Soy Celeste Bárdago, una chica muy extrovertida y amable que le fascina bailar y cantar, pero a solas. Ahora mismo estoy dando todo por trabajar hasta por horas extras para acumular un poco más de dinero y así el próximo año que inicie la universidad tener suficiente, aunque sea para el primer semestre, me estoy especializando en la carrera de psicología para personas con retos especiales, pues me apasiona ayudar a quienes más lo necesitan.
Pero bueno, mejor ya dejo de hablarles de mí porque ya ha llegado un cliente y es mi turno de atenderle. Uy, pero qué guapo es este hombre, desde hace una semana lo veo que viene por un café, pero solo lo compra y se va, no se queda a tomarlo aquí para que yo aproveche y me dé un taco de ojo.
―Buenas tardes, señor, ¿en qué le puedo ayudar? ―Le pregunto con una sonrisa cargada de nervios.
―Quiero un café, del mismo que siempre llevo, es una delicia el café hondureño que esta cafetería ofrece. ―Comenta con seriedad el hombre misterioso pero demasiado guapo.
―Claro que sí, señor, enseguida se lo traigo.
Yo me fui a dejar la orden y de paso llegué a la caja para hacer su respectiva factura, claro que sin dejar de verle de reojo, y no precisamente su rostro, mis ojos se bajan y se desviven con el paquete que se figura en sus pantalones.
Al final me arrepiento porque tengo novio y me parece que lo estoy traicionando con mis pensamientos.
BASTIAN CANTORAL
Este día ha sido uno de los más estresantes que pueden existir, un socio de una de mis empresas se ha robado una fuerte cantidad de dinero y ha salido a huir quién sabe dónde.
De camino a mi casa hay una cafetería, desde hace varios años está, pero yo nunca había entrado hasta hace una semana que por obligación tuve que detenerme por un café porque ya me dormía y aún me faltaba bastante para terminar el trabajo y dormir no era una buena opción.
Desde ese día he quedado encantado con ese lugar, el café que a mí me fascina está allí, es el mismo que producen en tierras hondureñas y exportan hacia este país.
Bueno, además no solo el café está buenísimo por aquí, también hay una mesera que me ha atendido en dos ocasiones y no puedo negar que está demasiado hermosa y buena. Por suerte hoy también me ha atendido y yo estoy que me derrito al verla así toda sexi.
¡Ah! Si no más pudiera tenerla en mi cama, sería el hombre más afortunado de este planeta llamado tierra. ―suspiro sin querer.
El timbre de mi celular me saca de mis pensamientos. Es mi querida hermana, ella me informa que dentro de una semana vendrá toda la familia a pasar la Navidad en mi casa.
La costumbre siempre ha sido que todos los hijos viajamos a casa de nuestros padres en el rancho y allá nos reunimos. Pero en esta ocasión les he dicho que no podré ir y han decidido ser ellos los que se movilizarán.
Y bueno, no les puedo decir nada, ya que al final son mi familia y quieren que de algún modo estemos juntos en Navidad.
Sin embargo, ella ha dicho algo que me deja totalmente descolocado.
―Hermano, mamá llevará a una chica para que la conozcas, ella espera que ambos se gusten y por fin decidas sentar cabeza, eres el único de sus hijos que sigue soltero. ―comenta, y aunque esté al otro lado de la línea, la conozco bien y sé que está con una sonrisa de burla.
Para mí eso no es extraño de mamá, ella insiste en que me case pronto. Pero no comprende que yo aún soy joven y no me siento preparado para ser la cabeza de un hogar y mucho menos cuando vengan los hijos.
Debo de impedir de alguna manera que mamá me presente a esa chica, pero ¿cómo lo hago? Si ni siquiera novia tengo.
Pensar en ello me hace perder mucho tiempo, dejaré que todo transcurra y con suerte a mi madre se le olvide el tema de la chica que ha escogido para ser su nuera.
Ya solo faltan dos días para que mi familia llegue a la ciudad, el tema de la chica no se ha vuelto a tocar y eso me agrada mucho porque presiento que todos lo han olvidado.
Estoy de camino a casa, decido pasar por mi café de la tarde, juro que me he vuelto adicto a él y a esos ojos azules que veo cada vez que voy.
Para mi mala suerte ella no se encuentra, decido ir al baño y justo cuando voy pasando por determinado lugar la veo hablando por teléfono. Ella está de espalda a mí, me acerco un poco más para escuchar que es lo que está diciendo, pues se nota desesperada.
―Le ruego que me haga un poco de espera, le prometo que el mes que viene pagaré el semestre completo, estoy trabajando fuerte para ello.
Le suplicó a alguien.
