momento, pero, sonrío como maniático al recordar sus bellos ojos y esa sonrisa que me pone de cabeza.―Perdone, señor, ¿puedo retirarme? ―escucho la voz de mi asistente, de pronto vuelvo mi mente a lo que está sucediendo en realidad.―Claro, puedes marcharte. ―le respondo y juro que me siento avergonzado, es un hecho de que él se dio cuenta de que yo estaba en otro mundo.Solo pasaron unos cuantos segundos desde que mi asistente se retiró cuando veo entrar a Thara, mi amiga de la infancia y socia minoritaria de esta empresa.―Bastian, ¿has visto la nueva bomba que circula en las redes sociales?Pregunta sin siquiera saludarme, eso se me hace muy raro, pero no le reprocho nada, al contrario, la invito a tomar asiento.―No, ya sabes que no tengo tiempo para esas cosas, además no me interesan
Segundos después, la puerta se abre, y yo estoy de espaldas con temor a enfrentarme a esa fiera que seguramente sacará sus garras y me descuartizará para alimentar a los perros de la calle con mi carne.―¡Hola! Qué sorpresa verte por aquí, entra, por favor.Me ofrece y se nota que está muy cómoda y no como yo pensé que la encontraría; lanzando dagas por todos lados hasta crucificarme. Viste una bata de baño y una toalla enrollada en su cabello que la hace parecer relajada. Ella se ve jodidamente sexi y mi mirada se pierde en sus lindas piernas que anhelan ser acariciadas por mis manos.«¿Pero qué estoy pensando?» Me regaño en el mismo instante en que la veo acomodarse la bata tratando de bajarla, aunque esta ya no da para más.―Siento mucho lo que pasó en la cafetería, créeme que estoy muy avergonzado de mi familia. ―Me disculpo luego de aclarar mi garganta y poner en orden mis pensamientos con instintos de sexo.―¿Ya te lo contaron? Seguro lo hicieron de otra manera, pero eso me da i