¡Nos acercamos a la finales! Les agradezco por su compresión.
La noticia fue tomada bien por los presentes, no esperaban más que un cambio y alguien que pueda detener las guerras, sin embargo, Tagger no quería que su hija se arriesgara, ella lo es todo para él. —Blue, sé que tienes todas memorias y que quizás sea la loba más poderosa, pero ¿estas segura que quieres ser una reina? —interrogó mirándola organizar su pequeña cabaña. —Papá he nacido para esto, ya no puedo escapar más de mi destino y si en esta vida puedo hacerlo mejor lo haré. Todos merecemos un cambio, mis hermanos y hermanas merecen estabilidad —le dice. —No quiero que te pase algo —susurra. —Por eso te tendré a mi lado a ti y cada persona en esa cabaña me ayudaran a restablecer el orden —toma sus manos y lo mira a los ojos—. Lo vamos a lograr, no te preocupes —añadió. Este le dio un beso en su frente antes de abandonar la pequeña cabaña, Stefano ingresó minutos después y esta lo recibió con una sonrisa la cual este correspondió, le dio un abrazo y un casto beso. —Las cartas
Todo estaba organizado, el nuevo emblema de la hija de la luna fue creado por sus amigas y Blue le dio el visto bueno cuando vio que expresa un nuevo comienzo a lo que ella fue destinada. —El lugar está lleno de alfas, no creo todos se tomen bien la noticia de que solo existirán doce alfa en el mundo y que si no sellan el o aceptan el pacto se quedarán como lobos para toda la eternidad —murmuró Stefano mientras ajustaba su corbata. —No hay otra opción, es la indicación que dio la diosa de la luna y es la que captaremos —este suspira y asiente—. Sé que te preocupa la seguridad, sin embargo, vamos a lograr que esto salga bien —añadió. —Confía en mí —este fue hasta su luna que viste un vestido blanco y una corona de flores para depositar un beso en sus labios. —Lo hago, mi reina —le sonríe. —Senna ya es hora —anunció Mildre desde el otro lado de la puerta, Stefano ofrece su brazo y la guía hacia el patio trasero en donde todos enseguida depositan su mirada en la hija de la luna. Los
Cinco años después…Las doce manadas creadas por la reina de los lobos progresaron con rapidez por la ayuda mutua entre ellas. Se reunían cada seis meses en el lugar donde inició todo, le entregaban un reporte de nuevos miembros, firmas de acuerdos y festejar por el éxito.Aunque Blue solo menciono doce alfas, ella también formó su manada The Moon of royalty en la cual conviven lobos, vampiros, brujos y humanos era la que más números de integrantes posee. Escondida en el bosque por grandes hechizos de protección en el que solo personas con buenas intenciones y puras de corazón podrían atravesar.En esos años Blue dirigió con sabiduría cada etapa de desarrollo de su manada con la ayuda de sus amigos y el hombre con el cual contrajo matrimonio, Stefano quien no recuperó sus recuerdos como Oliver Lee, sin embargo, eso no le fue un impedimento para que su luna lo amara.Ahora para ambos su mayor deseo era tener un bebé, ya que era la promesa que la loba le había hecho a su esposo de que e
Dicen que cuando te mudas a una nueva ciudad es porque quieres crear una vida nueva, nuevos amigos, vecinos y tal vez en el caso de una joven de diecisiete años; un novio. Todas esas características no son parte de Blue Harrison que desde su primera transformación ha tenido que tratar de no resaltar en las escuelas que ha asistido. Es un tormento para cualquier adolescente cambiarse de ciudad dos veces en un año. —Señorita…. Señorita, ¿me está escuchando? —la joven de cabellera rubia ceniza dirige su atención al maestro que la mira con cara de pocos amigos. —Disculpe, señor…—ella ni siquiera recuerda el apellido del profesor y eso provoca que sus compañeros se rían. —Fendel —le dice con su ceño fruncido—. Si usted quiere ingresar a mi clase deberá cambiarse ese color de cabello, ya que en este instituto está prohibido teñirse de manera escandalosa —señala su cabellera con disgusto. —Pero…. —Alguien quiere llamar la atención —se burla uno de atrás ocasionando el murmullo y risa
