La emoción de encontrar al culpable se desatará con las últimas tragedias. ¿Serán mortales? ¿Quién recibirá en esta oportunidad el rigor de la avaricia? Continuemos juntos en esta historia llena de novedades. Gracias por estar allí.
Capitulo XXVIIIEn otro espacio de la comunidad un hombre se debatía por la culpa, en el primer accidente planificado tuvo que actuar rápidamente debido al descubrimiento de las vigas y las laminas, empujando a Ricardo su compañero, quién no se dio cuenta del hecho hasta que estuvo en el suelo y no se percato que fue intencional por el grito de Diego, levantándose y ayudando a sostener la viga que lo atrapo en el suelo y tenía sobre su hombro izquierdo.Para el segundo nunca quiso que Laura Marina introdujera su mano izquierda en el lugar dónde había colocado las hojillas nuevas, no tenía dispuesto que fuese ella, lamentablemente ella había llegado y se encargo de ser la segunda víctima.Lo peor era que ninguno de los incidentes deliberadamente premeditados habían sido exitosos, la obra continuaba sin cambio alguno, solo que ahora había más seguridad. No sabía cómo lograr el tercero y último, que sería mayor.El tercero llego el martes de la semana nueva.Diego regreso al trabajo el l
Capítulo XXIX Al acercarse la señora Mercedes la chispa salió y llego a la fuga de gas produciéndose la explosión muy fuerte. La señora Mercedes atendiendo al grito de alerta que soltó el señor Antonio se detuvo y dio tres pasos para atrás, solo fue alcanzada por la ráfaga de viento que produjo el gas y elevada a pocos metros de la tierra.La explosión fue intensa y las llamas comenzaron a cobrar fuerzas, por la cercanía de Antonio y el mecánico lograron apaciguar el fuego que casi acaba con la vida a la señora Mercedes.Laura Marina corrió al escuchar el ruido espantoso que provoco la explosión, al llegar cerca de ella pudo ver lo sucedido consiguiéndose con un trágico accidente, pensando que la señora había muerto y sus dos acompañantes también. Carlos quien observaba desde lejos la cocina, vio muy preocupado cuando su madre salió de la cocina acercándose a la bombona, pudo ver también a sus acompañantes. Sabía que al acercarse a la válvula los cables se unirían produciendo l
Capítulo XXX Era poco común que Carlos hiciese presencia en la iglesia, estaba desaparecido desde las últimas eventualidades, su madre cuando despertaba de su letargo inducido preguntaba por él y le mentían, porque nadie sabía de su paradero.Llego con mal olor en su cuerpo, después de haber estado sufriendo la supuesta pérdida de su madre y llorando todos los días, no se atrevió a buscar su paga. Estuvo escuchando personas que pasaban y un grupo familiar comento que su madre estaba recuperándose de las heridas y la esposa de Aníbal también.Eso fue lo que lo empujo a salir, debía reconocer su culpa y señalar a sus compañeros y sobre todo la cabeza fundamental de los accidentes. El párroco muy preocupado por la que veía despidió a los presentes señalando a Antonio, Diego, Laura Marina y al intendente para que fuesen testigos de lo que Carlos estaba por confesar.El minusválido quiso salir y Carlos lo señalo con su dedo índice de la mano derecha:-No dejen que se vaya, él es el pr
Calos explico que en cuanto al corte de Laura Marina, no tenía idea que ella era la encargada de supervisar y desechar el material de desuso.Y por último, reconoció que por querer incendiar y causar la explosión en la cocina casi muere su querida madre, en cuanto a las vigas que movió del puente en construcción, también solicito perdón a la señora accidentada.Juan el dizque minusválido, refirió que se hizo pasar por discapacitado para no crear sospecha, el apenas acaba de llegar a vivir en la comunidad y de esa manera pasaría desapercibido.Era el dueño de la compañía de transporte a caballo y con el puente cambiarían a buses y autos. De alguna forma pensó en continuar sin puentes para que su negocio de transporte y contrabando de otros productos no legales no desaparecieran.Al terminar su declaración, fue informado que la construcción del puente también traía consigo préstamos para la compra y adquisición de medios de transportes actualizados y quizás él pudo haberse beneficiado má
Con la partida de Diego, Laura Marina se sintió sola, lo extrañaba mucho, al dormir percibía su aroma en la almohada, cuando despertaba esperaba verlo sin acertar. Al desayunar comía por ambos, era muy difícil parar de comer, se levantaba con mucha hambre. La señora Rosangela se acostumbro a servirle doble ración.Los días pasaron y comenzó a sentirse diferentes, subió de peso, la ropa que le queda anteriormente holgada estaba más justa, su cuerpo cambio, los senos le dolían y creyó que sería la menstruación que regresaba, ya tenía más de dos meses que no la llegaba. Era un hábito que eso sucediera, sobre todo cuando estaba cargada de trabajo.Haciendo los mismos recorridos de todos los días se cansaba demasiado y en oportunidades se había desmayado, achacándole la culpa al sol y el calor de esa época, la señora Rosangela la atendía como su hija y en ocasiones no la dejaba salir de la casa, sin haberse refrescado y asegurarse que estaba bien para resistir el resto de la tarde.Decidi
Capítulo XXXIIIAl médico de Laura Marina le preocupaba su diagnóstico de Factor 8, aunque el período de gestación marcha excelentemente siempre era preocupante. Su deber como médico era atenderla y comunicarle cualquier situación que pudiese perjudicar a ambos en el momento del parto a la cesárea. Ya era decisión de ambos padres aceptar lo que él les indicara y en este caso solo estaba la madre.Solo esperaban el regreso de Diego y los pocos meses faltantes.Estando demasiado ocupado y preocupado a Diego le llego la información que debía regresar a su país de origen inmediatamente por situaciones familiares. Su esposa María lo requería cuanto antes por la enfermedad de su hijo mayor Ernesto, que había regresado.Solo le dio tiempo enviarle una carta muy corta a Laura Marina explicándole el apuro en regresar con su familia. Esperaba volver a la comunidad inmediatamente que solucionara el inconveniente.Viajo en el primer vuelo que encontró boleto, el trabajo en la ciudad ya estaba
Capítulo XXXIV.Mientras tanta en la comunidad Laura Marina más pesada no quiso razonar en ningún momento el viaje de Diego a su país de origen, el tenía su familia y si se le presento un inconveniente tendría que arreglarlo solo, ella estaba muy bien preparada para afrontar la llegada de su hijo sola.Estuvo de reposo por dos semanas decidió salir a mirar su trabajo, todos en la comunidad la saludan con afecto y en la obra la recibieron con alegría, quienes no estuvieron de acuerdo fueron la señora Rosangela y su médico, indicándole los peligros de caerse o sufrir un percance y adelantar el parto.Ella estaba muy segura que su bebe aguardaría a su padre, le faltaban escasas tres o cuatro semanas, debía verificar que los objetivos se hubiesen cumplidos y acatando las observaciones que realizó para las barandas, además si anexaron el camino para minusválidos.Tenía que revisar todo para evitar inconvenientes y que cada cambio se realizara por el bien de todos en la comunidad.Diego est
Capitulo XXXVLaura Marina de lo único que si estaba asegura era de no poder tener hijos biológicos eso se lo dijeron varios ginecólogos, pero por lo visto su naturaleza de madre surgió sin importarle nada de lo dicho anteriormente, imponiéndose a cualquier suposición. Se sentía feliz sabiendo que era estéril, tuvo y quería a su ahijada como a su hija, quien ya estaba casada y con hijos, pero nunca creyó tener sus propios hijos.No había prestado atención a su falta, porque no usaba ningún anticonceptivo, ni protección con sus amantes, fueron pocos y por lo que supo eran saludables. En ninguna de sus relaciones anteriores quedo embarazada, nunca hubo necesidad de cuidarse.Nunca se preocupo.- ¡Qué precauciones! A mi edad, esté insólito caso pasaría de malo a mejor, no tendría nada de impropio tener un hijo de un hombre casado, sobre todo si estaba a cientos de kilómetros de su hogar y de su familia, yo no había dejado ningún amor en mi país, estaba sola cuando decidí asistir al