Al amanecer Cecilia despierta, no sabe lo que ha pasado, pero ve a un hombre en la cama a su lado y sabe que ese hombre no es Isaac – ¡¿Quién eres?!
Fernando despierta, y se apresura a colocarse sus pantalones, porque claro él también aprovechó la oportunidad de estar con la joven inconsciente…
-Señorita de Baleztena
- ¡¿Quién eres?! ¡¿Qué me hiciste?! ¡¡¡ayuda!!! ¡¡¡por favor ayuda!!!
Los empleados de la casa, más Isaac y sus padres llegan corriendo para ver el escándalo, cuando entran en la habitación Isaac queda en shock, pues no puede creer que Fernando haya violado a Cecilia…así que se arroja a golpearlo…
-¡Bastardo! ¡¿Cómo pudiste tocar a mi invitada?!
- ¡Hijo detente! – haciendo una ceña y varios empleados separan a los hombres – ¡¿Qué está pasando acá?!
-Madre ella era la joven que te dije ofrecí posada, pues bebió mucho anoche durante la fiesta
- ¿Eh? – cubriéndose con las mantas – yo no bebí mucho…
-Eso no importa – sobando el puente de su nariz – señorita de Baleztena…tenemos que llamar a su padre
Cecilia queda en shock y empieza a llorar en el acto, Isaac se compadece de ella y se acerca para intentar ofrecerle consuelo.
-Hijo no la toques
-Pero padre…
-No quiero que el nombre de mi hijo se vea manchado – mirando con desprecio a Cecilia
A las pocas horas el padre de Cecilia está en la mansión de los Escalante, hecho una furia y dispuesto a matar a quien se atrevió a manchar a su hija, lo mismo los padres de Fernando, cuando el conde de Baleztena llega Cecilia se le acerca, esperando encontrar apoyo y consuelo, pero lo que recibe es una bofetada que la hace caer al suelo.
-¡Maldita zorra! ¡¿Cómo te atreviste a manchar mi nombre?!
-Padre, yo no hice nada…no recuerdo nada se lo juro
- ¡Claro que no recuerdas, te dije que no tomaras tanto! ¡¿y te emborrachas?!
- ¡Por favor tiene que creerme yo no tomé mucho, se lo juro! – rompiendo en llanto
- ¡¿Dónde está ese infeliz?! ¡voy a matarlo!
-Don Carlos de Baleztena
-Don Javier Escalante perdón por el espectáculo…
-Descuide, no es su culpa, es culpa de esa zorra que manchó su nombre – Cecilia rompe en llanto
En ese momento llega Fernando junto con su madre y los dos deciden humillar todavía más a Cecilia y su padre – mi hijo no se casará con esa prostituta ofrecida
Carlos y Cecilia quedan en shock.
-¡Claro que se casarán!
-Claro que no, mi bebé está comprometido con la condesa Aurora; sobrina de su majestad, así que mi oportunidad de emparentar con la corona no la perderé por una zorra que no supo criar
Carlos entiende que ese matrimonio fue arreglado por el rey Alfonso Belmonte, así que no puede hacer mucho, salvo matar a su hija a golpes, pero está por marcharse cuando Isaac se le acerca.
-Conde de Baleztena, yo me casaré con su hija
Todos quedan en shock.
-¿Qué? Pero hijo…
-Fue mi culpa, en primer lugar, dejé sola a la señorita después de ofrecerle la habitación de invitados, no pude prever que ese cerdo de Fernando le haría aquel daño…
- ¡Mi hijo!
-Su hijo es un cerdo…pobre de Doña Aurora…
-Ven a mi casa, y hablaremos con más calma…¡nos vamos Cecilia!
Y la joven cabizbaja se marcha, mientras que Isaac está hablando con sus padres diciendoles que aprovechen la oportunidad de emparentar con los Baleztena, después del rey de España, ellos son los más ricos del país.
-Hijo tienes razón, y heredarás el título de conde…
-Pero no quiero que esa zorra tenga hijos con mi bebé, nunca aceptaré a los bastardos de esa m*****a prostituta
-Mamá, solo me caso por tener el titulo y el dinero de los Baleztena…para madre de tus nietos está Ana de Urriaga
-Esa sí es una joven decente…
Y la mencionada apenas está saliendo de los establos, mientras se acomoda sus ropas, pues estaba con su amante de turno…dado que no puedo acostarse con Isaac.
