Pov Amaya
Los días pasaban y yo solo podía caminar por el jardín sin hacer nada. La comida era llevada a mi habitación y de resto no podía hacer nada. Era frustrante. Demasiado frustrante. Sentada en la cama, volví a tomar mi teléfono para seguir leyendo cosas sin sentido común. Todo lo referente a la Luna equivalía a las criaturas de la noche. Leí sobre las manadas de los hombres lobos, sus parejas destinadas, el vínculo que tienen con la Diosa de la Luna. A cada hombre y mujer se le otorgaba el espíritu de un lobo que despertaba a los 18 años, con su despertar se definía su rango. La guerra constante entre hombres lobos y vampiros por definir quién era el más fuerte. Seguí leyendo y cada vez más esto me parecía más absurdo, hasta que me detuve en algo que llamo por completo mi atención. Había una imagen ilustrada de una Luna de sangre sobre la copa de los árboles. Una mujer en el medio, vestida de blanco, con un halo en la parte de atrás de su cabeza en forma de media Luna. La descripción decía, Diosa Selene. Pasé mi mano sobre aquella imagen sintiendo una extraña conexión, como si la hubiese conocido antes. Profecía de Luna de Sangre. Decían aquellas palabras en grande. "Hace miles de años los hombres lobos convivían en armonía con los humanos. Pero el hijo del Rey Cam y futuro heredero al trono, no pensaba igual, pensaba que los humanos eran inferiores. Con el pasar del tiempo tomo el trono y la primera orden fue expulsar a todos los humanos de sus tierras. Su padre se opuso, pero su hijo lo mandó a ejecutar por traición. Desde aquel mandato los humanos fueron expulsados pero también cazados por años. La Diosa Selene, al ver la masacre que sus hijos estaban desatando, bajó a la tierra como una mortal. La apresaron y fue llevaba ante el Rey por su belleza, una joven de piel de porcelana con su hermosa cabellera blanca y ojos azules. Para todos ella era un simple humana. El Rey la tomo como suya. Ella solo pudo experimentar todo el dolor y la tortura a los que eran sometidos los humanos. Fue golpeada, violada y maltrata por el Rey, su ira contra sus propios hijos creció. En medio de una gran celebración hacia el Rey, donde estaban todos los Alfas, ella hizo su aparición. Se elevó al cielo y mostró quién era en realidad. Todos se quedaron en silencio, incluso el mismo Rey viendo que la chica era en realidad su Diosa. Todos se inclinaron ante ella. Pero ella estaba furiosa y cansada. —Son mis hijos, pero justo ahora me han decepcionado, han cruzado la línea delgada de la paz que jamás debieron cruzar. Experimenté en carne propia las aberrantes cosas que le hacen a los humanos y eso es algo que no voy a perdonar... —Una humana nacerá para ser destinada a ser la portadora de mi poder de fuego, será ella quien los juzgue en mi nombre, la luna se teñirá de sangre dando paso al inicio de la era su destrucción. Ella estaba siendo cruel e imparcial. Todos los presentes se arrodillaron suplicando por su perdón, pero ella ya había dictaminado su sentencia. Sin embargo, vio las vidas que crecían en los vientres de sus hijas. Sentía tristeza al ver qué, por culpa de lobos irracionales, inocentes pagarían. —Sin embargo, habrá una esperanza, un lobo nacerá entre ustedes, tan blanco como la luna y en su frente llevará mi marca. Tendrá mis dones y será el más fuerte y poderoso. Le daré por compañera a mi elegida y de él dependerá que tan grande será su destrucción." Me quedé con la mente en blanco releyendo aquellas palabras. Si esto fuera verdad, quiere decir que esa sería su destrucción. Pasé la página donde había otra imagen. Un escalofrío me recorrió al verla, su cabello y sus ojos rojos, tan intensos como la sangre. Detrás de ella la Luna de sangre y árboles incendiados. Mi teléfono comenzó a sonar haciéndome saltar del susto. Contesté la llamada y sentí que el mundo se me venía abajo. "Señorita, su abuela se encuentra en el hospital, fue ingresada de emergencia y debemos operar ya" Recordaba aquellas palabras y las paredes comenzaban a cerrarse a mi alrededor, no tenía todo el dinero para esa operación, mi familia no tenía como costearla. Abrí la puerta y salí corriendo, necesitaba salir de aquí, buscar una salida, buscar una solución. Llegué abajo y los hombres de Patrick intentaron detenerme. —Señorita, no puede salir, son órdenes. —No lo entienden, necesito salir, mi abuela está mal en el hospital y necesito... necesito hacer algo. —Lo siento, no tenemos autorizado... —Entonces llámenlo y díganle que me voy a ir lo quiera o