De manera instantánea Mara despierta, encontrándose frente a los dos hombres los cuales estaban mirándola fijamente, por su cuerpo un escalofrió la dominaba haciendo que se tambaleara ya que sus piernas estaban temblando y sin pensarlo se aferró a la mesa instintivamente. En ese instante cruza miradas con uno de ellos, era un hombre joven de aspecto extremadamente pulcro, con una mirada penetrante, la cual no se despegaba de ella y al cual no podía dejar de ver, en ese instante pensó:
-Para sé un degenerado, estas bastante bueno, si hasta te pareces un bombón-de pronto una sonrisa le adorno su pálido rostro, la cual se esfumo cuando nota que el bombón también le sonreía y extendió su mano, tratando de tocar la de ella que aún ser hallaba aferrada a la mesa, tal vez fue la sonrisa o la acción del bombón, de tocarla, que Mara se asustó y despertó frente a los hombres y un terror la invadió tanto que retrocedió y se marcho rápidamente a la mesa junto a sus compañeras, las cuales ya estaban de pie y mirándola, a medida se acercaba, Mara noto la cara de Claudia y antes de que pudiera decir algo, un escalofrió la hizo temblar.
Toma asiento y detrás de ella sus compañeras.
-Parece que me voy a resfriar-dijo Mara a sus silenciosas compañeras.
Mariela quien ya había solicitado una nueva ronda, preguntó a Mara:
-¿Estas bien?, parece que hubieses visto a un muerto.
-Si estoy bien-respondió está- pero porque mejor no nos vamos de aquí, es tarde ya.
-No-dijeron sus compañeras al unísono.
-¿Que fue lo que estabas haciendo en aquella mesa? acaso estas mas borracha que Mariela-comentó Claudia, tratando de averiguar por que el rostro de pánico de Mara.
Mara comienza a contarle lo sucedido a Claudia, la cual escucha y solo hasta que llegan las cervezas habla. Mientras el mozo dejaba las cervezas y se llevaba las copas vacías, se percata de la existencia de los otros hombres que estaban en la barra, los cuales las miraban, paradójicamente tenían la misma mirada que el bombón.
-Salud... -levantaron una vez más sus copas y brindaron una vez más.
-Para que hombres lindos vengan a mí y se me sometan-exclamaba Mariela.
-Esta definitivamente no tiene arreglo... loca-comentaba Claudia mirando a Mara y a los extraños personajes.
-Yo creo que tomo mucho por una noche-agregaba esta.
-Y cuando no-decía claudia y de manera abrupta pregunta-¿Pero... y sin desconfiar de ti? ¿Estas segura que te hablo? ¿Lo escuchaste bien?, te digo que yo solo vi que te miraban, los dos, pero no que te hablo.
También te cuento que desde aquí yo pude darme cuenta que solo a ti te miraban, tanto los de la mesa como los de la barra.
-Si los de la barra me estaban mirando-reconoció Mara-y los de la mesa, bueno, hablarme directamente no, yo solo lo escuche... dentro de mi cabeza.... ¿entiendes?, es como si una persona te hablase y no lo hace con sonidos fue una voz linda, pero una voz en mi cabeza y estoy segura de que fue él-señalando a la mesa del otro extremo, no podía entender lo que le ocurría, aún estaba temblando.
-Realmente no entiendo como alguien puede hablarte sin... hablarte, es..., solo las voces que escuchaste es lo que me preocupa, a parte de que estabas frente a ellos y cuando nosotras te llamamos no nos hiciste caso.
-¿Cómo, me llamaron?...yo no las escuche-dijo asustada y con sus puños apretados Mara.
-Si te llamamos cuando vi que estabas en su mesa y que ellos te estaban mirando, pero desde aquí no supe distinguir si es que estaban hablando contigo. Tal vez sea que de verás estas loca... o que tomaste mucha cerveza, aunque no tanto como Mariela-dijo Claudia riendo.
-No tanto-respondía esta.
-Bueno Mara si tu lo dices y aunque suene raro... será-comento Claudia un tanto preocupada por la cara de Mara.
-No estoy loca, debe ser la cerveza que me trastorna la cabeza, hum... les cuento que son bastante atractivos y lindos, tienen algo diferente-recordó Mara acaparando la atención de sus compañeras.
-Tienen plata y un buen perfume-ratifico Mariela.
Las tres mujeres rompieron nuevamente el silencio del lugar y haciendo un brindis por ello Mara agrego;
-Sea como sea, están bastantes buenos, aunque solo pude ver bien a uno, un verdadero ¡¡bombonazo!!
-No le habrás dicho bombón-sugirió Claudia.
-Bueno a decir verdad, lo pensé, que era un bombón.
-¿Bombón?... ¿No se te ocurrió nada mejor que eso?-expresaba burlándose de ella Mariela junto con Claudia.
