Dragos tomó la mano de Sophia y se alejaron, Dragos la llevó a la naciente del río. —Me encanta este lugar —le dijo Sophia—, aquí descubrí que te amaba, creo que tú también. Dragos sonrió. —Yo empecé a amarte antes de eso, también en un río. Sophia lo recordó. —Que mentiroso eres, me pediste olvidar y jamás buscar a los vampiros. —Por eso huiste de mí, porque ya tú querías quedarte. —Qué presumido eres, aparte de mentiroso. Dragos reía a carcajadas. —Te dije que nunca te acercaras a los vampiros porque me asustó lo que sentí por ti, yo solo quería alimentar mi absurda infelicidad y sabía que tú traerías luz a mi vida oscura. Sophia lloró. —Es lindo que lo pienses, y también irónico, porque tú me sacaste de la oscuridad —Sophia calló un instante de reflexión—. Mi padre decía que tiene que ser de noche para que podamos ver la belleza de la luna y las estrellas, quizás tú y yo nos enamoramos debido a nuestra oscuridad. —Eso está bien, porque yo no podr
6 meses después. Sophia estaba arreglando su cabello frente al espejo. —Sophia, Zack nos espera para llevarnos a La Corte —le informó Dragos abriendo la puerta de su alcoba. —Dragos, ¿cómo crees que debo presentarme con el cabello suelto o recogido? Dragos entró y cerró la puerta. —Mi amor, yo te prefiero desnuda, con el cabello suelto, pero debemos irnos, a menos que quieras quedarte, yo encantado. —Hablo en serio. —Yo también… —Creo que estaré bien con un semirecogido, para verme distinguida, pero amistosa, ¿cómo crees que deberían verme los estudiantes en la academia? —No por más de cinco segundo y sin olvidar que eres mi reina si quieren seguir viviendo. —Dragos, como directora de la Academia para Sobrenaturales tendré que hablar seguido con muchachos tontos recién transformados, pero sabré darme a respetar como su directora, no como reina de los vampiros. Dragos rodó los ojos. —Aun no me convence tu trabajo. «Si te quedas junto a
Dragos estaba furioso y prefirió alejarse de la multitud. Hace poco, vampiros, licántropos y hechiceros se habían unido para acabar con el rey de los licántropos. Ahora en medio del júbilo por la victoria y lo más cerca de la paz que habían estado nunca licántropos y vampiros, la diosa Selene manifestó que quería reunirse en persona con los lobos de una manada elegida. La diosa de la Luna no convocó a Dragos, lo ignoró como es su costumbre, aun cuando Dragos era su nieto verdadero y por derecho, lo más cercano a un dios entre los sobrenaturales. Sus súbditos vampiros no lo podían creer, la diosa se presentaría en este plano y no convocaba al rey de los vampiros, se preguntaban si seguirían presos de la maldición que la diosa impuso al padre de Dragos para todos ellos por más de medio milenio. —Desgraciada, por eso mi padre quiso matarte —musitó Dragos y deseó que la diosa pudiera oírlo, caminaba por el bosque a la orilla del río, no tenía rumbo, solo quería alejarse—.
