Claudia provenía de una familia de pescadores artesanales, estaba casada con uno, por ende, se veían de vez en cuando, tenían tres hijos y aún vivían con los padres de ella, ya que estaban ahorrando para poder lograr tener su casa propia. Sus hijos estaban en el internado de la escuela del sector, su vida siempre había sido difícil, especialmente por venir de un nivel social bajo, tal vez halla sido por ello, que cuando vio llegar a Mara, esa tarde a la planta pensó que no aguantaría mucho, tal vez sea por ello que cuando escuchaba a las demás intrigar en contra de Mara, ella salía en su defensa, alegando que cuando quisiera hablar, hablaría, tal vez sea por ello que cada vez que la veía sentarse por horas frente al ventanal de la pensión, nada le preguntaba, solo la dejaba tranquila y sola, si tan solo ella hubiese sabido algo sobre el calvario de Mara hubiese tratado de acercársele y ayudado a hacerle mas llevadera la vida que llevaba. Claudia llevaba trabajando tres años en la empresa, pero era la primera vez que una compañera la conmovía con su historia de vida, la primera pensó, luego recordó que Mara se la pasaba resfriada, como ahora y esbozó una sonrisa, reconociendo en aquella mujer delgada, una fortaleza tal que ni todos sus dramas juntos, la habían hecho retroceder, estaba feliz por que en ella había encontrado una buena amiga ya que a ellas Mara, le había revelado su pasado y compartía, ahora y en adelante, su presente, se reconfortó al comprobar su apoyo a Mara, no se equivocó.
Estas luego de entrar en el baño, Mara se colocó de frente al espejo, notando que todo su cuerpo temblaba, tratando de encontrara algo que la explicara lo que había escuchado, no alcanzaba a entender lo que pasó, momento atrás.... no puede ser pensaba Mara mirando su rostro pálido frente al espejo; ¿cómo es posible que escuche voces? ¿Me estaré volviendo loca?, no... Es la cerveza, si tome demasiado por esta noche, en eso ve entrar a Mariela y le preguntó tímidamente:
-¿Mariela cuando pasaste junto a los de la mesa, sentiste algo raro?, como un escalofrío, o que caminabas en cámara lenta o tal vez escuchaste que alguno de ellos habló, pero se dio cuenta de inmediato que el estado en el que se encontraba su compañera, nada sentiría o notaría, las cervezas habrían sido mucho para esta.
Pasaron varios minutos en los cuales Mara, aun pálida y temblando, se negaba a salir del baño, Mariela la amenazó con ir a preguntarles a los de la mesa, si alguno de ellos, le abría dicho algo a Mara y que sería que no quería salir del baño por ello.
-Tu decides Mara o salimos las dos ahora, o voy y les pregunto, no tengo ningún problema en acercármeles a esos, además Claudia estará pensando que nos quedamos dormidas en el baño, por que si no salimos, de seguro nos viene a buscar-decía Mariela apoyándose en la puerta del baño y viendo la cara de terror de Mara quien volvía a preguntar.
-Pero estás segura que no escuchaste nada... -insistía Mara, como tratando de encontrar una respuesta a lo sucedido.
-No pero voy y le pregunto ¿que té parece?-amenazó seriamente Mariela
-Ni se te ocurra acercárteles, pueden ser peligrosos o tal vez….,no sabemos que es lo que aquí están haciendo Mariela, además no tienen aspecto de ser amigables, sentí como miedo cuando pasé junto a ellos.
-Pero Mara... como dice eso, si apenas los viste, solo pasaste rápido y entraste aún más rápido al baño-comentaba Mariela un tanto mareada y afirmándose en el marco de la puerta.
Luego de unos minutos, Mara tomo una nueva bocanada de aire y tomando a Mariela por el brazo le dice.
-Esta bien regresemos, pero tienes que prometerme que no les hablaras... promételo, pueden ser peligrosos, además la forma en que nos miraban-en ese momento recordó aquella palabra, como llamándola y agregó-promételo que no les hablaras, tan solo pasaremos rápido, cerca de ellos y sin mirarlos, tienes razón en que Claudia ya estará preguntándose que nos paso si no salí ahora.
-Esta bien..... Un trago mas y me voy a dormir, toda esta situación me esta mareando-y haciendo un gesto con sus manos abrió finalmente la puerta y salió del baño.
-Rápido.... -solo alcanzó a pronunciar cuando Mariela ya estaba saliendo del baño y mirándose finalmente en el espejo se dijo a sí misma-nada escuche y nada escuchare...nada...nada.
