No puede haber mejor jardín en esta ciudad, veo la entrada a lo que creo que es un laberinto completo y las grandes macetas de rosas blancas y rojas.
-Las tomaremos en el laberinto, en la entrada, no queremos a nadie perdido en medió de la noche- advierte Zac en tono burlón.
Ni siquiera necesita traer sus luces, todo está iluminado con pequeñas líneas de foquitos como los del árbol de navidad, blancos.
Zac empieza con su cámara frente a mí pero aún así trato de mirar tras él, sonrió de manera tonta sin reprimirlo, se siente bien estar aquí, la música dentro de la mansión se escucha perfectamente aquí.
Me muevo y uno de los zapatos sale volando, suelto una carcajada y lanzo el otro, ya ni siquiera recuerdo la cámara.
Brinco un poco hasta que mi mala condición física y el traje demasiado apretado me detienen.Zac me da una sonrisa y los pulgares arriba y Ellen una botella de agua, respiro y me doy cuenta que Zac le muestra las fotos al tipo que ha llamado Ed, lo veo asentir con la cabeza mientras las mira demasiado concentrado con la camara entre sus manos y Zac vuelve con nosotras mientras tanto.
-Parece que están perfectas, sus palabras no las mías, iremos a su despacho para los cheques y podremos irnos- menciona mientras avanza detrás de su amigo.
Pasamos la grande maza de persona bailando y la mayoría parece querer un saludo con el amigo de Zac, él ignora a la mayoría, soy la única fuera de lugar con mi vestimenta del siglo pasado pero ellos ni siquiera se dan cuenta, respiramos cuando llegamos a lo que parece ser su despacho, la puerta es cerrada tras nosotros y la música desaparece por completo como si hubiera sido apagada.
Lo veo sentarse en su gran silla detrás del escritorio, dentro de esta habitación ni siquiera puedo escuchar un poco de las fuertes bocinas de afuera, el hombre saca un par de billetes y los tiende en dos montones, Zac toma ambos y me da uno, divide su parte y se lo da a Ellen.
Miro los billetes y tomo la cantidad 10,000 hay más que eso aquí, tomo el sobrante y lo dejo en su escritorio, frente a él.
-Es un bono- escucho su voz clara y varonil por primera vez.
-Solo bailé en el jardín, Zac hizo el trabajo-
Lo veo levantarse de su silla y tomar una postura recta, mientras abrocha su saco, se acerca a mí y ambos olvidamos a los demás presentes.
-Edward Brawn- él me tiende su mano y dudo apenas un segundo en tomarla.
-Haaaa- suelto su mano por el susto, Ellen ha gritado y la miro asustada.
-Es, él Brawn, Estrella de negocios en Chicago Dios, prácticamente Chicago es de él-
- Ed para los amigos- Zayn le da una palmadita pero él parece fulminarlo con la mirada cuando lo hace.
- Dejaremos de serlo si vuelves a llamarme así -
Me río tratando de no ser escuchada pero logro captar su mirada.
-Ha sido un día cansado y largo, un placer trabajar contigo Ellen- Zac toma a mi amiga aún asombrada por Brawn y sale de la habitación conmigo detrás.
-Señorita- escucho su voz tras de mí, volteo enseguida pero demasiadas mujeres quieren su atención en cuanto lo ven salir, muevo mi mano en señal de despedida y no estoy segura si me ve.
- Su mundo es así, vamos- Zac me saca de mis pensamientos y continuo a la salida.
-Gracia por todo Zac- nos despedimos de él mientras nos subimos al viejo carro aparcado por uno de los.chicos en la entrada.
-Ni siquiera terminé de vestirme- le reclamo viendo el vestido, que se me ha olvidado por completo devolver.
-Es Zac, le llevaré los vestidos mañana-
***
-Buenos días, gatita, compré el desayuno- veo a Ellen en la cocina, el apodo que me dice me deja saber lo feliz que está, veo un café y un moffin a lado de una pera.
-Mi desayuno es la pera- específica como si no lo supiera.
Tomo un sorbo de mi café y veo el sobre que está en la puerta.
-¿Esperas alguna carta?- oigo una sonrisa ahogada de su parte mientras muerde la fruta.
- ¿Quien usa cartas hoy en día? tengo internet- sonrió y miro el sobre, es una carta para una entrevista de trabajo.
-M****a Ellen tengo una entrevista en dos horas- grito corriendo a mi cuarto para vestirme.
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Respira y no vomites me digo mentalmente mientras entro al gran edificio en medio de la ciudad, todo hecho de cristal y de dios sabe cuántos pisos.
-Hola, Katherine Lions tengo una entrevista- le muestro a la recepcionista la carta y ella me mira por un momento antes de entregarme un gafete.
