01

No puede haber mejor jardín en esta ciudad, veo la entrada a lo que creo que es un laberinto completo y las grandes macetas de rosas blancas y rojas.

-Las tomaremos en el laberinto, en la entrada, no queremos a nadie perdido en medió de la noche- advierte Zac en tono burlón.

Ni siquiera necesita traer sus luces, todo está iluminado con pequeñas líneas de foquitos como los del árbol de navidad, blancos.

Zac empieza con su cámara frente a mí pero aún así trato de mirar tras él, sonrió de manera tonta sin reprimirlo, se siente bien estar aquí, la música dentro de la mansión se escucha perfectamente aquí.

Me muevo y uno de los zapatos sale volando, suelto una carcajada y lanzo el otro, ya ni siquiera recuerdo la cámara.

Brinco un poco hasta que mi mala condición física y el traje demasiado apretado me detienen.

Zac me da una sonrisa y los pulgares arriba y Ellen una botella de agua, respiro y me doy cuenta que Zac le muestra las fotos al tipo que ha llamado Ed, lo veo asentir con la cabeza mientras las mira demasiado concentrado con la camara entre sus manos y Zac vuelve con nosotras mientras tanto.

-Parece que están perfectas, sus palabras no las mías, iremos a su despacho para los cheques y podremos irnos- menciona mientras avanza detrás de su amigo.

Pasamos la grande maza de persona bailando y la mayoría parece querer un saludo con el amigo de Zac, él ignora a la mayoría, soy la única fuera de lugar con mi vestimenta del siglo pasado pero ellos ni siquiera se dan cuenta,  respiramos cuando llegamos a lo que parece ser su despacho, la puerta es cerrada tras nosotros y la música desaparece por completo como si hubiera sido apagada.

Lo veo sentarse en su gran silla detrás del escritorio, dentro de esta habitación ni siquiera puedo escuchar un poco de las fuertes bocinas de afuera, el hombre saca un par de billetes y los tiende en dos montones, Zac toma ambos y me da uno, divide su parte y se lo da a Ellen.

Miro los billetes y tomo la cantidad 10,000 hay más que eso aquí, tomo el sobrante y lo dejo en su escritorio, frente a él.

-Es un bono- escucho su voz clara y varonil por primera vez.

-Solo bailé en el jardín, Zac hizo el trabajo-

Lo veo levantarse de su silla y tomar una postura recta, mientras abrocha su saco, se acerca a mí y ambos olvidamos a los demás presentes.

-Edward Brawn- él me tiende su mano y dudo apenas un segundo en tomarla.

-Haaaa- suelto su mano por el susto, Ellen ha gritado y la miro asustada.

-Es, él Brawn, Estrella de negocios en Chicago Dios, prácticamente Chicago es de él-

- Ed para los amigos- Zayn le da una palmadita pero él parece fulminarlo con la mirada cuando lo hace.

- Dejaremos de serlo si vuelves a llamarme así -

Me río tratando de no ser escuchada pero logro captar su mirada.

-Ha sido un día cansado y largo, un placer trabajar contigo Ellen- Zac toma a mi amiga aún asombrada por Brawn y sale de la habitación conmigo detrás.

-Señorita- escucho su voz tras de mí, volteo enseguida pero demasiadas mujeres quieren su atención en cuanto lo ven salir, muevo mi mano en señal de despedida y no estoy segura si me ve.

- Su mundo es así, vamos- Zac me saca de mis pensamientos y continuo a la salida.

-Gracia por todo Zac-  nos despedimos de él mientras nos subimos al viejo carro aparcado por uno de los.chicos en la entrada.

-Ni siquiera terminé de vestirme- le reclamo viendo el vestido, que se me ha olvidado por completo devolver.

-Es Zac, le llevaré los vestidos mañana-

***

-Buenos días, gatita, compré el desayuno- veo a Ellen en la cocina, el apodo que me dice me deja saber lo feliz que está, veo un café y un moffin a lado de una pera.

-Mi desayuno es la pera- específica como si no lo supiera.

Tomo un sorbo de mi café y veo el sobre que está en la puerta.

-¿Esperas alguna carta?- oigo una sonrisa ahogada de su parte mientras muerde la fruta.

- ¿Quien usa cartas hoy en día? tengo internet- sonrió y miro el sobre, es una carta para una entrevista de trabajo.

-M****a Ellen tengo una entrevista en dos horas- grito corriendo a mi cuarto para vestirme.

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Respira y no vomites me digo mentalmente mientras entro al gran edificio en medio de la ciudad, todo hecho de cristal y de dios sabe cuántos pisos.

-Hola, Katherine Lions tengo una entrevista- le muestro a la recepcionista la carta y ella me mira por un momento antes de entregarme un gafete.

-Piso 80- dice mientras atiende más llamadas.

El elevador se hace eterno, y he descubierto que hay 81 pisos, practicamente estaré en la cima.

Cuando las puertas se abren veo un piso completo, recepcionista, secretaria, todo es tan grande pero sobretodo elegante.

-¿Señorita?-

-Ho lo siento, amm tengo una entrevista- susurro

-Sala de juntas, por aquel pasillo-

Abro la puerta delicadamente y veo una mesa ovalada, está algo oscuro y no sé dónde tomas asiento.

Sirvo un vaso de agua y lo tomo rápidamente, también hay unos panecillos tomo uno y me regaño por no desayunar.

- Señorita Katherine- una parte del panecillo se atora en mi garganta y empiezo a toser.

-¿Se encuentra bien?- ella me tiende un pañuelo y me calmo.

-Kat- susurro después de un segundo

-¿Como dice?-

-Prefiero Kat a Katherine-

- Mis disculpas, no lo sabía, el señor la recibirá ahora- Caminamos nuevamente hasta otra habitación, ella me anuncia y abre la puerta.

- Señor Brawn, ella ha llegado-

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