Agradezco tu acompañamiento para continuar la lectura, la dicha llegará cargada de nuevas oportunidades y felicidad. Gracias
Capitulo XXXIXSe despertó y vio a su lado a la señora Rosangela, con cara de preocupación. Le sonrió y ofreció traerle café, eso siempre la reconfortaba. En ese instante entro Diego que venía del baño, por su cabello mojado, la saludo y beso en los labios, preguntándole:-¿Estas mejor?-Sí, le indicó y tú, ¿Cómo dormiste?-Bien, me despertaba y te observaba.-¿Debes ir a la casa a descansar, ya la señora Rosangela esta acá y me iré con ella.- No. Nos iremos juntos.No dejo que siguiera la conversación, se le veía preocupado y dispuesto a tomar las riendas de la situación por ambos.Suspirando y a solas con Diego, le dijo:-Debes estar tranquilo, no pasara nada, ya me siento bien.-Se que estas mejor, pero esto no volverá a pasar. No puedes estar en ninguna actividad que te exija estar de pie o realizando cualquier cosa, desde este momento estarás en la casa acompañada todo el tiempo, ya dispuse una persona que se turnara con la señora Rosangela para tus cuidados, y no voy a admitir
Capítulo XLDiego recordó a sus tres hijos con María, cuando fue a tenerlos todo había resultado muy bien, se le presentaban los dolores salían a la clínica y en dos horas aproximadamente ya estaban todos felices, María descansando y el niño a su lado.Continúo Diego meditando.-Ahora era totalmente distinto Laura Marina no era igual, ni su sistema inmunológico tampoco. Siguió caminando para aminorar la llegada a la casa y calmar sus nervios, tenía que relajarse para no preocuparla, siempre era ella quién le daba calma y paz, ahora le tocaba a él.-Debo comunicárselo a Laura Marina con toda la calma y el tacto posible. Termino de hablar para él mismo y se decido hacerlo de una vez.Se dirigió a la casita, antes de llegar vio a un niño con flores recién cortadas para la venta, comprándole algunas que no tenían mucha fragancia, el exceso de olor le pudiese ocasionar alergia y al estornudar le produciría esfuerzo y contracciones. Las olio decidiéndose por las más pequeñas. Llego cargad
Capitulo XLILlego el momento de la cirugía, Cristóbal, las dos enfermeras, la gineco obstetra y la partera, prestando mucho cuidado a cada corte. El sangrado estaba normal la cirugía marcha bien. Extrajeron al niño y le practicaron los exámenes correspondientes.Laura Marina solicito anestesia total, por si se sentía indispuesta al saber que la estaban operando, pensar en eso le revolvía el estomago. Al mucho rato del inicio de la cesárea se escucho el llanto del niño, Diego se emociono y sus ojos se inundaron de lágrimas, él y la señora Rosangela se abrazaron y esperaron noticias de Laura Marina, a los pocos minutos salió de la sala de emergencias Cristóbal acercándose a ambos, para indicarles lo siguiente:-El niño está bien, Laura Marina esta estable. Les dijo.- Esta muy débil, perdió mucha sangre. Continuo. -Las siguientes horas serán primordiales para ella, el sangrado esta controlado, pero debemos estar atentos por si ocurre una hemorragia y atenderla a tiempo.-Gracias Cr
Capítulo XLIIEn el hospitalito estuvieron Laura Marina y su bebe cuatro días, hasta que Cristóbal estuvo seguir que no sufriría otra hemorragia, en esos días la visitaron los ayudantes en la cirugía conoció a la gineco obstetra y a la partera del pueblo, quienes se sintieron muy felices de haber participado y colaborado en la cirugía. La gineco obstetra tomo nota de todo y le aseguro realizar un artículo para publicarlo, sobre la importancia de atención a las pacientes que eran portadoras del factor 8 y de la posibilidad de poderlo hacer en cualquier lugar del mundo con los debidos medicamentos y atención adecuada.La recuperación fue amorosa. Diego no se separo ni un segundo de ambos, el niño crecía y lo cargaba un rato. Los cuidados estaban a cargo de la señora Rosangela e Isabel, el amor de Diego hacia Laura Marina y a su hijo floreció y se transmitía.La naturaleza de la vida y ser madre comenzó su camino y recobro poco a poco su salud. Las atenciones de sus ayudantes aunados a la