Un grito en el bosque provoca que Blue salga abruptamente de su sueño. Se escuchan pasos acercarse a la cabaña, Blue muy asustada y curiosa se baja de su cama para poder aproximarse a la puerta. Pega su oreja a está intentando escuchar lo que está ocurriendo fuera. De repente la puerta es forzada bruscamente, dándole un golpe que la hace retroceder unos pasos. Una figura oscura entró a la habitación activando todas las alarmas mentales de Blue. ¡Un intruso! Blue tuvo la intención de gritar por ayuda cuando una mano le tapó la boca con fuerza y la jaló con sus brazos hasta su pecho. Un olor a sangre es lo que desprende el desconocido. —Layla, ¿Qué hacemos? —interroga a su loba observando al hombre en silencio con horror. —Planea algo tú, papá no quiere que utilicemos nuestro poder —responde asustada. —Mierd@ —escucho que dijo el sujeto detrás de ella con su voz ronca. El desconocido retrocedió con Blue mientras que fuera se escucharon más pasos llegar provocando que el corazó
Los pasillos del instituto Moon se encuentran totalmente vacíos, ni un solo alumno caminando por este con excepción de Blue que por lo ocurrido anoche acaba de llegar tarde a su primera clase del día, se detiene frente a la puerta del aula sin idea de qué hacer.—¿Esperas una invitación? —cuestiona una voz gruesa detrás de ella provocando que se asuste, Blue observa al chico con chaqueta negra y de figura imponente.—Yo… no… —balbucea, él pone los ojos en blanco y abre la puerta llamando la atención de todos en el salón.—Señor Lee, tarde como siempre —murmura el maestro mirándolo con decepción.—Le mostraba a la nueva como llegar al salón de clases —dice ingresando al aula quedando Blue descubierta e incómoda por la miradas que van a ella.—Que suertuda —escuchó que dijo una compañera.—Oliver Lee dando a la nueva ¿Qué le vio? —los murmullos comienzan a escucharse bastante altos en el salón.—Silencio —ordena el profesor—. Blue Harrison, ¿cierto? —Ella asiente al maestro—. Pase y tom
—¿En qué años fue la independencia de Canadá? —cuestiona la joven loba a Oliver que lleva un puñado de papas fritas a su boca. —En el año 1867 —le responde sin dudarlo. —Bien. Una semana tiene Blue ayudando a Oliver con sociales y eso ha provocado que la envidia de las porristas aumente. Los rumores de que son parejas también se volvieron más fuertes, sin embargo, ellos no se inmutan y continúan forjando una amistad. —¿Pensaste en lo que quieres como agradecimiento? —cuestiona. —Ya te dije que no quiero que me des algo —murmura. —¿Ni un helado, ropa, maquillaje? No sé, cualquier cosa que les guste a las mujeres —trata de persuadir a Blue. —No sabes aceptar un favor ¿verdad? —pregunta. —Eres rara. —Gracias por recordarme la palabra que escucho todos los días en el pasillo —él frunce su ceño. —Pensé que todo eso había terminado. —Solo ignora lo que dije —este niega. —Dime nombres y los mandaré al odontólogo —enseguida esta niega, lo que menos quiere es que él se busque probl
Oliver no se acercó a Blue en la cafetería como lo hacía hace días. La joven loba se enteró de que lo reintegraron al equipo porque sus calificaciones en sociales mejoraron. Aunque ella no recibió invitación para el cumpleaños de Oliver, Blue trató de verle el lado bueno. Llevaba meses ilusionada con su cumple. Era un día que podía recibir todo el amor de su padre sin tener que compartir con Brenda. Como una pequeña tradición entre Blue y su padre, él solía preparar dos regalos de cumpleaños. Uno de Tagger, otro por parte de su difunta madre. No quería que Blue sintiera la ausencia de su madre. Entre todos los regalos, uno de los favoritos de Blue era el osito de felpa que regaló su padre cuando era muy pequeñita. Le decía Tagger que el osito le protegería por la noche como si estuviera al lado de él. Otro…ahora le hizo recordar a Oliver. Era un collar como regalo por parte de su madre, en forma de media luna que le recordaría a Blue eternamente de dónde proviene y que la mita