…
-¡Maldita, mil veces m*****a! – diciendo aquello mientras azota a su hija
- ¡Basta por favor papá! – gritando trata de liberarse del amarre de sus muñecas
Al poco Cecilia cae al suelo mientras su espalda sangra profusamente.
-¡Maldita prostituta! ¡debiste morir en lugar de tu madre!
-Por favor, yo no hice nada…se lo juro…
- ¡Cállate zorra!
La ama de llaves llega y le avisa a Carlos que Isaac ha llegado, así que ordena bañar a Cecilia para que quede presentable ante Isaac y seguramente sus padres.
Al poco Cecilia baja, luciendo un sencillo vestido, y los padres de Isaac apenas pueden creer que su hijo haya decidido casarse con esa insulsa mujer.
-Siéntate Cecilia – la joven asienta y toma asiento, tratando de ahogar una queja
- ¿Estás bien Cecilia?
-Sí…gracias…
-Bien, lo primero mi hijo solo se casa por salvar la reputación de esa zorra, segundo se casarán en dos semanas, y tercero no quiero nietos de esa m*****a…
-Bien, lo primero acepto las condiciones, lo segundo espero consideren la fecha de la boda…y tercero espero usted Doña Jimena de un escarmiento a esta zorra cuando se comporte mal
-Claro, y con su permiso me encargaré de corregir a esa infeliz, entonces ¿Cuándo quiere que se lleve a cabo la boda?
-En cuatro semanas ¿está bien?
-Cuatro semanas entonces…
Cecilia no dice nada se limita a llorar mientras su espalda duele como el demonio…
-Otra cosa, Cecilia
- ¿Eh? ¿Qué sucede padre?
-Más te vale no quedar preñada, porque no quiero nietos de una zorra como tú, empezaré a buscar una esposa que me dé un hijo digno…
Y Cecilia apenas baja su cabecita…
Mientras en una cafetería, Ana y Fernando se encuentran, felicitándose porque su plan salió a la perfección.
-Pero por lo que escuché, el idiota de Isaac se casará con la infeliz esa
- ¡¿Qué?! ¡se supone que debió quedarse sola y arruinada la muy m*****a!
-Pues parece que Isaac se lamentó de lo que le hizo
-Espera…¿no fuiste tú?
-Claro que yo la violé, pero el primero fue Isaac
- ¡¡¡No!!! – Fernando apenas mira
- ¿Qué te pasa?
- ¡Isaac no puede casarse con esa m*****a! ¡yo debo ser vizcondesa no ella!
-Oh vamos, ¿crees que Isaac se case porque sienta algo por ella?
- ¿Eh?
-Solo se casa para reparar mi falta, porque yo me casaré con Doña Aurora
-Oh, ya entiendo – sonriendo siniestramente – bueno, seré el consuelo de Isaac, porque ¿Quién podría amar a esa mojigata?
-Tienes toda la razón…solo tiene buen cuerpo porque es una monja
Y así los amantes y cómplices chocan sus copas.
…
Carlos se dirige hacia la habitación de Cecilia, en donde la encuentra tejiendo un bordado, así que se acerca a la joven y la abofetea con fuerza, rompiendo su nariz, y haciendo que la sangre manche el tejido.
-¿Por qué? – mientras mira a su padre
- ¡Por zorra! ¡y mientras vivas en mi casa me encargaré de recordarte que eres una perdida!
-Pero – recibiendo otra bofetada – ¡basta!
- ¡Recuerda tu lugar perdida! – y así se marcha – ¿y bien?
-Doña Sofía de Arrayanes aceptó verse con usted, señor conde
-Perfecto, esa es la mujer que necesito para tener un hijo digno
Y así Carlos se marcha para verse con aquella dama, mientras que Cecilia se queda lamentándose y deseando morir, pues no tolera que su padre se haya ensañado con ella de ese modo…
…
Las cuatro semanas pasaron, y el día anterior a la boda de Cecilia e Isaac, esta se encuentra con su padre en la mansión de los Escalante, ultimando todo detalle para que la boda sea ideal, Cecilia se ve obligada a usar un vestido de novia horrible y que la hace ver poco agradable a la vista, pero Jimena ha dicho que la zorra no tiene derecho a algo mejor.
