-Doña Cecilia, me presento…Juan Andrés Medinaceli Fontbona. Marqués de Alba, para servirle a usted – tomando la mano de Cecilia
Desde la distancia, Isaac apenas mira y hierve en terribles celos al ver a un hombre tan cerca de su exesposa.
-Un placer Marqués de Alba – dando una sonrisa
-Majestad, veo que ha permanecido hermosa aun con la tragedia que usted tuvo que vivir…
Cecilia apenas dedica una sonrisa, mientras que Isaac apenas mira y siente el enorme deseo de matar a quien esté cerca de la reina madre.
-Doña Cecilia, ahora que he heredado el título de Marqués, y que tengo suficiente capital económico, quisiera pedirle…
- ¿Eh?
-Por favor, concédame su mano en sagrado matrimonio
Se escucha una copa rompiéndose, todos se giran y ven a Isaac Escalante mirando con total hostilidad hacia el joven que se atrevió a pedir la mano de su exesposa.
-¿Cómo te atreves a pedirle matrimonio?
-Vizconde Escalante…no sé por qué se molesta…usted no supo valorar a su majestad cuando estuvieron casados – sonriendo – es más hasta dónde se sabe usted solo se casó para reparar su falta
Todos quedan en shock, incluidos Cecilia e Isaac.
-Marqués ¿Cómo sabes de eso?
-Bueno, Fernando Córdoba corrió el rumor…
Isaac queda en shock, se supone ese infeliz está muerto, ¿Qué demonios pasa?
Un año antes
Aquella noche era especial para Cecilia de Baleztena, hija del conde de Baleztena por primera vez a sus dieciocho años le era permitido asistir a las mascaradas que organizaba la familia Escalante, ella estaba emocionada, escogiendo todo el ajuar para verse hermosa esa noche, aunque debemos ser honestos, para los estándares de belleza, Cecilia, es una joven bastante corriente y poco atractiva. Pero eso poco le importa a la joven, ella quiere verse hermosa y de ser posible conocer al vizconde Isaac Escalante hijo único del matrimonio Escalante…
Así que el vestido elegido es uno color rosa pastel, con una máscara tipo antifaz, su criada se encarga de maquillarla y peinar su cabello, simplemente esa noche Cecilia se ve hermosa, como toda una diosa, pues viste sencillo dado que no le gusta llamar la atención…
Al bajar se encuentra con su padre quien apenas la observa con una sonrisa paternal, el hombre la recibe y besa su frente mientras coloca el antifaz en el rostro de su hija.
-Ve con cuidado, recuerda no beber mucho…
-Lo tendré presente padre – dando una enorme sonrisa
-Bien, por esta noche no irás con una doncella de compañía espero que te comportes
-No haré quedar mal a mi padre – tomando las manos de su padre para besarlas
-Ve con Dios mi querida Cecilia
Y así la joven con una sonrisa en su carita se marcha…
Pero aquella noche sería la peor en la vida de Cecilia, y sería el principio de todo el dolor y amargura que podría pasar la joven…
Al llegar a la mansión de la familia Escalante, Cecilia puede ver que han llegado varios de los invitados, así que se dirige hacia el interior de la mansión, cuando al entrar queda en shock pues puede apreciar la belleza y la opulencia…
Pero no alcanza a contemplar mucho, puesto que es halada y llevada hacia uno de los muros, cuando logra reaccionar ve que se trata de Ana de Urriaga su “mejor” amiga…
-Cecilia, querida pensé que no vendrías
-Ana, me demoré porque estaba buscando un vestido adecuado, es mi primera vez en este tipo de fiestas – dando una sonrisa
-Bueno entonces vamos que tengo mucho que mostrarte
- ¿Eh? ¿ya has venido?
-Claro que sí – sonriendo – desde mis catorce años…
Cecilia apenas puede creerlo…
-Bien vamos, te voy a presentar a mis amistades masculinas, quizás esta noche encuentres a tu pretendiente ideal – guiñando un ojo a su amiga – “si claro…te voy a hundir m*****a”
Así Ana empieza a presentar a Cecilia con sus amigos, ellos son corteses y tratan con amabilidad a la joven, pero desde lejos dos jóvenes observan y uno ya tiene en mente un plan para ayudar a su amante y de paso hacerse con la fortuna de los Baleztena…
-Mi buen amigo Isaac…
- ¿Qué pasa Fernando? – dando un sorbo a su copa
- ¿Aburrido?
