Capitulo 7

Pov Amaya

Mi corazón corre a mil por hora al ver como Cris está siendo desnudada.

El asqueroso que tengo atrás no deja de restregarme su cosa. Mis lágrimas empiezan a caer al sentir que no saldremos de esta.

Cuando Cris queda totalmente desnuda grito.

—Por favor no...

—Déjenla...

—Son unos desgraciados....

Mi vestido es levantado mientras me pegan a la pared de cara. Mis lágrimas caen a raudales. Intento gritar pero él tiene su mano en mi boca.

Es todo. Perderé mi virginidad a merced de un desconocido.

Siento que él intenta arrancar mi ropa interior. Cierro los ojos esperando lo peor pero pronto siento que su cuerpo me abandona.

Me giro rápido y veo a Patrick.

—Como te atreves a tocar lo que es mío pequeña escoria?.

Sus amigos salen corriendo para ser detenidos por el hombre que siempre acompaña a Patrick.

Lo lanza hacia ellos y todos quedan tirados frente al otro.

—Sabes que hacer Thadeus.

Otros hombres llegan y lo arrastra. Una manos tocan mi piel desnuda y salto del susto. Patrick baja mi vestido y me da su chaqueta.

La tomo y salgo corriendo para cubrir a Cris que está en el frío suelo. Me volteo hacia el hombre que me mira de una forma fría.

—Por favor ayúdala.

—Por qué debería?

—Hare lo que quieras lo juro solo ayúdala.

El camina hacia mí, la toma y caminamos en silencio al auto. Le doy la dirección y llegamos a su casa. Entro con ella la ayudo a bañarse, la visto y la dejo dormir.

Tomo un respiro antes de salir porque se que afuera hay un hombre que es capaz de congelar con la mirada.

Camino hasta él pero solo se gira y camina hasta el auto. Lo sigo en silencio.

Veo que no vamos a mi departamento y solo ahí le hablo. —A dónde vamos?.

Pero nada. Solo un silencio mortal es mi respuesta.

Llegamos a una bonita mansión. Él se baja y su conductor me abre la puerta.

Lo sigo adentro y en ningún momento el voltea a verme. Veo al rededor y todo adentro es muy moderno y bonito.

Luego entramos a lo que parece ser su oficina. Cierra la puerta, se acerca a mí y retrocedo.

Sus manos alcanzan mi vestido y de un tirón lo rompe mientras suelto un pequeño grito asustada.

Me arranca todas mis prendas dejándome completamente desnuda frente a él.

Trato de cubrirme pero no me deja.

—No Amaya, no me negaras ver lo que es mío. Ahora date la vuelta y no me hagas repetirlo.

Trago grueso y solo hago que él dice. Se que me está observando a detalle.

—Date la vuelta— lo hago para verlo con un rostro enojado.

Se quita su camisa y me la pone. Me guía escaleras arriba entrando en su baño. Me quita la camisa y luego entra y ajusta el agua.

Él me coloca debajo y luego toma una esponja y empieza a lavarme. Lo escucho gruñir cuando pasa por las marcas que me dejó ese hombre.

—Dormirás aquí hoy Amaya. Mañana hablaremos de esto.

Luego sale de la habitación y no regresa.

Al día siguiente me despierto fijándome que dejaron un bonito vestido y lencería junto a la cama.

Me visto rápido y bajo.

Me guían al comedor y el ya está allí imponente como siempre.

El desayuno transcurre en un incómodo silencio.

—Se puede saber Amaya que estabas haciendo en un lugar como ese y vestida así?

Solo un suspiro es lo que suelto.

—Cris me invitó a salir para desahogarse. No le ví nada malo al vestido ya que es bastante decente comparado con el que ella llevaba.

—Decente dices? parecias una mujerzuela Amaya.

Suelto de golpe los cubiertos y lo observo.

—Acaso me estás llamando mujerzuela?

—No es así como estabas vestida ayer?

—Sabes que? jodete Patrick.

Me levanto para irme. No pienso quedarme a tolerar esas humillaciones.

—No te dije que podías irte.

—No necesito tu permiso Patrick. No eres mi dueño. Ni quiera tenemos una relación.

—Eres mía y eres mi mujer. Que parte de todo eso no te quedó claro Amaya.

Mis lágrimas empezaron a salir de frustración. No me quedé más y decidí salir solo para ser detenida en la puerta por su hombre.

—Amaya desayuna y luego te llevo a donde quieras.

—Quiero irme ahora. Por favor.

—No. Ahora regresa.

—No eres quien para decirme que hacer Patrick. No soy tu esclava y en lo que a mí respecta no somos nada....

—Podré sentir muchas cosas por tí pero no te da el derecho de tratarme así. No soy un objeto que puedas tratar como propiedad.

Veo que realmente puede matarme con la mirada y no soy capaz de soportarla. Agachó la cabeza mientras mis lágrimas siguen mojando mis mejillas.

—Llévala al departamento Thadeus— fue su única orden y se aleja. Esto causa un dolor en mi pecho haciendo que mis lágrimas aumenten.

Llegó a mi apartamento y lloro por un buen rato. Demonios. Por qué me enamoré de alguien así. Lloro hasta por fín quedarme dormida.

Al despertarme me dirijo al baño solo para ver mis ojos rojos e hinchados. Me quedo bajo el agua por un buen rato antes de salir. En eso mi teléfono suena.

—Cris que bueno, dime cómo estás?

—Me duele todo Amaya hasta el alma. Tu me cambiaste?.

—Si, te caiste y te rompiste el vestido así que te limpie antes de acostarte.

—Gracias Amaya..

Hablamos otro rato más hasta que decido pararme y hacer algo de comer.

Los siguiente días fueron solitarios. Patrick no volvió a buscarme y realmente lo extrañaba. Tampoco fue más al trabajo.

Sentada en mi cama reflexiono en lo que hice. Se que está molesto pero no tiene derecho a tratarme así. No soy un objeto soy una persona.

Una llamada entrante me saca de mi ahogo emocional.

—Hola!.

—Señorita Amaya?

—Si soy yo.

—Le hablamos del hospital. Su abuela tuvo una recaída y debemos operar de emergencia.

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