Los pasillos del instituto Moon se encuentran totalmente vacíos, ni un solo alumno caminando por este con excepción de Blue que por lo ocurrido anoche acaba de llegar tarde a su primera clase del día, se detiene frente a la puerta del aula sin idea de qué hacer.
—¿Esperas una invitación? —cuestiona una voz gruesa detrás de ella provocando que se asuste, Blue observa al chico con chaqueta negra y de figura imponente.
—Yo… no… —balbucea, él pone los ojos en blanco y abre la puerta llamando la atención de todos en el salón.
—Señor Lee, tarde como siempre —murmura el maestro mirándolo con decepción.
—Le mostraba a la nueva como llegar al salón de clases —dice ingresando al aula quedando Blue descubierta e incómoda por la miradas que van a ella.
—Que suertuda —escuchó que dijo una compañera.
—Oliver Lee dando a la nueva ¿Qué le vio? —los murmullos comienzan a escucharse bastante altos en el salón.
—Silencio —ordena el profesor—. Blue Harrison, ¿cierto? —Ella asiente al maestro—. Pase y tome asiento, —de manera rápida recorre con su mirada el lugar hasta ver un puesto vacío al lado de Oliver. La joven loba camina hasta ese sitio y se sienta bajo la mirada de los compañeros de clase—Bien, seguimos.
—¿Dijo Lee? —interroga Layla provocando que Blue recuerde el apellido del desconocido.
—¡Es el pervertido de anoche! —expresa en su mente.
—Es un descarado, ni siquiera nos ha reconocido —dice.
—Maldito —no puede evitar mirarlo de reojo con ganas de reclamarle por su actitud tan arrogante.
(…)
La hora del receso llega y como regla principal del instituto todos deben almorzar en la cafetería, Blue busca con su mirada una mesa donde sentarse y sus compañeros solo la miran como si tuviera alguna enfermedad contagiosa.
—No le hagas caso, son un grupo de humanos patéticos —como siempre su loba intenta reconfortar a Blue.
—Gracias, Layla…
—Ups… lo siento —. La capitana del equipo de porristas la mira con pena disfrazada de burla.
Su comida ha caído al suelo al haber sido empujada.
»Pensaba que te sería más cómoda comer en el suelo —sus compañeras se ríen de ella.
—Déjame y les arranco la cabeza —gruñe bastante enojada su loba.
Blue aprieta sus puños con rabia y respira hondo tratando de calmarse.
—No es el momento, tengo que controlarme. No puedo provocar más problemas a papá —le dice a su loba.
Blue se agacha y recoge la bandeja para depositarla junto a las demás.
—¡¿Alguien quiere compartir conmigo mi almuerzo?! —Una voz masculina vocifera en la cafetería.
La gente enseguida lleva su mirada en dirección a la voz.
Era Oliver.
—¡Yo! ¡Yo quiero! ¡Por favor! —una del equipo de porrista ruega con ilusión.
—Dios, es comida de Oliver. Me muero de comer un bocado de…
—¡Yo quiero! ¡Compartir todo contigo! ¡Mi Oliver…!
Oliver desde la entrada de la cafetería pudo ver todo lo que ocurrió, él camino directamente hacia la mesa de Blue lanzando una mirada de desprecio hacia a las chicas del equipo de porristas.
—¡Tú, la flaca! ¡Que debes comer más!
Tomó asiento a su lado bajo la atenta mirada de sus compañeros de equipo de fútbol americano, ya que es el capitán y uno de los mejores. Esa es una de las razones por la que Oliver es popular.
Las chicas del club de porristas se llenaron de envidia al notar lo que hace Oliver.
—Puedes comer la mitad de mi almuerzo —expresa acercando su bandeja a Blue que lo mira con sorpresa.
—Eres el mal de todos mis problemas —le reclama, él enseguida frunce su ceño.
—¿Y yo qué hice? —cuestionó.
—Es una humana malagradecida —Raksha el lobo interno de Oliver desaprueba el comportamiento de Blue.
—Ahora es la víctima, lo que nos faltaba —refunfuña Layla.
—Así crees que es como me devuelves el favor —eso provocó que el alfa enseguida la mire con curiosidad hasta que reconoce a la chica.
—Que pequeño es el mundo —reconoce con sorpresa—¿Quién diría que la acosadora de anoche…?
