1.—¡mierda! Vienen detrás de mi ¿por que me están siguiendo?—Acelero el coche para tratar de perderlos y escaparme pero ellos logran darse cuenta y aceleran un poco más.—papá ¿por qué me haces las cosas tan difíciles? Nunca entenderás que no soy un peón manipulable a tu antojo—Tenso la mandíbula y aceleró el coche molesto. Aprieto el volante hasta escuchar como mis nudillos crujen y tomo un atajo logrando evadirlos y perderlos para ganar algo de tiempo y esconderme en algún lugar hasta que me pierdan de vista.Siento como todo mi cuerpo está tenso estoy estresado, no tenía idea que al bajarme del avión y llegar a casa tendría que volverme Dominic Toretto el de la saga Fast and furious.No recuerdo con exactitud las calles del viejo Edimburgo, detengo el vehículo en una calle sin salida salgo de el y camino con algo de prisa por otra calle, llevo ropa deportiva lo que hace mas difícil mi huida porque hace mucho frío y la ropa no me ayudaba en lo absoluto, froté mis manos y sople un p
—¿que fue eso?—Me pregunté a misma con los nervios de punta.—¿quien era ese hombre? era muy guapo pero...por esa misma razón Isabella, mantente cuerda ese tipo de hombre no lo volverás a ver en tu vida así que relájate, alguien así jamás se fijaría en una mujer como tú—Mire mis ropas nada hermosas ni encantadoras y levante mis hombros, eso no bajaría mi autoestima bastante me costó volver a sentirme bien conmigo misma.Cuando escuche el sonido de la campanita avisándome que él se había marchado suspiré y mire hacia afuera viéndolo caminar de prisa con con sus manos dentro de los bolsillos de sus pantalones y puso la capucha en su cabeza mirando hacia los lados.no seguí pensando más en lo ocurrido de esta noche pero el perfume de este hombre estaba impregnado en mis ropas, varonil, fuerte, pero a la vez tan suave. Terminé mis quehaceres sacudí mis manos y quité el delantal colocándolo en su lugar y caminando hacia la puerta en busca de mi abrigo que estaba al lado y como la noche
Me despierto antes de que la alarma suene todos los días pero esta vez no fue así al escucharla solo sentí como mi cabeza dolió y traté de apagarla bufando con todo el cabello sobre mi rostro, intenté dormir un poco más pero recordé que soy pobre y necesito trabajar para costearme mis necesidades o mejor dicho parte de ella.—¡rayos!—Voy al baño me ducho rápido y lavo mis dientes, voy a la cocina preparo mi chocolate como siempre, tomo un vaso de agua mientras el chocolate deja fluir su agradable aroma, el sol empezaba a salir lo que daba un rojizo hermoso al cielo mientras el suave viento acariciaba las ventanas y los pajaritos hacían lindos sonidos, me gustaba ver desde la ventana de mi cocina las personas que corrían, otras caminaban junto a sus mascotas o andaban en bici.Escocía es un lindo lugar con personas sumamente agradables aunque no siempre lo son he tenido eventualidades debido a mi color bronceado a muchos les gusta o me miran como un bicho extraño a decir verdad ya me
Voy mirando atentamente el lugar para no extraviarme. A noche había llegado sin darme cuenta pero ya no era de noche podía ver claramente, al llegar la vi sentada en el suelo cabizbaja llorando mientras sus muebles eran cargados a un camión, varios hombres se encontraban allí, ella sostenía en sus manos un papel y en la puerta había colgado un letrero de embargo, me detuve lo más rápido posible y baje del vehículo pude sentir las miradas sobre mi pero no me importó fui directo a ella y toque su mentón levantando su cabeza viendo como sus ojos trataban de enfocarme ya que no podían por la luz cegadora del sol y las lágrimas en ellos pero al hacerlo se asombraron —¿que ha sucedido?—Le pregunté suavemente para evitar que se alarme aunque mi ceño estaba fruncido. Trato de limpiar sus mejillas mojadas y quitó mi mano de su mentón e intento de levantarse pero aún así traté de ayudarla a ponerse de pies, sin poder mirarme directamente a los ojos y abrazando su brazo izquierdo me habló —¿p
