Al amanecer, el ambiente en el departamento era tenso pero decidido. Alexander, aún vestido con un impecable traje, se movía con la confianza de un director ejecutivo acostumbrado a tomar decisiones difíciles. Con el teléfono en la mano, llamó a sus contactos en busca de una manera de alejar a Madison de su vida para siempre.—Necesito que me ayuden a asegurarme de que Madison no se acerque a mi familia —dijo Alexander con voz firme. —No puedo permitir que siga causando daño.Mientras tanto, en un estado de confusión total, Madison se encontraba en una esquina del salón hablando incoherencias. Su mirada perdida se centraba en el vacío y, de vez en cuando, lanzaba gritos sobre hombres lobos y licántropos.—¡Ella me mordió! —exclamó, señalando a Luna, que estaba en brazos de Clara, observando la escena con sus grandes y asustados ojos.—No, Madison, fue el perro —intervino Zeus, tratando de calmar la situación. —Fue un perro que estaba cerca, no Luna.Los hombres que rodeaban a Alexande
Han pasado meses desde que decidieron vivir prácticamente alejados de la civilización, en un refugio que les ha permitido redescubrirse y sanar las heridas del pasado. Alexander y Abril han encontrado en medio de la naturaleza la paz que tanto anhelaban, lejos del bullicio y las exigencias de una vida que antes parecía inalcanzable. Abril, con su espíritu libre y su comprensión profunda, ha llegado a conocer la verdadera identidad de Alexander, el hombre que durante años ocultó su esencia tras la fachada de un abogado de prestigio. Ahora, el carismático CEO lobo, que una vez se sintió atrapado en un mundo de sombras y expectativas, puede contemplar finalmente cómo esas horribles sombras se desvanecen de su vida. Juntos han creado un nuevo hogar, un espacio donde las risas y los susurros del viento reemplazan el ruido de las ciudades y donde cada amanecer trae la promesa de un nuevo comienzo. En este entorno idílico, Alexander se siente libre, liberado de las cadenas de su pasado, mien
En la aldea, la vida florecía en un ambiente de paz y amor. Alexander y Abril habían construido un hogar lleno de risas y recuerdos, rodeados de la calidez de su familia. Zeus, observando a su hijo, sentía una profunda satisfacción. Había pasado tanto tiempo buscando la felicidad, y ahora, al ver a Alexander sonreír y amar con tanta intensidad, comprendía que había encontrado lo que siempre había deseado.Una tarde, mientras el sol se ponía en el horizonte, Zeus se acercó a Alexander, quien estaba sentado en la entrada, disfrutando de la compañía de Abril y sus hijos. Con una sonrisa nostálgica, Zeus dijo:—Nunca pensé que vería a mi hijo tan feliz. Mara estaría tan orgullosa de ti, Alexander. Has encontrado tu camino y has creado una vida hermosa.Alexander, mirando a su padre con gratitud, respondió:—Gracias, padre. A veces siento que Mara está aquí con nosotros, guiándome. Tu amor me ha dado la fuerza para ser quien soy. Y ahora, con Abril y nuestros hijos, siento que he encontrad
—Ha vuelto mamá, nunca se alejará de mí—señala Alex con confusión.—Mi amor, no sé qué decirte. Todo es muy extraño aún.—No me resigno, a seguir dentro de este animal.—Alex, hijo—se conmueve su madre de su sufrimiento.—No digas nada, mamá. Todo es inútil.Corre Alex y se interna en su habitación, busca esconderse del padecimiento que lo atosiga, hoy casualmente es noche de luna llena, es inevitable para él aullar cómo un lobo.—¡Auuu! —su transformación es forzosa.Para muchos Alexander Lutter, es soberbio, frío, y hostil. Pero, para otros es solo un hombre apuesto, varonil y dueño de una estoica mirada, sus ojos grises son inquebrantables, hacen estragos en el juicio de cualquier mujer. Alex es el CEO de una prestigiosa firma de abogados en Londres, su oscuro secreto lo atormenta y lo envuelve en las tenebrosas sombras de la perplejidad. Es indescifrable todo lo que este joven siente en su interior, ha vivido toda su vida bajo el cobijo de ser mitad lobo y mitad hombre. Su transfo
Al salir de la oficina de Alex, toma sus cosas para irse. Estaba muy disgustada ante la propuesta de Alex, de pronto su amiga Sandra, se le acerca y le pregunta:—¿Qué te sucede Abril?—Nada amiga me tengo que ir, tengo clases.—Si quieres nos vamos juntas.—Tengo prisa, tengo una clase muy importante y no puedo esperar a que termines con tu trabajo.—Bueno si, aún no termino unos pendientes de la señorita Madison.—Adiós amiga, nos vemos mañana.—Cuídate mucho, Abril.Afuera suena de inmediato su celular:—Aló.—Hija tu abuela se puso mal, deben de operarla de inmediato. Las próximas horas serán cruciales.—No puede ser mamá.—Lo siento hija, no quiero agobiarte.—Tranquila mamá, yo llevaré ese dinero para que operen a mi abuela, ahora mismo—indica Abril con firmeza.—¿Cómo hija?—Yo sé cómo.Envuelta en la desesperación y en el caos emocional, Abril toma valor y sube nuevamente a la oficina de Alex, su compañera Sandra se maravilla al verla de nuevo. Abril sin ver a los lados, impac
Todavía no ha amanecido, Abril sigue presa de sus emociones juntos con sus conflictos internos. Se cuestiona así misma por haber llegado tan lejos, pero era la única opción inmediata que tenía a su disposición, para salvar la vida de su abuelita. No ha podido dormir absolutamente nada, como a las 10 de la noche había recibido un correo de unos de los asistentes de Alex, donde le avisaba que en la universidad estaban al tanto de su situación y por ese medio, recibiría los apuntes de las clases.Alex tiene muchas personas a su alrededor trabajando para él, es un hombre sumamente importante, en estos momentos Abril piensa renunciar al bufete Lutter, el cual se había presentado en su vida como una excelente oportunidad laboral, no quiere verlo de nuevo a los ojos. Se siente muy avergonzada, por el intenso encuentro sensual que se produjo entre ellos.Rápidamente se levanta, para buscar su iPod y oír un poco de música a ver si así, tranquiliza sus vibrantes pensamientos.*****Al igual que
Tiempo después…Se internan en un íntimo restaurante de aspecto rudimentario, Alex busca la manera de ser cortés con Abril, aparta su silla para que se siente y luego toma él su lugar. De inmediato, frunce el entrecejo, al sentirla tan distante y silente.—Dos copas de vino blanco, por favor—asienta Alex al mozo.—No quiero ingerir licor—refuta ágilmente Abril.—Un jugo de melocotón para la señorita.—Al menos deje que yo ordene.—Lo siento—se siente Alex cohibido.—Así está bien, joven—se contradice Abril, producto del nerviosismo que está soportando. Al irse el mozo, Alex le dice:—No tienes, por qué estar a la defensiva, constantemente conmigo—inmediatamente ella arruga la frente; haciendo un gesto hostil con sus labios.—Si me trajo aquí, para que desista de irme de la oficina, le advierto que no hay marcha atrás, solo vine porque a usted le debemos la mejoría de la abuela.—¿Está bien tu abuela?—Aparentemente está bien, ayer llegamos justo a tiempo para socorrerla.—¡Qué bueno!
Ya ha culminado el efecto de la luna llena, la fase tan solo dura tres días, sin embargo, son los suficientemente sombríos para Alex. Este cénit, se le revela como el aliciente a las noches de tormentos, que sufrió recientemente.En la universidad, Abril no logra concentrarse a pesar de la mejoría de su abuela, ahora el dueño de sus inquietantes pensamientos es Alex, justo ahora lo puede ver revolotear en su cabeza, de pronto escucha murmullos por parte de sus compañeras de adelante, no entendiendo la causa del desorden. Sale rápidamente el profesor, para saludar a su buen amigo Alexandre Lutter, ella se incomoda y se hunde en su silla, en cuestión de segundos sus miradas se cruzan, busca de mostrarse serena, pero su incomodidad se lo impide, se ruboriza y se inmoviliza grácilmente.Rápidamente Abril respira muy hondo, al mirar de nuevo a Alex, éste le esboza una tierna sonrisa. Ella cierra los ojos por un instante tratando de hallar sosiego, termina la clase, ella sale al pasillo y l