—¿Acosadora? —preguntó interrumpiéndolo—. Tú has sido el que invadió mi habitación —dice Blue con indignación mientras que en los labios de Oliver se forma una sonrisa.
—No te quejes, me tuviste en pelotas y pudiste tocar estos músculos —hace flexión en sus brazos con una de sus cejas arqueada, él no quiere presumir con ella, sino solo molestarla.
—Ni que fuera la gran cosa —susurra.
—Raksha ¿Por qué no huelo nada en ella? —cuestiona a su lobo.
—Puede que sea una loba, pero lo dudo, ya que olería como un Roguer —responde.
—¿Cazadora?
—No hay cazadores en esta zona —eso despierta más curiosidad en Oliver, ya que los humanos huelen todos iguales y la chica a su lado no desprende ningún olor.
—Ya que no soy genial. Devuélveme mi hamburguesa —ella enseguida lo reta con su mirada.
—Compartiste la mitad conmigo.
—Pero me he arrepentido —habla, Oliver aunque muestra una expresión seria solo se está divirtiendo con Blue.
Blue le pegó una mordida a la hamburguesa, mientras que Oliver niega y la deja almorzar en silencio hasta que la curiosidad de ella despierta.
—¿De quién escapaste anoche? —Eso provocó que la expresión en el rostro del chico se volviera un poco sombría.
—No debe importarte y si te preocupa estar en peligro, no lo estás —se pone de pie en el momento exacto que timbran para que los estudiantes regresen a su clase.
La joven quería disculparse por ser metida, sin embargo, Oliver se marcha desapareciendo en medio de las personas que intentan salir de la cafetería para llegar puntuales a sus clases.
(…)
—¿Así que la nueva? —interroga el co-capitán del equipo de fútbol americano mientras cambian su ropa por el uniforme para entrenar.
—¿De qué hablas?
—Los rumores de que están saliendo corren rápido y yo tu amigo soy el último en enterarme —Oliver se coloca su polo.
—No estamos saliendo —expresa serio.
—Le coqueteas para sexo…
—Deja de decir idioteces, Alex —cierra con fuerza su casillero.
—Bien, bien… no te enojes, pero solo diré que ahora esa chica está bajo el ojo de todos en el instituto y que posiblemente se meta en problemas por tu decisión de sentarte con ella —el alfa libera un suspiro.
—Lo que pase con esa chica, no es mi problema —se retira de los vestidores para ir al campo de entrenamiento.
—Lee, te dije que no quiero verte aquí hoy —expresa el entrenador.
—¿Qué? —cuestiona.
—Tu calificaciones en sociales no mejoran y eso te deja fuera de los entrenamientos hasta que mejores esas notas —Oliver enseguida cruza sus brazos mientras mira molesto al entrenador.
—Soy el mejor en este equipo, no puede dejarme fuera —le dice.
—Ya te dije, ve y mejora la calificación porque de lo contrario te quedaras en la banca toda la temporada —el alfa aprieta su mandíbula para retirarse de allí molesto por la decisión de sacarlo del equipo.
En el vestidor cambia su ropa y decide irse a su clase de sociales.
—Lee, qué sorpresa tenerlo aquí —sus ganas de golpear el rostro del maestro se incrementan, ya que sabe que este es el responsable de que lo suspendieran en el equipo.
—Extrañaba sus clases —le dice para recorrer con su mirada el salón en busca de un lugar vacío y como si fuera cosa del destino el sitio libre se encuentra al lado de Blue, Oliver camina hacia allí y se sienta.
»Hola de nuevo acosadora —saluda con sus labios curvados en una sonrisa.
—No molestes —pide poniendo atención al maestro.
—Necesito tu ayuda —Blue enseguida lo mira y Oliver puede notar que las mejillas de ella se tornan rojizas—. Tranquila, no te pediré que te desnudes —se burla.
—Idiota.
—Quiero que me ayudes a subir mi calificación —expresa, Blue se queda mirándolo con sorpresa—. No pongas esa cara, te pagaré —añade.
—No quiero tu dinero —suelta.
—¿Qué quieres?
—Nada —eso para él es algo nuevo, ya que las personas siempre quieren algo a cambio de ayudar—. Te ayudaré —este asiente y luego pone su atención al maestro antes de que este los regañe.
