Miro agradecida a mi amiga Shelly, era la primera persona a la que había conocido al mudarme a Nueva York, y desde entonces éramos inseparables, aunque no podíamos vernos todo el tiempo, ya que mi trabajo solía ser a tiempo completo y además de los mensajes texto, las visitas eran esporádicas.
—Te adoro, de verdad — le digo mientras pongo la última caja en su habitación de invitados, hace una semana había renunciado a mi empleo, pero por desgracia, eso significaba renunciar a un penthouse de lujo en la Black Tower, pero valía la pena, el último mes había sufrido seriamente el acoso del hijo mayor de mi jefe. Dimitri Black era un niño con serios problemas, incluso si sus padres se negaban a verlo, y no solo el mayor, su melliza, Lyz era una completa perra, el siguiente, Steve, un enclenque engreído que conseguiría sacar de quicio a un santo, tengo veintidós, pero esos tres me sacaban canas, literalmente, y eso que no contaba a los otros dos.
- Lo sé cielo, pero ya sabes que no puedes estar por mucho tiempo - me recordó, lo que hizo sentir ligeramente culpable, ella estaba embarazada, aun de un par de meses, pero los suficientes como para que lo dijera. Aunque claro, Shelly siempre decía lo que tenía en la cabeza.
De verdad, te prometo que solo serán un par de meses - dije, ella era enfermera en el hospital local y su marido de hace tres años, Stuart, abogado corporativo, su casa era amplia, pero incluso cuando yo era niñera de los niños ricos, ellos se negaban a dejarme en la casa, ¿La razón? Stuart simplemente contestó: "Quiero que sigamos teniendo sexo en cualquier lado sin tener que preocuparme de que ella nos vea".
- Te creo cielo - dice con una sonrisa antes de salir de la habitación, había tomado el empleo con los Black gracias a mi hermana Hannah (Que era amiga íntima de la pareja), hasta hace dos meses había terminado mi carrera y por fin obtuve mi MBA, por desgracia, el Señor Black no me había admitido como la nueva practicante de CEO.
Así que Balck Industries había salido de mi lista de posibles admisiones, como recién graduada sin experiencia, tal vez conseguiría un empleo de asistente o secretaria, y con algo de suerte, tardaría un par de años en ascender...espero y la vida no sea tan mala conmigo.
No desempaco realmente, solo un par de vestidos por si acaso, ropa para trabajar que consistían en elegantes faldas de tubo hasta la rodilla e incluso algunas a media pierna, camisas elegantes y un par de blusas, los únicos tacones que encontré eran los de pedrería que había utilizado cuando acompañé a los Black a una entrega de premios con los Vince. Uno de los beneficios de trabajar para uno de los hombres más sexys de Estados Unidos es poder asistir a eventos de alcurnia, había conseguido un par de buenos contactos.
Me pasé el primer mes en un constante ir y venir de entrevistas de trabajo, y agencias inmobiliarias, necesitaba un departamento, con los Black gané suficiente dinero para darme una buena vida, ya que el trabajo en sí, me daba todas las comodidades que podría necesitar, aunque los ricos siempre me parecieron excesivos.
Luego de que me rechazaran por una rubia de largas piernas dispuesta a follarse a su jefe en mi tercera entrevista del día, agradecí la llamada de Daemon Black, el hombre era un tipo genial, para tener treinta y seis años y tener hijos como los suyos, su humor era encantador, su esposa, si bien parecía querer arrancarme los ojos cuando me miraba, no era completamente mala compañía
- Natasha Hoffman - saludo, igual que siempre, era algo que había aprendido de los Black, y los importantes en sus círculos sociales (que por alguna razón incluían a mi hermana) me hacía sentir importante.
- Natasha - me saludó con voz suave Daemon Black, seguro como siempre - ¿Estás ocupada?
- No, en realidad no - admito sintiendo como se esfuma el sentimiento mientras me ajusto mi abrigo y me uno a la multitud en las calles de Nueva York, pensando seriamente en ir a buscar mi auto al taller.
- Bien, ¿Puedes venir a Cherry Wine's? Amy y yo queremos hablar - hago una mueca, podía hablar con Black, era genial, pero su mujer me ponía nerviosa
- Seguro - accedí, pensando en cómo conseguir una buena oportunidad de esta charla, y el Cherry estaba cerca, los ejecutivos importantes solían almorzar allí.
- Excelente, te estaremos esperando - dijo, antes de cortar, suspiré decidida a conseguir un empleo incluso lamiendo los tacones a Amelya Bonticcelly, aunque en el mundo de los negocios su marido era más influyente, su decisión también pesaba, era como ser juzgado por Dios solo que era malditamente prepotente y arrogante.
Media hora más tarde consigo llegar al lujoso restaurante, dos plantas de puro lujo: fuentes, espejos, plantas y mucho vidrio, todo era elegante y extremadamente caro, así que solo pediría un vaso de agua.
Mis ex jefes esperan en el segundo piso, reservado exclusivamente para ciertos miembros de la élite corporativa.
Daemon era demasiado alto, medía cerca de dos metros, todo músculo y cerebro, el cabello dorado le caía en suaves rizos perfectamente ajustados, cualquiera podría decir que esos rizos eran así por naturaleza pero yo había visto perfectamente al tiburón de los negocios en una bata de baño desteñida, con rulos de colores, pantuflas de Bob esponja, delantal y un cigarrillo, era una imagen difícil de olvidar, pero en este momento llevaba un perfecto traje gris hecho a la medida que resaltaba los claros ojos azules, a primera vista podría parecer alguien poco hablador y bastante huraño.
Su esposa era una mujer sofisticada, actriz y bailarina de ballet profesional con reconocimiento internacional, rubia y con unos impresionantes ojos grises, al parecer, ser la esposa del hombre más rico del mundo le otorgaba cierto papel de arpía, pero solo era una diva a la que no le agradaba que las mujeres se acercaran demasiado a su hombre, yo misma había sufrido de sus infundadas sospechas (culpo a mi hermana Hannah por ello) pero no me malinterpreten, dejando eso de lado, la mujer era cálida y alegre, su piel pálida y sin imperfecciones la hacía parecer regía o incluso como una estatua de mármol a la vez que una muñeca de porcelana, era macabra.
- Hoffman - murmura, pareciendo molesta
- Ignórala - me dijo Daemon, dándome un cordial beso en la mejilla antes de sentarse de nuevo, se sentó recto y con las manos juntas en la mesa -quería hablar de negocios, está molesta porque la hice venir desde Rusia.
- Interrumpiste una grabación importante - gruñó ella en respuesta.
- Yo soy tu esposo y eso es más importante -respondió mirándola fijamente para luego volver su atención nuevamente a mi.
- ¿De acuerdo? - susurré no muy segura de que sucedía.
- Seré rápido ya que tengo una junta importante en una hora, me enteré de que estás buscando trabajo y el imbécil de Gregory te rechazó - dijo, asentí como si realmente supiera de quien estaba hablando, la verdad, no había tenido tiempo de memorizar nombres - Así que me tomé la libertad...
- La molestia quieres decir - lo interrumpió Amy mientras llamaba a un camarero, Daemon miró a su esposa con un leve ceño.
- ¿Tienes que hacer esto ahora? -preguntó, pero no esperó respuesta, aunque su mujer no parecía querer dársela, me miró - Como te decía, te concerté una entrevista con Harmond INC - dijo el nombre con recelo, Harmond INC era la única compañía que le podía hacer competencia a Black Industries, fruncí el ceño - Por mucho que me sienta mal por decirlo es una excelente compañía, sí Black Industries no puede tenerte, no veo porqué ellos no. Eres buena y no debes desaprovecharlo, el señor Harmond está casi en la tumba así que su CEO está pronto a ser el nuevo dueño legal, el puesto quedará libre y hace poco despidieron al practicante.
- ¿Me contratarán como asistente administrativa del CEO? - cuestioné, entre nerviosa y excitada. Era una oportunidad genial, Daemon Black asintió, mientras miraba disgustado a su mujer, quien tomó su teléfono y murmuraba en un italiano rápido y fluido.
- Conseguí la entrevista, así que lúcete - me aconseja - probablemente te pongan a prueba por unos meses y luego empezarás a trabajar mano a mano con el CEO, no puedo ni pronunciar su apellido, pero es un ruso llamado Francis.
- ¿Un ruso llamado Francis? - repetí, eso no sonaba muy ruso, Black se limitó a encogerse de hombros.
- Cariño - interrumpió Amy, inclinándose hacia su esposo - Dimitri está en la dirección...otra vez.
- ¿Qué hizo esta vez? - cuestionó Black con un ligero gruñido de molestia, la mujer no parecía comprender el comportamiento de los niños.
- Al parecer agredió a un maestro - explicó ella, se disculparon antes de retirarse.
Son cerca de las siete cuando llego a casa con la bolsa de compras y el pequeño Matthew dormido sobre mi pecho, al entrar puedo oler la comida grasosa del McDonald de la otra calle, la sala era un espacio amplio y sobrio, perfectamente diseñado. Marcus, ya con dieciséis años, está sentado en el sofá, un videojuego en la pantalla es la única iluminación. Lleva un par de auriculares en el cuello y masticaba estúpidamente mientras miraba fijamente la pantalla, sus dedos se movían demasiado rápido en el mando.Maldiciendo el momento en que considere que sería una buena idea comprar el aparato, apagó el televisor con el mando a distancia- Oye - se quejó, sonrió con culpabilidad al ver que era yo – Hola.- ¿Dónde está Max? - cuestioné dejando las llaves del coche y la bolsa de compras en la mesa.- En su cuarto, jugando con
Me miro al espejo por última vez, pensando vagamente en que necesito un corte de cabello, era el día de mi entrevista con la secretaria del CEO de Harmond INC y estaba ligeramente nerviosa, intento ser tan profesional como pueda, con una blusa blanca ligeramente holgada en la cintura, pero la falda de tubo corta lo compensa, los tacones son funcionales así que no me estaré muriendo por completo al final del día.El elegante edificio gris de Harmond INC era sobrio, con grandes ventanales y plantas que daban un aire estrictamente profesional, los llamativos cuadros en ciertas zonas eran el único color a la vista, los empleados y clientes pululaban por todo el vestíbulo, llenando el ambiente con sus ligeros murmullos, era agradable.- Eres la nueva, ¿verdad?- me sobresalto al escuchar la voz demandante justo detrás de mí, recién pasé
Con una mueca apago mi laptop antes de mirar la hora, mis bebés deben llegar pronto, así que me saco la chaqueta del traje y la camisa, ya que la videoconferencia había terminado, no tenía la intención de usar traje en mi casa, así que me quede con los pantalones del pijama antes de telefonear a mi secretaria.- No me mates - dice en cuanto responde, levanto una ceja, molesto-¿Qué demonios hiciste ahora? - cuestioné, a veces era un alivio que Sally se incriminara sola, así me evitaba la molestia.- La candidata a CEO es una mierda….igual que los otros cuarenta y seis - murmuró, ante lo que puse los ojos en blanco, eso era lo último que me faltaba, desde que Andrew Harmond había enfermado, había decidido que sería yo quien heredaría la compañía, pero necesitaba alguien lo suficientemente ca
Lo fulmino con la mirada mientras lo veo pavonearse lejos con su hijo, el muy engreído cree que es decente pasearse por la casa solo con pantalones de pijama durante todo el día, y ese mocoso ya debería saber caminar, ¿por qué demonios lo llevaban en brazos a todas partes? Suspiro mientras repaso mentalmente mi conversación con Black, tenía que soportar las estúpidas tareas que me impusiera el idiota de "Frank" hasta que me ascendiera, el trabajo de asistente no era tan malo, tal vez podría ganarme al hombre siendo su asistente personal, en lugar de su niñera, pero era exasperante, incluso la secretaria llamada Sally no me permitía terminar una oración antes de colgar el teléfono diciéndome que no era su problema y que ella cumplió con darme el trabajo, como se le ordenó.Pues yo podía decirle por dónde meter su orden, así qu