-No... Pero no se lo dije solo lo pensé al verlo ¿me entienden?-pregunto nerviosa Mara.
-No... Pero si creo que has tomado demasiado esta noche-contesto Claudia.
-¿Es atractivo de verás?-preguntó Mariela.
-Si, están buenos-respondía esta.
-Mejor cambiemos este tema, este ya me esta aburriendo, mejor porque Mara nos cuenta como te sientes ahora que nos contaste tu historia-comentaba Claudia mirando a Mariela quien estaba absorta en su cerveza.
-Mucho mejor, en verdad me hacia falta sacarme todo este peso de encima... de mis espaldas-agrego sinceramente Mara.
-Y por que mejor no se lo pediste a tu bombón... que te lo sacara y de paso le pedías que te sacara a dar una vuelta en su lindo auto-repuso Mariela provocando risas nuevamente y con ello las burlas hacia Mara por el bombón. Las mujeres reían desinhibidamente sin preocuparse por las miradas que esa noche estaban dirigidas a su mesa, tan solo Mara no podía evitar pensar que aquella voz no era producto de las cervezas y de no ser así entonces de que eran........
-Mujeres, creo como son las 1:55 de la mañana o noche como ustedes quieran, tenemos que volver a la pensión, por lo menos después de esta ronda, claro esta-unos segundos después Claudia era aplaudida por sus compañeras.
La nueva ronda llega y algo había cambiado en Mara, ya no sentía tanto miedo y el hecho de haber contado su triste historia la colocaba de buen humor. Durante lo que restaba de la nueva ronda, las risas continuaron en especial por las miradas que Mara había recibido y por el comentario del bombón. Alrededor de las 2:45 Claudia ordena tajantemente:-Ahora si que nos vamos o mañana pasamos de largo.-Yo apoyo el comentario-decía Mara tomándose él ultimo sorbo y solicitando la cuenta, tanto la sensación de ser observada como los escalofríos no cesaban solo que ahora experimentaba algo diferente y no podía describirlo con claridad. La melodía no había cesado en toda la velada, solo en su cabeza.-¡La cuenta!-gritó Mariela siendo sostenida y callada por Claudia quien le recrimina:-Cállate y tu Mara me ayudas a sacarla hasta afuera, el aire fresco la calmara.-Esta bien, a las tres nos calmara.Una vez que pagaron, Mara se levanta de su asiento, para colocarse su abrigo, pudiendo notar, qu
Fue así como las mujeres con paso lento, pero decidido llegaron a cada vez más cerca de la pensión, descubriendo que el que se hallaba hablando por teléfono, corta su comunicación y se queda frente a ellas mirándolas. Su mirada no solo era penetrante sino que también intimidante, lo que a Mara le recordó su anterior incidente con los bombones. Tanto Mara como Claudia y sin saber porque intentaron ser cordiales. -Buenas noches-dijo Mara, mientras veía a Mariela que estaba a punto de irse encima de ellos, por lo que la sujeto con mas fuerza aun. -Buenas noches-dijo mas alto y con voz mas firme Claudia a los hombres, que no solo se mantenían firmes sino también callados, mirándolas fijamente de tal forma que daba miedo. En ese momento Mara se da vuelta y nota que desde la esquina, en donde se encontraba el púb, salían hombres con abrigos largos, reuniéndose con los de la barra y permaneciendo juntos por unos minutos cerca de los autos, para luego girar sus cabezas en la dirección que
La pensión era una casa grande, constaba de 15 habitaciones, con un baño en cada piso. Por lo general eran todas trabajadoras de la planta, salvo una que otra supervisora. El comedor era grande y tenía unos ventanales que daban a la calle. La habitación de Mara era la número 7, de 4 de frente por 3 de fondo, tenía una ventana que daba a un pasillo que rodeaba la casa. En la habitación había una litera y una pequeña cama, en la cual dormía Claudia, en la parte de abajo de la litera era ocupada por Mariela y Mara dormía arriba de esta.Solo tenían un closet que estaba dividido en tres partes iguales, aunque Mariela ocupaba además una parte de Mara, ya que esta no tenía mucho que guardar. Aparte de esto, había un reloj y una pequeña radio a pilas, que era de Claudia.Una vez dentro de la habitación comenzaron a hablar de lo ocurrido.-¿Quiénes serian esos tipos?... ¿Y tú, porque te ibas para el auto ese, los conoces acaso?-preguntaba Claudia un tanto preocupada por la cara de esta.-No s
