— ¿Tiene que ser Mi habitación? — se queja Orange mirándome malhumorado mientras los trabajadores sacaban sus cosas.
— Porque tu madre está en el hospital y la habitación de los niños no está lista aún— replico mirándolo, mi hijo gruñe en mi dirección.
— Pues "los niños" pueden quedarse en tu habitación — se queja siguiéndome hasta la sala — ¿por qué no sacas a Carrot?
Dmitry 2;30 PMAndrey 2;32 PMAvva 2;34 PMAnatoly 2;37 PMAleksey 2: 40 PMTodos perfectamente saludables y regordetes, dos pelirrojos, un castaño y dos pequeños de cabello tan oscuro como el de su padre y estoy hecha un mar de lágrimas en el momento en el que me los llevan a la habitación, me había desconectado y estaba bastante dolorida por la operación, pero la alegría de tener cinco preciosos bebés que se originaron dentro de mí...bueno, me ponía sentimental.- Ustedes definitivamente no pierden el tiempo - se queja Chris entrando a la habitación, Frank y yo reímos, Chris había estado alrededor los últimos meses, y aunque seguía luciendo devastado, estaba segura de que algún día podría sobreponerse a la pérdida de su hija.- Bueno, luego de cuatro años...- se burla Frank, tiene
Los quintillizos no tomaron bien el parto de su madre, eso era un hecho, pero incluso para sus estándares, se estaban volviendo insoportables.— No me importa — se está quejando Carrot, normalmente era el más tranquilo de todos, pero ya que sus cuidados habían pasado a manos de la abuela, empezaba a irritarse — ¿por qué no puedo ir?— Porque tienes clases mañana — me quejo, no había conseguido dormir en dos días, ya que desde que regresamos a casa, los gemelos (como habíamos decidi
— Cuando era niña, sabía que quería una familia grande, incluso yo tuve mis fantasías de una verja blanca y un marido que me amara, tres niños máximo, vivir cerca de mis padres y esas cosas.<<Claro, en la adolescencia descubrí el sexo y que la mayoría de los universitarios son unos completos idiotas. Mis hermanos me enseñaron a evitar idiotas y a convertirme en un "amigo más" la verdad lo disfrutaba, nunca fui demasiado buena con el asunto de charla de chicas.<<Estaba lista para comerme al mundo y ser soltera al menos hasta los treinta como máximo, seguía queriendo niños, no lo negaría, no ahora.<<Luego conocí a Frank.<<Un ruso de apellido impronunciable que si bien tenía un sentido del humor que competía con el mío y era el único hombre que podía ponerme a temblar con solo una mirada
— Nunca pensé que estaría casado por más de tres años, de verdad...es decir, todos y cada uno de mis matrimonios, relaciones...todo, acababa de la misma manera, yo con el corazón destrozado y sintiéndome como un idiota.<<Aunque claro, tu dirías que yo siempre actuó como un idiota...pero soy tu idiota. No te mentiré, desde el día en que pusiste un pie en mi casa, sabía que tu...pequeña cosa violenta, ibas a volverme loco, claro, en mi mente había otras definiciones de locura... Eras pelirroja, sexy, joven...solo podáis traer problemas para mí, y definitivamente los trajiste
Hola! muchas gracias por haber llegado hasta aquí, espero que disfrutaras la la famlia Hoffman, pero la historia continúa, en la historia Enamorandome de una Pelirroja, donde seguiremos los eventos de esta segunda parte, desde el punto de vista de Matt. La historia está completa en mi perfil y pueden leerla libremente. Aquí les dejo una sinopsis: Tercera parte de Maldita Pelirroja. Las pelirrojas eran de mala suerte, Matt lo sabía y lo había creído fervientemente, incluso si su madrastra no era tan mala como le gustaba decir. Luego de la muerte de su padre, en un tragico accidente aereo, Matthew Z. Hyde-Hoffman, estaba al borde del colpaso, la ira y el rencor que sentía no podia ser apaciguada más que con la muerte. o eso se decía a sí mismo. Hasta que conoció a Julie Jacobs y su corazón latió como nunca antes. Julie era todo lo que necesitaba, dulce y tierna para calmar sus mas odiosos impulsos. Pero luego de separarse por unos meses, Matt descubre la
Miro agradecida a mi amiga Shelly, era la primera persona a la que había conocido al mudarme a Nueva York, y desde entonces éramos inseparables, aunque no podíamos vernos todo el tiempo, ya que mi trabajo solía ser a tiempo completo y además de los mensajes texto, las visitas eran esporádicas.—Te adoro, de verdad — le digo mientras pongo la última caja en su habitación de invitados, hace una semana había renunciado a mi empleo, pero por desgracia, eso significaba renunciar a un penthouse de lujo en la Black Tower, pero valía la pena, el último mes había sufrido seriamente el acoso del hijo mayor de mi jefe. Dimitri Black era un niño con serios problemas, incluso si sus padres se negaban a verlo, y no solo el mayor, su melliza, Lyz era una completa perra, el siguiente, Steve, un enclenque engreído que conseguiría sacar de quicio a un santo, tengo
Son cerca de las siete cuando llego a casa con la bolsa de compras y el pequeño Matthew dormido sobre mi pecho, al entrar puedo oler la comida grasosa del McDonald de la otra calle, la sala era un espacio amplio y sobrio, perfectamente diseñado. Marcus, ya con dieciséis años, está sentado en el sofá, un videojuego en la pantalla es la única iluminación. Lleva un par de auriculares en el cuello y masticaba estúpidamente mientras miraba fijamente la pantalla, sus dedos se movían demasiado rápido en el mando.Maldiciendo el momento en que considere que sería una buena idea comprar el aparato, apagó el televisor con el mando a distancia- Oye - se quejó, sonrió con culpabilidad al ver que era yo – Hola.- ¿Dónde está Max? - cuestioné dejando las llaves del coche y la bolsa de compras en la mesa.- En su cuarto, jugando con
Me miro al espejo por última vez, pensando vagamente en que necesito un corte de cabello, era el día de mi entrevista con la secretaria del CEO de Harmond INC y estaba ligeramente nerviosa, intento ser tan profesional como pueda, con una blusa blanca ligeramente holgada en la cintura, pero la falda de tubo corta lo compensa, los tacones son funcionales así que no me estaré muriendo por completo al final del día.El elegante edificio gris de Harmond INC era sobrio, con grandes ventanales y plantas que daban un aire estrictamente profesional, los llamativos cuadros en ciertas zonas eran el único color a la vista, los empleados y clientes pululaban por todo el vestíbulo, llenando el ambiente con sus ligeros murmullos, era agradable.- Eres la nueva, ¿verdad?- me sobresalto al escuchar la voz demandante justo detrás de mí, recién pasé