CELESTE
Este hombre está muy raro, sé que algo está tramando y no me lo quiere decir. Él está loco, quiere que seamos novios frente a todo el mundo, ¿qué dirá mi amor cuando se entere de esta locura? Seguro no me creerá que solo lo estoy haciendo por necesidad de dinero y querrá dejarme.
Solo de pensar en ello se me eriza la piel, pues no me imagino una vida sin él.
Ahora que el señor Bastian se ha marchado, decido marcar de nuevo el número de mi novio, ahora que lo recuerdo, no hemos hablado desde hace dos días, no sé qué le pasa y me preocupa que sea algo malo y yo no esté para él, si me necesita.
Su teléfono vuelve a enviarme al buzón de voz, decido que mañana a primera hora iré de visita a su casa. Total, ahora ya no estoy ocupada con el trabajo durante el día y tengo tiempo disponible antes de ir a decorar la casa de mi novio falso. Además, por una parte, me agrada que mi novio oficial no sepa que he abandonado mi trabajo en la cafetería. Esa será una gran sorpresa para él, sé que se pondrá muy contento cuando se lo diga porque no estaba conforme con que yo fuera una mesera.
Al día siguiente…
Me levanto con toda la pereza del mundo y me preparo un delicioso desayuno, gracias a que mi falso novio ha abastecido mi casa con productos comestibles, de limpieza y primera necesidad. Eso fue parte del trato que hicimos para que yo accediera a dejar mi trabajo al que tanto cariño le estaba tomando ya.
Ayer quise comunicarme con mi novio verdadero, pero como siempre sucede desde hace unos días, él no responde el teléfono, es más, al parecer no lo tiene encendido. Espero que ahora que llegue no se haya marchado a su trabajo o a la universidad.
Justo cuando abordo el taxi que me llevará a su casa, recibo la llamada del señor Bastian. Este me pide que vaya de inmediato y, si no lo hago ahora mismo, él vendrá por mí.
―No lo haga, ahora mismo tengo otro compromiso y no lo puedo atender a usted. ―le aclaré con sinceridad.
―¡Olvídate de todo lo que tengas que hacer y ven aquí de inmediato! ―me ordena. Él se escucha muy alterado, así que no lo hago esperar y me veo obligada a cambiar de dirección.
―¿Qué sucede?—pregunté al nomás bajar del auto y encontrarlo en la entrada del predio de su propiedad.
―Vamos de compras.
―¡Qué! ¿Para eso me has llamado de emergencia? Joder, pensé que algo malo había sucedido. ―Me quejo soltando un inmenso suspiro de alivio.
―Lo siento. Pero te recuerdo que este día está destinado para que te lo pases en esta casa, no sé por qué te alteras.
―Aún falta una hora para lo acordado, antes tenía que hacer una diligencia muy importante y ahora estoy aquí sin…
―Hijo, Katia, ya está lista para acompañarte a la tienda. ―Me interrumpe la voz de la señora que se asoma para informar qué sé yo.
―¿Lo ves? Por eso te he llamado de emergencia. ―expresa, Bastian, y sonríe de lado como si estuviera bobamente enamorado de mí.
―Qué pena, señora, pero iremos solo nosotros dos al centro comercial. Agradezco que la chica nos quiera acompañar, pero no es necesario. ―Le digo a punto de soltar una carcajada al verle su cara de furia.
―Este juego me está gustando, señor. ―Le hago saber en un susurro.
―Y a mí me está matando. ―susurra tomando mi rostro y depositando un beso en mi mejilla, provocando que yo me estremezca.
Tenerlo tan cerca no es una buena opción para mis hormonas deseosas de atención sexual. Pero la cara de mi linda suegra me divierte y quiero continuar para hacerla pagar la humillación que me hizo en el restaurante.
