Melisa se descubrió atada en un asilla, pero su cerebro no le permitió pensar en ello o en que Andrea la había engañado, el miedo era mucho mayor y su cabeza solo pensaba en lo que sus ojos le mostraban.— Tu. — dijo como si con esa misera palabra se le fuera el alma. — Es imposible, estas muerto. — aseguro temblando, aunque la soga estaba tan apretada a su alrededor que poco pudo moverse su cuerpo.— Eso… — dijo Yong mostrando una sonrisa casi siniestra. — Creo que tu mejor que nadie sabe que siempre se puede declarar muerta a una persona, aun si no hay cuerpo, es lo que hiciste con mi cuñada ¿no? — las palabras de Yong chocaron el entendimiento en Melisa, y la última conversación que tuvo con Andrea en el avión llego a ella.— No, esto no puede ser. — murmuró casi perdiendo la cordura ante su realidad, bajo la atenta mirada del jefe del clan, quien la veía como sí fuese mierda.— Mi esposa. — dijo Suh-Hee, solo para que le quedara claro a esa mujer que tanto la había cagado. — Realm
La oscuridad de la habitación parecía cerrarse sobre Melisa como una trampa mortal, la luz de la luna se filtraba a través de las pequeñas ventanas, pero solo servía para iluminar la desesperación que se reflejaba en su rostro, estaba sola, estaba tras las líneas enemigas, estaba en el mismo lugar donde tiempo atrás había dejado a Andrea.— Andrea por favor, tu no eres así. – dijo con la voz estrangulada, y su examiga solo la vio con una ceja en alto.— ¿No lo soy? — indago con despreocupación.— Brisa no querría esto, a tu hermana no le gustaría nada esto.— Es curioso que traigas a mi hermana a colación, cuando sabes que ella murió por basuras como tú.— ¿De qué hablas? ¿Qué te han hecho en este lugar? Andrea mírame, soy yo, Melisa, tu mejor amiga, recuerda Brisa y como cuidaba de nosotras. — las manos de Andrea se hicieron puños, y Naoki le dio una mirada a Akira, quien solo negó con la cabeza, su cuñada necesitaba dejar el pasado atrás, para poder avanzar y ellas les darían la opo
Mia se despertó a primera hora del día, la costumbre podía más que el cansancio, pues Takashi la agotaba, no solo físicamente, su esposo estaba generando alguna obsesión o compulsión como hacer comer a cada momento, y luego de cada platillo, Takashi la devoraba a ella, era casi bochornoso que en todo esos días ella pasara más tiempo desnuda que vestida, por lo que cuando despertó y se dio cuenta que su esposo no estaba, respiro con un poco de alivio, pues Takashi no solo le hacia el amor luego de cada comida, también a despertar y antes de dormir, incluso recordaba que la noche anterior se había dormido con el pene de Takashi dentro de ella.— Podria morir de esta forma, y sería un abuena muerte, con mi espada guardada en ti, la funda justa.Dioses, de solo recordar lo que le había dicho antes de que perdiera el conocimiento la avergonzaba.— Buenos días, mi señora. —dijeron las mujeres al ingresar en su cuarto y Mia exhalo con fuerza.— Por favor, ya no. — dijo en medio de una exhala
Huang y Renzo compartieron una mirada significativa, y con delicadeza, Huang se marcho tras las mujeres, y Renzo se quedó con los hombres.— Ve lo que provocas cabron. — se quejó Francisco. — La serpiente se enojó conmigo y yo ni pio dije. — Se lamento dejando caer la cabeza entre sus manos.— ¿Por qué tu estomago es tan débil? — se quejó Yaozu. — Porque no imaginas que estas destripando a alguien y listo, ¿sabes lo que me costará calmar a Emily ahora? — no, si Yaozu ya se veía de rodillas suplicando por una mirada de Emily.— Tu hermana no llora, y lo sabes, esto no es por el embarazo, esto es porque tu esposa se le hace tierna, ¿por qué no pudiste conseguir una mujer como la de Suh-Hee? alguien igual que tú, sin corazón. — se quejó Song y Suh-Hee, chasqueo la lengua.— Andrea tiene corazón, solo es selectiva con quien entra en él. — refuto la cabeza del tigre.— ¿Y por qué se fue si tu tampoco hiciste nada? — pregunto Richard que también había quedado solo.— Por la misma razón por
