Pov Narrador Amaya se levantó del suelo y con su dedo dibujó runas en el aire, las elevó al cielo y las envío en dirección a sus Alfas. Un sello cayó sobre ellos, sus cuerpos de lobos, estaban siendo reemplazados por llamas, la transformación en forma de humano dejó perplejos a muchos, pero eran intocables. Los vampiros retrocedieron mientras Cerberus se abalanzó contra ellos, pero sus garras no les hacía daño, traspasaban aquel cuerpo hecho totalmente de llamas sin poderles hacer nada. Cuando Amaya miró hacia la vampira, esta estaba levantándose, su cuerpo era rodeado por una tenebrosa oscuridad. Una cuchilla oscura se materializó de aquella oscuridad. Se lanzó contra Amaya fuerte, implacable y letal, sus golpes certeros y fuertes, su poder oscuro oprimiendo al de su oponente. Clavó peligrosamente aquella arma cerca de su vientre, Amaya solo tomó su mano mientras escupía sangre. —Tú y ese maldit0 pequeño que llevas dentro morirán, todo el Reino de los lobos caerá y tú... ya n
Pov Narrador Ahora se estaban enfrentando a la transformación total del Rey de los vampiros. Hardick se apartó de él antes de que un golpe lo tomara por sorpresa. Aitor llegó a su lado, con su pelaje brillando, la media luna en su cabeza brillaba con un rojo intenso. El cuerpo de Hardick fue rodeado por dos auras danzantes, blanca y roja, fuego y luz. Él estaba dispuesto a luchar por lo que ama, por su compañera, por su cachorra, por un mundo para ellas. Pero no estaba dispuesto a morir, él estaba decidido a ver crecer a su hija y a volver a pasar la misma etapa con su compañera. Darius se abalanzó contra ellos, Aitor saltó al aire clavándole los colmillos. Hardick fue hasta él y luchaba con sus garras enfrentándose a las poderosas alas de Darius que estaban siendo mutiladas. Un giro brusco y se deshizo del lobo para luego lanzarse sobre Hardick, arrastrándolo y elevándolo por los aires con sus alas rasgadas. Garras cortaban la piel, rugidos, resonaban desde lo alto. Ninguno
Pov Narrador Justo antes de que Amaya pudiera apartarse de Ónix, un gruñido fuerte resonó entre ellos. Amaya fue apartada de un tirón del regazo de aquel moreno, para encontrarse entre los brazos cubiertos con pelaje blanco de su Alfa. —Si te atreves a tocar a mi mujer desnudo de nuevo, juro que te arrancaré los brazos. La voz de Hardick mezclada con la de Aitor resonó en el lugar, haciéndolos temblar a todos, dejando escapar su dominio Alfa. Kayle cubrió el cuerpo de Ónix con una capa, iba a decirle algo y en ese momento, otros cinco hombres aparecieron completamente desnudos frente a ellos. Querían abrazar a su Reina por el regalo que les otorgó, pero rápido Hardick la alzó entre sus brazos y le rugió a todos. Se detuvieron de golpe sin decir nada, otros fueron rápido a cubrirlos con algo. Amaya solo se reía en su pecho mientras Hardick se alejaba del lugar con ella entre sus brazos. ***** Pov Amaya —Estás exagerando. —Verte a horcadas sobre otro macho desnudo, dónde cla
Pov Hardick Miro como Amaya rompe de nuevo, otro vestido, se acerca a mí y comienza a llorar mientras la abrazo, dejando besos sobre su hermosa pancita que ya está bastante grande. Ya solo faltan unas semanas para por fin conocer a mi cachorra y estoy más que emocionado. —Nada me queda bien, esto es un desastre, ¿todavía me amas verdad? Se supone que ya habíamos superado esta etapa, pero ella sigue estando igual de emocional que al principio. —"Admite que es divertido cuando nos despertamos a mitad de la noche con ella cabalgándonos" —"Al menos nos deja dormir más durante la noche" —"Se acostumbró a ocuparnos el día que no es lo mismo, jajajaj..." —Mi amor te amaré siempre, Aitor también lo seguirá haciendo, eres nuestra luz y nuestra vida. Vuelvo a besar su hermosa barriga y esta vez, observo como nuestra pequeña se mueve allí adentro. —Vamos Nena o llegaremos tarde a la ceremonia de "tu Alfa". Frunzo el ceño y digo aquellas palabras como si estuviera saboreando algo amarg