-Piso 80- dice mientras atiende más llamadas.
El elevador se hace eterno, y he descubierto que hay 81 pisos, practicamente estaré en la cima.
Cuando las puertas se abren veo un piso completo, recepcionista, secretaria, todo es tan grande pero sobretodo elegante.
-¿Señorita?-
-Ho lo siento, amm tengo una entrevista- susurro
-Sala de juntas, por aquel pasillo-
Abro la puerta delicadamente y veo una mesa ovalada, está algo oscuro y no sé dónde tomas asiento.
Sirvo un vaso de agua y lo tomo rápidamente, también hay unos panecillos tomo uno y me regaño por no desayunar.
- Señorita Katherine- una parte del panecillo se atora en mi garganta y empiezo a toser.
-¿Se encuentra bien?- ella me tiende un pañuelo y me calmo.
-Kat- susurro después de un segundo
-¿Como dice?-
-Prefiero Kat a Katherine-
- Mis disculpas, no lo sabía, el señor la recibirá ahora- Caminamos nuevamente hasta otra habitación, ella me anuncia y abre la puerta.
- Señor Brawn, ella ha llegado-
Su empresa, ésta es su empresa y recibí una invitación debajo de mi puerta de él.-Señor Brawn- encuentro mi voz más suave que de costumbre para dirigirme a él.-Señorita- casi me río ante él, no le he dicho mi nombre pero él ya lo sabe estaba en la carta que ha mandado, solo quiere que lo diga.- Kat, amm esto...--Debo admitir que he quedado anonadado con usted, y Zac me ha comentado algo de usted, necesitaba un trabajo, le ofrezco uno-- ¿Necesita una decoradora de interiores? su edificio es, una obra asombrosa Señor Brawn- me felicito internamente porque he encontrado mi lengua viperina.-Edward, puede llamarme Edward y tengo más negocios que necesitan de su ayuda, he revisado su portafolio y creo que sus gustos son magníficos--Usted, vió, ¿cómo?- pregunto de nuevo-Me temo que las algunas de las empresas a las que ya ha mandado su solicitud me pertenecen, solo ha bastado con buscar un poco para encontrarlos, entenderá que no soy el encargado directo de las contrataciones, el per
Es la una de la tarde cuando Ellen y yo miramos nerviosas el reloj, me ha ayudado a vestirme, nada elegante, solo formal y fresca. -Esta bien, saldrás con el hombre que maneja todos los negocios en Chicago, una cita, nada de presión sobre ti- miro mal a Ellen pues no me calman sus palabras, lo ha hecho a propósito. -Él no me conoce, yo no lo conozco, esto no es una cita, solo una salida de dos extraños que...dios ¡lo cancelaré!- tomo mi teléfono pero mi amiga es más rápida y me lo quita, ha pasado los suficientes años conmigo tanto como para leer mis pensamientos. -Nada de eso, nunca te he visto tan nerviosa por ningún otro hombre y lo digo en el buen sentido, él saca cosas, sentimientos en ti y eso es bueno, si estás nerviosa por quién es, eso tiene solución- la veo tomar su computadora y teclear rápidamente. -Aquí, mira, he buscado en internet su nombre y me ha aparecido todo de él, su vida, citas, fotos en los actos que ha salido, empresas- cierro la pantalla de su computadora
Camino mientras trato de respirar, voy a conocer a mi jefe en mi primer día de trabajo, miro mi reflejo en el elevador y sonrió, Ellen ha dicho que parece que voy a un día de campo y no al trabajo pero hoy me he levantado con el ánimo tan alto para usar un vestido blanco con amarillo.Salgo del elevador para encontrarme con alguna clase de oficina donde todos parecen apurados caminando, es de una sola planta, los escritorios están distribuidos por la zona y parece haber oficinas individuales al fondo.-¿Señorita Lions?- asiento y veo a un hombre mayor, tiene una taza de café en su mano y luce apurado, me hace una señal para que lo siga atreves de las personas y así lo hago, me guía hasta una de las que parecen ser las oficinas y cierra la puerta tras de nosotros dejando el ruido de lado, me siento frente a él sin mencionar nada mientras busca algo apurado en sus cajones.-Su primer proyecto, soy Trevor por cierto, estaré a cargo, puede consultarme sus dudas, su oficina estará a lado,
Puedo perderme en sus besos, lo sé incluso antes de probar sus labios, ni siquiera nos hemos besado y ya quiero hacerlo, como si todo lo demás no importara pero debo decirme a mí misma que no conozco lo suficiente a este hombre para ceder mas terreno.Mi madre se filtra en mis pensamientos como un viejo fantasma y algo de enciende en mi cerebro.- Temprano- logro decir cuando evito su penetrante mirada, veo una pequeña sonrisa juguetona en su rostro pero no escucho una afirmación de su parte, toma mi mano y me guía hacia la barra, creo que esta vez hay mas personas de lo normal, las luces van de tonos azules hasta amarillas y no sé como a estas personas no logran marearse tanto como yo.-Señor, tenemos un problema con mmm- quien quiera que sea el hombre en traje que aparece a lado de Edward cuando estamos en la barra no quiere decir la última palabra frente a mí, miro hacia el lado opuesto incómoda pero no parece ser suficiente.-Esperaré en la barra- no acepto la negativa que Edward