—¿En qué años fue la independencia de Canadá? —cuestiona la joven loba a Oliver que lleva un puñado de papas fritas a su boca. —En el año 1867 —le responde sin dudarlo. —Bien. Una semana tiene Blue ayudando a Oliver con sociales y eso ha provocado que la envidia de las porristas aumente. Los rumores de que son parejas también se volvieron más fuertes, sin embargo, ellos no se inmutan y continúan forjando una amistad. —¿Pensaste en lo que quieres como agradecimiento? —cuestiona. —Ya te dije que no quiero que me des algo —murmura. —¿Ni un helado, ropa, maquillaje? No sé, cualquier cosa que les guste a las mujeres —trata de persuadir a Blue. —No sabes aceptar un favor ¿verdad? —pregunta. —Eres rara. —Gracias por recordarme la palabra que escucho todos los días en el pasillo —él frunce su ceño. —Pensé que todo eso había terminado. —Solo ignora lo que dije —este niega. —Dime nombres y los mandaré al odontólogo —enseguida esta niega, lo que menos quiere es que él se busque probl
Oliver no se acercó a Blue en la cafetería como lo hacía hace días. La joven loba se enteró de que lo reintegraron al equipo porque sus calificaciones en sociales mejoraron. Aunque ella no recibió invitación para el cumpleaños de Oliver, Blue trató de verle el lado bueno. Llevaba meses ilusionada con su cumple. Era un día que podía recibir todo el amor de su padre sin tener que compartir con Brenda. Como una pequeña tradición entre Blue y su padre, él solía preparar dos regalos de cumpleaños. Uno de Tagger, otro por parte de su difunta madre. No quería que Blue sintiera la ausencia de su madre. Entre todos los regalos, uno de los favoritos de Blue era el osito de felpa que regaló su padre cuando era muy pequeñita. Le decía Tagger que el osito le protegería por la noche como si estuviera al lado de él. Otro…ahora le hizo recordar a Oliver. Era un collar como regalo por parte de su madre, en forma de media luna que le recordaría a Blue eternamente de dónde proviene y que la mita
Blue observa desde la entrada la lujosa casa, no esperaba encontrarse con este tipo de fiesta en la que todos andan con vasos rojos y fumando en cada esquina, sin embargo, lo que más llama su atención es ver que algunos se encuentran disfrazados. Esto le quita las ganas de querer ingresar. —¿Esperabas una fiesta con payasos y globos? —cuestiona Layla sacándola de su impresión. —Oliver no menciono algo sobre disfraces —habla ignorando el sarcasmo de su loba. Nerviosa e incómoda por algunas miradas decide ingresar a la lujosa casa en donde el ruido es bastante descomunal para los oídos de Blue, camina entre el mar de adolescentes que se mueven al compás de la música. —Las hormonas aquí se encuentran muy alborotadas, no tomes ninguna bebida —le advierte. Blue decide hacerle caso y se dirige a una zona donde hay pocas personas, espera no encontrarse con las del equipo de porristas. No quiere problemas y menos en un lugar donde un escándalo puede llamar la atención de cualquier lobo.
