Kat Manson ha soñado desde niña con ser una piloto y trabajar para la flota de aviones de su padre, quien le prometió que todos sus sueños se harían realidad el día que cumpliera veintiún años. Ese día por fin ha llegado, pero las cosas no resultan como ella esperaba. Taylor Evans está harto de que todos piensen que es un irresponsable que solo vive de fiesta en fiesta y acude a la compañía aérea Manson, con la idea de viajar a las Bahamas a manejar los negocios de la familia y demostrarle a su padre que no es un bueno para nada, pero el destino tiene otros planes para él. Cuando Kat decide pilotar el avión donde viaja Taylor y ambos terminan perdidos en una isla desierta, solo se puede culpar al karma... o agradecerle. ¿Será que, en el calor de una isla del caribe, el amor surgirá entre ellos o terminaran matándose el uno al otro primero?
Leer másSeis meses después —¡Esto no puede ser! Es demasiado rápido, debe ser un error —exclamo alarmada.—Kat, el doctor ya te lo dijo. No es ningún error —confirma Stephanie. —Pues ese doctor debe de estar equivocado, seguro bebió de más antes de venir a su consultorio y por eso confundió las pruebas.—Señora Katherine Evans, puedo asegurarle que no he tomado ni una gota de alcohol y que no he cometido ningún error: usted está embarazada —dice el doctor que está sentado en si escritorio frente a nosotras y se ve algo irritado.Estoy perpleja, no puedo creerlo. Hace unos días me sentí un poco mareada después de volver de un vuelo de España. No le tomé mucha importancia hasta que vomite después almorzar un emparedado de pescado en la cena y Taylor me aconsejó que me hiciera unos exámenes para asegurarnos de que todo estaba bien.Hoy vine con Stephanie a buscar los resultados y resulta que estoy embarazada. ¿Pero cómo pasó esto? Es decir, si sé cómo pasó pero ¿Cuándo? Mi Amelia imaginaria
Me quedo parada mirando el rostroesconcertado de Taylor y hago mi mayor esfuerzo para no estallar en carcajadas, mi Amelia imaginaria por su parte finge un desmayo muy teatral al escuchar mi respuesta.Desde la última vez que nos despedimos me he sentido como si faltara una parte de mí. Es cierto que hablamos por teléfono y tratamos de que la distancia no nos vuelva a afectar, pero es inevitable sentir la ausencia. Eso sumado al incidente con Joe me han hecho sentir devastada.Pero hora Taylor está aquí, en mi puerta, diciéndome que quiere casarse conmigo; nunca he sido una persona romántica, pero esto es como un hermoso sueño hecho realidad.Quiero torturarlo un poco más con mi actuación pero... ¡Demonios, Ya no puedo resistirme!—No aceptaré casarme contigo a menos que lo pidas de la manera correcta. Quiero verte de rodillas con un ramo de flores en una mano y un anillo en la otra —le digo con los brazos cruzados y fingiendo enojo—. Puede que sea una chica ruda, pero sigo siendo un
Decido quedarme con Kat esta noche en su habitación de hotel. El desgraciado que intentó besarla despierta después de unos minutos y al vernos pone cara de horror y sale espavorido del cuarto. Kat llama su jefa y le explica lo que pasó. La conversación dura un largo rato hasta que por fin cuelga .—¿Estás bien? —pregunto preocupado.—Sí, es solo que… pensé que era un buen sujeto —dice cabizbaja.—Es porque eres increíble y ves lo mejor en las personas. Ahora ven, vamos a descansar —le dije guiándola a la cama.En ese momento mi teléfono vibra indicando que teléfono vibra indicando que acabo de recibir un mensaje. Lo reviso rápidamente: es de Rebecca indicándome que la policía acaba de atrapar a su ex y que regresó a su casa. No le contesto. Me alegro por ella y espero que todo salga bien, pero en este momento debo estar con Kat.Nos acostamos en la cama quedando el uno frente al otro.—Perdón por hacer una escena —dice apenada.—Perdón por haber estado ausente tanto tiempo. El hotel
—Hola ¿puedo ayudarte? —Me pregunta la mujer en bata. —Claro, ¡podrías ayudarme explicándome quién diablos eres tú y que haces en la casa de mi novio! —respondo entrando en la casa colérica. La mujer me mira extrañada y luego mira a Taylor quien parece haberse quedado paralizado. Yo también lo miro esperando una respuesta, una que me convenza de que no estaba poniéndome el cuerno con esta fulana. —Bueno, yo soy Rebecca, amiga de Taylor y tú debes ser Kat, cierto. Estaba aquí de visita solamente —dice condescendiente. Aunque me moleste admitirlo la susodicha es bastante hermosa y sofisticada, me recuerda mucho a Victoria, la otra ex de Taylor. Es claro que las mujeres de rasgos refinados siempre han sido su tipo... nada que ver conmigo. —Ka... Kat —Por fin habló Taylor—. ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no me avisaste que venías? —¿Querías que te diera tiempo de ocultar a tu amante? Porque para nada me trago el cuento de que vino de visita. Debí saber que no habías cambiado, sigues sien