-Como no tienes idea, todos los años es lo mismo no sé para qué mis padres organizan este tipo de fiestas
- ¿Qué te tiene tan aburrido?
-Sencillo, a todas esa “señoritas” ya las he conocido
-Te tengo un reto…
- ¿Un reto? Has capturado toda mi atención, así que dime ¿Qué tienes en mente?
- ¿Ves a la joven que está con Ana de Urriaga?
-Sí ¿Quién es ella?
-Cecilia de Baleztena…
-Ah, la mojigata…
-Esa misma – empezando a reír – te apuesto cinco mil reales a que te acuestas con ella esta noche
- ¿Cinco mil reales? ¿estás loco? ¿Cómo pretendes que me acueste con esa infeliz?
-Oh vamos…no seas santo – sonriendo mientras saca un frasco – ten dale esto en una copa de vino
- ¿Qué es eso?
-Es para dormirla…o por lo menos para dejarla somnolienta ¿tenemos trato?
-Trato – dándose un apretón de manos con Fernando
-Bien, ve tigre
Isaac apenas rueda los ojos mientras se acerca a Cecilia…al llegar se presenta ante la joven – buenas noches
-Buenas noches…
-Me presento hermosa dama, Isaac Escalante, heredero al título de vizconde – tomando la mano de Cecilia para besar su dorso
-Cecilia de Baleztena hija del Conde Baleztena – sonriendo
-Espero que esté pasando una noche provechosa
-Es mi primera vez en una de sus fiestas – sonriendo
- ¿Se está divirtiendo?
-Mucho…
-Perfecto – ofreciendo su brazo a Cecilia – si tan bella dama me honra con su compañía
- ¿Eh? – sonrojándose de golpe
-Ve amiga, yo estaré acá – sonriendo
Y así Cecilia acepta ir hacia el salón de baile en donde ya varias parejas todos usando máscaras bailan…
A lo lejos Fernando observa y ya tiene en mente hacer algo para que Cecilia crea que con quien tuvo que ver fue él, mientras que Ana también hará lo propio…
Pero nada de lo que planearon les saldría bien…
En el salón de baile todos bailan armoniosamente al ritmo de la música, mientras que Isaac apenas puede disimular el asco y el desagrado que Cecilia le provoca, pero bueno no quiere pagarle los cinco mil reales a Fernando, así que por ese dinero hará el sacrificio…
-Señorita de Baleztena, me gustaría verla sin el antifaz
- ¿Eh?
-Por favor, quiero poder encontrarme con usted por la calle
Y así Cecilia se retira el antifaz, e Isaac queda en shock, pues él solo había escuchado que Cecilia de Baleztena era una monja, pero ante sus ojos la joven es preciosa…
-Hermosa
-¿Eh? – sonrojándose de golpe
-Por favor venga conmigo, le ofreceré algo de beber
Y aunque a los ojos de Isaac ella fuera preciosa, simplemente no quiere pagar los cinco mil reales…
Así que mientras Cecilia se vuelve a poner el antifaz, Isaac echa en la copa de la joven el somnífero y lo entrega a la joven que lo bebe sin reparo alguno…
Al poco Cecilia empieza a sentirse mal, como cansada y muy mareada, así que Isaac se ofrece a acompañarla y dejarla en una de las habitaciones de huéspedes…
Al llegar Cecilia se acuesta en la cama, e Isaac aprovecha la oportunidad…abusando de la joven somnolienta…poco le importaba las negativas de Cecilia, poco le importaba sus inútiles intentos de lucha por verse libre, poco le importó sus lágrimas de dolor al ser invadida…robó de Cecilia la más valiosa de sus prendas, solo por no pagar una apuesta…
Al amanecer Cecilia despierta, no sabe lo que ha pasado, pero ve a un hombre en la cama a su lado y sabe que ese hombre no es Isaac – ¡¿Quién eres?!Fernando despierta, y se apresura a colocarse sus pantalones, porque claro él también aprovechó la oportunidad de estar con la joven inconsciente…-Señorita de Baleztena- ¡¿Quién eres?! ¡¿Qué me hiciste?! ¡¡¡ayuda!!! ¡¡¡por favor ayuda!!!Los empleados de la casa, más Isaac y sus padres llegan corriendo para ver el escándalo, cuando entran en la habitación Isaac queda en shock, pues no puede creer que Fernando haya violado a Cecilia…así que se arroja a golpearlo…-¡Bastardo! ¡¿Cómo pudiste tocar a mi invitada?!- ¡Hijo detente! – haciendo una ceña y varios empleados separan a los hombres – ¡¿Qué está pasando acá?!-Madre ella era la joven que te dije ofrecí posada, pues bebió mucho anoche durante la fiesta- ¿Eh? – cubriéndose con las mantas – yo no bebí mucho…-Eso no importa – sobando el puente de su nariz – señorita de Baleztena…tenem
