Durante la madrugada, el movimiento del puerto de incremente de manera significativa, el sol comienza asomarse lentamente, pero a paso firme por las laderas que bordean al puerto. Es así como comienza el desfile de trabajadores, a cumplir con sus turnos, cruzándose con los que vienen de regreso de los mismos.
Es día lunes y a medida que el sol sigue avanzando va agitando a las gaviotas, las cuales en su trinar dan la bienvenida al nuevo día, comenzando a buscar su alimento.
Los diferentes vehículos comienzan a circular con más fluidez, ya sean los que van para las diferentes plantas, como así también los de uso personal, con todo aquel bullicio el puerto, va despertando a quienes se han quedado rezagados. El aroma del puerto, es una mezcla del humo de las chimeneas, de los diferentes vehículos, el de las diferentes empresas del sector, junto con el aroma del mar.
En la pensión, ya se habían ido todas aquellas que les tocaba trabajar de mañana, la pensión a pesar del gran número de mujeres que allí convivía, permanecía en silencio, la mayor parte del tiempo, todas sin excepción trataban de hacer el menor ruido posible, para así no molestar al que estaban durmiendo.
Ya era el momento de desayunar, en la habitación 7 solo emitía sonido una radio vieja a pilas, en donde primero se daba el santoral para el día, para luego dar él pronóstico del tiempo, los mensajes para dar lugar al noticiero de la mañana, hoy sería la noticia central la repentina y sorpresiva venta de acciones de una empresa del puerto a un consorcio extranjero, según relataba el locutor, las acciones habían sido vendidas en su totalidad, estando ya en manos de los nuevos dueños. No se dieron mas detalles, alegando que era la única información que les habían dado por el momento, ya que todo estaba realizándose de manera muy rápida en la empresa en cuestión.
Como ultimo comentario se dijo que dicha empresa no tenía problemas económicos y que según lo pactado no habría despidos, también se dijo que los nuevos dueños ya estaban en la zona.
Corrían alrededor de las 9 de la mañana cuando Claudia abría pesadamente sus ojos, miro su reloj y escucho la noticia en completo silencio, para luego preguntarse de que empresa se trataría, rogando que no fuera donde ellas trabajaban, siempre hay despidos... siempre, pensaba.
Miró hacia un lado encontrándose que Mariela aún dormía, con muy pocas intenciones de despertar pronto.
-¿Has escuchado la noticia que acaban de dar Claudia?-preguntó preocupada Mara, para luego agregar- buenos días.
-Buenos días mujer, estoy preocupada por la noticia no sé que decirte, es raro y solo espero que no sea la nuestra. Esta estuvo quejándose toda la noche por su brazo-comentó indicando a Mariela-¿Y tu como estas hoy?
-Parece que Mariela tomo demasiado-bajando su cabeza, la mira por unos segundos y finalmente responde-creo que debemos despertarla ahora, así no tendrá problemas en la planta, también que sé de un buen baño, yo estoy bien-aunque aun no podía sacarse de la cabeza lo ocurrido la noche anterior.
-Bien, un baño frío y una buen taza de café cargado, la despertara y así se va a acordar de la metida de pata que tuvo anoche-repuso seriamente Claudia.
-Si... con respecto a tu pregunta, bueno estoy bien realmente de hacia falta hablar con alguien, hace ya mucho tiempo que me había acostumbrado a sentirme así de mal, pero no sabía como salir de todo esto, por suerte las tengo a ustedes que siempre han estado ahí, supieron esperarme y lo mas importante estuvieron anoche escuchándome. Debo confesarte algo-dijo repentinamente Mara observando como Claudia se sentaba ahora en su cama y la miraba con curiosidad-como así para terminar con la noche de locas que tuvimos, es raro, te adelanto pero lindo, anoche soñé con mi bombón, si ríete nomás, no me importa, anoche estaba como para comérmelo a besos, si es tan lindo como en mi sueño... ¡Guau!-expresaba Mara con una sonrisa en su rostro y haciendo caso omiso a la risa de Claudia.
-Para que te rías y tengas esa cara debió ser un buen sueño-dijo esta aun sonriendo.