Acto seguido cuelga la llamada y sin dar la vuelta se lleva las manos hacia el frente, sé que ella está sollozando, se nota en sus hombros que suben y bajan.
―¿Puedo ayudarle en algo, señorita?
Le pregunto sin acercarme más. Ella da un salto y se voltea para ver de quién es la voz.
―Estoy bien. No sé por qué me está espiando. ―cuestiona con molestia.
¡Ah, esta chica realmente está loca! Yo le ofrecí mi ayuda y ella me sale enojada.
―He venido al baño, pero me he perdido y sin querer he visto que parece estar mal. ―mentí, no quiero quedarme como un chismoso.
No le quito más su tiempo, me voy.
Digo y al mismo tiempo camino en dirección a la salida de esa cafetería, ni siquiera me acordé de recoger el café que había pedido.
¿Qué se ha creído esta niña para hablarme de esa manera? Yo no soy cualquier pendejo, yo soy un empresario que merece absoluto respeto y admiración.
¡Juro que en menos de un mes me estarás suplicando por un beso! ―exclamé con una sonrisa.
CELESTEHe recibido la llamada a la que tanto le temía que llegara; la universidad me está solicitando desde ya el pago para el semestre que se avecina. Sé que si quiero conservar un cupo en la carrera, tengo que adelantarme desde ya a cancelar. Mis planes eran de pagar hasta el mes que viene, pero me han dicho que para entonces habré quedado fuera del sistema.Estoy desesperada y no sé qué hacer.Precisamente la jefa nos ha comentado que la mesera que tenga más ventas durante este fin de año se llevará un incentivo económico bastante alto, cosa que quizá yo no logre porque no soy de este lugar y no conozco a muchas personas que digamos, nada más a mis compañeros de facultad y a mi novio que ni siquiera está de acuerdo con que yo sea una simple mesera.Si tan solo le hubiese comentado mi problema a aquel buen hombre que quiso saber si estaba bien cuando me miró desorientada, seguro que él me hubiese ayudado a conseguir clientes.¡Ah, Celeste, eres tan estúpida que no sabes aprovechar
La familia del señor Cantoral infunde mucho miedo. En mi caso, que soy tan inocente y no estoy familiarizada con la alta sociedad, lo veo de esa manera.―Ah, hijo. Has traído a tu asistente también, es bueno que ella se entere de las buenas noticias. Ven, siéntate al lado de la chica que será tu prometida. ―alardeó, quien supongo es la madre de Bastian, pues, ni siquiera ha sido capaz de esperar una presentación.Mi falso novio me tomó de la mano y presionó con fuerza como si quisiera darme seguridad o sería por sus nervios, no lo sé.―Mamá, familia querida. Le presento a mi hermosa novia, Celeste. —anunció, regalándome una mirada y sonrisa tierna.La señora estuvo a punto de irse de espaldas al suelo cuando su querido hijo dijo eso, me recorrió de pie a cabeza con una mirada repugnante y dijo desde lo más profundo de su corazón:―¡Jamás aceptaré a esta mujer en nuestra prestigiosa familia! Solo mira su vestimenta, es un asco.Te ordeno que sueltes su mano de inmediato y tomes la de K
Bastian es un hombre que por fuera parece de piedra, pero en el fondo de su corazón, él es muy amable, lo digo porque siempre me defiende de la serpiente de su madre.―Hijo, esta mujer ni siquiera tiene el espíritu navideño en su interior, solo observa a tu alrededor, ¿dónde está el árbol de Navidad y la demás decoración? Ah, es el colmo. ―Alardea la cacatúa.―Mamá, ella me ha rogado para que desde el primer día de diciembre lo hagamos ―mintió―. Ella, al igual que tú, es una fanática para estas celebraciones, agregó.Pero hay un problema, aquí el aburrido soy yo, yo no le he permitido que arruine la casa con tantas luces.―Pero en vista de que tu familia está aquí, ahora sí lo puedo hacer, cariño. ―dije, con mucha paciencia, para no arruinar la velada.―Me has convencido, amada mía. Iremos a comprar lo necesario entonces para que comencemos a iluminar nuestra casa.Les juro que en ese momento yo me sentí muy especial, aunque sea de mentira que lo estamos haciendo, pero después de mi h
BASTIANEstoy en la oficina instruyéndole a mi asistente lo que deberá hacer el día de mañana, puesto que yo tendré que estar en mi casa con… con esa chica que ni siquiera recuerdo su nombre en este momento, pero, sonrío como maniático al recordar sus bellos ojos y esa sonrisa que me pone de cabeza.―Perdone, señor, ¿puedo retirarme? ―escucho la voz de mi asistente, de pronto vuelvo mi mente a lo que está sucediendo en realidad.―Claro, puedes marcharte. ―le respondo y juro que me siento avergonzado, es un hecho de que él se dio cuenta de que yo estaba en otro mundo.Solo pasaron unos cuantos segundos desde que mi asistente se retiró cuando veo entrar a Thara, mi amiga de la infancia y socia minoritaria de esta empresa.―Bastian, ¿has visto la nueva bomba que circula en las redes sociales?Pregunta sin siquiera saludarme, eso se me hace muy raro, pero no le reprocho nada, al contrario, la invito a tomar asiento.―No, ya sabes que no tengo tiempo para esas cosas, además no me interesan