Los hermanos y el padre del señor Bastian salieron también para ver el escándalo que la señora estaba causando. Ellos se divertían al verla, ella cree que estaba en el campo para estar gritando y ofreciéndole una mujer a su hijo.―¡Ah! Maldición Bastian. No he criado en vano a un hijo tan educadamente para que ahora venga y deje plantada a la chica que será su esposa. ―grita la señora al vernos acaramelados.―Mamá, no te equivoques. Celeste es la mujer de mi vida; si he de casarme, será con ella, no con alguien a quien tú has elegido sin mi consentimiento.«Eso estuvo bueno, señor Bastian, así quiere su madre que le dejen las cosas claras». —Dije en mi mente con una sonrisa de triunfo.Y es que esa familia, desde que la conocí, me ha caído muy mal, no me dan buena espina y yo mucho peor a ellos. Se nota que esa señora siempre ha manejado a su antojo la vida de sus hijos, pero con Bastian se ha topado muy fuerte y al parecer no podrá romper a esa roca sin sentimientos.El señor Bastian
BASTIANNo me he aguantado las ganas y he besado a Celeste, esa chica que me tiene loco sin que ella se dé cuenta. Sus labios son una delicia, juro que nunca en mi vida he probado algo más exquisito que su sabor.Cuando ese maldito sonido de su teléfono nos interrumpió, lo maldije internamente. Luego supe que estaba ilusionado con algo que no era mío, ella no me pertenece porque tiene novio y esa llamada lo comprueba por la forma en que ella le ha atendido.Yo me di la vuelta para ir a mi vestidor, por último le eché un vistazo y me percaté de que ella estaba blanca como una hoja de papel, se notaba débil y era cuestión de segundos para que se fuera de narices al suelo. Corrí, la tomé entre mis brazos y la hice recostar sobre la cama donde hace unos segundos nos habíamos estado besando.―¿Te encuentras bien? ―quise saber.―Sí. No, en realidad no lo estoy. ―dijo con tristeza y a punto de llorar porque sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no quería dar su brazo a torcer.―Confía en mí
Hubiera preferido investigar desde hace mucho tiempo antes a ese hombre. Estoy furioso y juro que si lo llego a tener delante de mí, le partiré el rostro por haber jugado con los sentimientos de una niña tan linda e ingenua que le creyó toda cuanta mentira le decía.Dentro del sobre, hay varias fotografías en donde un hombre se muestra con una mujer embarazada y un niño en sus brazos. El investigador asegura que se trata de ese maldito.―Fui a su casa y me hice pasar como un encuestador, ellos son una sola familia, son esposos y el niño es su hijo sumado al que viene en camino. ― ha escrito el investigador en el reverso de la fotografía.―Joder, Celeste, tengo que detenerte antes de que cometas una locura. ―dije en voz baja―. ―Aunque es mejor que lo veas por tu propia cuenta para que de una vez por todas te quites la venda de tus ojos y conozcas la razón del porqué ese idiota no te atiende como se debe.Comencé a manejar por el lado donde ella desapareció. Voy al pendiente de verla en
Guardé la rabia que sentía por ese maldito y me dirigí con palabras suaves a su esposa. No quería parecer agresivo frente a un niño, pero la situación me obliga a serlo.―Señora, esa chica que usted ve allá bañada en llanto —señalé el auto donde estaba Celeste. —Esa chica preciosa estuvo en una relación con el poco hombre al que usted llama esposo, esta mañana él ha cortado su relación con ella y por eso estamos aquí. Sepa usted con la clase de hombre que se acuesta cada noche, es un maldito canalla que juega con las mujeres. ―expresé con tranquilidad y orgulloso de haber desenmascarado a esa peste de alacrán.Me di la vuelta para marcharme, pero el hombre tuvo las agallas de detenerme y jurarme que eso no se quedaría así y que pronto tendría noticias suyas porque era muy poderoso, mucho más que mí, él lo dijo así y yo sonreí con ironía.―Te espero donde sea y cuando sea, tu solo encárgate de notificarme el día y la hora que quieras morir. No le tengo miedo a un león y mucho menos a u