-Si lindo, algo me decía pero yo no le entendía nada de nada, entonces él me explicaba algo, no sé, yo no le entendía nada, pero estaba feliz de que él estuviera a mi lado, yo solo lo miraba y se me ocurrían algunas ideas de lo que podríamos hacer, de esas que nunca se olvidan-dijo riendo Mara.
-A no... Eso es el colmo, que hayas soñado con el pesado de tu bombón, es una clara señal de que te hace falta salir más seguido-respondía convencida Claudia.
-Escuche eso. ¿Soñaste con el pelmazo de tu bombón?-intervenía Mariela.
-Oye… antes que comiences a reírte de Mara, creo que nos debes unas disculpas por la escena que nos diste, es más le pegaste a Mara-reprendía Claudia.
-Ha ¿te pegue?, yo solo me cuerdo que estabas hablando con el pelmazo de tu bombón, él me apretó fuerte el brazo, de eso nomás me acuerdo, pero de todos modos, disculpen señoritas.
-Realmente te tomaste hasta el agua del florero anoche, además el que te apretó los brazos no fue el pesado del bombón de Mara, sino los que estaban acá afuera y solo le hablaron y sonrieron a Mara, solo a ella y tú te enojaste por eso y le pagaste-aclaraba Claudia a una asombrada Mariela.
-Ese fue entonces el que me apretó ¿le sonrieron a Mara?
-Si también le hablaron y hasta le dieron un pañuelo-agregaba burlonamente Claudia.
-Bueno, esta diciendo la próxima tomo solo agua y me quedo al lado de Mara y veo que es lo que me toca... ¿soñaste con el pelmazo?-decía Mariela riendo con Claudia.
-Si y parece que encuentran muy chistoso eso, además no es ningún pelmazo-comentaba viendo como sus compañeras se burlaban de ella agregando- además se veía como...
-Un pelmazo-interrumpían las mujeres al unísono a Mara, quien también ríe con ellas.
-Vez te hace falta salir más, para que así puedas ver a otro tipo de hombres, esos de traje y corbata, con cara de pesados solo te van a traer problemas-comentaba Claudia.
-Lo único rescatable era su auto, eso si es que era de ellos-reflexionaba Mariela, bostezando.
-Tu te vas a bañar primero para que té despejes-decía Claudia a Mariela.
-Si porque yo que hace mucho que no salgo, tome lo mismo que tú y la misma cantidad, fuiste tú la que peor quedo-repuso Mara divertida.
-Bombón-se escucho antes de que las mujeres comenzaran a reír.
-Y bueno no se me ocurrió nada mejor que eso... además del hecho que soy fanática por los chocolates y él estaba realmente para comérselo y el otro también- decía esta recordando las voces que había escuchado, permaneciendo en silencio.
-Vez así tienes que hablarle, te voy a comer o algo parecido, ya sabes para cuando lo vuelvas a ver-decía Mariela, siendo corroborada por Claudia.
-No creo que lo vuelva a ver fue solo anoche él debía de estar de paso, no era de acá-se lamentaba Mara.
-Entre anoche y hoy nos han pasado tantas cosas que no me extrañaría que los volvamos a ver, tanto al pesado de tu bombón, a los que estaban con él y hasta al amigo de Mariela-comento Claudia parándose y abriendo la ventana de la habitación, una ráfaga de aire fresco entro y luego de unos minutos la habitación se encontraba fresca y sus ocupantes, desde que Claudia abrió se hallaban quejándose del frío.
-Cierra esa ventana mañosa que hace frío-decía Mara.
-Si es temprano todavía y yo tengo sueño-gemía Mariela.
-No pienso cerrar nada, hasta que las señoritas se dignen a levantar, tampoco hace tanto frío, arriba flojas-alegaba Claudia viendo como las otras se tapaban con sus frazadas.
-Esta bien levantémonos, yo invito el desayuno-dijo Mara quien dio un salto y llego al suelo esperando la respuesta de las compañeras.
-Bueno si la cosa viene así, me levanto nomás-dijo Mariela.
-Báñate primero-dijo Claudia sentándose en su cama.
-Si, parece que anoche se me anduvo pasando la mano con el trago-reflexionaba Mariela.
-Un poco... casi te agarras al bombón de Mara y a todos los pesados que lo acompañaban-dijo Claudia divertida por la cara de Mara ante su cometario.
-No es ni pelmazo, ni pesado, solo mi bombón-dijo esta seriamente, a lo que las tres comenzaron a reír.
Mariela se marcho rumbo al baño, dejando a sus compañeras arreglando la habitación. Mara quien aun escuchaba las palabras de la noche anterior en su cabeza decidió no comentarlo con Claudia y mucho menos con Mariela.Esta, provenía de una familia de campesinos, siendo la menor de cinco hermanos, solo poseían el campo en donde todos trabajaban, es por ello que Mariela había salido a buscar nuevos horizontes, pero solo llego hasta el puerto ya que en su marcha, se topo con un marino, que al poco tiempo la dejo sola, llorando y en el puerto. Cuando tenía 19 años entro a trabajar en la planta, conociendo allí a Claudia quien se transformaría en madre, amiga y confidente. Por ello quizás, solo viajaba a la casa de sus padres de vez en cuando, ahorraba la mitad de su sueldo y malgastaba el resto, no sabía por que ahorraba pero lo hacía, ya que no tenía planes. Al igual que Claudia siempre defendió a Mara, de las demás trabajadoras.La relación de ellas, era buena, ya que Mara no solo evitab
Las tres llegaron al café, entre risas y comentarios por la noticia de la empresa entran, allí notan que no eran las únicas con dudas y lo peor de todo es que todas las señales indican que efectivamente es la planta en donde ellas trabajan la que vendió.El desayuno transcurrió rápido, ya que las tres salen con rumbo a la planta, al pasar nuevamente junto a la camioneta, notan que los vidrios están levantados y que comienzan a bajar, quedando abajo para cuando ellas pasaron al lado, a los que ellas apresuraron sus pasos, no sin antes verles nuevamente el rostro y la mirada clavada en Mara, quien se había retrasado adrede. Esta pudo verificar que efectivamente la miraban solo a ella, por lo que se atrevió a sonreírles y decirles:-Buen día...-Buenos días-dijeron al unísono los hombres, agregando-¿Todo esta bien?-Mas o menos-respondía esta pensando en la planta vendida.-Todo estará bien, no hay de que preocuparse-dijo el que estaba al volante sonriendo-este usted tranquila.Mara esta
Mara desde que había entrado en la empresa sintió como si estuviese siendo observada y los nervios se apoderaron de ella.El playón en donde se encontraban concentrados todos los trabajadores, era el estacionamiento del personal de la empresa ubicándose entre los edificios ya mencionados. Por lo que desde el tercer piso también se veía dicho estacionamiento. Estando casi la totalidad del personal de la empresa.-Guau... parece que hoy tenemos asistencia perfecta-susurro Claudia a sus compañeras, quienes también estaban asombradas por la cantidad de gente.-Eso veo... no falta nadie-corroboraba Mariela saludando a unas mujeres.-Somos muchas... no pensaba que éramos tantas-decía Mara.-Parece que si son malas noticias, sino no habría tanto misterio-agregaba Claudia un tanto preocupada.-O tal vez no... Ojala que todo termine rápido y nos digan que es lo que esta pasando-decía Mara sintiendo un escalofrío y con ello el miedo de que vuelva a escuchar aquellas voces.Pasaron varios minut
El turno finalizo a las 22:15 horas, por lo que las mujeres tomaron el transporte del personal para regresar a la pensión, el recorrido del transporte las dejaba frente al púb en donde la mayoría de los trabajadores estarían para ponerse de acuerdo junto con los sindicatos de la empresa, sobre que medidas tomarían ante cualquier caso de despidos masivos o cese de actividades.Mara, solo tenía cabeza para pensar en las extrañas cosas que le estaban sucediendo, primero eran las voces en su cabeza de hombres, luego lo ocurrido a la empresa en donde trabajaba sin dejar de lado los raros hombres de la camioneta que la seguían por todas partes, bueno algo positivo era que había visto a su bombón y al otro hombre atractivo que estaba con este. Y que ninguno de los extraños personajes ha sido maleducado o desagradable con ella.Hasta llego a pensar que tal vez ellos serían parte del nuevo consorcio que compro la empresa, pero eso sería demasiado extraño, además que hacían en un púb de mala m