—Oliver —este se separa de Blue para llevar su mirada a Dereck su co-capitán. —¿Qué sucede? —interrogó. Dereck de reojo mira a Blue y luego a Oliver, no esperaba verlo con esa chica otra vez y menos después de que en los vestidores le dijo que no tenía nada con ella, ya que conoce a su amigo desde hace mucho tiempo. —Te esperan para hacer un video —le dice, por la mirada que le da a Oliver este enseguida entiende que se trata de chicas deseando felicitarlo. —Voy en un minuto —el co-capitán decide retirarse dejando a Oliver solo con Blue. —Tengo que irme —murmuró la loba después de ver la hora en su teléfono. Blue sigue aturdida por la viagra y el fogoso beso con Oliver. —Es temprano todavía —le dice. —Mi padre no tarda en llegar y… —Sh… tranquila, ¿quieres que te lleve? —interrogó. —No, ve y disfruta de tu fiesta de cumpleaños —este la miro dudoso. —Bien —sujeta su rostro para plantarle un pequeño beso—. Nos vemos en el instituto —se retira dejándola allí parada mirándolo i
Oliver desde muy pequeño ha pasado por el desasosiego de no conocer a su madre, ni una fotografía familiar de ella. Este solo conoce su nombre, Amelia reconocida como una prostituta que durmió con el alfa y que lo coloca a él como un bastardo. No puede dejar de mirar la pantalla de su teléfono, ni siquiera puede regresar a llamada por el simple hecho de que es un número desconocido. —No pienses en eso —pide Raksha. —Me molesta que digan eso, ¿Por qué ahora? —cuestionó. Oliver toda su vida ha odiado a su madre por el sufrimiento que causa en su vida. —Puede ser cualquier persona intentando molestarnos —expresó el lobo. —Debería no intentar joderme en estos momentos —es lo único que dice para luego recoger su mochila e irse al instituto, esperando poder encontrar a su mate entre las chicas de este. (…) Blue despertó con una enorme sonrisa en su rostro mientras que el acontecimiento de anoche sigue burbujeando en su cabeza. En sus labios siente todavía los de Oliver, ella mantien
En los pasillos del instituto no paran de hablar de lo ocurrido, Oliver Lee el más popular siendo abofeteado por una don nadie. —Sandro ¿Qué te ocurrió? —interroga Blue al verlo llegar con yeso en su brazo. La noticia de la bofetada fue más grande que la fractura de Sandro. —Tu novio —expresó con disgusto—. No quiero tenerte cerca —fue lo que le dijo antes de pasar de ella. Blue enseguida se sintió pésima por eso, no tenía tanto tiempo conociendo a Sandro, pero le cae bien. —¿Ahora viviremos acosadas? —preguntó Layla. —Debo hablar con Oliver —le responde, ella tomó sus cosas y se retiró del salón de clase. (…) —Fuiste muy imprudente —le regañó su mejor amigo a Oliver. —No estaba pensando con claridad —murmuró. —Pudiste matarlo, Oliver —este es consciente de lo que dice. —Le coquetea a Blue. —¡No es tu luna! —gritó enojado. Oliver deja salir un gruñido molesto. —Maldición, lo sé —pasó una mano por su cabello negro y tiro de este con frustración. —Oliver —la voz de Blue p
Como cada mañana Blue despierta por el estridente ruido de su alarma, se arregla para ir al instituto y luego busca el frasco de su pastilla. Al destaparlo el olor de algo distinto en ellas provoca que Layla haga acto de presencia.—No la tomes —pide alarmada.—¿Por qué no debo hacerlo? —cuestionó Blue.—El olor de los componentes es distinto —Blue observa la pastilla, no le quedaban muchas en el frasco.—Un día sin tomarla seguro no es un riesgo —dice.La joven lleva las pastillas que quedan y la lanza por el retrete.Al salir de su cabaña se encuentra con su padre.—Blue, no quiero que lo de ayer lo tomes a la ligera —expresó.—No afecta nuestra seguridad —Blue trata de hacerlo entrar en razón.—Solo no te acerques a ese chico. No quiero que andes con alguien que tiene mala influencia —suelta con seriedad.—Padre…—Hazme caso —ordenó.—Necesito más pastillas —trata de cambiarle el tema.—¿Cuántas te quedan? —interrogó.—La última la tome hoy —miente.Blue se da cuenta que últimament
—Él es nuestro mate —no puede dejar de mirar el rostro del hombre frente a ella. —No entiendo —susurró el alfa. Oliver no imaginó que ella fuera una loba, ni siquiera supuso que en el instituto existen más lobos a parte de Dereck y que su alma gemela estuviera frente suyo todo este tiempo, es la sorpresa más grande. Frunce su ceño. »¿Por qué ocultas tu olor? —le cuestiono a Blue. —Lo mismo te pregunto —este ingresa a la cabaña sin siquiera pedirle permiso. El alfa camina de un lado a otro como perro enjaulado, Oliver nunca ha buscado a su mate y siempre confió en que ella llegaría sin tener la necesidad de recorrer medio mundo en su búsqueda. —Esto cambia todo —susurró. —Ella es hermosa —ahora su lobo no podía dejar de admirar la belleza de Blue. —Cállate —pide, él no quiere perder concentración, muere por traerla a sus brazos y ahora solo necesita información de Blue. —¿De qué manada eres? —preguntó. —No tengo una manada —este frunció el ceño aún más. —Eres una roguer —le