Zeus, aún aturdido, pero con una chispa de vida en los ojos, se levanta lentamente de la esterilla, sintiendo la energía fluir de nuevo por su cuerpo. Duvan, con una sonrisa de satisfacción, observa cómo el hechizo de Hakeem se desmorona como un castillo de naipes. Harry, con la boca abierta, no puede creer lo que está presenciando. En ese instante, Alexander irrumpe en la escena acompañado por los guerreros que han sobrevivido al ataque. El ambiente se llena de júbilo y celebración, pero lo que más resalta es el abrazo entre padre e hijo.—¡Papá! —grita Alexander, con los ojos brillantes de emoción. —¡No puedo creer que estés aquí, que estés bien!Zeus lo abraza con fuerza, sintiendo el calor del perdón en el corazón de su hijo. —Hijo, he fallado en muchas cosas, pero nunca en amarte. Estoy muy orgulloso de ti.Alexander se aparta un poco, mirándolo a los ojos. —He luchado contra mi identidad, contra lo que soy... Pero ahora, al verte, entiendo que ser un licántropo no me define. Ere
Días después, la manada, junto con Zeus, regresó a la aldea del Reino Unido, donde comenzaron a trabajar arduamente para reparar el daño causado por el malvado Arthur Christenses y el brujo Hakeem. El ambiente era sereno y en paz; los licántropos estaban felices de tener a su líder de vuelta, sano y salvo. Mientras todos trabajaban con entusiasmo, Alexander hizo su aparición, sorprendiendo gratamente a su padre, Zeus, a quien desde ese día decidió llamar «padre».—Padre —dijo Alexander con una sonrisa. —Estoy dispuesto a regresar a la manada con mi familia. Ya me siento parte de la manada de hombres lobo.Zeus, sorprendido por su decisión, lo miró con curiosidad.—¿Y qué pasó con el CEO, con el multimillonario Alexander Lutter? Siempre te resististe a ser una criatura legendaria, un Lusion, un hombre lobo.Alexander respiró hondo y dejó que las palabras fluyeran con sinceridad:—Después de la batalla, sentí cómo las sombras del pasado, esas que me amenazaban y me envolvían por complet
Abril sintió un escalofrío recorrerle la espalda cuando, al mirar hacia el jardín, se dio cuenta de que Luna ya no estaba. Se le aceleró el corazón y un grito ahogado salió de su garganta.—¡Luna! —exclamó, corriendo hacia donde los niños habían estado jugando. Leo, con su pequeño dedito, señalaba el camino que conducía fuera del jardín, y en su rostro se reflejaba confusión y miedo.Abril se volvió hacia su madre, Elizabeth, quien había estado a su lado, y vio el mismo terror reflejado en sus ojos.—¿Dónde está? —preguntó Elizabeth, con voz llena de angustia. — ¡No puede estar lejos!—¡No! ¡No puede ser! —gritó Abril, sintiendo que el pánico la invadía. — ¡Debemos buscarla!—Voy a buscar a los vecinos —respondió Elizabeth, tratando de mantener la calma. —No podemos perder tiempo.Abril se quedó paralizada por un momento, sintiendo que el mundo se desmoronaba a su alrededor.—¡Luna! —gritó de nuevo, y su voz resonó en el aire. — ¡Vuelve, por favor!Con cada segundo que pasaba, la deses
La habitación se llenó de un brillo sobrenatural cuando la luna alcanzó su punto más alto en el cielo. Luna, la pequeña niña que había capturado, comenzó a transformarse. Madison, que había estado perdida en sus pensamientos, se dio cuenta demasiado tarde de lo que estaba sucediendo. Ante sus ojos, la adorable niña se convertía en una cachorrita de lobo, con ojos brillantes y un pelaje que relucía bajo la luz de la luna.—¡No, no, no! —gritó Madison, retrocediendo, mientras su mente luchaba por aceptar lo que veía. —Esto no puede estar pasando. ¡Es solo una niña!Pero la transformación era real. La cachorrita, sintiéndose amenazada, mostró los dientes y, en un acto instintivo, mordió con fuerza la pierna de Madison. El dolor la sacudió y un grito desgarrador escapó de sus labios.—¡Ay! ¿Qué demonios está pasando? —exclamó, tambaleándose hacia atrás, con la mente en un torbellino. — ¡Esto es una locura! ¡Una locura! ¡No puede ser real!Madison se llevó las manos a la cabeza, sintiendo
