Al llegar al hospital y tras esperar unos momentos, en los cuales, los ánimos de Ammos se encolerizaron, hicieron la entrega del equipamiento y notificaron, el termino de la deuda que tenían. Mara les informo que ella continuaría ayudándolos, pero que ellos solo tendrían contacto con sus abogados, ante la sorpresa de los representantes del hospital Ammos agrego de manera despectiva, tan natural en el: -No pensarán que mi esposa, vendrá aquí-sus palabras denotaron todo el despreció que él sentía por ellos. -No somos peligrosos para... -trato de decir la doctora Debb. -Ah... me parecía extraño no escuchar sus necedades doctora-dijo Williams. -Lo que a mí me extraña, es que usted este aquí junto a su ex esposa, con su actual marido-respondió esta. -Vaya doctora, es evidente que mi presencia la excita, pero sepa usted que amo a otra mujer, muy bella, la cual me corresponde. Usted no tiene posibilidades conmigo, trate de no hacerse ilusiones y por lo demás usted doctora, no es de mi
Es increíble lo que puede cambiar la vida de una persona, solo en cuestión de unos instantes, tal vez todo ya este determinado a ocurrir, o solo pase. Se supone que las primeras señales de que algo acecha nuestra rutina y vida misma, se presentan en forma casual y sencilla, por lo que el afectado no alcanza a descifrar tales señales, solo hasta cuando estamos hasta el cuello, recién nos percatamos de que siempre estuvo ahí, latente esperando el momento justo, pero para ese entonces todo, todo ha comenzado ya.Había llovido durante todo el día parecía que nunca terminaría, la gente iba y venía, como si nada le importara, en aquella zona era normal tanta cantidad de lluvia y por ende se debía de acostumbrar a ella.Y allí se encontraba Mara, atrapada en su triste y miserable vida, ella siempre había soñado con casarse y vivir feliz, cual cuento de hadas, pero eso no era lo que hasta ese entonces le había deparado el destino.Había tenido una crianza normal, con los típicos altibajos de
El trayecto hacia el Púb fue tranquilo, cuando por fin llegaron, las mujeres notaron que fuera de este se hallaba estacionado un vehículo importado, de vidrios negros y con patente extranjera, lo que las lleno de preguntas.Estaban asombradas, no entendían que como era posible que alguien que maneja ese vehículo, se encontrase fuera del púb y más aun, en aquel sector que en su mayoría era transitado por los trabajadores del puerto.Después de unos minutos entraron. El púb no era gran cosa, constaba de un mesón central que hacía de barra, con nueve bancas en su entorno, detrás de esta se ubicaba un espejo que cubría gran parte de la pared, el cual quedaba semi-cubierto, por una serie de botellas, de diversos contenidos en su interior.En el salón, se hallaban distribuidas desordenadamente, un total de siete mesas.-Lo primero es lo primero-dice Claudia y mirando al mozo ordenó-tráenos tres cervezas, que esta noche estamos de celebración.-Yo pago la segunda ronda-comento Mariela mirand
Toma una bocanada de aire y luego un buen sorbo de cerveza, aunque era imposible, Mara sentía como si la estuvieran escuchando, pero no sus compañeras sino....... es una locura pensó finalmente.-Si la cerveza te hace hablar por su efecto “diabético” bueno... halla tu, pero sigue “echándole”-comentó Mariela no pudiendo mas de curiosidad, la espera la estaba volviendo loca y junto con la expresión en su rostro hacia de ella una imagen divertida, tanto que sus compañeras no podían dejar pasar la ocasión para burlarse de esta, la cual y debido a su temperamento les seguía la corriente.-Bueno-dijo Mara con su rostro sombrío-creo que todo comenzó cuando yo estaba estudiando en la universidad, como hace tres años aproximadamente, cursaba el quinto año de biología marina cuando lo conocí, su nombre es Julio y él estaba en la misma carrera que yo, solo que había egresado y estaba haciendo su tesis.El comienzo de nuestra relación fue como en los cuentos de hadas-en ese instante a Mara se le
