Un nuevo díaCómo había prometido Edward llegamos ayer de noche a mi departamento, sin contratiempos, sanos y salvos, habíamos pasado el resto del día en la playa, entre risas y tonterias, ni siquiera sabía a dónde se había ido el tiempo hasta que nos dimos cuenta que el sol empezaba a esconderse.Estuvimos abrazados en medio de la arena mientras veíamos el mar, nada pudo haber sido mejor ni sentirse tan bien como aquello, estuvimos así hasta que oscureció y el helicóptero llegó por nosotros en medio de la nada.Pero hoy era otra día, Ellen no había llegado aún pero yo ya estaba lista para salir a un día de trabajo, normal.Tomar el autobús no me molestaba, el camino no era tan largo, caminé directo a mi oficina no sin antes saludar a mi siempre estresado jefe, y una vez en la oficina me dejé tirar en la silla con el escritorio lleno de papeles.Apenas pude ordenar unas hojas de mis gran desastre cuando recordé el pedido especial del señor Daniells, tubos de climatización, busco por t
Jack está sorprendido de viajar en un helicoptero y no puede dejar de ver por la ventana mientras graba toda clase de video para mostrarle a sus hijos, no he sacado la pregunta sobre Edward de mi mente para lograr expulsarla sutilmente pero Jack no tiene la intención de parlotear.-Mi esposa morirá al saber que me he subido aquí, no viajamos tanto desde que nacieron los niños, te imaginas caer desde aquí ¡Dios! es asombroso-Quiero decirle que "Asombroso" no es la palabra que usé la vez que caí pero solo sonrío con amabilidad, cuando sigue hablando sobre una anécdota con sus hijos.Tardamos una tarde en transportarnos con el auto de Jack, y en media hora estabamos de vuelta en Chicago con un helicoptero, recibo ayuda para bajar primero y solo necesito alzar la vista del suelo para encontar su silueta en un traje azul marino con las manos en su bolsillo y como no, estamos en lo más alto de su edificio, que como lo ha dicho el piloto antes de bajar, es la torre más alta en el estado.Nu
Suelto un gran respiro al aire antes de que abra las dos grandes puertas frente a nosotros, una mesa llena de hombres con trajes guardan silencio en cuanto entramos, Edward toma lugar en la cabecera de la mesa y acerca una silla a mi lado, justo a su derecha.-Tienen media hora de mi tiempo, ocupenlo bien- Edward ajusta el reloj en su muñeca para de verdad medir el tiempo con exactitud, toma dos carpetas que están frente a él, dándome una a mí.Veo un poco de todo ahí, planos, medidas y cifras que parecen números telefónicos con unos ceros de extra.-El edificio del año, del siglo, más grande incluso que este, torres gemelas justo aquí, podríamos mudar la capital del país justo a este lugar cuando terminemos, los números están correctos y según las fechas que usted mismo puso en la última reunión vamos a tiempo- ni siquiera sé cuál de todos los hombres aquí habla, la mesa es lo bastante larga para no poder ver a todos, Edward ni siquiera se preocupa solo mantiene los ojos en los papel
Despierto al otro día temprano, con la espalda y una mano adolorida por haber dormido en el incómodo sofá del apartamento, el hielo no parece haber ayudado demasiado con el dolor.-Te dije que podías dormir en mi cama- reclama Ellen sentada en el sofá cuando nota mi mala cara.-El sofá es cómodo- miento mientras me levanto para vestirme mientras la veo en la cocina haciendo algo.-Tu desayuno está en la mesa, lo empaqué para tí- es lo último que dice cuando voy a mí habitación para arreglarme.Le doy una sonrisa antes de salir arreglada de la casa con mi desayuno dentro de mí bolso.-Espero sábanas nuevas para esta noche- le recuerdo antes de cerrar la puerta del apartamento....-Jefe- saludo cuando se abren las puertas de mi oficina.-Buenos días a mi mejor empleada- me asusta su tono cuando toma asiento frente a mí, no puedo ser su mejor empleada cuando ni siquiera he finalizado mi primer proyecto aquí, ¿Verdad?-¿Lo soy?--Lo serás- corrige felizmente apuntándome con el dedo.-¿Po