Segundos después, la puerta se abre, y yo estoy de espaldas con temor a enfrentarme a esa fiera que seguramente sacará sus garras y me descuartizará para alimentar a los perros de la calle con mi carne.―¡Hola! Qué sorpresa verte por aquí, entra, por favor.Me ofrece y se nota que está muy cómoda y no como yo pensé que la encontraría; lanzando dagas por todos lados hasta crucificarme. Viste una bata de baño y una toalla enrollada en su cabello que la hace parecer relajada. Ella se ve jodidamente sexi y mi mirada se pierde en sus lindas piernas que anhelan ser acariciadas por mis manos.«¿Pero qué estoy pensando?» Me regaño en el mismo instante en que la veo acomodarse la bata tratando de bajarla, aunque esta ya no da para más.―Siento mucho lo que pasó en la cafetería, créeme que estoy muy avergonzado de mi familia. ―Me disculpo luego de aclarar mi garganta y poner en orden mis pensamientos con instintos de sexo.―¿Ya te lo contaron? Seguro lo hicieron de otra manera, pero eso me da i
CELESTEEste hombre está muy raro, sé que algo está tramando y no me lo quiere decir. Él está loco, quiere que seamos novios frente a todo el mundo, ¿qué dirá mi amor cuando se entere de esta locura? Seguro no me creerá que solo lo estoy haciendo por necesidad de dinero y querrá dejarme.Solo de pensar en ello se me eriza la piel, pues no me imagino una vida sin él.Ahora que el señor Bastian se ha marchado, decido marcar de nuevo el número de mi novio, ahora que lo recuerdo, no hemos hablado desde hace dos días, no sé qué le pasa y me preocupa que sea algo malo y yo no esté para él, si me necesita.Su teléfono vuelve a enviarme al buzón de voz, decido que mañana a primera hora iré de visita a su casa. Total, ahora ya no estoy ocupada con el trabajo durante el día y tengo tiempo disponible antes de ir a decorar la casa de mi novio falso. Además, por una parte, me agrada que mi novio oficial no sepa que he abandonado mi trabajo en la cafetería. Esa será una gran sorpresa para él, sé qu
Los hermanos y el padre del señor Bastian salieron también para ver el escándalo que la señora estaba causando. Ellos se divertían al verla, ella cree que estaba en el campo para estar gritando y ofreciéndole una mujer a su hijo.―¡Ah! Maldición Bastian. No he criado en vano a un hijo tan educadamente para que ahora venga y deje plantada a la chica que será su esposa. ―grita la señora al vernos acaramelados.―Mamá, no te equivoques. Celeste es la mujer de mi vida; si he de casarme, será con ella, no con alguien a quien tú has elegido sin mi consentimiento.«Eso estuvo bueno, señor Bastian, así quiere su madre que le dejen las cosas claras». —Dije en mi mente con una sonrisa de triunfo.Y es que esa familia, desde que la conocí, me ha caído muy mal, no me dan buena espina y yo mucho peor a ellos. Se nota que esa señora siempre ha manejado a su antojo la vida de sus hijos, pero con Bastian se ha topado muy fuerte y al parecer no podrá romper a esa roca sin sentimientos.El señor Bastian
BASTIANNo me he aguantado las ganas y he besado a Celeste, esa chica que me tiene loco sin que ella se dé cuenta. Sus labios son una delicia, juro que nunca en mi vida he probado algo más exquisito que su sabor.Cuando ese maldito sonido de su teléfono nos interrumpió, lo maldije internamente. Luego supe que estaba ilusionado con algo que no era mío, ella no me pertenece porque tiene novio y esa llamada lo comprueba por la forma en que ella le ha atendido.Yo me di la vuelta para ir a mi vestidor, por último le eché un vistazo y me percaté de que ella estaba blanca como una hoja de papel, se notaba débil y era cuestión de segundos para que se fuera de narices al suelo. Corrí, la tomé entre mis brazos y la hice recostar sobre la cama donde hace unos segundos nos habíamos estado besando.―¿Te encuentras bien? ―quise saber.―Sí. No, en realidad no lo estoy. ―dijo con tristeza y a punto de llorar porque sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no quería dar su brazo a torcer.―Confía en mí