Pov Patrick
Después de que dejé a mi bella compañera en su departamento decidí salir a beber un poco con mi beta Thadeus. Llegamos al club de siempre mientras pasábamos a la sala privada. Una chica llegó rápido con los tragos habituales. —Esta noche quieren compañía? —Por supuesto que si Mendi, pero que está vez estén más que dispuestas. —Thadeus— gruño en respuesta. —Patrick tu y yo sabemos que ella no te reconoce porque no sabe quienes somos. Da igual con quién te acuestes ahora. No le harás daño. No le quitó la razón. Pero pronto lo sabrá porque debo partir a mi manada y la llevaré conmigo quiera o no. —Deberías instruirla al menos Patrick. Que se vaya haciendo ideas de lo que somos. En eso entran varias chicas. Una rubia muy coqueta se sienta en mis piernas. Su toque no causa nada en mí porque gracias a mi compañera ya siento todo muy simple. Pensando en ella decido arrastrar a la chica a un cuarto privado. Le arranco la poca ropa que trae. La pongo de espaldas mientras me hundo en ella. Pienso en mi querida compañera. Su cabello castaño oscuro. Esos ojos color café. Su piel blanca y suave. Sus labios rosados. Mis embestidas se vuelven más salvajes al pensar en ella. Pienso en como será sentirla cuando me hunda ella por primera vez y eso es todo para llegar a mi climax. La zorra que tengo al frente a penas puede sostenerse pero yo aún no termino y su noche apenas empieza. Pasan los días y decido ir a verla al restaurant. Pido de nuevo por ella. Pero me dicen que no fue a trabajar porque estaba enferma. Mi lobo gruñe —débil, no quiero una mate débil. Debería ser fuerte y capaz como nosotros, no una niñita. —Lo se Rex pero reclámaselo a la Diosa. Termino de almorzar y decido ir a verla. Toco su puerta y al abrirla la veo muy abrigada y con sus mejillas rojas. Me mira con sus grandes ojos muy sorprendida. —Me dijeron en tu trabajo que estabas enferma. —No es nada grave. Le tocó la piel y literalmente arde. Sin importar que diga paso a su lado con una bolsa de medicamentos. Se la entrego y ella espera unos segundos antes de tomarla. —No tenia que molestars.... —No es molestia Amaya, es mi deber. Ella me mira y realmente no se ve bien. Diosa porque de todas ella?. Solo mírala! ni siquiera puede no enfermarse. —Que hacen ustedes los humanos para bajarse la fiebre? Veo que me mira raro antes de responder. —Bueno la bajamos con paños húmedos de agua fría o si es muy fuerte en la regadera. Me dirijo hacia el baño y empiezo a llenar la tina. Ella solo me observa desde lo lejos. Por favor! como si guardar la distancia la salvara de mí. Cuando el agua está lista me acerco a ella. Retrocede un poco y no me importa igual la tomo y la arrastro hasta el baño. Empiezo a quitarle la ropa mientras forcejea conmigo. —Amaya si yo hubiese querido, ya te hubiese follado de todas las formas posibles desde el primer día. Escucho su corazón acelerarse y termino de sacar todas sus prendas quedando solo con la de abajo. Tiene unos senos hermosos. La meto en la tina y la dejo sola en lo que voy a quitarme toda mi ropa quedando solo con el calzoncillo. Ella se tensa al verme pero me muevo rápido y me meto a la tina con ella. Su temperatura es alta. La arrecuesto en mi pecho y dejo que el agua la cubra hasta el cuello. Ella es realmente pequeña. Pero tiene un cuerpo muy bonito. Tomo uno de sus senos en mis manos y ella da un pequeño salto. —Son hermosos Amaya y lo mejor es que son míos. Ella no dice nada pero se que debe estar presa del pánico. No la tomaré porque eso lo pienso hacer en mi manada, en mi cama. —Dime algo pequeña—la volteo que quedé a ahorcadas sobre mí. —Has estado con alguien?. —Eso no te importa. —Si me importa. Necesito saber cuantas cabezas debo arrancar—. Veo que se asusta y luego un pequeño rubor sube hasta sus orejas. —Bien! Llevo uno de sus pechos a mi boca. Tomo sus manos y las coloco atrás de su espalda para que no se le ocurra moverse. —Me alegra saber que seré el primero— y sin titubear tomo el otro en mi boca mientras mi dura erección rosa su pequeña entrada a través de la tela. Sus pequeños gemidos ahogados me excitan demasiado. Tomo sus caderas para guiarla mientras mi erección explota entre la tela. Ella me ve algo asustada y yo solo la beso con pasión. Ha pasado una semana y ya por fín se recuperó. Estaba molesto. Cómo puede durar tanto enferma. Pero saque ventaja de esto. Hice que sus barreras contra mí se derrumbaran. Ya