BASTIAN
Estoy en la oficina instruyéndole a mi asistente lo que deberá hacer el día de mañana, puesto que yo tendré que estar en mi casa con… con esa chica que ni siquiera recuerdo su nombre en este momento, pero, sonrío como maniático al recordar sus bellos ojos y esa sonrisa que me pone de cabeza.
―Perdone, señor, ¿puedo retirarme? ―escucho la voz de mi asistente, de pronto vuelvo mi mente a lo que está sucediendo en realidad.
―Claro, puedes marcharte. ―le respondo y juro que me siento avergonzado, es un hecho de que él se dio cuenta de que yo estaba en otro mundo.
Solo pasaron unos cuantos segundos desde que mi asistente se retiró cuando veo entrar a Thara, mi amiga de la infancia y socia minoritaria de esta empresa.
―Bastian, ¿has visto la nueva bomba que circula en las redes sociales?
Pregunta sin siquiera saludarme, eso se me hace muy raro, pero no le reprocho nada, al contrario, la invito a tomar asiento.
―No, ya sabes que no tengo tiempo para esas cosas, además no me interesan los chismes. ―aseguro.
―Deberías de interesarte, aunque sea un poco por ellos, en ocasiones. Así te darías cuenta del escándalo que ha protagonizado tu familia en la cafetería que se encuentra a unas cuadras de aquí.
―¡Que dices! ―exclamo lleno de miedo al imaginarme que es donde mi chica trabaja.
―Velo por tu cuenta, han humillado a una mesera y alguien ha colgado el video en las redes sociales. Ja, esa mesera de quinta se merece el trato que le ha dado tu madre, seguro ella inició todo. ―alardea sin saber y yo me siento muy incómodo porque a ella no le he comentado sobre lo que está sucediendo en mi vida desde hace un par de días.
Yo tomo el teléfono que ella me extiende y en segundos siento como si mi alma se sale del cuerpo y lo abandona para ir en busca de esa chica inocente.
―¡Mierda! ―consigo decir sin querer, pues eso no es lo mío.
―¡Qué te pasa Bastian! ¿Acaso conoces a esa chica? ―interroga ella y yo solo la observo de lado con molestia. —¡Respóndeme! ¿La conoces? —insiste.
―¡No te importa, Thara!
―¡Bastian, a dónde vas! ―la escucho gritar y eso significa que está molesta de que por primera vez no le cuente sobre mi secreto.
Desde que salí de la oficina comencé a llamarle a mi novia falsa, necesito saber si ella se encuentra bien. La llamada no se conecta y de inmediato me envía al buzón de voz, estoy preocupado de que haya pasado algo más después de las palabras que mi propia madre le gritó.
Para mayor desgracia, los alrededores de la empresa están abarrotados de periodistas y medios de la farándula que no me permiten avanzar. La seguridad de la empresa me escolta hasta dónde está mi auto. Estoy furioso, esa gente está aquí porque el titular del video es claro “Tremendo escándalo el que arma la madre del empresario Bastian Cantoral ¿Acaso el magnate está teniendo una relación sentimental con una mesera?”
―Ah, mamá, qué has hecho con mi vida y la de esa pobre chica. ―cuestiono en voz baja mientras manejo hasta la cafetería.
Al llegar bajo corriendo y pido hablar con Celeste, una de sus compañeras me informa que ella renunció y se marchó hace rato. Una sonrisa amplia se dibuja en mi rostro, ella ha cedido a lo que le pedí o quizá lo haya hecho para que mi familia no la volviera a encontrar en ese sitio.
Ahora estoy más asustado y decido ir a buscarla en su apartamento. Voy nervioso porque seguramente ella me echará y no querrá saber nada de mí, intento comunicarme vía teléfono nuevamente, pero sigue siendo imposible. Ahora estoy de pie en la puerta de su apartamento, ella no abre la puerta y estoy a punto de dar la vuelta cuando escucho que desde adentro pide que espere unos segundos.
Me quedo paralizado, soy un hombre frío y de temperamento fuerte, ahora no sé qué palabras saldrán de mi boca para pedirle disculpas. Nunca le he pedido perdón a nadie en mi puta vida, ni siquiera a mis padres, mucho peor a una desconocida a la que me le tendré que arrodillar si es posible para que no me deje solo en el juego.
