Celeste tiene su corazón partido. Venía a dar una agradable sorpresa a su marido y la que se llevó la sorpresa mayor fue ella y no le gustó.—No es necesario que te hagas el atento en este momento, Bastian. ¿Dónde está la mujer con la que estabas follando hace unos segundos? —indaga la chica, cubriendo su rostro con ambas manos, pues, las lágrimas han vuelto a hacer de las suyas.—¿De qué me acusas, Celeste? Te estoy diciendo que vengo de la cafetería. ¿Acaso crees que me follaría a alguien en la mesa cuando hay muchos empleados yendo y viniendo, y lo peor es que no sea a ti a quien tenga empotrada?—¡Mientes! Yo misma los vi con mis propios ojos en la oficina, estaban follando descaradamente. ¡No te atrevas a negarlo, Bastian! —reclama con dolor en sus palabras.—¡Ah! no me digas que ese imbécil, de nuevo está usando mi oficina como motel. —Se quejó Bastian.—¿A quién te refieres? —pregunta ella frunciendo el ceño.—¿Viste si ese hombre que mencionas, en realidad era yo?—Bueno, la v
No soportando más insultos de su parte, el amigo le dio un golpe en el hombro para que desistiera de esa idea tan absurda de culparlo por algo que más bien debería estar agradeciéndole.—¡Bastian, cállate y escúchame! Esa chica entró a la empresa porque venía a buscarte a ti. La encontré en el pasillo. La vi muy sospechosa, entonces me hice pasar por ti, la llevé a tu oficina y le pedí que hablara. Ella, en llanto, me confesó que alguien la había enviado obligadamente para acostarse contigo y hacerle daño a tu mujer. Ella necesitaba pruebas de que en verdad te había encontrado y había logrado su cometido. La chica era muy linda y sexualmente atractiva. Tú me conoces y sabes el tipo de mujer que me gusta. Ella era perfecta para mi dosis de sexo del día.—¡Qué asco contigo! —exclamó con desagrado, refiriéndose al sexo.Pero en lo que dices hay algo que no cuadra, y es que ¿quién me quiere hacer daño a mí y a Celeste? Mi madre no creo que sea, ella ya está sentenciada y está aprendiendo
Tin… tin… el timbre de la puerta principal les interrumpió. Bastian fue a abrir y por ella ingresó un agitado asistente.—¿Qué haces aquí? ¿Hay algún problema grave en la empresa? —cuestionó con preocupación, pues, desde que Celeste vive en esta casa, él no viene a menudo.—No es grave, pero si delicado, tengo prisa, solo he venido a entregarte esto que se le cayó a tu mujer en la entrada de tu oficina.—Pasa y salúdala. —¿O sea que ella no se ha marchado? Joder, amigo. Eso me llena de alegría, aclaren el asunto y sigan con su felicidad.El amigo estará feliz si la pareja se reconcilia. Se siente culpable, pero a la misma vez considera que fue un héroe que salvó de las garras de la malvada exnovia a Bastian.—Puedes entrar, dile que eras tú el que estaba en mi oficina. —planteó como burla.—Ni loco, siento demasiada vergüenza con ella, tú sabes que la respeto mucho y… joder, ella me vio casi en pelotas hermano. ¡Qué vergüenza!—Entonces vete de inmediato, ella no deb
Los meses van pasando demasiado rápido y la pareja está de lo más feliz que se puede ser, las ecografías les han hecho saber que serán padres de gemelos. Bastian estuvo a punto desmayarse cuando la doctora les mostró los movimientos de cada feto en el vientre.De acuerdo con lo que se puede observar, serán padres de una niña y un niño. Por fortuna y, a pesar de todo lo que ocurrió al inicio del embarazo los bebés se encuentran en buen estado de salud.—Cariño, me siento mareado. Saldré afuera un momento. —Dijo Bastian cuando estaban en el consultorio.—Eso es muy normal, los padres que esperan con ansias a sus hijos suelen ponerse nerviosos cuando los ven por primera vez desde un monitor. —aclaró la doctora con una sonrisa. Saldré un momento mientras le ayudas a bajar de la camilla y juntos procesan la noticia.—No querías tener hijos, y no solo me pegaste uno, sino que dos. Usted es un buen goleador, señor Cantoral —se burló Celeste.—No sé qué decir, son dos noticias que me han toma