—no se preocupe por eso tengo suficiente dinero como para comprar este banco, 15 mil euros no afecta en nada mi chequera ahora si me lo permite me marcharé pase feliz resto del día—Había dejado a Isabella sentada en espera mientras estaba en la oficina terminando de firmar, había visto su nombre en los papeles pero me haría el desentendido hasta que ella me lo diga más tarde, arregle mi saco y tome el papel que me fue cedido como pago de la deuda me dispuse a marcharme pero la voz de la gerente rechinó en mis oídos, dio la vuelta mientras sus zapatos hacían eco por cada pisada, tenía la mano en la manija de la puerta esperando el momento preciso para salir de este lugar.—señor bruno... me gustaría saber si tiene planes esta noche...—Su cara inofensiva y su rubor en las mejillas me hicieron sacar una mini sonrisa para negarle aquella propuesta que se que me haría.—estoy comprometido—Le dije y cerré la puerta detrás mío sin ver su cara o su reacción, caminé con prisa haciendo que e
—¿que se te ofrece Tom?—dio pasos hasta acercarse a la madre de bruno y le dio dos besos en la mejilla —me he encontrado con bruno iba de muy mal humor ¿le han dicho a que vino exactamente?——mi hijo es algo difícil de tratar pero se perfectamente cómo hacer que me obedezca——no estoy tan seguro por lo poco que charlamos...-—jajajaj, no me digas que lograste que mi hijo te dirija la palabra——no es gracioso y si, obviamente me insultó pero era algo que veía venir——mi hijo es como su padre aunque pase el tiempo no pueden botar el rencor——estoy totalmente seguro de que es así——violeta maxwell está preparando sus artimañas para conquistarlo nuevamente y por favor Tom no vuelvas a entrometerte en la relación de bruno y violeta si no, no vivirás para contarlo de eso me encargaré ¿entendido?——puede estar segura que desde aquella vez jamás hemos vuelto a...——no mientas Tom se que te revuelcas con violeta——jajajajaja y si sabe que es cierto ¿por qué quiere que bruno se case con ella?
Después de haberme pasado todo lo que restaba del día con mi padre al fin llegamos a casa, pude ver a lo lejos unos coches estacionados al parecer habían visitas esta noche rogaba a Dios porque esto no tenga nada que ver conmigo estoy estresado y cansado como para lidiar con algo que no sea de mi interés personal. Era hora de la cena, iba con toda la confianza directo a mi casa hasta que...—creo que tenemos invitados esta noche—Espetó mi papá pero por alguna razón no me agradó la idea, las puertas del vehículo fueron abiertas y salí arreglándome mi saco caminé en conjunto a mi padre y entramos a la casa, para mi grata sorpresa en la mesa se encontraba violeta y su madre bárbara lowinski quien aún conserva el apellido de soltera a pesar de ser la señora Maxwell, mamá sonrió en cuanto me vio y se levantó a recibirnos dándome un abrazo y un beso en la mejilla pude ver a las demás mujeres levantarse de sus respectivos asientos y mi padre saludar con agrado a ambas dándole la bienvenida
Salgo de la habitación con ropa cómoda y toda la información que había solicitado, tomó un abrigo la noche estaba algo fría para andar descubierto, al bajar las escaleras en la sala de estar se encuentran mi madre y la madre de violeta consolándola mientras ella lloraba desconsoladamente los ojos de mi madre me ubican y sale a mi encuentro ya se lo que se avecina una ola de reproches de la que ya estoy acostumbrado, suspiro pesadamente preparándome para el sermón —bruno giordano como eres capaz—Zaz, no se cómo ni cuándo pero la mano de mi madre se estrelló contra mi cara a decir verdad no estaba listo para recibir tal golpe.—¿como eres capaz de mentirle a violeta y hacerla llorar? te he enseñado cómo tratar a las mujeres, me avergüenzas Bruno ven ahora y pide perdón a violeta-Alce mis cejas y solté una risilla mientras trataba de apaciguar la ira que formaba una tormenta dentro de mi estómago regulé mi tono de voz el cual fue bastante grave pero calmado.—madre, te amo tanto que h