—Jamás vi algo así… —Esa niña envenenó a su loba con cicuta y la ha malogrado… Sophia escuchaba los comentarios preocupados y curiosos, mientras atravesaba un verdadero infierno. ¡CRASH! Sophia gritó cuando su columna volvió a quebrarse agónicamente, puso sus manos en el suelo y se concentró en sus dedos, ese era el consejo de su padre para atravesar la primera transformación, le parecía escucharlo animándola, consolándola; como siempre… «Observa tus manos Sophia, verás las grandes patas de tu loba materializarse, su color y ella te hablará, el dolor habrá pasado antes que puedas darte cuenta» Sophia lo hizo, se concentró en sus manos, pero no cambiaban, una bruma espesa y verdosa comenzó a salir de ella, transpiraba aquello que hizo dar un paso atrás a los licántropos cercanos, y el dolor en cada poro de su cuerpo lo siente como si clavaran agujas profundas… —Su loba está sacando la cicuta de su sistema, dejen que ella haga su magia… —Expresó alguien y Sop
Dragos Vlad tiene mil quinientos años de edad y siendo rey de los vampiros lleva casi seiscientos; de manera satisfactoria había logrado evitar la extinción, aún con la maldición impuesta por la diosa Selene que les había arrebatado el derecho a tener pareja destinada. La maldición había caído obviamente, pero no quería conseguir una pareja de otra raza. «Una loba enclenque y débil moribunda» Dragos acababa de humillar a la familia de los lobos más poderosos de la tierra sabía que ahora irían por su cabeza. — ¿Acaso te has vuelto loco?, ¿tanto te incomodó tener un momento de paz que comienzas otra guerra a pocos días de haber finalizado la última? Quién hablaba impaciente caminando a su lado era Zack, el hechicero es el único amigo de verdad que tiene y es todo un desgraciado sinvergüenza, ya no tanto desde que tiene mujer. Dragos lo miró de reojo. —La diosa Selene les dio poderes especiales a estos lobos, creó Alfas supremos, pueden encontrar a todos los lobos
Sophia continuó chillando y Dragos la ignoró de camino al aeropuerto, poco rato después se sintió cansada y el aroma de Dragos la desquiciaba, era como estar dentro de la mejor pastelería y estar hambriento y sin dinero, si cierra los ojos se ve a sí misma mordiendo su cuello; trata de acompasar sus latidos a los de él y poco a poco siente como sus latidos comienzan a ser espaciados; de nuevo la debilidad la arropa y siente que la vida se le escapa, con coraje lo mira y pronuncia lo más fuerte que puede y es un quejido: —Exijo regresar con mi familia. Dragos la observó directamente a los ojos y se puso más cómodo en el auto, disfrutando de su superioridad. —Empecemos por aclarar algo niña; primero tú no exiges, segundo, te dirigirás a mí con respeto, porque de ahora en adelante soy tu rey y tú mi esclava. —Prefiero morir antes de ser tu jodida esclava —contestó con hilo de voz Sophia y Dragos se echó a reír. —Tu loba no es tan inútil, ya no puedo hipnotizarte. Dr
Dragos fue a su habitación, quería sentirse él mismo de nuevo. Jamás a lo largo de su existencia sintió lo que siente por Sophia. Era una liga de sentimientos y ese era el problema, Dragos había bloqueado sus sentimientos y ahora regresaron y él no podía hacer nada por frenarlos, así que luchaba contra ellos. «Recuerda lo que le pasó a tu padre, la diosa quiere destruirme, pero no se lo permitiré, como siempre he obrado le daré vuelta a mi desgracia y sacaré partido de ello» Dragos sin poder dejar de pensar en Sophia analiza lo que pasó. Se sorprendió que Sophia tuviera recuerdos de haberlo conocido, se suponía que siendo humana debía ser por completo vulnerable, pero eso demostraba que ella tenía un gran poder, solo que ella lo malogró. Dragos se metió a la ducha y lo invade el recuerdo de los labios de Sophia, de su aroma y sabor, furioso porque ahora tiene una erección en toda regla sale del baño y consigue informes de vampiros jefes de nidos de transformados en su e
Sophia con un bonito vestido que le dio Agata y mucha resolución caminó cojeando de la pierna izquierda desde la torre hasta el castillo; el dolor era insoportable y no solo en su pierna, la necesidad de sangre de Dragos no la deja concentrar. Paró en frente de los dos vampiros que custodiaban la puerta del castillo, los guardias la miraron con curiosidad, detectaron que ella era loba, Sophia a su vez supo que ellos eran vampiros puros, demasiado fuertes para ella. — ¿Qué quiere una loba coja con el rey de los vampiros? —ambos se echaron a reír de manera burlona. —Más respeto sanguijuelas asquerosas, están ante la Alfa Sophia Lewis, pareja por destino de Dragos Vlad; así que abran la puerta. Los vampiros se vieron uno al otro y a punto estuvieron de partirla en dos, pero escucharon una voz detrás de ellos. — ¡La loba Alfa no miente! —Exclamó Zack, desde dentro del castillo y se acercó a la puerta a paso rápido —. Alfa Sophia, —expresó Zack efectuando el saludo de honor