Capitulo XLIIIPor su lado Diego quería presentarles a sus dos hijos mayores a Diego José, se llamaba igual que su hijo fallecido, por eso al principio no quiso llamarlo así, hasta que comprendió que era un niño nuevo con otra mujer y eso debía llenarlo de satisfacción por decidir perpetuar su nombre.Laura Marina comenzó a empacar lo necesario para su viaje, algunos objetos los vendió y otros los regalaría. Todavía sin la certeza de regresar a la comunidad. Diego terminaría sus obras y saldrían ambos a finalizar su jornada oficialmente y a solucionar sus vidas familiares.En medio de sus objetivos principales que eran reestructurar su vida juntos establecer su casa, les llego la información de los organizadores para que se presentaran en la institución, donde comenzaron la jornada. Planificaron su vida y la de su hijo en torno a ello.La salida a la ciudad seria en dos meses, en los cuales tendrían que vender, regalar y seleccionar lo que se llevarían, que sería muy poco, prácticament
Capítulo XLIVDiego José se la pasó excelentemente, nunca había disfrutado tanto en el patio de la casa, ese día los vecinos y familiares también se acercaron a él y al final del día se durmió antes de regresar al apartamento.Mientras tanto Diego era el centro de atención por ser el menor de la familia materna y paterna. Antes de llegar con sus hijos visito a sus padres y hermana, todos estaban bien. Él los ayuda económicamente con su manutención. El país pasaba momentos difíciles en sus recursos y los salarios básicos no alcanzaban para vivir, para él enviarles remesas de dinero no era mucho pero para sus familiares sí.Los encontró sanos y fuertes, esperando conocer a su nuevo nieto y sobrino respectivamente. Estuvo toda la tarde y noche con ellos, al siguiente día luego de desayunar se dispuso a buscar a sus hijos mayores, era sábado y lo esperaban para salir a un centro comercial.En la salida descubrieron y conocieron a su hermano a través de las imágenes que tenía en su celular
Capítulo XLVCon sus parejas anteriores que fueron de puertas abiertas, Laura Marina no logro concebir, quizás tantos inconvenientes que tuvo con ellos lo hicieron imposible. Vivió más con su segundo amor, con él llegó a viajar y sentir que tenían algo duradero, pero él recaía en sus instintos de Don Juan, siempre que se le presentaba la oportunidad, que no fueron muchas veces por el deterioro que tuvo por la edad adulta y la enfermedad que padecía. Igualmente las tuvo, ya cuando ella no soporto más esa vida llego el descubrimiento y se arreglaron por las buenas.Con este amor vivió tiempos de angustias por necesidades económicas, fueron solventadas entre los dos, lograron salir adelante con trabajo fuerte, ayuda de familiares y fortaleza física. Recordaba esos tiempos de escases, sin agua, sin gasolina, sin dinero y sin electricidad que conversaban por horas.Muchas veces en su soledad Laura Marina anhelaba esas conversaciones. Pero las circunstancias pasaron y no volvieron, lo que n
Capítulo XLVI.Bajaron a abrirle la puerta de entrada se abrazaron y besaron largamente, tuvieron que subir tres pisos, al final estaban los tres juntos nuevamente. Los pocos vecinos que onseraro el encuentro los saludaron.Una vez que Diego llego al apartamento, descanso y se sintió feliz por el encuentro, planearon la visita para conocer a su suegra. La visitaron y conocieron a su hermano y sobrinos, pasaron una tarde armoniosa y hablando sobre la nueva vida de la familia, con su madre incluida.En el apartamento estuvieron un mes, se amaron, visitaron lugares para comer bailar y beber, decidieron ir hasta donde estaba la familia de Diego y de allí regresar al país donde formalizarían su vida futura y tenían sus trabajos esperándolas.Laura Marina y Diego José conocieron a los familiares de Diego el encuentro con sus hijos fue exitoso, pasearon en varias oportunidades, María también conoció a Diego José, al verlo se emociono por su nombre igual al de su hijo fallecido y el gran p