Me despierto al sentir el pie de Max golpearme en la frente, con un gruñido intento apartarla, pero ella se limita a murmurar en ruso al igual que siempre, era lunes, lo cual era un martirio tanto para mí como para los niños, ya que tengo que hacer acto de presencia en la oficina por lo menos una vez a la semana, decido presentarme, le vendo los ojos a Max en caso que despierte mientras me estoy cambiando, necesito una ducha.Por desgracia, no es una mañana tranquila, en cuanto estoy a punto de entrar a la ducha, Marcus decide que es buena idea tocar la puerta, gruñendo agarro la toalla y me cubro antes de abrir, pero para mi sorpresa y molestia debo añadir es la chica pelirroja, lo que es incluso más molesto, no es un buen augurio para tu día, si un pelirrojo aparece en tu habitación en plena mañana.- Más te vale que sea importante - digo cruzá
Pongo los ojos en blanco al ver a mi "Jefe" sentado en la sala de estar, comiendo los malditos nachos que al parecer era lo único en su dieta, anoto en mi libreta un recordatorio para llenar la despensa, definitivamente eso no era saludable para él.El hombre era un completo idiota, sentado sin hacer absolutamente nada mientras yo rellenaba los informes, la verdad estaba bastante contenta de tener mi propia oficina, si bien no era en la sede principal de la empresa, contaba con las comodidades y el equipo necesario para hacer mi trabajo, y soy malditamente buena en lo que hago.- Entonces - murmuró Frank entrando a mi oficina en la tarde mientras revisaba un par de archivos que habían llegado aquella misma mañana desde Black Industries, levanto la mirada en su dirección, lleva solo pantalones de pijama, lo cual es ligeramente perturbador para mí, se suponía que tenía que mirarlo
Miro a mis hijos con orgullo, Harold había llegado hace dos horas de la India y al igual que siempre que veía a su madre (Un princesa Hindú que conocí en la universidad) venía con toda la indumentaria. Harold había heredado la piel cobriza y ojos almendrados que su ella, pero al igual que todos mis hijos, su personalidad era fuertemente parecida a la mía, que fastidio.- ¿Por qué contrataste una pelirroja? - pregunta ligeramente curioso cuando ve a Natasha entrar en la cocina para buscar su tasa de café, la mujer adora esa cosa.- La pelirroja - dice ella con la espalda recta - tiene nombre, y es Natasha - Harold la mira con escepticismo antes de tomar su bagel de desayuno y salir de la cocina, lo que me hace reír, pero claro, la maldita mujer me mira como si acabara de insultar a sus muertos - ¿Qué clase de educación le das a estos niños
Prepararme para mi "cita" con Alex no me toma demasiado tiempo, jeans y un top, mis botas de tacón y una ligera sacudida a mi cabeza para que mis rizos tuvieran algo más de vida, mi departamento sigue siendo un desastre de cajas, la sala, la cocina y mi habitación estaban a medio hacer, lo suficiente como para que estuviera sin problemas, mi teléfono suena con una llamada de mi madre, lo que me hace suspirar, la mujer va a enloquecer en cuanto se entere de que saldré con Alex.- Hola, ma - la saludo sin demasiadas ganas, pongo el teléfono en mi hombro mientras me nuevo alrededor y busco una botella de Vino, mi madre como cada noche, se escucha más que feliz de hablar conmigo- Tengo buenas noticias - chilla emocionada, levanto has cejas sorprendida - Hannah está embarazada- ¿Hannah? ¿Hannah Hoffman? - pregunto definitivamente en Shock ¿mi herma