no, que no soy su maldit4 prisionera. Pasé a sus lados y corrí por la carretera sin detenerme. Necesitaba buscar alguna salida para esto. Llegué a mi apartamento y comencé a rebuscar todo el dinero que tenía guardado. Solo era la tercera parte que pedían, que iba a hacer ahora. Comencé a llamar a un sin fin de personas que dijeron que podían ayudarme y solo me estrellé contra mi falsa esperanza. Todos me sacaban excusas estúpidas, nadie estaba cuando realmente lo necesitaba. El teléfono en mi mano comenzó a sonar y Vi el identificador, no iba a responder, ya no. Lo amaba, pero no era su prisionera, no quería esa clase de vida, él parecía quitarme mi libertad. Comencé a llorar sin poderme detener, Patrick era mi mejor opción y eso también significaba atarme a él de por vida. Todos los miedos y las inseguridades comenzaron a crecer, aquella sensación regresó de nuevo. Él no era bueno para mí, todo comenzaba a gritarme peligro y necesitaba escuchar. —Perdón Patrick, pero me elijo a mí esta vez, tengo miedo, miedo de ti y no estoy segura de pertenecer a tu mundo, aunque yo te ame no quiero.Pov Amaya Pasaron los días y pudimos reunir la mitad del dinero, mi familia logró vender algunas cosas y con eso más lo que tenía cubrimos la mitad. Aun así, el hospital sigue presionando para que paguemos el resto, pero mi abuela está bien y eso es lo que importa. Miro el teléfono cada tanto esperando que ver un mensaje o una llamada suya, pero ya no llega. Resignada, salgo a mi nuevo trabajo, es un pequeño bar, aquí los clientes no son tan groseros, pero siempre hay uno que busca molestar. Después de servir un par de rondas me gritan que vaya a la mesa 10 para atender un nuevo pedido. Cuando llego mis pies se detienen por completo al ver quién es. Sus ojos grises mirándome con frialdad, sus dedos golpeando rítmicamente sobre la madera de la mesa, no dice nada, solo me observa. —Simplemente, huiste sin decir nada Amaya, te llamé varias veces y tampoco respondiste, ¿dime qué fue lo que hice mal para que huyeras de mi lado? —Necesitaba salir de ahí Patrick, odio el en
Pov Amaya Comenzamos a avanzar, cruzando el portón que cerro a nuestra espalda. Los autos avanzaban sin prisa por el camino hasta que comencé a ver las pequeñas edificaciones a los lejos. Lo primero que veo son campos de entrenamiento, todos llenos de lobos, nada comunes. Son grandes y fuertes, demostrándolo en una lucha mientras un hombre les da instrucciones. Pasamos por otro donde veo como se transforman de su cuerpo humano a uno de lobo. Comienzo a respirar de forma agitada observando todo esto. Esas leyendas... Dios... esas leyendas no pueden ser ciertas. Llegamos a la entrada de una mansión más grande que la otra donde veo a varias personas paradas. Me giro a ver a Patrick que solo me observa con detenimiento. —Por esto te mandé a leer leyendas Amaya que más que leyendas es nuestra historia, ahora sabes lo que somos... —Soy un Alfa y tú eres mi compañera destinada por la Diosa, esta será la vida que conocerás a partir de ahora. Mi cuerpo tembló al oír aquel
Pov Amaya Los primeros rayos de sol se asomaban por la ventana mientras abría mis ojos lentamente. Los recuerdos de la noche anterior me hacen sentir feliz y una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro. Luego de hacer el amor por primera vez me dejó dormir por un rato, pero no por el resto de la noche. Siento que mi cuerpo me duele por todas las formas en la que me hizo ponerme, jamás pensé que mi cuerpo fuera así de flexible. Termino de despertarme y al voltear y posar mi mano en dónde se supone debería estar mi amado compañero; no está. La cama estaba fría, eso me sacó toda la alegría y sentí un vacío enorme en mí. Me levanté a pesar de que mi cuerpo protestó y camine lo mejor que pude a pesar del dolor que sentía en mi zona delicada. Me arreglé y me vestí, decidí salir para ver en dónde estaba Patrick, pero solo veía puertas interminables que no se a donde llevaban. Bajé las escaleras y justo veo a su madre. —Buenos días señora Prescott—, le doy un cálido saludo con una s