Durante la madrugada, el movimiento del puerto de incremente de manera significativa, el sol comienza asomarse lentamente, pero a paso firme por las laderas que bordean al puerto. Es así como comienza el desfile de trabajadores, a cumplir con sus turnos, cruzándose con los que vienen de regreso de los mismos.Es día lunes y a medida que el sol sigue avanzando va agitando a las gaviotas, las cuales en su trinar dan la bienvenida al nuevo día, comenzando a buscar su alimento.Los diferentes vehículos comienzan a circular con más fluidez, ya sean los que van para las diferentes plantas, como así también los de uso personal, con todo aquel bullicio el puerto, va despertando a quienes se han quedado rezagados. El aroma del puerto, es una mezcla del humo de las chimeneas, de los diferentes vehículos, el de las diferentes empresas del sector, junto con el aroma del mar.En la pensión, ya se habían ido todas aquellas que les tocaba trabajar de mañana, la pensión a pesar del gran número de muj
Mariela se marcho rumbo al baño, dejando a sus compañeras arreglando la habitación. Mara quien aun escuchaba las palabras de la noche anterior en su cabeza decidió no comentarlo con Claudia y mucho menos con Mariela.Esta, provenía de una familia de campesinos, siendo la menor de cinco hermanos, solo poseían el campo en donde todos trabajaban, es por ello que Mariela había salido a buscar nuevos horizontes, pero solo llego hasta el puerto ya que en su marcha, se topo con un marino, que al poco tiempo la dejo sola, llorando y en el puerto. Cuando tenía 19 años entro a trabajar en la planta, conociendo allí a Claudia quien se transformaría en madre, amiga y confidente. Por ello quizás, solo viajaba a la casa de sus padres de vez en cuando, ahorraba la mitad de su sueldo y malgastaba el resto, no sabía por que ahorraba pero lo hacía, ya que no tenía planes. Al igual que Claudia siempre defendió a Mara, de las demás trabajadoras.La relación de ellas, era buena, ya que Mara no solo evitab
Las tres llegaron al café, entre risas y comentarios por la noticia de la empresa entran, allí notan que no eran las únicas con dudas y lo peor de todo es que todas las señales indican que efectivamente es la planta en donde ellas trabajan la que vendió.El desayuno transcurrió rápido, ya que las tres salen con rumbo a la planta, al pasar nuevamente junto a la camioneta, notan que los vidrios están levantados y que comienzan a bajar, quedando abajo para cuando ellas pasaron al lado, a los que ellas apresuraron sus pasos, no sin antes verles nuevamente el rostro y la mirada clavada en Mara, quien se había retrasado adrede. Esta pudo verificar que efectivamente la miraban solo a ella, por lo que se atrevió a sonreírles y decirles:-Buen día...-Buenos días-dijeron al unísono los hombres, agregando-¿Todo esta bien?-Mas o menos-respondía esta pensando en la planta vendida.-Todo estará bien, no hay de que preocuparse-dijo el que estaba al volante sonriendo-este usted tranquila.Mara esta
Mara desde que había entrado en la empresa sintió como si estuviese siendo observada y los nervios se apoderaron de ella.El playón en donde se encontraban concentrados todos los trabajadores, era el estacionamiento del personal de la empresa ubicándose entre los edificios ya mencionados. Por lo que desde el tercer piso también se veía dicho estacionamiento. Estando casi la totalidad del personal de la empresa.-Guau... parece que hoy tenemos asistencia perfecta-susurro Claudia a sus compañeras, quienes también estaban asombradas por la cantidad de gente.-Eso veo... no falta nadie-corroboraba Mariela saludando a unas mujeres.-Somos muchas... no pensaba que éramos tantas-decía Mara.-Parece que si son malas noticias, sino no habría tanto misterio-agregaba Claudia un tanto preocupada.-O tal vez no... Ojala que todo termine rápido y nos digan que es lo que esta pasando-decía Mara sintiendo un escalofrío y con ello el miedo de que vuelva a escuchar aquellas voces.Pasaron varios minut
El turno finalizo a las 22:15 horas, por lo que las mujeres tomaron el transporte del personal para regresar a la pensión, el recorrido del transporte las dejaba frente al púb en donde la mayoría de los trabajadores estarían para ponerse de acuerdo junto con los sindicatos de la empresa, sobre que medidas tomarían ante cualquier caso de despidos masivos o cese de actividades.Mara, solo tenía cabeza para pensar en las extrañas cosas que le estaban sucediendo, primero eran las voces en su cabeza de hombres, luego lo ocurrido a la empresa en donde trabajaba sin dejar de lado los raros hombres de la camioneta que la seguían por todas partes, bueno algo positivo era que había visto a su bombón y al otro hombre atractivo que estaba con este. Y que ninguno de los extraños personajes ha sido maleducado o desagradable con ella.Hasta llego a pensar que tal vez ellos serían parte del nuevo consorcio que compro la empresa, pero eso sería demasiado extraño, además que hacían en un púb de mala m