Las puertas del elevador se abren y veo a todos en el piso con caras largas.-¿Sabes dónde está el jefe?- le pregunto a Jack, él apunta a su oficina sin muchas ganas y me dirijo ahí sin perder el tiempo con los demás.-¿Puedo pasar?- apenas y me asomo por la puerta mientras lo veo en un sillón.- Claro Lions, adelante, dime qué te vas porque encontraste una nueva oportunidad y te diste cuenta de que somos un asco- lo miro asombrada por sus palabras, este hiperactivo hombre está ahora devastado.- Hablé con el señor Brawn, reconsideró la oferta- apenas digo eso sus ojos se iluminan y salta como resorte del sillón.- ¿No estás jugando con este pobre anciano verdad?- me río y niego con la cabeza.- ¡Lo hicimos! ¡Atención todos hoy habrá una cena para festejar! ¡Tenemos el cliente!- todos en el lugar gritan y aplauden.----Todos han estado alegres desde el anuncio y apenas pasaron dos horas de eso, he revisado pendientes de mi cliente y casi he concluido todo, Jack ha comprado café del c
Edward POV.Paso mi mano por mi pelo, estoy frustrado, miro mi arma puesta sobre mi escritorio, la miro solo para comprobar que esté llena, siempre lo está, todo el cartucho lleno, pero comprobarlo me quita algo de ansiedad encima, pequeños detalles que he adquirido en este oficio.Por mi mente pasa el rostro de Katherine, y entonces recuerdo mi encargo de hoy.Robert, es uno de mis mejores hombres, carga un arma y apunta más rápido que nadie, le expliqué el trabajo, le dije que si alguien sospechoso se atrevía a poner una mano encima de ella, podía vacías el cartucho, ni siquiera me importaba quien o cuando, me podía encargar de eso, solo la necesitaba a ella a salvo, creo que ha entendido bien la importancia de su trabajo cuidando su espacio, la ha seguido por un par de días como un aprueba, no tiene que notarlo, pero debe estar ahí como su sombra.-Señor, Torres está aquí - me informan por mensaje, lo han llevado al sótano de mi edificio, he pedido que lo mantuvieran cautivo por un
Katherine POV.Siento el auto estacionarse y abro los ojos, me he quedado dormida a mitad del camino, Ellen aún sigue dormida cuando Robert abre la puerta del auto y los veo por el retrovisor.-Llevala a la habitación de huéspedes, arriba, la tercera- murmura Edward con un tono bajo, Robert asiente y vuleve a cargarla con cuidado, Edward me ayuda a bajar del auto y besa mi frente, su mancion parece un palacio sin toda la música y luces.-Vamos- nuestros pasos resuenan por toda la estancia y subimos las escaleras, sigo sus pasos y parecemos ir por un laberinto entre tantas habitaciones, hasta que caminamos al fondo de un pasillo con una solo puerta hasta el final.Edward abre la puerta para mí y me deja entrar, miro todo alrededor y entonces me doy cuenta, a simple vista puede parecer una habitación más, es grande como uno esperaría dentro de esta gran casa pero tiene algo en especial, no hay fotografías o alguna decoración de su parte pero siento su fragancia por toda la habitación, e
Mis pies tocan el piso hasta que estamos bajando el asesor y mi cerebro se conecta de nuevo a mi cuerpo.La mano de Robert está en mi espalda y me hace caminar hasta adentro del auto.Estoy pasmada, todo de los últimos minutos está corriendo al mismo tiempo por mi mente, solo ahí puedo respirar, mi mano está hecha puño y dentro de esta se encuentra doblada la fotografía de una mujer, ella está riendo, tiene el pelo largo, su figura es casi la de una modelo y su piel clara, está riendo a las puertas de la mancion, la misma en la que me he levantado esta mañana.-Sé conocían- murmuro a Robert que ya está conduciendo, se siente como si cada vez que parpadeara cambiara de escenario.-Es una larga historia señorita- el hombre siempre parece con un semblante neutral pero está vez está tenso.-Dime la maldita historia- murmuro sin despegar los ojos de la imagen.-El señor le dirá todo lo que necesita- me da una mirada de disculpas y sigue conduciendo, rápido, casi al límite de velocidad.---