Pov de Amaya Respiro hondo antes de enfrentarlo, —sabes qué eso no hará, que la molestia que siento ahora se vaya como si nada. —Lo sé pequeña. —Me sentí tan humillada Patrick, me hablaste de esa forma, sin importarte que había un tercero entre nosotros, y peor aún, cuando me sacaste de allí y vi como ella se burlaba de mí. —Amaya estaba estresado por tanto papeleo que hacer, en cuanto a Melissa no tienes que prestarle atención ni a ella ni a sus comentarios, es la hija de uno de nuestros aliados. Veo que deja la bandeja en la mesita a mi lado y se siente junto a mí. —Mi pequeña, jamás quise humillarte, por favor perdóname, sé que fui un idiota con lo que te dije, pero estaba bajo presión en algunas cosas. —Que hay de ella, vi como te coqueteaba. —Siempre lo hace, pero yo decido respetarte—, retira un mechón de cabello de mi rostro y me da un beso suave. —Ella no estará aquí por mucho, así que mejor ven, comamos y luego vamos a bañarnos— veo la sinceridad en sus palabras y dec
Pov narrador Entran al campo de entrenamiento donde ya hay muchos lobos allí. Todos se presentan, desde adolescentes hasta más adultos. El entrenamiento empieza y es bastante exigente. Al otro lado, Amaya escucha un par de chicas riéndose, dirige su atención hacia allá y ve a Melissa con otras chicas que la miran de vez en cuando. De pronto, escucha gruñidos y ve como los chicos que estaban entrenando, empiezan a transformarse en lobos frente a ella. Amaya, asustada, retrocede un poco viendo esto, pensando en como eso era posible. De pronto, ve como uno de los lobos gris con manchas marrones muerde al otro en el cuello y con eso, Amaya suelta un grito aterrada por la escena. Todo se detiene, incluso los lobos que estaban peleando. Melissa divertida camina hacia ella con una risa burlona. —Está bien, Amaya, parece que esto es mucho para ti—, esto llama la atención de Amaya que voltea y solo la ve mientras sigue en estado de shock. Por otro lado, Sofía ve muy divertida la escen
Pov narrador En el hospital, los doctores limpian su herida y la cosen. Ella soportaba el dolor en silencio, pues se negaron a ponerle anestesia. Pero su dolor más grande fue ver los ojos de Patrick y ver su decepción. Le dolía ver qué por primera vez su mirada; era de total rechazo. Le dan una pomada para los moretones y unos analgésicos y eso es todo. Amaya es llevada a la habitación del Alfa donde es encerrada. Ella se deja caer en la cama y deja que sus lágrimas caigan libremente. Recuerda las palabras de Melissa. "¿Por qué crees que no se refiere a ti como su luna?", y tiene razón, nunca se ha referido a ella de esa forma. Recuerda todos los acontecimientos de los últimos días y se da de cuenta de que todo fue un error. Toma el teléfono y llama a su mejor amiga. Le cuenta todo a detalle, incluso de que ellos son hombres lobos. Su amiga al principio se ve divertida y no le cree, pero cuando nota la seriedad de las palabras de Amaya y su llanto, rápidamente investiga sobre e
Pov Patrick Han pasado ya dos meses desde que mandé a encerrar a Amaya en la habitación, ha bajado algo de peso y su piel está más pálida, pero sigue siendo hermosa. Recuerdo todo de aquel día y siento una enorme rabia en mi interior. FLASHBACK Me dirijo a mi oficina furioso, mi patética compañera está siento tratada por la herida en el brazo. Melissa soltó un montón de cosas que no tenía que soltar. La Diosa de la Luna debe estar burlándose de mí por esta situación. ¿Por qué caraj0s me da una compañera humana? Entro a la oficina y allí está Melissa sentada. Me paro justo alado y sin esperarlo, la levanto de un tirón para que sepa que esta vez no seré condescendiente con ella. —¿Qué carajos fue eso Melissa, cómo te atreves a ponerle una mano encima? —¿Qué, acaso te duele que lo haya hecho? —No juegues con mi paciencia Melissa porque tengo un límite. —Le dije la verdad en su cara de lo que es para ti, solo la tienes para satisfacerte porque sé más que bien que e
Pov Amaya Me acuesto dándole la espalda al hombre que acaba de follarme por la fuerza. Esta vez no lloro. Solo cierro los ojos esperando a que el sueño me lleve. Siento como se acuesta a mi lado y gracias a Dios que decide no volverme a tocar. Después de un rato caigo rendida al sueño. De pronto, me despierto sintiendo un tirón de mi cabello, tan fuerte, que grito del miedo mientras soy arrojada al otro lado de la habitación. Choco contra el armario, dejando escapar un quejido de dolor y con la vista borrosa observo y veo como Patrick camina hacia mí. Sentí tanto miedo que intenté moverme, pero fue inútil porque él vuelve a tomarme tan fuerte de mi cabello que siento que va a arrancarlo de mi cabeza. —Así que pensabas huir de mi Amaya, ¿creíste que ibas a dejarme y yo solo lo iba a aceptar? —No sé de que estás hablando—, le digo y siento que él tira más fuerte de mi cabello y luego comienza a arrastrarme por la habitación. —¿No?, ¿no lo sabes?, déjame te muestro—, observo que