Segundos después, la puerta se abre, y yo estoy de espaldas con temor a enfrentarme a esa fiera que seguramente sacará sus garras y me descuartizará para alimentar a los perros de la calle con mi carne.―¡Hola! Qué sorpresa verte por aquí, entra, por favor.Me ofrece y se nota que está muy cómoda y no como yo pensé que la encontraría; lanzando dagas por todos lados hasta crucificarme. Viste una bata de baño y una toalla enrollada en su cabello que la hace parecer relajada. Ella se ve jodidamente sexi y mi mirada se pierde en sus lindas piernas que anhelan ser acariciadas por mis manos.«¿Pero qué estoy pensando?» Me regaño en el mismo instante en que la veo acomodarse la bata tratando de bajarla, aunque esta ya no da para más.―Siento mucho lo que pasó en la cafetería, créeme que estoy muy avergonzado de mi familia. ―Me disculpo luego de aclarar mi garganta y poner en orden mis pensamientos con instintos de sexo.―¿Ya te lo contaron? Seguro lo hicieron de otra manera, pero eso me da i
CELESTEEste hombre está muy raro, sé que algo está tramando y no me lo quiere decir. Él está loco, quiere que seamos novios frente a todo el mundo, ¿qué dirá mi amor cuando se entere de esta locura? Seguro no me creerá que solo lo estoy haciendo por necesidad de dinero y querrá dejarme.Solo de pensar en ello se me eriza la piel, pues no me imagino una vida sin él.Ahora que el señor Bastian se ha marchado, decido marcar de nuevo el número de mi novio, ahora que lo recuerdo, no hemos hablado desde hace dos días, no sé qué le pasa y me preocupa que sea algo malo y yo no esté para él, si me necesita.Su teléfono vuelve a enviarme al buzón de voz, decido que mañana a primera hora iré de visita a su casa. Total, ahora ya no estoy ocupada con el trabajo durante el día y tengo tiempo disponible antes de ir a decorar la casa de mi novio falso. Además, por una parte, me agrada que mi novio oficial no sepa que he abandonado mi trabajo en la cafetería. Esa será una gran sorpresa para él, sé qu
Los hermanos y el padre del señor Bastian salieron también para ver el escándalo que la señora estaba causando. Ellos se divertían al verla, ella cree que estaba en el campo para estar gritando y ofreciéndole una mujer a su hijo.―¡Ah! Maldición Bastian. No he criado en vano a un hijo tan educadamente para que ahora venga y deje plantada a la chica que será su esposa. ―grita la señora al vernos acaramelados.―Mamá, no te equivoques. Celeste es la mujer de mi vida; si he de casarme, será con ella, no con alguien a quien tú has elegido sin mi consentimiento.«Eso estuvo bueno, señor Bastian, así quiere su madre que le dejen las cosas claras». —Dije en mi mente con una sonrisa de triunfo.Y es que esa familia, desde que la conocí, me ha caído muy mal, no me dan buena espina y yo mucho peor a ellos. Se nota que esa señora siempre ha manejado a su antojo la vida de sus hijos, pero con Bastian se ha topado muy fuerte y al parecer no podrá romper a esa roca sin sentimientos.El señor Bastian
BASTIANNo me he aguantado las ganas y he besado a Celeste, esa chica que me tiene loco sin que ella se dé cuenta. Sus labios son una delicia, juro que nunca en mi vida he probado algo más exquisito que su sabor.Cuando ese maldito sonido de su teléfono nos interrumpió, lo maldije internamente. Luego supe que estaba ilusionado con algo que no era mío, ella no me pertenece porque tiene novio y esa llamada lo comprueba por la forma en que ella le ha atendido.Yo me di la vuelta para ir a mi vestidor, por último le eché un vistazo y me percaté de que ella estaba blanca como una hoja de papel, se notaba débil y era cuestión de segundos para que se fuera de narices al suelo. Corrí, la tomé entre mis brazos y la hice recostar sobre la cama donde hace unos segundos nos habíamos estado besando.―¿Te encuentras bien? ―quise saber.―Sí. No, en realidad no lo estoy. ―dijo con tristeza y a punto de llorar porque sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no quería dar su brazo a torcer.―Confía en mí