no me ve con tanta desconfianza. Está vez accede a sentarse en mis piernas y deja que mis manos vaguen por su piel todo lo que yo quiera. —Amaya has leído historias del mundo sobrenatural? —De vampiros, hombres lobos, hadas y esas cosas? —Asi es. —No. No me gustan las historias fantasiosas. Esto hace que Rex gruña en desaprobación. Sin mencionar que se que mi aura cambió totalmente al sentir que ella se encogía a mi lado. La tomo por la barbilla y la obligó a mirarme. —Pues quiero que a partir de ahora lo hagas Amaya. Sobre todo las que tienen que ver con la Luna..... —Porque no son solo historias Amaya, es una realidad que pronto descubrirás. Ella solo me observa y se que está molesta por la forma en que siempre demando. Pero se debe acostumbrar a ser sumisa. Me levanto para irme, no sin antes besarla. Antes de salir por la puerta me detengo. —Tienes un mes Amaya. —Para que? —Para adaptarte a tu nueva realidad.Pov Amaya Regreso a mi trabajo después de una semana. Una larga larga semana. Cómo explico que el hombre por el cual mi cuerpo me traiciona estuvo cuidándome desde que decidió entrar por la puerta. Talvez estoy siendo mezquina pero realmente fue tierno. Una sonrisa escapa de mis labios al recordar como se quedaba en las noches colocándome pañitos de agua fría o como estaba pendiente de tomarme el medicamento. No lo puedo negar. Fue una semana diferente. Sentir cuidados de alguien fue especial. Mi corazón empezó a caer ante ese hombre y me asusta. Soy una simple mesera y el un empresario. Mi rostro se calienta al recordar todas las cosas que me hacia en la bañera y está vez no culpo a mi cuerpo. Yo también accedí muchas veces. Por otro lado llego del trabajo todos los días a sentarme y pegarme a la pantalla del celular. Estás historias fantasiosas no son lo mío. Porque quiere que las lea?. Después de dos horas.... si dos horas! me topo con algo interesante. "La Luna
Pov Amaya Mi corazón corre a mil por hora al ver como Cris está siendo desnudada. El asqueroso que tengo atrás no deja de restregarme su cosa. Mis lágrimas empiezan a caer al sentir que no saldremos de esta. Cuando Cris queda totalmente desnuda grito. —Por favor no... —Déjenla... —Son unos desgraciados.... Mi vestido es levantado mientras me pegan a la pared de cara. Mis lágrimas caen a raudales. Intento gritar pero él tiene su mano en mi boca. Es todo. Perderé mi virginidad a merced de un desconocido. Siento que él intenta arrancar mi ropa interior. Cierro los ojos esperando lo peor pero pronto siento que su cuerpo me abandona. Me giro rápido y veo a Patrick. —Como te atreves a tocar lo que es mío pequeña escoria?. Sus amigos salen corriendo para ser detenidos por el hombre que siempre acompaña a Patrick. Lo lanza hacia ellos y todos quedan tirados frente al otro. —Sabes que hacer Thadeus. Otros hombres llegan y lo arrastra. Una manos tocan mi piel desnud
Pov Amaya Empecé a llorar descontroladamente. No tenía el dinero que ahora pedían. Pensé en Patrick. Salgo corriendo y tomo un taxi directo a su mansión. Al llegar me informan que no está. pero me permiten esperarlo. Escucho el auto afuera y él entra. Solo me ve por unos segundos antes de pasar a mi lado. Solo agacho la cabeza y lo sigo en silencio. —Creo que ayer dejastes en claro que no teníamos nada Amaya. —Yyo... yo necesito tu ayuda Patrick. —Por qué debería ayudarte?. —Por favor! mi abuela debe ser operada de emergencia y no tengo todo el dinero. Haré lo que quieras, te lo suplico. Él solo me observa. —Bien Amaya. Pero a partir de hoy te mudaras aquí y dormirás conmigo. Te quiero sumisa eso lo entiendes? —Si lo entiendo. Él rodea el escritorio abre una gaveta y saca tres fajos de billetes. Se que una vez que los acepte ya no tendré escapatoria a lo que sea que venga. —Debo viajar pero retrasare mi vuelo hasta el siguiente mes. Eso significa que tú vendrá
Pov Amaya Los primeros rayos de sol se asomaban por la ventana mientras abría mis ojos lentamente, los recuerdos de la noche anterior me hacen sentir feliz y una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro. Luego de hacer el amor por primera vez me dejó dormir por un rato pero no por el resto de la noche, siento que mi cuerpo me duele por todas las formas en la que me hizo ponerme, jamás pensé que mi cuerpo fuera así de flexible. Termino de despertarme y al voltear y posar mi mano en dónde se supone debería estar mi amado compañero, no está, la cama estaba fría, eso me sacó toda la alegría y sentí un vacío enorme en mí. Me levanté a pesar de que mi cuerpo protestó y camine lo mejor que pude a pesar del dolor que sentía en mi zona delicada. Me arregle y me vestí, decidí salir para ver en dónde estaba Patrick pero solo veía puertas interminables que no se a donde llevaban. Baje las escaleras y justo veo a su madre. -Buenos dias señora Prescott- le doy un cálido saludo con una sonr