Esa noche, en una cena familiar, se ultiman detalles como la dote que dará Carlos para su hija, el cual dice que si apenas le da lo suficiente para vivir es mucho, cortando de tajo los derecho de Cecilia a las posesiones familiares y al título de Condesa, cosa que enfurece a Isaac porque él solo se casaba con la joven por su título, y para colmo Carlos tiene una noticia que dar.-Bien, tengo una noticia que informar a todos- ¿Qué pasa conde de Baleztena?-Como saben, los rumores dicen que tengo una amante-Sí, Sofía de Arrayanes ¿Qué pasa con esa mujer?-Ya está preñada de mi hijoCecilia queda en shock pero decide bajar su cabecita.-Oh, con que tendrá un hijo…-Un heredero digno, no como la perra al lado míoCecilia empieza a sollozar – ¿te quieres callar? – diciendo Isaac-¿Eh?-Siempre lloras, ¿así eres de molesta? De haber sabido que eras así de molesta nunca me hubiera comprometido contigoCecilia queda en shock.-Bien, dada esta noticia, me retiro – tomando a Cecilia con viole
-¡¿Cómo te atreves?! ¡ahora mismo te quitarás ese vestido! ¡maldita!- ¿Te olvidas ante quien estás?-Majestad…Y Jimena recibe una potente bofetada de parte de Mariana…-Quien haya escogido este harapo para Doña Cecilia – arrojando el vestido – más le vale que por decisión propia de un paso al frenteLos Escalante y Carlos apenas se miran.-¿Van a hablar? ¿o tengo que empezar a retirar títulos?Jimena da un paso al frente – yo escogí el vestido pero majestad debería saber que esta infeliz…-Yo sé todo…así que a mí no me tienes por qué aclarar las cosasJimena se muerde el labio.-Esta fiesta ridícula se ha acabado, Cecilia criatura…ve y descansa, lamento no poder hacer nada por ti, pero cuenta con mi amistad y mi protecciónAna queda en shock y muere de envidia al saber que ahora Cecilia será cuidada por la mismísima reina.La noche cae, y Cecilia está sola en su habitación, después de todo, Isaac no fue a verla, está muy ocupado intimando con Ana, Cecilia está mirando su rostro llen
-¡¿Qué crees que haces?!-Esto no le pertenece, es de mi señora- ¡Esa perra no es señora de nadie! ¡tú serás mi esclavo! ¡así que te ordeno!-¿Usted, ordenarme? – empezando a reír – yo sirvo a Doña Mariana de Belmonte y a Doña Cecilia de Escalante usted no es nadie, salvo una mujer indigna que se está entrometiendo en un buen matrimonio-¡¿Quién te crees?!- ¿Vas a contradecir una orden de su majestad?Ana y Jimena apenas se muerden los labios.-Por favor lleven todo esto a mi habitación…- ¡No dejaré que eso pise el cuarto de mi hijo!-Yo no hablaba de ese lugar – dejando a Jimena en shock – por favor, lleven todas mis cosas a la habitación del fondo…no compartiré cama con un infielJimena se queda pasmada…Cecilia se dirige hacia la habitación, que está destartalada y en terrible condiciones, pero junto con sus doncellas y esclavos se encargan de dejar la habitación en condiciones, cuando Isaac llega en el acto Ana y Jimena se quejan así que el hombre se dirige a reclamar a Cecilia
-Sí señor vizconde ¿Qué desea?-Quiero ver a mi esposa – diciendo aquello con tono autoritario-Doña Cecilia está tomando un baño, si desea esperarla…cuando esté visible podrá verla-Es mi esposa, si yo quiero…-Claro, como esa noche en su fiesta ¿verdad? – Isaac queda en shock…- ¿De qué demonios hablas?-De nada, de nada en particular señor vizconde, solo de cosas que escuché de Doña Cecilia, y no creo que ella sea de las personas que mienten…-Dile a Cecilia que la espero en la sala…-Con gusto señor vizconde – y así cierra la puerta- ¿Qué dijo? – mientras da la espalda a su dama, Clara su otra doncella está lavando con cariño su cuerpo-La espera en la sala, Doña Cecilia…-Seguramente me quiere reclamar que su majestad me mime tanto…-Doña Cecilia, sus heridas…-No sanaron bien, mi padre no mandó por un médico para atenderme…Las dos doncellas apenas se miran…Al cabo de casi una hora, Cecilia baja hacia la sala, siendo escoltada por sus dos damas, llevando un vestido color marfi
