04

Camino mientras trato de respirar, voy a conocer a mi jefe en mi primer día de trabajo, miro mi reflejo en el elevador y sonrió, Ellen ha dicho que parece que voy a un día de campo y no al trabajo pero hoy me he levantado con el ánimo tan alto para usar un vestido blanco con amarillo.

Salgo del elevador para encontrarme con alguna clase de oficina donde todos parecen apurados caminando, es de una sola planta, los escritorios están distribuidos por la zona y parece haber oficinas individuales al fondo.

-¿Señorita Lions?- asiento y veo a un hombre mayor, tiene una taza de café en su mano y luce apurado, me hace una señal para que lo siga atreves de las personas y así lo hago, me guía hasta una de las que parecen ser las oficinas y cierra la puerta tras de nosotros dejando el ruido de lado, me siento frente a él sin mencionar nada mientras busca algo apurado en sus cajones.

-Su primer proyecto, soy Trevor por cierto, estaré a cargo, puede consultarme sus dudas, su oficina estará a lado, bienvenida-

Sonrió con satisfacción tomando los documentos.

-Gracias por la oportunidad, pensé que solo sería una entrevista-

-Dios no, necesitábamos una persona urgente y su portafolio llegó por fortuna a mis manos, estamos al tope de trabajo y necesitábamos algo fresco y nuevo, cómo ve todo afuera es un caos, estamos completando un par de negocios justo ahora pero ya puede ponerse a ver lo que le entregué desde hoy, así es el trabajo en esta oficina.

-Gracias, trabajaré duro- cuando veo que empieza a teclear en su computadora me despide con un saludo y voy donde se supone es mi oficina, un escritorio y ventana, me encanta, tengo también un teléfono el cual empieza a sonar cuando me siento y lo tomo en mis manos con una sensación de emoción.

-Katherine Lions-

-¿Que tal la nueva oficina?- Edward, su voz es grave pero serena, la reconozco en seguida.

-Es hermosa, ¿debería darte las gracias por lo que sea que se supone que hiciste?-

-Yo solo di tus datos, ahora que ya tienes una oficina, ¿puedo pedir una cita para comer contigo?- sonrió como tonta pero miro la carpeta de mi trabajo.

-Es mi primer día preferiría trabajar de tiempo completo, antes de empezar a agendar citas-

-Entiendo, eres toda una profesional, pero te llevaré algo para comer, no aceptaré una negativa a ello-

-No Edward, no quería decir que...-

La línea se corta pero estoy segura que él la cortó, ese hombre se niega a escuchar un no por respuesta, y creo que así es como ha llegado a la cima.

Ahora tengo que quitarlo de mi mente y empezar a trabajar, diseño de edificios en torre...

***

-Trevor- tocó su puerta y su aspecto parece algo más relajado que está mañana cuando llegué, está hablando por teléfono pero aún así me hace pasar.

- ¿Si querida?- deja el teléfono de lado para mirarme un segundo pero su atención ahora la toma su computadora.

- He terminado los primeros puntos, me gustaría checarlo y...la decoración-

-Oh claro que tonto, el cliente quiere un estilo nuevo pero radical, ya sabes, es de esos ricos que quiere todo moderno pero con algo ecólogico para no sentirse mal-me entrega una tarjeta

-Daniel Wills, pregunta por él, es el cliente, agenda una cita de ser necesario.-

-Claro gracias- salgo de la habitación y guardo la tarjeta en mi bolsillo, abro la puerta de mi oficina y ahogó un grito de sorpresa al verlo de pie frente a mí.

-Dios- suspiro mientras él me da una de sus sonrisas arrogantes, su porte resalta en medio de la oficina y algunas personas no pueden evitar mantener sus ojos en él.

-¿ Qué te parece tan gracioso?- le pregunto, tarda un poco en contestar pero me sonríe con superioridad

-¿Te has quedado sin habla?- pregunto de nuevo mientras nos guío a mí espacio solo para que las personas dejen de atraer su atención en nosotros.

- Pareces un girasol, demasiado feliz- me sonrojo, él toma mi cintura con demasiada confianza cuando estamos en mi espacio.

-Estoy trabajando- le recuerdo queriendo evitar su tacto.

- He estado tratando de no hablar contigo por teléfono, vengo a verte y que recibo, ¿evasivas?- miro por la ventana, para ver si hay alguien afuera, no, tomo su mano y lo arrastro hasta lo que parece ser una pequeña cocina de la oficina, cierro la puerta y soy yo ahora la que lo besa.

-Ahora, tengo que trabajar- tranquila, solo hemos tenido una cita y yo ya le he dado un beso a escondidas, me siento una colegiala.

