NOVIA POR CONTRATO EN NAVIDAD
NOVIA POR CONTRATO EN NAVIDAD
Por: Lorena Rodriguez
1

Soy Celeste Bárdago, una chica muy extrovertida y amable que le fascina bailar y cantar, pero a solas. Ahora mismo estoy dando todo por trabajar hasta por horas extras para acumular un poco más de dinero y así el próximo año que inicie la universidad tener suficiente, aunque sea para el primer semestre, me estoy especializando en la carrera de psicología para personas con retos especiales, pues me apasiona ayudar a quienes más lo necesitan.

Pero bueno, mejor ya dejo de hablarles de mí porque ya ha llegado un cliente y es mi turno de atenderle. Uy, pero qué guapo es este hombre, desde hace una semana lo veo que viene por un café, pero solo lo compra y se va, no se queda a tomarlo aquí para que yo aproveche y me dé un taco de ojo.

―Buenas tardes, señor, ¿en qué le puedo ayudar? ―Le pregunto con una sonrisa cargada de nervios.

―Quiero un café, del mismo que siempre llevo, es una delicia el café hondureño que esta cafetería ofrece. ―Comenta con seriedad el hombre misterioso pero demasiado guapo.

―Claro que sí, señor, enseguida se lo traigo.

Yo me fui a dejar la orden y de paso llegué a la caja para hacer su respectiva factura, claro que sin dejar de verle de reojo, y no precisamente su rostro, mis ojos se bajan y se desviven con el paquete que se figura en sus pantalones.

Al final me arrepiento porque tengo novio y me parece que lo estoy traicionando con mis pensamientos.

BASTIAN CANTORAL

Este día ha sido uno de los más estresantes que pueden existir, un socio de una de mis empresas se ha robado una fuerte cantidad de dinero y ha salido a huir quién sabe dónde.

De camino a mi casa hay una cafetería, desde hace varios años está, pero yo nunca había entrado hasta hace una semana que por obligación tuve que detenerme por un café porque ya me dormía y aún me faltaba bastante para terminar el trabajo y dormir no era una buena opción.

Desde ese día he quedado encantado con ese lugar, el café que a mí me fascina está allí, es el mismo que producen en tierras hondureñas y exportan hacia este país.

Bueno, además no solo el café está buenísimo por aquí, también hay una mesera que me ha atendido en dos ocasiones y no puedo negar que está demasiado hermosa y buena. Por suerte hoy también me ha atendido y yo estoy que me derrito al verla así toda sexi.

¡Ah! Si no más pudiera tenerla en mi cama, sería el hombre más afortunado de este planeta llamado tierra. ―suspiro sin querer.

El timbre de mi celular me saca de mis pensamientos. Es mi querida hermana, ella me informa que dentro de una semana vendrá toda la familia a pasar la Navidad en mi casa.

La costumbre siempre ha sido que todos los hijos viajamos a casa de nuestros padres en el rancho y allá nos reunimos. Pero en esta ocasión les he dicho que no podré ir y han decidido ser ellos los que se movilizarán.

Y bueno, no les puedo decir nada, ya que al final son mi familia y quieren que de algún modo estemos juntos en Navidad.

Sin embargo, ella ha dicho algo que me deja totalmente descolocado.

―Hermano, mamá llevará a una chica para que la conozcas, ella espera que ambos se gusten y por fin decidas sentar cabeza, eres el único de sus hijos que sigue soltero. ―comenta, y aunque esté al otro lado de la línea, la conozco bien y sé que está con una sonrisa de burla.

Para mí eso no es extraño de mamá, ella insiste en que me case pronto. Pero no comprende que yo aún soy joven y no me siento preparado para ser la cabeza de un hogar y mucho menos cuando vengan los hijos.

Debo de impedir de alguna manera que mamá me presente a esa chica, pero ¿cómo lo hago? Si ni siquiera novia tengo.

Pensar en ello me hace perder mucho tiempo, dejaré que todo transcurra y con suerte a mi madre se le olvide el tema de la chica que ha escogido para ser su nuera.

Ya solo faltan dos días para que mi familia llegue a la ciudad, el tema de la chica no se ha vuelto a tocar y eso me agrada mucho porque presiento que todos lo han olvidado.

Estoy de camino a casa, decido pasar por mi café de la tarde, juro que me he vuelto adicto a él y a esos ojos azules que veo cada vez que voy.

Para mi mala suerte ella no se encuentra, decido ir al baño y justo cuando voy pasando por determinado lugar la veo hablando por teléfono. Ella está de espalda a mí, me acerco un poco más para escuchar que es lo que está diciendo, pues se nota desesperada.

―Le ruego que me haga un poco de espera, le prometo que el mes que viene pagaré el semestre completo, estoy trabajando fuerte para ello.

Le suplicó a alguien.

Acto seguido cuelga la llamada y sin dar la vuelta se lleva las manos hacia el frente, sé que ella está sollozando, se nota en sus hombros que suben y bajan.

―¿Puedo ayudarle en algo, señorita?

Le pregunto sin acercarme más. Ella da un salto y se voltea para ver de quién es la voz.

―Estoy bien. No sé por qué me está espiando. ―cuestiona con molestia.

¡Ah, esta chica realmente está loca! Yo le ofrecí mi ayuda y ella me sale enojada.

―He venido al baño, pero me he perdido y sin querer he visto que parece estar mal. ―mentí, no quiero quedarme como un chismoso.

No le quito más su tiempo, me voy.

Digo y al mismo tiempo camino en dirección a la salida de esa cafetería, ni siquiera me acordé de recoger el café que había pedido.

¿Qué se ha creído esta niña para hablarme de esa manera? Yo no soy cualquier pendejo, yo soy un empresario que merece absoluto respeto y admiración.

¡Juro que en menos de un mes me estarás suplicando por un beso! ―exclamé con una sonrisa.

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo