Acercándose el día del nacimiento se aclararan dudas y se tomaran los mejores decisiones.
Capítulo XXXIV.Mientras tanta en la comunidad Laura Marina más pesada no quiso razonar en ningún momento el viaje de Diego a su país de origen, el tenía su familia y si se le presento un inconveniente tendría que arreglarlo solo, ella estaba muy bien preparada para afrontar la llegada de su hijo sola.Estuvo de reposo por dos semanas decidió salir a mirar su trabajo, todos en la comunidad la saludan con afecto y en la obra la recibieron con alegría, quienes no estuvieron de acuerdo fueron la señora Rosangela y su médico, indicándole los peligros de caerse o sufrir un percance y adelantar el parto.Ella estaba muy segura que su bebe aguardaría a su padre, le faltaban escasas tres o cuatro semanas, debía verificar que los objetivos se hubiesen cumplidos y acatando las observaciones que realizó para las barandas, además si anexaron el camino para minusválidos.Tenía que revisar todo para evitar inconvenientes y que cada cambio se realizara por el bien de todos en la comunidad.Diego est
Capitulo XXXVLaura Marina de lo único que si estaba asegura era de no poder tener hijos biológicos eso se lo dijeron varios ginecólogos, pero por lo visto su naturaleza de madre surgió sin importarle nada de lo dicho anteriormente, imponiéndose a cualquier suposición. Se sentía feliz sabiendo que era estéril, tuvo y quería a su ahijada como a su hija, quien ya estaba casada y con hijos, pero nunca creyó tener sus propios hijos.No había prestado atención a su falta, porque no usaba ningún anticonceptivo, ni protección con sus amantes, fueron pocos y por lo que supo eran saludables. En ninguna de sus relaciones anteriores quedo embarazada, nunca hubo necesidad de cuidarse.Nunca se preocupo.- ¡Qué precauciones! A mi edad, esté insólito caso pasaría de malo a mejor, no tendría nada de impropio tener un hijo de un hombre casado, sobre todo si estaba a cientos de kilómetros de su hogar y de su familia, yo no había dejado ningún amor en mi país, estaba sola cuando decidí asistir al
Capitulo XXXVIEra muy grato sentarse en la terraza al atardecer, ver llegar la noche y sentir el aire fresco de la montaña, esos placeres le brindaban tranquilidad y paz, se relajaba y dormía muy bien, al despertar estaba a la espera de ver llegar a Diego, tenía muchas ganas de abrazarlo y descifrar su rostro al ver su estado de embarazo.Durmió relajada, creyó ser el día que paso tan agitado, que la hiso descansar. Con tanto reposo sin tener nada que hacer se aburría enormemente, algunos días los recuerdos llegaban y otros los alejaba, no todo lo quería recordar, ahora quería planificar su vida con su hijo.Desayuno ovíparamente, se dedico ese día y los siguientes a repasar sus investigaciones y a cuidar su jardín, sin poder doblarse por su panza, se sentaba en una silla, pronto llegaría la primavera, ya las flores comenzaban a brotar de sus capullos.El agua del río invitada a darse un chapuzón, no se atrevía por su estado muy avanzado de gestación, si se caía podría en peligro su
Capitulo XXXVIICamino rápidamente a su casa, fue divisando la silueta de ella al estar más cerca la vio sentada en su mecedora en la terraza. La saludo con su mano derecha y noto que ella seguía sentada.Dio marcha hacia ella aligerando su camino y noto su figura.Laura Marina se sentó una tarde en la mecedora que se había convertido en su asiento favorito, era un día claro y rodeado de flores, estando allí sentada en el jardín de la casa y lo vio venir, vestía un pantalón corto y una bella camisa, le sonreía desde lejos y se quedo sentada, la barriga la cubrían los matorrales.Llego al portón, se fue acercando y solo al estar muy cerca la vio completamente.Su mirada se quedo en su abdomen, se fue acercando y pasó sus manos sobre ella, sus ojos se llenaron de lágrimas. la abrazo y beso muchas veces, sus lágrimas se confundieron.Al separarse le dijo que le informaron que había cambiado y estaba muy hermosa, no se imagino que serie tan agradable ver su abdomen tan grande con un hijo