Al amanecer, el ambiente en el departamento era tenso pero decidido. Alexander, aún vestido con un impecable traje, se movía con la confianza de un director ejecutivo acostumbrado a tomar decisiones difíciles. Con el teléfono en la mano, llamó a sus contactos en busca de una manera de alejar a Madison de su vida para siempre.—Necesito que me ayuden a asegurarme de que Madison no se acerque a mi familia —dijo Alexander con voz firme. —No puedo permitir que siga causando daño.Mientras tanto, en un estado de confusión total, Madison se encontraba en una esquina del salón hablando incoherencias. Su mirada perdida se centraba en el vacío y, de vez en cuando, lanzaba gritos sobre hombres lobos y licántropos.—¡Ella me mordió! —exclamó, señalando a Luna, que estaba en brazos de Clara, observando la escena con sus grandes y asustados ojos.—No, Madison, fue el perro —intervino Zeus, tratando de calmar la situación. —Fue un perro que estaba cerca, no Luna.Los hombres que rodeaban a Alexande
Han pasado meses desde que decidieron vivir prácticamente alejados de la civilización, en un refugio que les ha permitido redescubrirse y sanar las heridas del pasado. Alexander y Abril han encontrado en medio de la naturaleza la paz que tanto anhelaban, lejos del bullicio y las exigencias de una vida que antes parecía inalcanzable. Abril, con su espíritu libre y su comprensión profunda, ha llegado a conocer la verdadera identidad de Alexander, el hombre que durante años ocultó su esencia tras la fachada de un abogado de prestigio. Ahora, el carismático CEO lobo, que una vez se sintió atrapado en un mundo de sombras y expectativas, puede contemplar finalmente cómo esas horribles sombras se desvanecen de su vida. Juntos han creado un nuevo hogar, un espacio donde las risas y los susurros del viento reemplazan el ruido de las ciudades y donde cada amanecer trae la promesa de un nuevo comienzo. En este entorno idílico, Alexander se siente libre, liberado de las cadenas de su pasado, mien
En la aldea, la vida florecía en un ambiente de paz y amor. Alexander y Abril habían construido un hogar lleno de risas y recuerdos, rodeados de la calidez de su familia. Zeus, observando a su hijo, sentía una profunda satisfacción. Había pasado tanto tiempo buscando la felicidad, y ahora, al ver a Alexander sonreír y amar con tanta intensidad, comprendía que había encontrado lo que siempre había deseado.Una tarde, mientras el sol se ponía en el horizonte, Zeus se acercó a Alexander, quien estaba sentado en la entrada, disfrutando de la compañía de Abril y sus hijos. Con una sonrisa nostálgica, Zeus dijo:—Nunca pensé que vería a mi hijo tan feliz. Mara estaría tan orgullosa de ti, Alexander. Has encontrado tu camino y has creado una vida hermosa.Alexander, mirando a su padre con gratitud, respondió:—Gracias, padre. A veces siento que Mara está aquí con nosotros, guiándome. Tu amor me ha dado la fuerza para ser quien soy. Y ahora, con Abril y nuestros hijos, siento que he encontrad
—Ha vuelto mamá, nunca se alejará de mí—señala Alex con confusión.—Mi amor, no sé qué decirte. Todo es muy extraño aún.—No me resigno, a seguir dentro de este animal.—Alex, hijo—se conmueve su madre de su sufrimiento.—No digas nada, mamá. Todo es inútil.Corre Alex y se interna en su habitación, busca esconderse del padecimiento que lo atosiga, hoy casualmente es noche de luna llena, es inevitable para él aullar cómo un lobo.—¡Auuu! —su transformación es forzosa.Para muchos Alexander Lutter, es soberbio, frío, y hostil. Pero, para otros es solo un hombre apuesto, varonil y dueño de una estoica mirada, sus ojos grises son inquebrantables, hacen estragos en el juicio de cualquier mujer. Alex es el CEO de una prestigiosa firma de abogados en Londres, su oscuro secreto lo atormenta y lo envuelve en las tenebrosas sombras de la perplejidad. Es indescifrable todo lo que este joven siente en su interior, ha vivido toda su vida bajo el cobijo de ser mitad lobo y mitad hombre. Su transfo