Sale del baño y al pasar frente a la mesa trata, en vano, de apresurar el paso y de no mirar a los hombres, los cuales estaban como esperando su aparición ya que estaban de frente mirándola.
Mara comienza a sentir que sus pasos no la mueven del lugar y como si todo a su alrededor estuviese detenido o fuese demasiado lento. Sin saber que le pasaba, comenzó a experimentar un fuerte deseo de acercárseles, era como si todo su cuerpo no la obedeciese y una vez que se les acercó, quedando frente a los hombres solo los miró, ellos estaban en silencio, como si estuviesen esperando algo más. De pronto Mara toma nuevamente el mando de su mente y escucha una suave voz que le dice:
-Hey........
De manera instantánea Mara despierta, encontrándose frente a los dos hombres los cuales estaban mirándola fijamente, por su cuerpo un escalofrió la dominaba haciendo que se tambaleara ya que sus piernas estaban temblando y sin pensarlo se aferró a la mesa instintivamente. En ese instante cruza miradas con uno de ellos, era un hombre joven de aspecto extremadamente pulcro, con una mirada penetrante, la cual no se despegaba de ella y al cual no podía dejar de ver, en ese instante pensó:-Para sé un degenerado, estas bastante bueno, si hasta te pareces un bombón-de pronto una sonrisa le adorno su pálido rostro, la cual se esfumo cuando nota que el bombón también le sonreía y extendió su mano, tratando de tocar la de ella que aún ser hallaba aferrada a la mesa, tal vez fue la sonrisa o la acción del bombón, de tocarla, que Mara se asustó y despertó frente a los hombres y un terror la invadió tanto que retrocedió y se marcho rápidamente a la mesa junto a sus compañeras, las cuales ya estab
La nueva ronda llega y algo había cambiado en Mara, ya no sentía tanto miedo y el hecho de haber contado su triste historia la colocaba de buen humor. Durante lo que restaba de la nueva ronda, las risas continuaron en especial por las miradas que Mara había recibido y por el comentario del bombón. Alrededor de las 2:45 Claudia ordena tajantemente:-Ahora si que nos vamos o mañana pasamos de largo.-Yo apoyo el comentario-decía Mara tomándose él ultimo sorbo y solicitando la cuenta, tanto la sensación de ser observada como los escalofríos no cesaban solo que ahora experimentaba algo diferente y no podía describirlo con claridad. La melodía no había cesado en toda la velada, solo en su cabeza.-¡La cuenta!-gritó Mariela siendo sostenida y callada por Claudia quien le recrimina:-Cállate y tu Mara me ayudas a sacarla hasta afuera, el aire fresco la calmara.-Esta bien, a las tres nos calmara.Una vez que pagaron, Mara se levanta de su asiento, para colocarse su abrigo, pudiendo notar, qu
Fue así como las mujeres con paso lento, pero decidido llegaron a cada vez más cerca de la pensión, descubriendo que el que se hallaba hablando por teléfono, corta su comunicación y se queda frente a ellas mirándolas. Su mirada no solo era penetrante sino que también intimidante, lo que a Mara le recordó su anterior incidente con los bombones. Tanto Mara como Claudia y sin saber porque intentaron ser cordiales. -Buenas noches-dijo Mara, mientras veía a Mariela que estaba a punto de irse encima de ellos, por lo que la sujeto con mas fuerza aun. -Buenas noches-dijo mas alto y con voz mas firme Claudia a los hombres, que no solo se mantenían firmes sino también callados, mirándolas fijamente de tal forma que daba miedo. En ese momento Mara se da vuelta y nota que desde la esquina, en donde se encontraba el púb, salían hombres con abrigos largos, reuniéndose con los de la barra y permaneciendo juntos por unos minutos cerca de los autos, para luego girar sus cabezas en la dirección que
La pensión era una casa grande, constaba de 15 habitaciones, con un baño en cada piso. Por lo general eran todas trabajadoras de la planta, salvo una que otra supervisora. El comedor era grande y tenía unos ventanales que daban a la calle. La habitación de Mara era la número 7, de 4 de frente por 3 de fondo, tenía una ventana que daba a un pasillo que rodeaba la casa. En la habitación había una litera y una pequeña cama, en la cual dormía Claudia, en la parte de abajo de la litera era ocupada por Mariela y Mara dormía arriba de esta.Solo tenían un closet que estaba dividido en tres partes iguales, aunque Mariela ocupaba además una parte de Mara, ya que esta no tenía mucho que guardar. Aparte de esto, había un reloj y una pequeña radio a pilas, que era de Claudia.Una vez dentro de la habitación comenzaron a hablar de lo ocurrido.-¿Quiénes serian esos tipos?... ¿Y tú, porque te ibas para el auto ese, los conoces acaso?-preguntaba Claudia un tanto preocupada por la cara de esta.-No s