Esa noche, en una cena familiar, se ultiman detalles como la dote que dará Carlos para su hija, el cual dice que si apenas le da lo suficiente para vivir es mucho, cortando de tajo los derecho de Cecilia a las posesiones familiares y al título de Condesa, cosa que enfurece a Isaac porque él solo se casaba con la joven por su título, y para colmo Carlos tiene una noticia que dar.-Bien, tengo una noticia que informar a todos- ¿Qué pasa conde de Baleztena?-Como saben, los rumores dicen que tengo una amante-Sí, Sofía de Arrayanes ¿Qué pasa con esa mujer?-Ya está preñada de mi hijoCecilia queda en shock pero decide bajar su cabecita.-Oh, con que tendrá un hijo…-Un heredero digno, no como la perra al lado míoCecilia empieza a sollozar – ¿te quieres callar? – diciendo Isaac-¿Eh?-Siempre lloras, ¿así eres de molesta? De haber sabido que eras así de molesta nunca me hubiera comprometido contigoCecilia queda en shock.-Bien, dada esta noticia, me retiro – tomando a Cecilia con viole
-¡¿Cómo te atreves?! ¡ahora mismo te quitarás ese vestido! ¡maldita!- ¿Te olvidas ante quien estás?-Majestad…Y Jimena recibe una potente bofetada de parte de Mariana…-Quien haya escogido este harapo para Doña Cecilia – arrojando el vestido – más le vale que por decisión propia de un paso al frenteLos Escalante y Carlos apenas se miran.-¿Van a hablar? ¿o tengo que empezar a retirar títulos?Jimena da un paso al frente – yo escogí el vestido pero majestad debería saber que esta infeliz…-Yo sé todo…así que a mí no me tienes por qué aclarar las cosasJimena se muerde el labio.-Esta fiesta ridícula se ha acabado, Cecilia criatura…ve y descansa, lamento no poder hacer nada por ti, pero cuenta con mi amistad y mi protecciónAna queda en shock y muere de envidia al saber que ahora Cecilia será cuidada por la mismísima reina.La noche cae, y Cecilia está sola en su habitación, después de todo, Isaac no fue a verla, está muy ocupado intimando con Ana, Cecilia está mirando su rostro llen
-¡¿Qué crees que haces?!-Esto no le pertenece, es de mi señora- ¡Esa perra no es señora de nadie! ¡tú serás mi esclavo! ¡así que te ordeno!-¿Usted, ordenarme? – empezando a reír – yo sirvo a Doña Mariana de Belmonte y a Doña Cecilia de Escalante usted no es nadie, salvo una mujer indigna que se está entrometiendo en un buen matrimonio-¡¿Quién te crees?!- ¿Vas a contradecir una orden de su majestad?Ana y Jimena apenas se muerden los labios.-Por favor lleven todo esto a mi habitación…- ¡No dejaré que eso pise el cuarto de mi hijo!-Yo no hablaba de ese lugar – dejando a Jimena en shock – por favor, lleven todas mis cosas a la habitación del fondo…no compartiré cama con un infielJimena se queda pasmada…Cecilia se dirige hacia la habitación, que está destartalada y en terrible condiciones, pero junto con sus doncellas y esclavos se encargan de dejar la habitación en condiciones, cuando Isaac llega en el acto Ana y Jimena se quejan así que el hombre se dirige a reclamar a Cecilia
