Capitulo 2

—No noooo! eres una perra. Maldigo el día en que te conocí. Siempre serás el peor error de mi vida.

—No Patrick!. Te equivocas! el peor error de tu vida fue haberme condenado a un mundo miserable siendo inocente. Tu peor error fue haberme creído débil y patética por ser humana. Tu peor error Patrick! fue haberte cruzado en mi camino.

Eso fue lo último que Patrick escucho antes que sus gritos ahogaran todo lo demás. A lo lejos Kael y sus hermanos miraban la escena y no sentían nada. Ellos eran los únicos que estaban en absolución por Amaya, por ser los únicos que la ayudaron a salir de aquel infierno miserable que pasó.

Cuando Amaya terminó con Patrick se limpio la sangre y se volvió a su Beta.

—Investiga a donde salen los túneles.

—Solo hay dos Reina Amaya. Uno sale cerca del risco alado del río y el otro sale a las afueras de la manada por el oeste.

Kael hablo, pero su mirada apenas tocó la de ella cayó de rodillas y sus hermanos más atrás.

—Levántense! ahora son libres.

—Podemos quedarnos con usted?— pregunto Liz

Amaya los miro con sumo cuidado. Había pasado mucho tiempo antes de planear su venganza. Sin embargo un movimiento de cabeza y dos de sus guardias los escoltó.

—Bien! que haremos ahora Amaya? lo mas seguro es que hayan huido hacia la manada de Robert. Melissa es su hija y debió sentir la conexión romperse.

—La manada de Robert es considerada intocable por ser una de las más fuertes y por tener la guarda del Rey.

—Eso sería una declaración de guerra directa hacia la manada real.

—Así es. Pero Cailín y Liam deberán decidir de que lado están!. Que se preparen todos. Iremos a la manada Luna azul y está vez no quiero que nadie escape.

****

En la manada real, el consejo estaba discutiendo los acontecimientos de los últimos días. La manada Luz de media Luna había Sido reducida a cenizas y su propio Alfa esparcido por sus tierras como dando un mensaje claro.

La Reina desconocida para ellos no era más que una amenaza. No entendían el motivo por el cual hacer tal masacre.

—Debemos movernos ya y buscar la forma de exterminarlos. No podemos seguir esperando Rey Alfa que después sean otras manadas las afectadas.

—Pero como saber dónde están o como se mueven? Aunque conocemos su manada, ningún explorador ha regresado nunca.

—Pues mandemos a todo nuestro ejército junto. No podemos tolerar que llegue una "Reina" y quiera sembrar el caos.

—Reina? y dado ese título por quién? solo tenemos dos manadas reales y son las únicas que deben ser tratadas como tal.

Los ancianos siguen discutiendo mientras Liam y Cailín solo permanecen en silencio pensando en todo esto. Hasta que deciden romper el silencio.

—Lo más sensato es intentar entablar un diálogo entre nosotros. No conocemos su manada ni tampoco el límite de su fuerza y extensión. Ir en contra de una manada a ciegas es un homicidio y no estoy dispuesto a sacrificar a cientos talvez miles por cosas que no vemos y desconocemos.

En eso la puerta se abre mientras el hombre entra en estado de alteración y evidente pánico.

—Alfa Robert que lo trae por aquí? pasa algo?.

—Mi... mi hija ella... ella acaba de irse con su cuñado y mi nieto lejos de mi manada. Ella escuchó que la Reina rebelde venía por nuestra manada....

—Las últimas palabras de Patrick fué que cuidara de su hijo y huyera lejos mientras el daba la vida como un buen Alfa por los suyos.

Todos en la sala estallaron en un gran alboroto.

Un día más tarde Amaya estaba llegando a los límites de la manada Luna azúl. Sonrió al percibir quienes estaban allí. Nada más y nada menos que los mismísimos reyes.

—Cambio de planes. Quiero a todos en su forma lupina. Se mantendrán camuflados entre los arboles. Yo iré al frente a hablar con viejos amigos. Solo daré una orden. Estén atentos.

La noche caía dejando ver los últimos rayos de sol. Del bosque salió Amaya junto con su beta mientras su fiel Alfa oscuro vigilaba desde las sombras con sus ojos rojos profundo fijos en su Reina.

En la manada se dió el anuncio que afuera estaba la Reina rebelde y su beta solicitando una audiencia.

El Alfa Robert salió a la par de tres del consejo y por supuesto los reyes. Cuando llegaron al frente Cailín y Liam se detuvieron en secó esperando a que sus ojos no les estuviera jugando una mala pasada.

—Cuánto tiempo sus majestades— sonrió Amaya con la misma forma juguetona con la que siempre lo decía.

—Aya? de verdad eres tú?— Cailín sin importar que dijeran la abrazo pero ella no lo correspondió. La apartó bruscamente mientras decía.

—Vengo a destruir la manada Luna azúl y ustedes no harán nada para evitarlo.

—Como te atreves a hablarle así a los Reyes?— espetó el Alfa Robert.

—Parece que ellos no saben lo que realmente haces verdad? hagamos un trato, tu me das a tu hija y consideraré perdonarles la vida.

—Mi hija y mi nieto están a salvo lejos de tí monstruo, jamás los encontrarás.

—Oh creeme! los encontraré! tengo cuentas con tu hija y su amante.

—Aya debes parar ahora....

—Parece que no sabes quién es el hombre que tienes alado. Déjame decírtelo. Es un cochino violador que se encargo de torturarme y humillarme, sus manos sucias me tocaban mientras su asqueroso miembro me desgarraba por dentro.

—Eso no.. no.. no.. es cierto...

—Lo es y tomaré esta manada lo quieran o no y si deciden meterse no dudaré en responder.

Los gritos llenaban el aire de la espesa noche mientras por fín en los ojos de Amaya habían lágrimas. Esto fue lo que siempre quiso pero no sentía paz. Ellos la destruyeron y ya no lograba sentir tranquilidad. Aunque se estaba vengando no tenía la paz que tanto esperaba.

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