-Verdad solo pase rápido, no me gusta mirar a nadie tan fijamente como tu-le decía Mara mientras se reía por su comentario.-Pero tu mujer no miras a nadie, estoy segura que las miradas fueron para ti, fueron demasiado evidentes y no es que sea yo una mirona, no-riendo Claudia, continuaba con las ironías hacia Mara quien también reía por el tema.-¿Serán solteros? sino no importaría mucho ¿saben?-decía Mariela mientras los miraba y con su vaso de cerveza en bebía lentamente.-¡Que loca!-reprendía Mara-como puedes decir eso Mariela y si es que son pareja o psicópatas, lo has pensado acaso o talvez sean unos degenerados buscando una nueva victima, solo Dios sabe por que estarán por estos lados, es obvio que no pertenecen al ambiente.-Igual no me importa, total con el auto que tiene me sacrificaría con gusto, de paso ”probaría otro corte de carne” de más calidad-comentó seriamente Mariela agregando-y saldría en el diario en la televisión.-Déjala Mara si esta no tiene remedio, creo que
Claudia provenía de una familia de pescadores artesanales, estaba casada con uno, por ende, se veían de vez en cuando, tenían tres hijos y aún vivían con los padres de ella, ya que estaban ahorrando para poder lograr tener su casa propia. Sus hijos estaban en el internado de la escuela del sector, su vida siempre había sido difícil, especialmente por venir de un nivel social bajo, tal vez halla sido por ello, que cuando vio llegar a Mara, esa tarde a la planta pensó que no aguantaría mucho, tal vez sea por ello que cuando escuchaba a las demás intrigar en contra de Mara, ella salía en su defensa, alegando que cuando quisiera hablar, hablaría, tal vez sea por ello que cada vez que la veía sentarse por horas frente al ventanal de la pensión, nada le preguntaba, solo la dejaba tranquila y sola, si tan solo ella hubiese sabido algo sobre el calvario de Mara hubiese tratado de acercársele y ayudado a hacerle mas llevadera la vida que llevaba. Claudia llevaba trabajando tres años en la empr
De manera instantánea Mara despierta, encontrándose frente a los dos hombres los cuales estaban mirándola fijamente, por su cuerpo un escalofrió la dominaba haciendo que se tambaleara ya que sus piernas estaban temblando y sin pensarlo se aferró a la mesa instintivamente. En ese instante cruza miradas con uno de ellos, era un hombre joven de aspecto extremadamente pulcro, con una mirada penetrante, la cual no se despegaba de ella y al cual no podía dejar de ver, en ese instante pensó:-Para sé un degenerado, estas bastante bueno, si hasta te pareces un bombón-de pronto una sonrisa le adorno su pálido rostro, la cual se esfumo cuando nota que el bombón también le sonreía y extendió su mano, tratando de tocar la de ella que aún ser hallaba aferrada a la mesa, tal vez fue la sonrisa o la acción del bombón, de tocarla, que Mara se asustó y despertó frente a los hombres y un terror la invadió tanto que retrocedió y se marcho rápidamente a la mesa junto a sus compañeras, las cuales ya estab
La nueva ronda llega y algo había cambiado en Mara, ya no sentía tanto miedo y el hecho de haber contado su triste historia la colocaba de buen humor. Durante lo que restaba de la nueva ronda, las risas continuaron en especial por las miradas que Mara había recibido y por el comentario del bombón. Alrededor de las 2:45 Claudia ordena tajantemente:-Ahora si que nos vamos o mañana pasamos de largo.-Yo apoyo el comentario-decía Mara tomándose él ultimo sorbo y solicitando la cuenta, tanto la sensación de ser observada como los escalofríos no cesaban solo que ahora experimentaba algo diferente y no podía describirlo con claridad. La melodía no había cesado en toda la velada, solo en su cabeza.-¡La cuenta!-gritó Mariela siendo sostenida y callada por Claudia quien le recrimina:-Cállate y tu Mara me ayudas a sacarla hasta afuera, el aire fresco la calmara.-Esta bien, a las tres nos calmara.Una vez que pagaron, Mara se levanta de su asiento, para colocarse su abrigo, pudiendo notar, qu