-Espero Don Carlos, que tenga una buena explicación…- ¡Esa perra!-Un insulto más, y Doña Mariana sabrá de su comportamiento vergonzosoCarlos apenas se muerde los labios…-Excelencia, usted debe saber que esa infeliz…-Lo mismo va para usted, Sofía de ArrayanesLa joven baja la cabeza forzosamente, porque toda España sabe que el alférez real es el hermano gemelo del rey de España…y ambos saben poner caras que causan terror.Al poco Cecilia baja, luciendo un hermoso vestido rosa y su cabello peinado en una cola alta…el alférez real se acerca y luego de hacer una venia conduce a la joven al carruaje…-¡Regresa Cecilia!-Lo siento padre, pero Doña Mariana ha pedido verme y no puedo negarme – y así el carruaje parteCarlos y Sofía ingresan en la mansión, y los esclavos de Cecilia los ignoran y salen de la casa para dirigirse a atender los rosales que la joven plantó en el jardín…Carlos se encuentra con Javier y estos empiezan a hablar acerca de la dote de Cecilia…mientras que Sofía y J
-Me duele la cabeza – empezando a llorar…-Tranquila – mirando a Lorena – ve ahora mismo por un médico – luego dirige la mirada hacia Santiago – ayúdame a llevar a Cecilia a mis aposentosLos dos siervos hacen una reverencia, Santiago se acerca y luego de hacer una reverencia a Cecilia, la toma en brazos y junto con Mariana entran al palacio, Lorena se ha dirigido a buscar al médico, Alfonso y Diego se enteran y se dirigen a ver a la joven, quien está en la cama de la reina siendo atendida por un médico, mientras simplemente no deja de llorar.-Mariana ¿Qué pasa? – entrando en la habitación…-Querido, le conté a Doña Cecilia lo que pasó hace unos momentos y tuvo un fuerte dolor de cabeza…Alfonso se acerca y ve a Cecilia llorar sin poder calmarse, así que toma asiento en la cama y toma la mano de la joven, cosa que complace a Mariana…-Deja de llorar, calma, estás segura…-Majestad, es que…recordé…Todos quedan en shock.-¿Qué recordaste? – diciendo Aurora mientras se acerca a Cecilia
-¡Maldito esclavo!-Nunca volverás a faltarle al respeto a mi señora…-Santiago-¡Maldita infeliz, no solo me difamas con sus majestades, permites que un esclavo inmundo me ponga un mano encima! – colocándose de pie y saca su fustaFernando golpea a Santiago, quien se mantiene de pie, y con su mirada hostil – vaya con que la perra no supo educarte – sonriendo de modo siniestro-¡No tienes ningún derecho a golpear a Santiago!Pero Fernando vuelve a golpear al esclavo haciendo que este sangre por la mejilla.-Oh, vamos, ¿tu sangre es igual a la mía? – empezando a reír- ¡Basta, déjalo!- ¡Cállate perra! – pero su rostro es girado y vuelve a caer al suelo – ¡¿Qué te pasa Isaac?!Cecilia queda en shock, al ver a Isaac mirando a Fernando como poca cosa, Cecilia corre hacia Santiago saca su pañuelo y empieza a limpiar las heridas del esclavo, mientras sus ojitos derraman lágrimas – ¿estás bien Santiago?-Sí, Doña Cecilia…no se preocupe por este esclavo- ¡¿Por qué te metes?!-Estabas import
Por un momento Isaac abre los ojos, pero se encuentra solo en aquella habitación, y solo una persona llega a su mente, su esposa Cecilia – Cecilia…ven…Y vuelve a caer desmayado……Cuando Cecilia llega al palacio, Mariana se la lleva a su sala de té, en donde empieza a hacerle un interrogatorio completo, para así darle información a Alfonso para que conquiste a la joven, y Cecilia dulce e inocentemente le da todos esos datos a Mariana, quien simplemente mira a la joven y sabe que ella es perfecta para el cargo de reina y sobre todo para sanar el corazón de Alfonso cuando ella ya no esté.-Vaya no eres muy exigente con la comida…-Lo único que no me gusta es el caldo de rabo de toro…y el hígado…por lo demás puedo comer sin problema – dando una sonrisa-Lo tendré en cuenta, a Alfonso le encanta el hígado, pero poco el caldo de rabo – sonriendoCecilia le regresa la sonrisa……-Su majestad…- ¿Qué pasa?-Los Córdoba vinieron…-Me imagino qué es lo que quieren, hazlos pasarLos padres de