Hubiera preferido investigar desde hace mucho tiempo antes a ese hombre. Estoy furioso y juro que si lo llego a tener delante de mí, le partiré el rostro por haber jugado con los sentimientos de una niña tan linda e ingenua que le creyó toda cuanta mentira le decía.Dentro del sobre, hay varias fotografías en donde un hombre se muestra con una mujer embarazada y un niño en sus brazos. El investigador asegura que se trata de ese maldito.―Fui a su casa y me hice pasar como un encuestador, ellos son una sola familia, son esposos y el niño es su hijo sumado al que viene en camino. ― ha escrito el investigador en el reverso de la fotografía.―Joder, Celeste, tengo que detenerte antes de que cometas una locura. ―dije en voz baja―. ―Aunque es mejor que lo veas por tu propia cuenta para que de una vez por todas te quites la venda de tus ojos y conozcas la razón del porqué ese idiota no te atiende como se debe.Comencé a manejar por el lado donde ella desapareció. Voy al pendiente de verla en
Guardé la rabia que sentía por ese maldito y me dirigí con palabras suaves a su esposa. No quería parecer agresivo frente a un niño, pero la situación me obliga a serlo.―Señora, esa chica que usted ve allá bañada en llanto —señalé el auto donde estaba Celeste. —Esa chica preciosa estuvo en una relación con el poco hombre al que usted llama esposo, esta mañana él ha cortado su relación con ella y por eso estamos aquí. Sepa usted con la clase de hombre que se acuesta cada noche, es un maldito canalla que juega con las mujeres. ―expresé con tranquilidad y orgulloso de haber desenmascarado a esa peste de alacrán.Me di la vuelta para marcharme, pero el hombre tuvo las agallas de detenerme y jurarme que eso no se quedaría así y que pronto tendría noticias suyas porque era muy poderoso, mucho más que mí, él lo dijo así y yo sonreí con ironía.―Te espero donde sea y cuando sea, tu solo encárgate de notificarme el día y la hora que quieras morir. No le tengo miedo a un león y mucho menos a u
El señor Bastian insiste en que me tome un descanso. Sin embargo, ahora soy yo la que me niego a hacerlo. Quiero que el dolor de la traición no me consuma. Prefiero dedicarme a pagar la deuda que he adquirido con él, y olvidarme de este trago amargo que me forzó a probar mi exnovio.―Eres más fuerte de lo que pensé. ―me dijo en un susurro y me rodeó con sus brazos para que me recostara en su pecho.Me separé de él, no quiero desarrollar sentimientos por otro hombre después de mi desafortunada relación reciente.―¿Quieres cancelar los planes que ya teníamos o te sientes capaz de seguir con ellos? — Él se refiere a que su madre ha dicho que yo no tengo espíritu navideño como su familia acostumbra.―Me has contratado para hacer lo que digas, no perdamos el tiempo y vamos por esa decoración. La Navidad nos espera y debemos recibirla como se debe.Me vestí con otra ropa y nos fuimos al centro comercial. Yo estoy tan emocionada al ver la cantidad y variedad de cosas que sacan para las fiest
Soy Celeste Bárdago, una chica muy extrovertida y amable que le fascina bailar y cantar, pero a solas. Ahora mismo estoy dando todo por trabajar hasta por horas extras para acumular un poco más de dinero y así el próximo año que inicie la universidad tener suficiente, aunque sea para el primer semestre, me estoy especializando en la carrera de psicología para personas con retos especiales, pues me apasiona ayudar a quienes más lo necesitan.Pero bueno, mejor ya dejo de hablarles de mí porque ya ha llegado un cliente y es mi turno de atenderle. Uy, pero qué guapo es este hombre, desde hace una semana lo veo que viene por un café, pero solo lo compra y se va, no se queda a tomarlo aquí para que yo aproveche y me dé un taco de ojo.―Buenas tardes, señor, ¿en qué le puedo ayudar? ―Le pregunto con una sonrisa cargada de nervios.―Quiero un café, del mismo que siempre llevo, es una delicia el café hondureño que esta cafetería ofrece. ―Comenta con seriedad el hombre misterioso pero demasiado