Me quedo petrificado al ver a Kat frente a la puerta. Por su cara puedo ver que se está imaginando lo peor y sé que se ve muy mal, pero, y aunque suene a cuento barato, esto no es lo que parece.Las circunstancias que llevaron a que Rebecca estuviera en mi casa envuelta en una bata de baño comenzaron a unas semanas, cuando empezamos la planeación para la decoración del hotel.Al día siguiente de haber hablado con Kat, Rebecca me llamó para reunirnos. Había concertado varias reuniones con distintos escultores y paisajistas que podrían ser capaces de realizar obras hermosas con el concepto que quiero para él hotel.El primo era un chico joven de unos veinte minutos años más o menos. A pasar de su corta edad ya tenía una gran cantidad de clientes que demandaban sus esculturas. Mientras hablamos con el chico el teléfono de Rebecca sonó. Cuando lo sacó de su bolso para ver quién era se puso muynerviosa, rechazó la llamada y volvió a guardar el móvil.Cuando vio que la miraba me sonrió,
Me siento un poco más relajada desde que hablé con Taylor anoche. En serio tengo mucho miedo de que nuestra relación se desgaste por la distancia, pero el hecho de que me dijera que me ama me hizo sentir más segura. Todo lo que tengo que hacer es confiar en él y calmar mi temperamento un poco. No hay nada de que preocuparse.Con esto claro me dispongo a entrar en el edificio de la aerolínea. Es viernes y los viernes no hay vuelos locales, pero los pilotos y copilotos exclusivos de esa división debemos asistir a una reunión semanal para discutir cosas como comentarios de los clientes, nuevos horarios, protocolos y otros temas. Son bastante aburridas, pero es lo que hay.Mientras Maxine habla yo hago lo posible por no reírme de las caras gracias que hace Joe cuando ella se voltea, pero es prácticamente imposible. Después de que carraspea y nos mira a ambos simultáneamente, decidimos parar. Una vez que la reunión acaba ella nos llama a su oficina.—Creo que estamos en problemas —le susur
Reviso mi teléfono y me siento culpable por no haber contestado la llamada de Kat, pero me fue imposible hacerlo. Estoy en un glamoroso restaurante de Londres de mi padre acordó la cita con Rebecca, y la regla de este lugar es tener los celulares con en silencio y no usarlos durante la velada para no estropear el ambiente del lugar. En realidad, me parece una buena idea, es el primer lugar que voy las personas en realidad están hablando entre ellos y no tienen la vista fija en una pantalla mientras se dicen monosílabos el uno al otro. El problema está cuando esa regla me impide arreglar las cosas con mi novia. Tengo la intención de ir al baño y devolverle la llamada cuando...—¡Hola extraño!Levanto la mirada al escuchar el saludo y me topo de frente con Rebecca Mineli, aunque no la que yo conozco. No es la chica que usaba botas militares, chaquetas de cuero, pelo en corte pixie de varios colores y percings en el rostro. Esta mujer una versión mucho más elegante con unos pantalones j
Termino de comer mi cereal en mi habitación. Mi compañera de cuarto está a punto de llegar y estoy demasiado irritable para tener una conversación decente con alguien.Como se atreve Taylor a decirme que no esté celosa. Yo no estoy para nada celosa y si lo estuviera tendría motivos más que suficientes. Ambos sabemos que su larga lista de examantes está llena de lagartonas pedantes que están dispuestas a lo que sea por reconquistarlo, ¿porqué tendría que creer que esa tal Rebecca es diferente? Mi teléfono empieza a zona, sacándome de mis pensamientos. Miro la pantalla y me percato de que es Stephanie así que contesto.—¡Hola Kat! ¿Cómo estás?—¡Taylor es un idiota! —respondo a su saludo.—¿Porqué dices eso? ¿Se pelearon? —pregunta Stephanie preocupada.—Me dijo que estoy celosa por que no me gusta la idea de que trabaje con una supuesta ex.—¿Y lo estás?—Sí, por supuesto que lo estoy. Todas sus ex son vivirás venenosas — puntualizo.—Bueno no creo que tengas motivos para durar de él.
Hace unas semanas que me despedí de Kat en el aeropuerto, bueno de ella y de sus mascotas Peguie y Max. Juro que traté de convencerla de que no los aceptarían en su nuevo departamento, pero fue inútil. Todo lo que me dijo fue «si no los ven no estaré rompiendo ninguna regla». Solo pude sonreír y decirle adiós. A los pocos días de eso viajé a Londres para encargarme del nuevo hotel.Por ahora hemos continuado nuestra relación a distancia, sin embargo, cada día tenemos menos tiempo para hablar debido a mi trabajo y sus entrenamientos.Mis padres también vinieron para inspeccionar la construcción del hotel, que gracias a dios ya está casi terminado.Desde que llegaron hemos ido juntos a varios lugares históricos y galerías de arte de Londres en busca de inspiración para la decoración del hotel, pero yo solo puedo pensar es en los comentarios graciosos que haría Kat al ver las pinturas o lo mucho que le gustaría ver estos paisajes.Hoy me encuentro en la Tate Modern, el museo nacional de