Capítulo XXXVIIILos días siguientes fueron muy ajetreados, cansados y fatigados para todos y más aún para Laura Marina, quien estaba preparando el escenario completo para el gran evento, la inauguración del puente que serviría para la unión de las dos comunidades “Soledad”.Diego y Laura Marina vivían felices todos los días que transcurrían juntos después de su llegada.El día 25 de mayo, fue escogido para el gran acontecimiento, estaba claro y el sol muy radiante para efectuar la inauguración, a los extremos estaban los principales personajes de ambas comunidades, en el centro del puente colocaron una especie de altar para oficializar formalmente la apertura con la participación de los párrocos de cada comunidad.Se realizo el intercambio de experiencia por ambos intendentes y al final los párrocos dieron inicio a la misa para consagrar la inauguración de la unión, en el oficio se dieron las gracias a quienes participaron en su construcción. Al finalizar esta actividad comenzó la
Capitulo XXXIXSe despertó y vio a su lado a la señora Rosangela, con cara de preocupación. Le sonrió y ofreció traerle café, eso siempre la reconfortaba. En ese instante entro Diego que venía del baño, por su cabello mojado, la saludo y beso en los labios, preguntándole:-¿Estas mejor?-Sí, le indicó y tú, ¿Cómo dormiste?-Bien, me despertaba y te observaba.-¿Debes ir a la casa a descansar, ya la señora Rosangela esta acá y me iré con ella.- No. Nos iremos juntos.No dejo que siguiera la conversación, se le veía preocupado y dispuesto a tomar las riendas de la situación por ambos.Suspirando y a solas con Diego, le dijo:-Debes estar tranquilo, no pasara nada, ya me siento bien.-Se que estas mejor, pero esto no volverá a pasar. No puedes estar en ninguna actividad que te exija estar de pie o realizando cualquier cosa, desde este momento estarás en la casa acompañada todo el tiempo, ya dispuse una persona que se turnara con la señora Rosangela para tus cuidados, y no voy a admitir
Capítulo XLDiego recordó a sus tres hijos con María, cuando fue a tenerlos todo había resultado muy bien, se le presentaban los dolores salían a la clínica y en dos horas aproximadamente ya estaban todos felices, María descansando y el niño a su lado.Continúo Diego meditando.-Ahora era totalmente distinto Laura Marina no era igual, ni su sistema inmunológico tampoco. Siguió caminando para aminorar la llegada a la casa y calmar sus nervios, tenía que relajarse para no preocuparla, siempre era ella quién le daba calma y paz, ahora le tocaba a él.-Debo comunicárselo a Laura Marina con toda la calma y el tacto posible. Termino de hablar para él mismo y se decido hacerlo de una vez.Se dirigió a la casita, antes de llegar vio a un niño con flores recién cortadas para la venta, comprándole algunas que no tenían mucha fragancia, el exceso de olor le pudiese ocasionar alergia y al estornudar le produciría esfuerzo y contracciones. Las olio decidiéndose por las más pequeñas. Llego cargad
Capitulo XLILlego el momento de la cirugía, Cristóbal, las dos enfermeras, la gineco obstetra y la partera, prestando mucho cuidado a cada corte. El sangrado estaba normal la cirugía marcha bien. Extrajeron al niño y le practicaron los exámenes correspondientes.Laura Marina solicito anestesia total, por si se sentía indispuesta al saber que la estaban operando, pensar en eso le revolvía el estomago. Al mucho rato del inicio de la cesárea se escucho el llanto del niño, Diego se emociono y sus ojos se inundaron de lágrimas, él y la señora Rosangela se abrazaron y esperaron noticias de Laura Marina, a los pocos minutos salió de la sala de emergencias Cristóbal acercándose a ambos, para indicarles lo siguiente:-El niño está bien, Laura Marina esta estable. Les dijo.- Esta muy débil, perdió mucha sangre. Continuo. -Las siguientes horas serán primordiales para ella, el sangrado esta controlado, pero debemos estar atentos por si ocurre una hemorragia y atenderla a tiempo.-Gracias Cr