03

Es la una de la tarde cuando Ellen y yo miramos nerviosas el reloj, me ha ayudado a vestirme, nada elegante, solo formal y fresca.

-Esta bien, saldrás con el hombre que maneja todos los negocios en Chicago, una cita, nada de presión sobre ti- miro mal a Ellen pues no me calman sus palabras, lo ha hecho a propósito.

-Él no me conoce, yo no lo conozco, esto no es una cita, solo una salida de dos extraños que...dios ¡lo cancelaré!- tomo mi teléfono pero mi amiga es más rápida y me lo quita, ha pasado los suficientes años conmigo tanto como para leer mis pensamientos.

-Nada de eso, nunca te he visto tan nerviosa por ningún otro hombre y lo digo en el buen sentido, él saca cosas, sentimientos en ti y eso es bueno, si estás nerviosa por quién es, eso tiene solución- la veo tomar su computadora y teclear rápidamente.

-Aquí, mira, he buscado en internet su nombre y me ha aparecido todo de él, su vida, citas, fotos en los actos que ha salido, empresas- cierro la pantalla de su computadora y la miro rendida.

-No quiero saber su vida por lo que dicen esas páginas de chismes- digo rendida.

-Exacto quieres saberla por él, porque se atraen, así que saca esas ideas de tu cabeza y date una oportunidad gatita- antes de contestarle dos golpes se escuchan en nuestra puerta y ambas miramos en su dirección.

- Dile que no estoy- susurro cuando la veo abrir la puerta y soy dos pasos hacia atrás.

-Señor Brawn, ella está lista- abre la puerta para dejarme ver, la miro mal y tomo mi bolso de mala gana.

-Gatita, tendré trabajo esta noche me quedaré fuera, no me esperes a dormir, tendrás el departamento vacío por si lo necesitan- grita cuando estoy fuera y no puedo envitar morder mi labio ante la pena de que la escuchara todo el edificio.

No he mirado a Edward simplemente he tomado el camino delante de él.

Bajamos las escaleras del edificio y veo como un hombre de traje nos abre la puerta a una camioneta, no es el único vehículo debe haber unos dos autos más iguales detrás, este hombre tiene demasiada seguridad.

- Yo, no sabía que ponerme espero no estar mal arreglada, no sabía dónde iriamos- le recuerdo cuando estamos dentro, veo por el retrovisor al conductor pero el de inmediato sube un cristal entre nosotros y él.

-Es por privacidad- menciona Edward al ver mi reacción -Y respecto al atuendo estas perfecta- lo miro por primera vez y ambos volvemos a conectar miradas, esto será un camino realmente largo.

***

El camino es relajado gracias a las melodías que se escuchan en el camino pero llegamos antes de que pueda tomar el valor para hacerle cualquier pregunta.

-Vamos- toma mi mano y salimos del carro, parece un pequeño bosque, raro en medio de Chicago.

-No he podido dejar de pensar en el sabor de tus labios desde ayer Katherine, están tentandome demasiado- su mirada es penetrante sobre la mía, es como si pudiera ver dentro de ellos.

-Esto no es lo que esperaba para una primera cita- digo honestamente, cubro un poco mis brazos, no por el frío, el bosque en medio de la nada aparece intimidante ante la oscuridad.

- Lo sentiste, el día de las fotos, nos miramos, algo te atrajo a mí, Katherine, no huyas de ello- he construido estas barreras en mí por un motivo, y este hombre solo tiene que respirar para tirarlas todas, no importa cuánto esfuerzo pusiera para hacerlas más altas.

- Apenas sé cómo te llamas ¿Cómo puedo sentirme de esta forma hacia ti? - ni siquiera sé cómo logran salir las palabras de mi boca, cuando apenas las he pensado.

- Porque, esto late más rápido cuando estoy cerca- su mano se posa en mi pecho, abajo de mi cuello, es verdad.

- Taquicardia- me explico, lo veo sonreír a penas y pasarse la mano con nerviosismo por el pelo, quiero decirle que deje su mano ahí, porque ha dejado un hueco sin ella.

