Capitulo 11

Mariela se marcho rumbo al baño, dejando a sus compañeras arreglando la habitación. Mara quien aun escuchaba las palabras de la noche anterior en su cabeza decidió no comentarlo con Claudia y mucho menos con Mariela.

Esta, provenía de una familia de campesinos, siendo la menor de cinco hermanos, solo poseían el campo en donde todos trabajaban, es por ello que Mariela había salido a buscar nuevos horizontes, pero solo llego hasta el puerto ya que en su marcha, se topo con un marino, que al poco tiempo la dejo sola, llorando y en el puerto. Cuando tenía 19 años entro a trabajar en la planta, conociendo allí a Claudia quien se transformaría en madre, amiga y confidente. Por ello quizás, solo viajaba a la casa de sus padres de vez en cuando, ahorraba la mitad de su sueldo y malgastaba el resto, no sabía por que ahorraba pero lo hacía, ya que no tenía planes. Al igual que Claudia siempre defendió a Mara, de las demás trabajadoras.

La relación de ellas, era buena, ya que Mara no solo evitaba meterse en su vida y cada vez que le solicitaba algo esta accedía amablemente su interior la admiraba ya que Mara nunca hablaba de más como ella, sabía que decir, como y cuando, sin recurrir a tantas palabras como ella.

Después de la noche anterior su admiración se había convertido en un poco mas de cariño, ella comprendía por lo que Mara había pasado ella también habría sufrido, donde una solo quiere enterrarse profundo y desaparecer para siempre. Cuando hubo regresado del baño se le acerco y abrasándola reitero sus disculpas.

-Espero que no pienses que te quise lastimar anoche, perdóname Mara, por otra parte te juro que lo escuche anoche, menos lo del bombón, se queda guardado y si en algo te puedo ayudar cuenta conmigo.

-Conmigo también puedes contar y lo sabes mujer-agregaba Claudia.

-Lo sé... además anoche y a pesar de los golpes la pase bastante bien.

-Si conociste al pelmazo de tu bombón y a sus archí pesados compañeros-dijo en tono burlesco Mariela.

Luego de arreglarse, comienzan a alistarse para ir al trabajo, no sin antes ir a desayunar primero, las tres se preguntaban que habría ocasionado la venta de las acciones, todo había sido muy rápido y como siempre las ultimas en enterarse eran ellas, las trabajadoras.

Claudia antes de salir cierra la ventana y revisa que todo este en orden, para luego salir de la habitación junto a sus compañeras, al salir de la pensión, Mara revisa sus bolsillos y nota que no tenía sus llaves, pensando que tal vez quedaron en el pantalón, pero no se preocupo mucho ya quien regresaría con sus compañeras que si tenían sus llaves y sin mas salió hacia la calle.

El lugar que habían elegido para desayunar se ubicaba a una cuadra de la pensión, por la vereda de enfrente, por lo general estaba ocupado por los trabajadores de la planta.

La charla continuaba, centrándose en el miedo que tenían si fuese la planta donde trabajaban la que cambiaria de dueños, empezarían los despidos, los recortes de sueldos, las tres al igual que muchas otras personas lo sabían por lo que la preocupación era justa.

Justo al cerrar el portón y girar hacia la calle, notan con preocupación, que estaba la 4x4, estacionada en la vereda opuesta, por donde debían pasar.

-Ahora si mujeres, es de día y tenemos bastante luz, los podremos ver con más detalle que anoche... pero si son tus amigos Mariela-comentó Claudia.

-Yo no quiero ni mirarlos-repuso esta.

-Estos son los que no te quisieron dar las buenas noches Claudia-comentaba Mara quien caminaba tranquila y lentamente para así poder verlos mejor.

-Los mismos son-respondía Claudia con cierta curiosidad.

-Si son ellos, los mismos amigos del pelmazo-reponía Mariela.

-¿Y tu como te acuerdas?-pregunto riendo Mara.

-Hum... si, tal vez ande tu bombón-dijo Mariela riendo.

La camioneta no tenía patente ni nada que la identificara, era de color negra, era nueva y con el motor apagado. Estaba ocupada por hombres jóvenes, de piel blanca y de cabello muy corto, uno de ellos llevaba puesto unos lentes oscuros, este estaba al volante y hablando por celular.

Las mujeres notaron que cuando se acercaron, ellos bajaron los vidrios, como si quisieran ser vistos, el que estaba al volante era quien le moreteó los brazos a Mariela y su compañero el que ayudo a Mara.

Solo podían ver que vestían de negro, lo que resaltaba la apariencia de ser extranjeros y que las miraban desinhibidamente.

Al empezar a aproximarse a la camioneta, Mara quien iba a pasar mas cerca de ellos, se quedo asombrada al ver que ambos la miraban y esbozaban una sonrisa, pudiendo notar el blanco de sus dientes y su aspecto de pulcritud total, ambos la miraban a ella, estaba segura de eso. Aunque uno continuaba hablando por celular le hace un gesto con la mano a Mara, quien se dirige hacia ellos, sonriendo y sin temor ya que algo dentro de ella le decía que nada malo le pasaría con ellos, de pronto es tirada por sus compañeras que prácticamente la llevan a la rastra.

-¿Pero para que me tironean tanto?

-¿Acaso no te diste cuenta de como te miraban y sonreían? y ¿Por qué ibas hacia ellos? ¿Te has dado cuenta que esa camioneta no tiene patente? la apariencia de esos tipos no es muy buena, me dan mala espina. Esa mirada que tienen, no me gusta nada-decía Claudia.

-Si tienen una mirada como de rabia o como si nos odiaran,  se ven malos y lo peor de todo es que solo te miraron a ti y solo a ti te sonríen.

-Exacto también hay que saber por que están afuera de la pensión, son raros y a mí me dan miedo, que les puedo decir-decía Claudia mirando hacia atrás, en donde estaba aun estacionada la camioneta, para luego agregar-¿Ves Mariela? Con ellos tú querías irte anoche.

-Si anoche estabas más que interesada en agarrarte a uno de ellos-agregaba Mara, pensando en todo lo extraño de la situación.

-Esta bien me disculpo de nuevo... pero igual están lindos los tontos, no me lo pueden negar-decía mientras escuchaba las quejas de sus compañeras.

-Son lindos, pero quizás que más serán también-comentaba Mara.

-Tienes razón, son lindos los tontos de Mara, pero igual me dan miedo-decía Claudia.

-Y dale con lo mismo.

-Solo a ti te miran Mara-dijo tajante Claudia.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo