—Ha vuelto mamá, nunca se alejará de mí—señala Alex con confusión.
—Mi amor, no sé qué decirte. Todo es muy extraño aún.
—No me resigno, a seguir dentro de este animal.
—Alex, hijo—se conmueve su madre de su sufrimiento.
—No digas nada, mamá. Todo es inútil.
Corre Alex y se interna en su habitación, busca esconderse del padecimiento que lo atosiga, hoy casualmente es noche de luna llena, es inevitable para él aullar cómo un lobo.
—¡Auuu! —su transformación es forzosa.
Para muchos Alexander Lutter, es soberbio, frío, y hostil. Pero, para otros es solo un hombre apuesto, varonil y dueño de una estoica mirada, sus ojos grises son inquebrantables, hacen estragos en el juicio de cualquier mujer. Alex es el CEO de una prestigiosa firma de abogados en Londres, su oscuro secreto lo atormenta y lo envuelve en las tenebrosas sombras de la perplejidad. Es indescifrable todo lo que este joven siente en su interior, ha vivido toda su vida bajo el cobijo de ser mitad lobo y mitad hombre. Su transformación se da normalmente en las noches de luna llena, una gran fuerza sale de su interior, este mito cobra vida en la familia Lutter.
Heather y John Lutter, son un matrimonio convencional y amoroso, ambos son dueños y socios de una importante cadena de hoteles del país. Hoteles Lutter, ellos tienen otro hijo llamado Harry, quien es su único hijo bilógico, a Alex ellos lo adoptaron cuando apenas era un bebé, sin imaginar lo que ocultaba internamente el niño, han hecho de todo por tratar esta condición terrible que lo aqueja, que hasta la ciencia médica desconoce, no ha sido nada fácil para Alex ser un hombre distinto, sus familiares son los únicos que saben de este secreto.
—John no puedo más, sufro tanto e igual que Alex.
—Lo sé querida, el sentimiento es mutuo. Nuestro hijo siempre se ha destacado en todo, tan solo mira es un importante abogado y hombre de negocios ¡Dios! Si en mí estaría la cura, ahora mismo sanaría a mi hijo.
—Lo único que quiero, es que Alex sea feliz, John.
—Vamos Heather, seamos realista ninguna mujer, nadie aceptaría lo que le pasa.
—¿Qué dices John? Mi hijo es un hombre normal, por es un demonio.
—No me malinterpretes, cariño.
—Lo siento, estoy muy nerviosa. Tan solo escúchalo aullar, es desesperante.
Estos desesperados padres, como lo han manifestado, han hecho de todo por dar con lo que angustia a Alex, hasta estuvieron hurgando en la historia y dieron con una leyenda de un hombre, que tenía supuestamente la misma condición que su hijo, solo que ese hombre no tuvo la misma suerte que Alex, por eso tratan el tema con mucho sigilo, lo que menos quieren es hacerle más daño.
Esta transformación, se da en Alex de forma involuntaria, sin embargo, él esta consiente en lo que se convierte en las noches de luna llena, su apariencia cambia radicalmente, no obstante, se muestra sereno, no siente la necesidad de atacar a nadie, ni muchos de salir en esas noches a aterrar a la población. Ahora mismo se halla en su habitación, con sus filosas garras y cuerpo lleno de un gran pelaje, el cual se torna castaño oscuro y sus hermosos ojos grises, se mantienen firmes como siempre, hasta transformado se muestra hermosísimo.
*****
Al día siguiente.
Bufete Lutter.
—Señor, aquí tiene la información que me pidió—asienta Abril su secretaria con mucha seriedad.
—Gracias.
—Con permiso.
Allí frente la ventana de su despacho, se halla Alex conmovido por todo lo ocurrido ayer, por su mente vagan todavía los terribles recuerdos de su metamorfosis. Ya hoy se le puede ver, elegantemente vestido en traje oscuro, que le entalla muy bien en su figura, rápidamente posa sus pensamientos en Abril quien se acaba de ir.
Abril Wilson es su dulce y hermosa secretaria, es una joven muy inteligente de 23 años, que está por culminar sus estudios en derecho, es la mejor en su clase y también cuenta con la admiración de Alex, quien en secreto está sintiendo sentimientos para él, muy ambiguos por la muchacha. Alex, aunque aparenta arrogancia, no es más que un hombre genuino y generoso, a quien la vida hasta ahora no le ha hecho justicia. Estar sumergido, en una inmensa alquimia desgastante, que presiente no tener fin, era lo menos que había imaginado para su existencia.
Afuera Abril estaba muy angustiada y platicaba con su buena amiga Sandra, quien es la secretaria de Madison la socia de Alex.
—Amiga quita esa cara, todo va estar bien con tu abuelita.
—Necesitan operarla y a duras penas si me alcanza, para los gastos de la casa. Mi mamá y yo no nos damos abasto solas.
—Tranquila, yo te voy ayudar. Te daré mis ahorros.
—Es mucho dinero Sandra, no quiero abusar de tu generosidad.
—¿Y si le pides un préstamo al señor Alex?
—¿Tú crees?
—Sí, es hombre con mucho dinero, sus padres son multimillonarios y él no se queda atrás.
—No lo sé.
—Él es el único, que te puede ayudar con toda esa cantidad que precisas.
—Está bien, hablaré más tarde con él.
—Tranquila amiga, que tu abuelita se repondrá, confía en Dios.
—Eso hago, Sandra.
*****
Minutos más tarde…
Ingresa Abril a la oficina de Alex y le dice:
—Disculpe señor, me regala unos minutos.
—Sí, Abril.
—Tengo un problema personal, se trata de mi abuelita, la tienen que operar de emergencia, usted cree que el bufete me puede prestar, 150 mil dólares.
—Ja, ja, ja, es mucho dinero, Abril. Esto no es una oficina de beneficencia, nadie te daría tanto dinero así no más.
—Su risa está de más, señor.
—Lo siento, Abril—su ligera carcajada fue producto del nerviosismo.
—Discúlpeme usted a mí, por haber venido a incomodarlo.
Sale Abril muy ansiosa de la oficina de Alex y se interna en el baño con mucha vergüenza, justamente ahora se siente aturdida, siente un extraño y ligero escalofrió que recorre todo su cuerpo, piensa que Alex se burló de ella y de su necesidad, masculla para sí misma: ¿Qué así es la gente rica? Jactanciosa e indolente.
Velozmente se topa de nuevo con Alex y éste posa sobre ella su firme mirada, la toca en el hombro, ella se incomoda y se sacude:
—Vamos a mi oficina—susurra Alex, ella obedece y va con él, al internarse de nuevo en su despacho, cierra la puerta de un portazo.
—¿Qué quiere señor?
—Te ayudaré Abril, pero con una condición—el ritmo de los latidos de sus corazones se agudizan y ambos parpadean rápidamente.
—¿Me lo dice en serio?
—Sabes que nadie en lo absoluto, ni ninguna empresa daría a sus empleados tanto dinero, así tan a la ligera.
—Lo sé señor, pero la vida de mi abuelita está en riesgo, ahora.
—Es una cantidad muy alta. Te la daré ahora mismo, a cambio, quiero que pases un momento de intimidad conmigo.
—¡¿Qué?! —se sorprende Abril, entendiendo perfectamente su propuesta.
—Es lo que oyes, Abril. En esta vida nada es gratis.
—Yo no soy una cualquiera.
—En ningún momento te he ofendido.
—Ya veo, que es muy cierto lo que dicen de usted, es un vanidoso de lo peor. Hallaré el dinero en otro lugar.
—¡Abril! —exclama Alex, quedando en su oficina muy pensativo y agitado, ante la reacción de ella.
Al salir de la oficina de Alex, toma sus cosas para irse. Estaba muy disgustada ante la propuesta de Alex, de pronto su amiga Sandra, se le acerca y le pregunta:—¿Qué te sucede Abril?—Nada amiga me tengo que ir, tengo clases.—Si quieres nos vamos juntas.—Tengo prisa, tengo una clase muy importante y no puedo esperar a que termines con tu trabajo.—Bueno si, aún no termino unos pendientes de la señorita Madison.—Adiós amiga, nos vemos mañana.—Cuídate mucho, Abril.Afuera suena de inmediato su celular:—Aló.—Hija tu abuela se puso mal, deben de operarla de inmediato. Las próximas horas serán cruciales.—No puede ser mamá.—Lo siento hija, no quiero agobiarte.—Tranquila mamá, yo llevaré ese dinero para que operen a mi abuela, ahora mismo—indica Abril con firmeza.—¿Cómo hija?—Yo sé cómo.Envuelta en la desesperación y en el caos emocional, Abril toma valor y sube nuevamente a la oficina de Alex, su compañera Sandra se maravilla al verla de nuevo. Abril sin ver a los lados, impac
Todavía no ha amanecido, Abril sigue presa de sus emociones juntos con sus conflictos internos. Se cuestiona así misma por haber llegado tan lejos, pero era la única opción inmediata que tenía a su disposición, para salvar la vida de su abuelita. No ha podido dormir absolutamente nada, como a las 10 de la noche había recibido un correo de unos de los asistentes de Alex, donde le avisaba que en la universidad estaban al tanto de su situación y por ese medio, recibiría los apuntes de las clases.Alex tiene muchas personas a su alrededor trabajando para él, es un hombre sumamente importante, en estos momentos Abril piensa renunciar al bufete Lutter, el cual se había presentado en su vida como una excelente oportunidad laboral, no quiere verlo de nuevo a los ojos. Se siente muy avergonzada, por el intenso encuentro sensual que se produjo entre ellos.Rápidamente se levanta, para buscar su iPod y oír un poco de música a ver si así, tranquiliza sus vibrantes pensamientos.*****Al igual que
Tiempo después…Se internan en un íntimo restaurante de aspecto rudimentario, Alex busca la manera de ser cortés con Abril, aparta su silla para que se siente y luego toma él su lugar. De inmediato, frunce el entrecejo, al sentirla tan distante y silente.—Dos copas de vino blanco, por favor—asienta Alex al mozo.—No quiero ingerir licor—refuta ágilmente Abril.—Un jugo de melocotón para la señorita.—Al menos deje que yo ordene.—Lo siento—se siente Alex cohibido.—Así está bien, joven—se contradice Abril, producto del nerviosismo que está soportando. Al irse el mozo, Alex le dice:—No tienes, por qué estar a la defensiva, constantemente conmigo—inmediatamente ella arruga la frente; haciendo un gesto hostil con sus labios.—Si me trajo aquí, para que desista de irme de la oficina, le advierto que no hay marcha atrás, solo vine porque a usted le debemos la mejoría de la abuela.—¿Está bien tu abuela?—Aparentemente está bien, ayer llegamos justo a tiempo para socorrerla.—¡Qué bueno!
Ya ha culminado el efecto de la luna llena, la fase tan solo dura tres días, sin embargo, son los suficientemente sombríos para Alex. Este cénit, se le revela como el aliciente a las noches de tormentos, que sufrió recientemente.En la universidad, Abril no logra concentrarse a pesar de la mejoría de su abuela, ahora el dueño de sus inquietantes pensamientos es Alex, justo ahora lo puede ver revolotear en su cabeza, de pronto escucha murmullos por parte de sus compañeras de adelante, no entendiendo la causa del desorden. Sale rápidamente el profesor, para saludar a su buen amigo Alexandre Lutter, ella se incomoda y se hunde en su silla, en cuestión de segundos sus miradas se cruzan, busca de mostrarse serena, pero su incomodidad se lo impide, se ruboriza y se inmoviliza grácilmente.Rápidamente Abril respira muy hondo, al mirar de nuevo a Alex, éste le esboza una tierna sonrisa. Ella cierra los ojos por un instante tratando de hallar sosiego, termina la clase, ella sale al pasillo y l
