Soldados, ¿aliados?
La solicitud del emperador Dunesque fue que ambos sujetos lo llevaran hasta la ubicación donde se encontraban Marion y sus hermanos. Aunque seguía dudando de que los soldados de su tío realmente lo ayudaran a salir de Flines, necesitaba de su cooperación para poder pasar desapercibidos en el territorio que ya había sido invadido por el duque.

Mientras se dirigían al estacionamiento donde se encontraban varios vehículos del ejército enemigo, el grupo tuvo que pasar por varios pasillos, en los cuales yacían los cuerpos de los soldados imperiales. Al ver este escenario, Adeline se cubrió la boca de la impresión, Ashal notó el malestar de su esposa y se acercó para tranquilizarla.

—No mires…

—Lo sé, pero aunque cierre los ojos, el olor a sangre es penetrante —respondió ella con una expresión de asco.

Uno de los hombres que los acompañaban, al escuchar la conversación, se atrevió a decir.

—Lo siento, eso lo hicieron nuestros compañeros, aunque tengo que admitir que los soldados imperia
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