-Mara espera... -era la voz de un hombre que se escucho en la habitación, fuerte y claro, tanto que la mujer se enreda en él escalón y pierde el equilibrio, cayendo al suelo, pero antes se golpea la cabeza con la mesita de luz, el golpe fue seco que la dejó en el suelo semi-inconsciente.-Ha... Esto solo me pasa a mí... que suerte la mía... es el colmo... hay como duele-expresaba incapaz de moverse por sí misma. Ella solo podía sentir un fuerte dolor en su pie derecho, además de que empezaba a tener sueño y se queda dormida, entre sueños ve a un hombre que estaba a su lado y la toma entre sus brazos fuertemente, para luego sentir un dolor tan agudo que parecía raro que fuera del mismo sueño. Lo último que vio fue a aquel hombre que la miraba tiernamente, su aroma era tan agradable, que Mara no se resistió cuando el la tomo entre sus brazos, ella sabía que lo había visto antes pero no recordaba en donde, estaba a punto de cerrar los ojos cuando este le dice:-Debes tener cuidado, esta
Al llegar a la habitación notan que la ventana estaba abierta y la luz encendida, Mara estaba en su cama durmiendo, pero tenía el pie derecho encima de un almohadón, lo demás estaba en orden.-¿Que le habrá pasado? ¿Mira como tiene el pie?-pregunto Claudia cerrando la ventana.-Anda a saber, pero se ve que esta feliz mira su cara de tonta con la que duerme.-Mariela ¿qué piensas de lo que te conté?-pregunto Claudia.-Creo que si es para preocuparse, podría ser el ex de Mara, ella dijo que el también trabaja en el puerto y tal vez la este buscando, tal vez esos tipos trabajen para él o los hallan mandado la familia de Mara, tampoco me gustan se ven malos. Pero que podemos hacer si son ellos. Nosotras solo somos dos contra todos ellos y no creo que tengan buenas intenciones Claudia.-No son buena gente-comentaba Claudia-en eso estamos de acuerdo. Deberiamos estar mas pendientes de Mara y definitivamente no dejarla sola, asi no la toman desprevenida, que opinas?-Si, creo que es lo mejor
-Pero sí te caíste anoche, mira como tienes el tobillo y tu pie esta hinchado-dijo Mariela mirando asombrada a Mara.-Guau, no pensé que era para tanto-comenta Claudia.-Ya les dije, me caía cuando creí haber escuchado algo, resbale y ¡Paf!... me caí-pero en su interior recordaba que había escuchado claramente su nombre, también recordaba algo acerca de alguien en la habitación anoche, estaba todo como por pinceladas y ella recordaba vagamente todo lo ocurrido, recordaba un rostro pero estaba nítida en su mente el aroma de aquel hombre... todo era como una película, aquel hombre subiéndola a la cama y luego tapándola la había besado tal vez todo se le mezclo con el sueño, pero se sentía tan verdadero que no dudo que aquel hombre existiera de verdad.-Verdaderamente que tienes el pie hinchado ¿te duele mucho?-preguntó Claudia inclinada viéndolo.-No deberías ir a trabajar hoy-comentó Mariela.-Si, deberías quedarte en la cama, total sería la primera vez que lo hagas y no creo que el su
Después de esto las tres fueron a desayunar para luego regresar a la habitación, en donde tomarían sus abrigos y marcharían a la empresa. Mara a cada paso se le dificultaba el siguiente, caminando cada vez con más dificultad y con una cara de sufrimiento que provocaba las risas de sus compañeras.En su interior una duda crecía, todo cuanto había ocurrido estos días, era extraño, mas aun las voces en su cabeza perturbándola más y más.Y sus encontrones con aquellos hombres, que siempre la hablaban cordialmente, dejó completamente de lado el hecho que podría ser Julio, solo circulaba en su cabeza la idea de que había algo mas, más grande y poderoso que la estuviese esperando, por lo que su preocupación aumentaba, ya que ese era un notorio signo de locura, estaba segura de ello... la encerrarían.Era día martes, el sábado serían las actividades de la empresa, las cuales no habían sido suspendidas, ya que se suponía que allí se conocerían a los nuevos dueños o por lo menos a una parte ya