Pov de Amaya Respiro hondo antes de enfrentarlo —sabes que eso no hará que la molestia que siento ahora se vaya como si nada. —Lo se pequeña. —Me sentí tan humillada Patrick, me hablaste de esa forma sin importarte que había un tercero entre nosotros, y peor aún cuando me sacaste de allí y vi como ella se burlaba de mi. —Amaya estaba estresado por tanto papeleo que hacer, en cuanto a Melissa no tienes que prestarle atención ni a ella ni a sus comentarios, es la hija de uno de nuestros aliados— veo que deja la bandeja en la mesita a mi lado y se siente junto a mi. —Mi pequeña jamás quise humillarte por favor perdóname, se que fuí un idiota en lo que te dije, pero estaba bajo presión en algunas cosas. —Que hay de ella, ví como te coqueteaba. —Siempre lo hace, pero yo decido respetarte— retira un mechón de cabello de mi rostro y me da un beso suave. —Ella no estará aquí por mucho, así que mejor ven comamos y luego vamos a bañarnos— veo la sinceridad en sus palabras y decido acerc
Pov narrador Entran al campo de entrenamiento donde ya hay muchos lobos allí. Todos se presentan, desde adolescentes hasta más adultos. El entrenamiento empieza y es bastante exigente. Al otro lado Amaya escucha un par de chicas riéndose, dirije su atención hacia allá y ve a Melissa con otras chicas que la miran me vez en cuando. De pronto escucha gruñidos y ve como los chicos que estaban entrenando empiezan a convertirse en lobos frente a ella. Amaya asustada retrocede un poco viendo esto pensando en como eso era posible. De pronto ve como uno de los lobos gris con manchas marrones muerde al otro en el cuello y con eso Amaya suelta un grito aterrada por la escena. Todo se detiene incluso los lobos que estaban peleando. Melissa divertida camina hacia ella con una risa burlona —Vaya Amaya, parece que esto es mucho para tí— esto llama la atención de Amaya que voltea y solo la ve mientras sigue en estado de shock. Por otro lado Sofía ve muy divertida la escena. —Que tal si
Pov narrador En el hospital los doctores limpian su herida y la cocen. Ella soportaba el dolor en silencio pues se negaron a ponerle anestesia. Pero su dolor mas grande fue ver los ojos de Patrick y ver su decepción. Le dolía ver qué por primera vez su mirada era de total rechazo. Le dan una pomada para los moretones y unos analgésicos y eso es todo. Amaya es llevada a la habitación del Alfa donde es encerrada. Ella se deja caer en la cama y deja que sus lágrimas caigan libremente. Recuerda las palabras de Melissa "porque crees que no se refiere a tí como su luna?" y tiene razón. Nunca se ah referido a ella de esa forma. Recuerda todos los acontecimientos de los últimos días y se da de cuenta de que todo fue un error. Toma el telefono y llama a su mejor amiga. Le cuenta todo a detalle incluso de que ellos son hombres lobos. Su amiga al principio se ve divertida y no le cree pero cuando nota la seriedad de las palabras de Amaya y su llanto rápidamente investiga sobre esto.
Pov Patrick Han pasado ya dos meses desde que mandé a encerrar a Amaya en la habitación, ha bajado algo de peso y su piel está más pálida, pero sigue siendo hermosa. Recuerdo todo de aquel día y siento una enorme rabia en mi interior. FLASHBACK Me dirijo a mi oficina furioso, mi patética compañera está siento tratada por la herida en el brazo. Melissa soltó un montón de cosas que no tenía que soltar. La Diosa de la Luna debe estar burlándose de mí por esta situación. Por qué carajos me da una compañera humana?. Entro a la oficina y allí está Melissa sentada. Me paro justo alado y sin esperarlo la levanto de un tirón para que sepa que está vez no seré condescendiente con ella. —Que carajos fue eso Melissa, cómo te atreves a ponerle una mano encima?. —Que! acaso te duele que lo haya hecho? —No juegues con mi paciencia Melissa porque tengo un límite. —Le dije la verdad en su cara de lo que es para ti. Solo la tienes para satisfacerte porque se más que bien que el sexo con t