- Tengo una cena esta noche, en mi casa, quiero que estés ahí-

-¿ Algo familiar?- es demasiado pronto, una cena con la familia. Ni siquiera llevamos dos citas, deja de pensar Kat.

- Mi familia y yo no somos...unidos, es algo más como lo de la otra noche, amigos y música - quiero reírme en su cara porque nuestra definición de "amigos y música" es completamente diferente, lo que él ha hecho en la mansión en alguna clase de loca fiesta de celebridades en Chicago.

- No me encanta ese tipo de ambiente pero...estaré ahí, pero no me quedaré mucho, ya sabes llegaré temprano y me iré antes de oscurecer- sus ojos parecen brillar en algún sentido cuando digo aquello.

- Tú comida está en la oficina, tengo una junta a la que llegó tarde, te veré pronto- dice, se acerca a mí, lo piensa por un momento y me regala un agradable beso en la comisura de mis labios.

-No tenías que venir- le recuerdo sin mencionar que me encantó en detalle pero no quiero que salga de su ocupada agenda cada día en la comida, solo lo veo sonreír, mi celo se frunce cuando miro el cuello de su camisa.

-Parece que te has ensuciado - es algo rojo, apenas unas gotas, su cara parece tensa pero me río.

-Deberías comer con una servilleta en el cuello- puedo ver a Trevor entrar por una taza de café.

- Él, yo...no- tartamudeo sin saber que tanto ha visto o escuchado desde ahí, estamos demasiado juntos mientras tocó el cuello de su camisa y en cuanto miro a mi jefe me alejo como acto de reflejo.

-Tranquila cariño, sé que se conocen-

-¿Lo haces?- pregunto nerviosa separada lo suficiente de Edward ahora.

-Bueno, él te recomendó, ¿es un amigo?- pregunta mientras toma de su café, es medio día y él toma café caliente.

-No suelo dar explicaciones de mi vida privada Trevor- trago saliva cuando escucho el cambiado tono de voz que ocupa con otras personas, Edward se ve totalmente intimidante, me hace una señal de despedida y sale de ahí, sin explicaciones.

-Tenemos amigos en común- explico saliendo del lugar evadiendo más preguntas, con una sonrisa de disculpas, me gusta trabajar aquí, tengo mis propias libertades, un buen jefe y un gran proyecto, no quiero mezclar a Edward.

Veo en cuanto entro a mi oficina una bolsa de papel, él me ha traído de comer para verme y eso lo hace especial, puntos para él.

***

-¡Ellen!- grito desde la sala, mi amiga ha tardado una eternidad en vestirse y llegamos tarde a lo que sea de Edward y su mansión.

-Ya está, deja de gritar, sé que te urge verlo porque es un bombón pero controlarte gatita- ruedo los ojos y camino hacia la salida.

-No es eso, me iré temprano de esa fiesta mañana debo trabajar, si llego tarde me iré más tarde - ambas subimos a su carro y la radio llena el silencio.

El camino es largo, no me di cuenta la última vez porque dormí durante todo el camino pero Edward vive en la gran zona de Chicago, no es sorprendente, hay grandes casas que parecen hoteles y todas tiene gran distancia entre cada una.

- ¡Llegamos!- La casa está de nuevo encendida en luces y música, pareciera la inaguración de un gran salón. Bajamos de carro y vamos hacia la entrada, la música se vuelve más fuerte y las personas se mueven por el lugar con tragos.

-Para ti- Ellen me da una copa pero niego en seguida, no quiero una resaca mañana

-Vamos, esto es una fiesta, tienes que beber, así funciona, ¿recuerdas?-

-Sé como funciona pero mañana trabajo y prefiero evitar una resaca o mal aspecto en mi segundo día- ella se encoge de hombros y se toma ambas copas de un sorbo.

- Son todas las que me tomaré, lo prometo- sonríe inocente mientras se va.

Busco a Edward entre la multitud pero hay demasiadas personas, recorro la entrada de la casa y algo llama mi atención, al pie de las escaleras está él, con las mangas de su camisa remangada viendo todo desde lo alto.

Nuestras miradas se conectan y creo que él me estaba buscando también, baja lentamente y yo camino hacia él.

-Hola Girasol- toma un mechón de mi pelo suelto y lo pasa por detrás de la oreja.

- Culpa de Ellen, lo siento no puedo quedarme demasiado tiempo, mañana...-empeizo a creer que odia que hable porque cada vez que lo hago me mira a los ojos directamente y después a mis labios.

Pero empiezo a pensar que no me importa que lo haga, siempre.

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