-Sí señor vizconde ¿Qué desea?-Quiero ver a mi esposa – diciendo aquello con tono autoritario-Doña Cecilia está tomando un baño, si desea esperarla…cuando esté visible podrá verla-Es mi esposa, si yo quiero…-Claro, como esa noche en su fiesta ¿verdad? – Isaac queda en shock…- ¿De qué demonios hablas?-De nada, de nada en particular señor vizconde, solo de cosas que escuché de Doña Cecilia, y no creo que ella sea de las personas que mienten…-Dile a Cecilia que la espero en la sala…-Con gusto señor vizconde – y así cierra la puerta- ¿Qué dijo? – mientras da la espalda a su dama, Clara su otra doncella está lavando con cariño su cuerpo-La espera en la sala, Doña Cecilia…-Seguramente me quiere reclamar que su majestad me mime tanto…-Doña Cecilia, sus heridas…-No sanaron bien, mi padre no mandó por un médico para atenderme…Las dos doncellas apenas se miran…Al cabo de casi una hora, Cecilia baja hacia la sala, siendo escoltada por sus dos damas, llevando un vestido color marfi
-Espero Don Carlos, que tenga una buena explicación…- ¡Esa perra!-Un insulto más, y Doña Mariana sabrá de su comportamiento vergonzosoCarlos apenas se muerde los labios…-Excelencia, usted debe saber que esa infeliz…-Lo mismo va para usted, Sofía de ArrayanesLa joven baja la cabeza forzosamente, porque toda España sabe que el alférez real es el hermano gemelo del rey de España…y ambos saben poner caras que causan terror.Al poco Cecilia baja, luciendo un hermoso vestido rosa y su cabello peinado en una cola alta…el alférez real se acerca y luego de hacer una venia conduce a la joven al carruaje…-¡Regresa Cecilia!-Lo siento padre, pero Doña Mariana ha pedido verme y no puedo negarme – y así el carruaje parteCarlos y Sofía ingresan en la mansión, y los esclavos de Cecilia los ignoran y salen de la casa para dirigirse a atender los rosales que la joven plantó en el jardín…Carlos se encuentra con Javier y estos empiezan a hablar acerca de la dote de Cecilia…mientras que Sofía y J
-Me duele la cabeza – empezando a llorar…-Tranquila – mirando a Lorena – ve ahora mismo por un médico – luego dirige la mirada hacia Santiago – ayúdame a llevar a Cecilia a mis aposentosLos dos siervos hacen una reverencia, Santiago se acerca y luego de hacer una reverencia a Cecilia, la toma en brazos y junto con Mariana entran al palacio, Lorena se ha dirigido a buscar al médico, Alfonso y Diego se enteran y se dirigen a ver a la joven, quien está en la cama de la reina siendo atendida por un médico, mientras simplemente no deja de llorar.-Mariana ¿Qué pasa? – entrando en la habitación…-Querido, le conté a Doña Cecilia lo que pasó hace unos momentos y tuvo un fuerte dolor de cabeza…Alfonso se acerca y ve a Cecilia llorar sin poder calmarse, así que toma asiento en la cama y toma la mano de la joven, cosa que complace a Mariana…-Deja de llorar, calma, estás segura…-Majestad, es que…recordé…Todos quedan en shock.-¿Qué recordaste? – diciendo Aurora mientras se acerca a Cecilia
-¡Maldito esclavo!-Nunca volverás a faltarle al respeto a mi señora…-Santiago-¡Maldita infeliz, no solo me difamas con sus majestades, permites que un esclavo inmundo me ponga un mano encima! – colocándose de pie y saca su fustaFernando golpea a Santiago, quien se mantiene de pie, y con su mirada hostil – vaya con que la perra no supo educarte – sonriendo de modo siniestro-¡No tienes ningún derecho a golpear a Santiago!Pero Fernando vuelve a golpear al esclavo haciendo que este sangre por la mejilla.-Oh, vamos, ¿tu sangre es igual a la mía? – empezando a reír- ¡Basta, déjalo!- ¡Cállate perra! – pero su rostro es girado y vuelve a caer al suelo – ¡¿Qué te pasa Isaac?!Cecilia queda en shock, al ver a Isaac mirando a Fernando como poca cosa, Cecilia corre hacia Santiago saca su pañuelo y empieza a limpiar las heridas del esclavo, mientras sus ojitos derraman lágrimas – ¿estás bien Santiago?-Sí, Doña Cecilia…no se preocupe por este esclavo- ¡¿Por qué te metes?!-Estabas import