Soy Celeste Bárdago, una chica muy extrovertida y amable que le fascina bailar y cantar, pero a solas. Ahora mismo estoy dando todo por trabajar hasta por horas extras para acumular un poco más de dinero y así el próximo año que inicie la universidad tener suficiente, aunque sea para el primer semestre, me estoy especializando en la carrera de psicología para personas con retos especiales, pues me apasiona ayudar a quienes más lo necesitan.Pero bueno, mejor ya dejo de hablarles de mí porque ya ha llegado un cliente y es mi turno de atenderle. Uy, pero qué guapo es este hombre, desde hace una semana lo veo que viene por un café, pero solo lo compra y se va, no se queda a tomarlo aquí para que yo aproveche y me dé un taco de ojo.―Buenas tardes, señor, ¿en qué le puedo ayudar? ―Le pregunto con una sonrisa cargada de nervios.―Quiero un café, del mismo que siempre llevo, es una delicia el café hondureño que esta cafetería ofrece. ―Comenta con seriedad el hombre misterioso pero demasiado
CELESTEHe recibido la llamada a la que tanto le temía que llegara; la universidad me está solicitando desde ya el pago para el semestre que se avecina. Sé que si quiero conservar un cupo en la carrera, tengo que adelantarme desde ya a cancelar. Mis planes eran de pagar hasta el mes que viene, pero me han dicho que para entonces habré quedado fuera del sistema.Estoy desesperada y no sé qué hacer.Precisamente la jefa nos ha comentado que la mesera que tenga más ventas durante este fin de año se llevará un incentivo económico bastante alto, cosa que quizá yo no logre porque no soy de este lugar y no conozco a muchas personas que digamos, nada más a mis compañeros de facultad y a mi novio que ni siquiera está de acuerdo con que yo sea una simple mesera.Si tan solo le hubiese comentado mi problema a aquel buen hombre que quiso saber si estaba bien cuando me miró desorientada, seguro que él me hubiese ayudado a conseguir clientes.¡Ah, Celeste, eres tan estúpida que no sabes aprovechar
La familia del señor Cantoral infunde mucho miedo. En mi caso, que soy tan inocente y no estoy familiarizada con la alta sociedad, lo veo de esa manera.―Ah, hijo. Has traído a tu asistente también, es bueno que ella se entere de las buenas noticias. Ven, siéntate al lado de la chica que será tu prometida. ―alardeó, quien supongo es la madre de Bastian, pues, ni siquiera ha sido capaz de esperar una presentación.Mi falso novio me tomó de la mano y presionó con fuerza como si quisiera darme seguridad o sería por sus nervios, no lo sé.―Mamá, familia querida. Le presento a mi hermosa novia, Celeste. —anunció, regalándome una mirada y sonrisa tierna.La señora estuvo a punto de irse de espaldas al suelo cuando su querido hijo dijo eso, me recorrió de pie a cabeza con una mirada repugnante y dijo desde lo más profundo de su corazón:―¡Jamás aceptaré a esta mujer en nuestra prestigiosa familia! Solo mira su vestimenta, es un asco.Te ordeno que sueltes su mano de inmediato y tomes la de K
Bastian es un hombre que por fuera parece de piedra, pero en el fondo de su corazón, él es muy amable, lo digo porque siempre me defiende de la serpiente de su madre.―Hijo, esta mujer ni siquiera tiene el espíritu navideño en su interior, solo observa a tu alrededor, ¿dónde está el árbol de Navidad y la demás decoración? Ah, es el colmo. ―Alardea la cacatúa.―Mamá, ella me ha rogado para que desde el primer día de diciembre lo hagamos ―mintió―. Ella, al igual que tú, es una fanática para estas celebraciones, agregó.Pero hay un problema, aquí el aburrido soy yo, yo no le he permitido que arruine la casa con tantas luces.―Pero en vista de que tu familia está aquí, ahora sí lo puedo hacer, cariño. ―dije, con mucha paciencia, para no arruinar la velada.―Me has convencido, amada mía. Iremos a comprar lo necesario entonces para que comencemos a iluminar nuestra casa.Les juro que en ese momento yo me sentí muy especial, aunque sea de mentira que lo estamos haciendo, pero después de mi h