-Mi nombre es Edward, soy empresario desde hace años, tengo empresas en todo Chicago, tomo café todas las mañanas y por las noches, no tengo familia...Es todo lo que soy- toma mis manos y lo miro entre las suyas.

No lo es, hay algo, hay algo en esos ojos inexpresivos que funciona conmigo, es como si pudiera leerlos, eso mismo ojos me dicen que hay otra cosa oculta que no quiere revelar de su vida.

-Tu edad- demando, que otras cosas puede ocultar, señor Brawn.

-25-

-Mentiroso- luce joven y radiante, sus sacos formales lo hacen parecer rudo y elegante pero apesar de todo ese atractivo y musculatura sé que no es tan joven como lo ha dicho, otra mentira a la lista.

- ¿Es algo que importe para ti?- niego lentamente, no lo es, la edad no es algo que me importe pero no sé que otra pregunta hacerle, solo porque hay millones dentro de mi cabeza.

-Bien, vamos- toma mi mano y me guía por dentro del bosque, el escenario es hermoso.

Hay una pequeña mesa para dos en medio de la nada, hay luces alrededor de los árboles, la mesa está perfectamente puesta con todos los utensilios.

-Aqui- nos sentamos en medio del lugar y sonrió, estamos frente a frente solos.

-¿Sueles traer a tus citas aquí?- Empresario, joven y rico, sé que está lleno de mujeres, lleno de gustos exóticos, es un pensamiento que no puede evitar mi mente.

-No, ellas no son tan especiales como tú, Katherine-

- Eres millonario, casi de la realeza en Chicago y me viste a mí en un vestido viejo, no tengo esa clase de encanto-

-Lo haces, lo tienes para mí-

- Nunca acepta un no, Señor Brawn- su sonrisa crece y tomamos un rato antes de ver a alguien llegar a nuestro lado, y noto al mesero quien sirve la cena.

***

-Dijiste que no eras el dueño de la empresa- ambos hemos terminado la cena de tres tiempo, tengo una copa de vino blanco y él, lo que creo que es agua, hablamos, sin ningún tema en especial.

- No los soy, solo moví unos cables, enseñé tu currículum y listo- lo miro mejor y sé que hay algo ahí.

-¿Unos cables?- sé que hay algo más ahí, y lo se porque no me ha mirado a los ojos, porque en este corto tiempo siempre me habla mirandome directamente, cómo si estuviera hipnotizadome.

Espero, mientras lo miro solo para incitarlo a qué hable con la verdad.

-¡Bien! Soy accionista pero de minoría, mi voto es mínimo, ellos solo escucharon cuando dije que podíamos añadir a alguien en la empresa-

-¿No cambiarán las cosas si somos algo en un futuro?- pregunto, solo es una posibilidad, una pequeña imagen o un sueño mio, esto es una primera cita pero también puede ser la última.

-Nada cambiará, puedo vender las acciones si te molesta que esté ahí, si es un problema, llamaré ahora-

Sonrió y niego...

-No... supongo que está bien, es, solo que, no quiero ser alguien por otra persona, me ganaré todo lo que haga.

Él pasa una mano por mi mejilla y sonríe.

Y lo veo, hay algo ahí casi al inicio de su muñeca logro ver algo de tinta, tiene un tatuaje ahí, apenas y puedo ver la tinta negra, pero ahí está, sonrío con emoción pero no digo nada, me lo dirá, cuando esté listo.

***

-Vamos cuéntame ¡¿qué tal todo?!- Ellen se lanza a mi cama y pregunta.

-Estuvo bien-

-Esta sonrisa es más que un bien- si es un excelente es como un once en la escala de mi hombre ideal pero no se lo voy a decir para hacer crecer su ego.

- Estuvo muy bien, me llevó a un lugar mágico lleno de naturaleza y charlamos hasta que se hizo tarde, me trajo a casa y prometió llamar mañana- ambas nos volvemos a acostar en la cama y ella ríe.

- Ese maldito hombre rico te tiene en el bolsillo- río y no digo nada, lo hace, me tiene desde que me miró en su casa y me quitó el aliento, desde que algo en mi mente hizo click al ver sus ojos, lo hace, me tiene, pero no le dejaré saberlo, no por ahora.

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