Pov Hardick Estoy terminando de revisar unos documentos, cuando una pequeña presencia se cuela adentro. Aquella hermosa cabellera roja llega hasta mi pierna. La alzo colocándola en mi regazo mientras ella mira con curiosidad los papeles. Sostiene una hoja en sus manos que me pasa y miro el dibujo. —Me gusta, creo que lo colocaré justo aquí. La coloco alado de nuestra foto familiar, que pronto tendrá que actualizarse. Hizo un dibujo de nosotros, Mi Reina y yo sosteniendo su mano y Aitor alado de mi amada, con su pequeño hermanito que está en camino sobre su lomo. —Vengo a arreglar a Eliana, pronto estarán aquí los Reyes. —Siento que la estás preparando para el matadero. Le gruño a mi madre que rápido me reprende. —Hardick, el pequeño Alek ya parece amarla, él sabe que es su compañera, además, para que siga manteniendo los ojos morados, que por derecho solo lleva su lobo, solo significa lo poderoso que será. —Lo sé madre, lo sé, solo aún no me acostumbro a la idea
Pov Amaya Miro a través de la pequeña ventana, las nubes blancas en el cielo. Cómo podría saber que este viaje me llevaría a conocer un mundo para el que no estaba preparada. Un mundo que me recibiría de una forma muy cruel y despiadada. Jamás en mis 19 años de vida, me hubiese imaginado que una Diosa que no sabía que existía, me elegiría para una misión. Una que podría destruirme a mí también. Y así es como comienza mi historia, llegando a la ciudad en busca de un mejor futuro, uno dónde realmente pueda encajar. Esa sensación de no pertenecer a ningún lado, la he sentido desde pequeña, talvez por el hecho de que mi padre nos abandonó o por algo que desconozco. Camino por la bulliciosa sala del aeropuerto dirigiéndome a la salida. Andaba tan absorta en mis pensamientos que por error choqué con alguien. —Lo siento, no me fijé. Me agaché rápido a recoger las cosas que se desparramaron por el suelo, aquella presencia seguía allí parada hasta que alguien más se paró a su lado in
—No noooo! eres una perra. Maldigo el día en que te conocí. Siempre serás el peor error de mi vida. —No Patrick!. Te equivocas! el peor error de tu vida fue haberme condenado a un mundo miserable siendo inocente. Tu peor error fue haberme creído débil y patética por ser humana. Tu peor error Patrick! fue haberte cruzado en mi camino. Eso fue lo último que Patrick escucho antes que sus gritos ahogaran todo lo demás. A lo lejos Kael y sus hermanos miraban la escena y no sentían nada. Ellos eran los únicos que estaban en absolución por Amaya, por ser los únicos que la ayudaron a salir de aquel infierno miserable que pasó. Cuando Amaya terminó con Patrick se limpio la sangre y se volvió a su Beta. —Investiga a donde salen los túneles. —Solo hay dos Reina Amaya. Uno sale cerca del risco alado del río y el otro sale a las afueras de la manada por el oeste. Kael hablo, pero su mirada apenas tocó la de ella cayó de rodillas y sus hermanos más atrás. —Levántense! ahora son libres
Pov Amaya Otro día más en mi trabajo y sigo repitiendo aquella noche una y otra vez en mi cabeza. Todo es demasiado confuso y extraño, pero es mejor alejarme de él, tengo esa extraña sensación de que él no es alguien al que deba acercarme. —Amaya, la encargada, nos llama. —¿Sabes para qué? —No, pero dijo que tú, Daniel y yo fuéramos a atender a los clientes de la sala vip. Asentí y fui con ella, la encargada nos dio algunas instrucciones y subimos. Cuando entre en la sala mis ojos se pasaron directamente en el hombre que desprendía aquella aura poderosa. Sus ojos me miraban fijamente mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios. Tragué fuerte y aparté la mirada, sintiendo aún su mirada ardiente sobre mí. Tomamos los pedidos de todos, antes de tomar la carta de sus manos, él tomó la mía y luego dejó que simplemente se deslizara por entre sus dedos. Él hablaba como si nada a los demás y nadie parecía notar su agarre sobre mí. Cuando me soltó casi que tropiezo con mis propio