El señor Bastian insiste en que me tome un descanso. Sin embargo, ahora soy yo la que me niego a hacerlo. Quiero que el dolor de la traición no me consuma. Prefiero dedicarme a pagar la deuda que he adquirido con él, y olvidarme de este trago amargo que me forzó a probar mi exnovio.―Eres más fuerte de lo que pensé. ―me dijo en un susurro y me rodeó con sus brazos para que me recostara en su pecho.Me separé de él, no quiero desarrollar sentimientos por otro hombre después de mi desafortunada relación reciente.―¿Quieres cancelar los planes que ya teníamos o te sientes capaz de seguir con ellos? — Él se refiere a que su madre ha dicho que yo no tengo espíritu navideño como su familia acostumbra.―Me has contratado para hacer lo que digas, no perdamos el tiempo y vamos por esa decoración. La Navidad nos espera y debemos recibirla como se debe.Me vestí con otra ropa y nos fuimos al centro comercial. Yo estoy tan emocionada al ver la cantidad y variedad de cosas que sacan para las fiest
En el camino recibí muchas llamadas del señor Bastian, incluso mensajes de texto en donde me pregunta que dónde estoy y que está preocupado porque desaparecí del restaurante. Yo solo sonrío de mala gana y me seco una lágrima que brota de mis ojos. No sé qué me pasa, esto me duele más que lo que me hizo mi propio novio. Llegué al departamento y me preparé un tazón de fideos. Sí, el hambre es mi mejor aliada en tiempos de tristeza y desesperación.—Contrólate, Celeste. Has prometido no enamorarte más y menos de un hombre millonario que solo te está pagando por tus servicios. —Me regaña mi mente, pero mi corazón le dice que guarde silencio y no hable por el resto de este contrato.BASTIAN Me siento feliz porque estoy almorzando con una chica preciosa, Celeste, esa misma que hace unas horas dijo con sus propias palabras que el beso que nos dimos no significaba nada. Ella no sabe que, para mí, significa mucho; estoy enamorado de ella en secreto.Me siento incómodo
Celeste no se ha hecho de rogar, ella es muy obediente. La vi sonreír, ella es muy hermosa cuando lo hace. Sin pensarlo dos veces, se volvió a acomodar sus zapatillas y con brincos de emoción, como si fuera una pequeña niña, me siguió hasta el auto. Parece que hablarle de la Navidad le despierta el ánimo y la felicidad acompañada de sus locuras.―En el futuro, no te atrevas a creer en tus pensamientos, debes consultarme a mí, primero sobre lo que quieras saber y yo con gusto te daré la respuesta, ¿estamos de acuerdo?―Sí, señor. ―alcanzó a decir antes de quedarse profundamente dormida hasta que llegamos a mi casa. Por desgracia, mi familia ya ha regresado. Se suponía que lo harían hasta la tarde, pero conociendo bien a mi madre, sería extraño que no quisiera estar aquí jodiendo a Celeste.―Bastian, no sé si soportaré a tu madre. ―comentó con preocupación.―No tienes por qué soportar nada de nadie, si te dicen algo y te sientes ofendida, tienes derecho a defenderte, por mí no hay probl
24 DE DICIEMBREEl tan esperado día de Navidad ha llegado; por una parte, estoy feliz porque ya mañana mi familia se marchará y me dejarán en paz. Por otro lado, me siento triste. Estos días que he pasado con Celeste puedo decir con seguridad de que han sido los mejores y divertidos tiempos de mi vida. Mañana será el día en que dejaremos de fingir un noviazgo, eso fue lo que establecimos cuando juntos elaboramos y firmamos el contrato.Esta tarde he quedado con ella para salir un rato, la llevaré a la mejor tienda a que elija el vestido que usará esta noche. Quiero que se vea radiante y mi madre siga creyendo que es mi novia de verdad.Me encantaría pedirle a Celeste que sigamos fingiendo por un tiempo más, pero sé que ella no lo aceptará. Yo la voy a extrañar demasiado, ella es muy divertida y me juega unas bromas de encanto con las que nunca me molestaría. Lo admito, me he enamorado de ella como nunca lo he hecho en mi vida, la amo a pesar de que no es mucho el tiempo de haberla co