Hospital central de Londres. Abril, ya estaba decidida dejar el bufete para siempre, sin embargo, su madre tiene algo que decirle: —Hija, menos mal que tienes tu empleo en el bufete, se nos vienen gastos muy fuertes con tu abuela. Yo mi parte veré la manera de conseguir un empleo, Rita también nos ayudará con los gastos, todo sea por el bien de la abuela—expone su madre con melancolía y Abril siente, como se inquieta su corazón. —Mamá, todo en la vida es tan complicado, el dinero es la causa de todos los males de la humanidad—se aflige la pobre Abril. —Lamentablemente es así, mi pequeña. Hija, no creas que no me he dado cuenta, pero te noto distinta y tus ojos brillan de manera diferente. —No tengo nada, mamá. —Soy tu madre, Abril, entre las dos nunca ha habido secretos, ¿tienes algo que me quieres contar? —No…—de improvisto llega Rita su prima, Abril es salvada por la campana, ante los cuestionamientos de su madre. —Hola tía, ¿cómo sigue la abuela? —Está mejor, pero aun no no
Minutos después… Se conducen a un pequeño e íntimo restaurante, este lugar se veía muy bien para Abril, quien es una chica sencilla, rápidamente el mozo los lleva a una mesa para dos, de inmediato Abril se siente un poco aprensiva, desconociendo que le dirá el apuesto Alex. —Pide lo que quieras, Abril, allí tienes la carta. —Quiero bistec, con papas fritas y ensalada de vegetales, por favor. —¡Muy ligero! —exclama Alex con ironía, esbozando una suave sonrisa. —Tengo la ventaja, que no engordo. —Sí, tienes un cuerpo increíble. —¡Por favor! —objeta a toda prisa. —No me puedo, andar disculpando cada vez que estoy contigo—refuta Alex también, ante lo aprensiva que es ella. —Entonces bájele el contenido a sus palabras. —Eres muy áspera, Abril. Eres muy dura con los demás. —No me trate de persuadir. —Siempre andas a la defensiva, si quieres nos podemos ir ahora mismo, creo que se me quitó el hambre. —Señor Lutter, disfrutemos el almuerzo, a mí me gusta el lu
Juntos llegan a un hotel de lujo, en la cuidad de Londres, Abril se paraliza en la entrada, de inmediato se contradice:—¿Qué significa esto?—Ya fuiste mía, Abril. Déjame ahora hacer las cosas bien, te lo suplico, está será la primera vez que tanto has anhelado.—Yo no tengo intensiones de acostarme con usted de nuevo.—No es solo sexo lo que quiero compartir contigo, escucha los latidos de mi corazón—coloca su mano en su pecho, y ella siente su palpitar.Antes de entrar al hotel ella se siente muy confundida, debido a que su primera vez con Alex; asume que no la disfrutó, estaba de por medio la salud de su abuela y el absurdo recurso que utilizó él para ayudarla. De pronto, se le acerca y la mira con mucho detenimiento cómo preguntándose, ¿de qué tanto se queja? Y desaprobando ahora mismo su duro carácter. La toma por el rostro y la obliga a mirarlo con esmero, arruga la frente y dice:—Todo estará bien, subamos a la habitación y verás la gran sorpresa que te tengo. Si no quieres, n
Casa de Harry. —No sabes todo lo que estoy sintiendo, hermano, tus consejos me fueron de mucha utilidad. Abril y yo estamos juntos, claro aún no acepta formalmente ser mi novia, pero sé que lo hará, ahora me mira con amor y lo siento en el alma…—se calla Alex y observa que su hermano, está muy distraído por alguna razón—¿Qué pasa Harry, tienes algún problema? —El que está en serios problemas, eres tu hermano. —¿Por qué lo dices? —Seamos honestos, esa chica cuando sepa quién eres realmente, saldrá corriendo. Ayer estuve conversando de nuevo con mamá y… —Basta Harry, no permitiré que me arruinen la felicidad, así tenga que pelear en una batalla cuerpo a cuerpo, con el maldito e infame lobo que habita en mí, dominaré a la bestia por ella—expone Alex con brío. —Te has puesto a pensar, que excusa le darás en las noches de luna llena ¿Qué le dirás en ese periodo de tiempo?, ¿qué estás enfermo?, ¿qué te vas viaje?, ¿o simplemente qué eres mitad lobo? Seamos realista Alexander, tu caso e