Edward POV:Estoy en mi oficina sentado frente a mí escritorio, tengo sobre mi mano una de las fotos que ha tomado Zac para mí, guardo toda la colección dentro del cajón excepto esta, una donde parece ella, donde sus ojos están posados frente a mí.Estás volviéndome loco, Katherine.Su llegada no estaba en mis planes, odio las cosas fuera de su lugar, odio las cosas fuera de mi control, y ella parece estarlo todo el tiempo, malditamente lejos de mi control.La ví posando por primera vez en una de mis habitaciones, estaba ahí, frente a la cámara luciendo tán brillante, pensé que eran suficientes, un par de fotografías, podía tratarse de una especie de encanto pasajero, podía haberle dado un fajo más grande de billetes, pero se negó mientras me miraba a los ojos, la mayoría ni siquiera puede conectar su mirada con la mía, ese fue su primer error, pero no fue suficiente, tuve que cobrarme un favor de Zac y después averigüe su nombre y con ello mis hombres se encargaron de traerme un fold
Katherine POV.La lluvia es intensa, ha caído en un segundo, sonrió a Edward cuando disfruto de la lluvia pero cuando nota mi cuerpo temblar ante el frío decide que es hora de entrar, para cuando estamos lo suficientemente mojados bajamos de la azotea, hemos bajado por las escaleras traseras de la mansión para evitar la multitud de personas dentro, pienso que Edward me va a llevar a alguna habitación para poder secarnos el agua chorreante pero soy llevada por él atreves del jardín, no me atrevo a preguntar nada hasta que veo una pequeña construcción frente a nosotros.Tiene una cabaña, justo donde está su gran terreno y mansión, el gigantesco terreno le permite fácilmente tener ambas construcciones con el suficiente espacio de una a otra, nos hemos refugiado aquí, luego de que la lluvia se volviera tormenta y parecíamos un par de locos corriendo por el jardín empapados, he visto también salir a un par de invitados de la mansión por culpa de la lluvia pero la fiesta ha seguido sin impo
Ha dicho Aeropuerto, lo he escuchado.-Muy gracioso- murmuro tratando de entender a dónde vamos en realidad, porque esto obviamente ha sido una broma de su parte.Edward alza una ceja en mi dirección para decir con toda seriedad.-Es ahí a dónde vamos, no bromeo--¡Edward! Acepté pasar este día contigo pero enserio necesito trabajar mañana- él no es mi jefe pero no creo que entienda lo importante que es para mí este trabajo y lo mucho que necesito conservarlo, incluso ya me he tomado mis primeras vacaciones no planeadas por este día y este hombre amenza con llevarme a un viaje.- Acepto tu independencia Katherine...por ahora, regresaremos hoy mismo y mañana estarás en tu oficina, en tu horario laboral sin problemas- omito las últimas palabras y me concentro en lo importante.-¿Puedo negarme?- él me mira y me besa.-No puedes nena- y elijo no pelear porque con este hombre nunca puedo ganar.***Llegamos, en serio llegamos al aeropuerto, ¡no era una broma! Él no parece bromear con nada
Un nuevo díaCómo había prometido Edward llegamos ayer de noche a mi departamento, sin contratiempos, sanos y salvos, habíamos pasado el resto del día en la playa, entre risas y tonterias, ni siquiera sabía a dónde se había ido el tiempo hasta que nos dimos cuenta que el sol empezaba a esconderse.Estuvimos abrazados en medio de la arena mientras veíamos el mar, nada pudo haber sido mejor ni sentirse tan bien como aquello, estuvimos así hasta que oscureció y el helicóptero llegó por nosotros en medio de la nada.Pero hoy era otra día, Ellen no había llegado aún pero yo ya estaba lista para salir a un día de trabajo, normal.Tomar el autobús no me molestaba, el camino no era tan largo, caminé directo a mi oficina no sin antes saludar a mi siempre estresado jefe, y una vez en la oficina me dejé tirar en la silla con el escritorio lleno de papeles.Apenas pude ordenar unas hojas de mis gran desastre cuando recordé el pedido especial del señor Daniells, tubos de climatización, busco por t