No soy yo, eres tú, dijo Takashi ese día en medio de la cocina, para luego agregar, solo seremos ambos mi conejito, seremos nuestros cachorros y nosotros.Mia lloro en sus brazo, lloro tanto, que Takashi sentía que moriría, aun así, no dijo nada, solo la abrazo, allí en la cocina y luego en la cama, la abrazo aún mas fuerte, mientras sus grandes manos acariciaban su espalda, y cuando se durmió, no dejo de acariciarla, era como si quisiera aliviar su alma, el alma de una joven, que habían torturado, que habían despedazado y aun así, Mia brillaba como un sol, no solo para Takashi, era toda la familia Zhao, no era pena, mucho menos lastima, porque ante los ojos de este clan de mafiosos, Mia era resiliencia, Mia era fuerza y voluntad, Mia era alguien digno de respetar, como un náufrago que logra llegar a destino, como un explorador perdido que al fin a encontrado el camino, como lo que era, una persona que siguió adelante, aun sintiendo que ya nada tenía, ni para dar, ni para recibir, aun
Sus ojos verdes la observaban con detenimiento, como quien compra un automóvil y quiere cerciorarse que valga lo que se pagara por él; el estómago de Mia se retorcía y su vista cayó al piso lustrado, cualquier lugar era mejor que verlo a él. No queria estar allí, aunque sus hermanas estaban felices de ser las afortunadas de desfilar para ese hombre.— Si. Es ella la que quiero. — aseguro parado frente a ella, que solo podía ver sus zapatos lustrados. — Esas piernas y ese pecho, no lo olvidaría ni en mil años.Asqueroso, depravado, ¿quién le dio el derecho de verla de esa forma? o si, sus costumbres, sus ancestros, esos que vestían a las jóvenes de forma provocadora, pero claro que no decían que era para seducir, claro que no, se le llamaba cazar a un buen esposo, debería estar resignada, incluso no debería sentirse mal, sus hermanas no lo estaban, al menos antes de que él la escogiera a ella, ahora la veían con envidia; pero Mia era distinta, desde niña, siempre cuestionando todo y es
La familia de Takashi era peculiar, asesinos, sicarios, empresarios, mafiosos, tenías para escoger lo que más te gustara y así como sus oficios eran variados, sus integrantes no podían ser menos, casi la mitad de la familia estaba compuesta por personas que no eran familia, si, así era, su árbol genealógico era una locura, pero sin hondar mucho en ello, y si nos centramos en la familia directa de Takashi Zhao… era igual de complicado, si bien todos eran mafiosos, no tenía un núcleo normal, por decirlo de alguna manera, ya que ellos tenían dos padres, padre Renzo y papá Huang, si, sus padres eran gay y habían acudido a un vientre de alquiler, donde en teoría debían concebir solo un hijo de cada uno, pero resultaron siendo ocho, si, ocho hijos, tres de Renzo y cinco de Huang.— Hola papá. — el mayor que ya ostentaba algunas canas, pero aun con la vista más aguda que cualquier otra persona, le dedico una pequeña sonrisa cuando volteo a verlo. — ¿Cómo estás? — pregunta estúpida se dijo Ta
No les llevo mucho tiempo a los hermanos Zhao, comenzar con sus negocios y que estos rindieran frutos, con el paso de los meses y a medida que abrían sus clubs de defensa personal, Takashi sintió que debía independizarse, aunque ya una vez lo había intentado, cuando apenas tenía 18 años, claro que no funciono, pues este reconocido asesino no sabía hacer casi nada, de lo que una persona normal, debería saber, fue por ello, que apenas observo que algo raro sucedía entre la niñera y su hermano Yaozu, tomo la decisión de comprar un departamento, y coloco un anuncio, se busca empleada para tareas domésticas, sin retiro, buena paga y así la conoció.— Bien Mia Ferrante ¿verdad? — Takashi observaba la figura frente a él, y cotejaba la información en la documentación que la joven le había dado.— Así es. — respondió de forma distraída la rubia, mientras observaba el bello departamento, aunque escaso de muebles, menos trabajo para ella, pensó la rubia.— Son reales. — murmuro distraído Takashi