Durante la madrugada, el movimiento del puerto de incremente de manera significativa, el sol comienza asomarse lentamente, pero a paso firme por las laderas que bordean al puerto. Es así como comienza el desfile de trabajadores, a cumplir con sus turnos, cruzándose con los que vienen de regreso de los mismos.Es día lunes y a medida que el sol sigue avanzando va agitando a las gaviotas, las cuales en su trinar dan la bienvenida al nuevo día, comenzando a buscar su alimento.Los diferentes vehículos comienzan a circular con más fluidez, ya sean los que van para las diferentes plantas, como así también los de uso personal, con todo aquel bullicio el puerto, va despertando a quienes se han quedado rezagados. El aroma del puerto, es una mezcla del humo de las chimeneas, de los diferentes vehículos, el de las diferentes empresas del sector, junto con el aroma del mar.En la pensión, ya se habían ido todas aquellas que les tocaba trabajar de mañana, la pensión a pesar del gran número de muj
Mariela se marcho rumbo al baño, dejando a sus compañeras arreglando la habitación. Mara quien aun escuchaba las palabras de la noche anterior en su cabeza decidió no comentarlo con Claudia y mucho menos con Mariela.Esta, provenía de una familia de campesinos, siendo la menor de cinco hermanos, solo poseían el campo en donde todos trabajaban, es por ello que Mariela había salido a buscar nuevos horizontes, pero solo llego hasta el puerto ya que en su marcha, se topo con un marino, que al poco tiempo la dejo sola, llorando y en el puerto. Cuando tenía 19 años entro a trabajar en la planta, conociendo allí a Claudia quien se transformaría en madre, amiga y confidente. Por ello quizás, solo viajaba a la casa de sus padres de vez en cuando, ahorraba la mitad de su sueldo y malgastaba el resto, no sabía por que ahorraba pero lo hacía, ya que no tenía planes. Al igual que Claudia siempre defendió a Mara, de las demás trabajadoras.La relación de ellas, era buena, ya que Mara no solo evitab
Las tres llegaron al café, entre risas y comentarios por la noticia de la empresa entran, allí notan que no eran las únicas con dudas y lo peor de todo es que todas las señales indican que efectivamente es la planta en donde ellas trabajan la que vendió.El desayuno transcurrió rápido, ya que las tres salen con rumbo a la planta, al pasar nuevamente junto a la camioneta, notan que los vidrios están levantados y que comienzan a bajar, quedando abajo para cuando ellas pasaron al lado, a los que ellas apresuraron sus pasos, no sin antes verles nuevamente el rostro y la mirada clavada en Mara, quien se había retrasado adrede. Esta pudo verificar que efectivamente la miraban solo a ella, por lo que se atrevió a sonreírles y decirles:-Buen día...-Buenos días-dijeron al unísono los hombres, agregando-¿Todo esta bien?-Mas o menos-respondía esta pensando en la planta vendida.-Todo estará bien, no hay de que preocuparse-dijo el que estaba al volante sonriendo-este usted tranquila.Mara esta
Mara desde que había entrado en la empresa sintió como si estuviese siendo observada y los nervios se apoderaron de ella.El playón en donde se encontraban concentrados todos los trabajadores, era el estacionamiento del personal de la empresa ubicándose entre los edificios ya mencionados. Por lo que desde el tercer piso también se veía dicho estacionamiento. Estando casi la totalidad del personal de la empresa.-Guau... parece que hoy tenemos asistencia perfecta-susurro Claudia a sus compañeras, quienes también estaban asombradas por la cantidad de gente.-Eso veo... no falta nadie-corroboraba Mariela saludando a unas mujeres.-Somos muchas... no pensaba que éramos tantas-decía Mara.-Parece que si son malas noticias, sino no habría tanto misterio-agregaba Claudia un tanto preocupada.-O tal vez no... Ojala que todo termine rápido y nos digan que es lo que esta pasando-decía Mara sintiendo un escalofrío y con ello el miedo de que vuelva a escuchar aquellas voces.Pasaron varios minut