- ¿ No recuerda quien es? ¿ O nosotros su familia?- le preguntó la madre de las chicas York.
- A usted y su hermana si los recuerda, pero es a sus hijos y marido a los cuales desconoce.
- ¿Cómo podemos ayudarle?- pidió saber Daniel.
- No sé que tan mal está su relación, pero no considero adecuado concretar esa separación en estos momentos.-
- Lo siento mucho doctor, pero no estoy de acuerdo, vivir con este hombre no le ayudará a mejorar.- se opuso de inmediato la hermana menor.- Además esa mujer siempre estará rondando.-
- Jesse, no puedo dejar a mi esposa en este estado.-
- Sólo quieres hacerlo para estar tranquilo con tu conciencia, lo mejor para Samanta es que se vaya conmigo fuera de la ciudad, ella compró una casa para vivir con sus hijos luego de la separación, quería que viviéramos juntas.-
- ¿ En qué momento hizo eso?- ella hacía muchas cosas en secreto, pero nunca es espero que desconociera tantos aspectos de su vida.
En verdad, le había dejado completamente sola.
- En alguno de esos días que te quedabas cuidando de la “pobre Lisbeth”- respondió su cuñada.
- Jesse, por favor, no es momento de ventilar esos temas en frente del doctor.-
- Lo siento Dr. Schneider, es que… este tema me irrita demasiado.- se disculpo la chica.
- Así veo- se acomodó sus lentes.- Tienen por lo menos una semana para decidir que harán, no está en condiciones de ser dada de alta, debemos hacer algunos exámenes de control tanto a ella como a la bebé.-
En estos momentos, se le vino a la mente su hijo Lucas, ¿ cómo le prepararía para la noticia? Era difícil para un niño entender que su madre no lo reconoce, necesitaría consultar a un psicólogo infantil. Le escribió de inmediato a su secretario para que buscara al mejor de todos.
- Si estas pensando, usar esto como una oportunidad de terminar en buenos términos con mi hermana y limpiar tu nombre, te juro que no lo permitiré.-le advirtió Jesse apenas se marchó el médico.
- Jesse, deja de pelear con tu cuñado, eso no ayuda en nada.- le pidió su mamá.
- No entiendo como puedes estar tan tranquila madre, siempre defiendes a este chico en vez de ponerte del lado de tus hijas.-
- No me pongo del lugar de él, sólo que te pongas a pelear a gritos no traerá ningún beneficio.-
- Madre, yo puedo cuidar de mi hermana y ayudarle con los niños, puedo congelar la universidad este semestre.-
- ¿Cómo es eso que se iría contigo a una casa?- le consultó su madre.
- Cuando decidió separarse, buscó una casa fuera de la ciudad y un colegio cerca para Lucas que se adaptara a su bolsillo, pensó que lo ideal era donde yo estudio porque Daniel podría ir a recoger a los niños cuando le tocara sus visitas.- le explicó su hija.
- No solo dejó todo ordenado en la empresa, también se preparó para después del parto.- analizó su mamá.
- Supongo que el accidente no estaba en sus planes.- se revolvió el cabello angustiado Daniel.
- Daniel, quiero que entiendas que eres libre de llevar a tu querida novia a la casa, nosotros inventaremos algo con Lucas.- Jesse estaba empecinada en llevarse a su hermana.
- Soy el padre de esos niños, quiero cuidar de ellos también.-
- ¿ Pretendes vivir con tus hijos, mi hermana y esa novia enfermiza tuya?-
- Es sólo una amiga.-
- No es cualquier amiga, era tu novia y la escogiste.-
- No le he escogido.-
- Sí lo hiciste, todas las veces que te quedaste con ella y no volviste a casa.-
Jesse tenía razón, apenas se enteró de que Lisbeth Jones seguía con vida, olvidó todas sus responsabilidades, incluso se peleó con sus padres. Le había pedido a Samanta intentar ser una pareja real, pero apenas su ex novia estuvo frente a él, sintió que le debía algo y cada vez que ella decía tener una recaída corría a su lado, sin importarle su familia.
¿ Cómo es que todo se volvió tan caótico en la vida de esta pareja?
- Quiero un hermano mamá.- le exigía Lucas, de 7 años a Samanta hace un año atrás.
La sola idea le puso la piel de gallina, para cualquier matrimonio normal, esa solicitud sería tomada con alegría, pero ellos se casaron por solicitud de sus madres, eran amigas desde niñas y su sueño era que sus hijos fueran familia.
La familia Braun y York, no era una familia convencional, eran los dueños de dos empresas farmacéuticas, que competían con Merck, Pzifer y Aztrezeneca.
Al momento de concretar ese soñado matrimonio, ambas empresas se fusionaron y dejaron su nombre como Braunn-York SA.
Los planes de sus madres, estuvieron en peligro por un tiempo, Daniel, estaba enamorado de una chica llamada Lisbeth, era de una familia humilde, no era un impedimento para la madre de Daniel, sólo desconfiaba de las intenciones de la mujer.
Lisbeth estaba enferma del corazón y Daniel le pagó el viaje para irse a EEUU para una posible cura, el dinero lo consiguió de su madre, con la condición de que aceptara casarse con la hija mayor de los York, el chico aceptó hacer el sacrificio por el bien de su amada.
Lamentablemente la chica falleció en un accidente de tráfico cuando se dirigía a la clínica, noticia que llegó horas antes de su matrimonio.
Daniel estaba devastado y se sentía horrible, pero su madre no le permitió suspender la ceremonia de bodas.
Sólo aceptó un matrimonio civil, no quiso hacerlo por la iglesia, en respeto a su amada fallecida.
Samanta comprendió la decisión y no se opuso, podía entender su dolor, pero hacerlo tan encima de la celebración trajo consigo un montón de rumores.
Finalmente, Daniel se casó con Samanta, aunque desde el primer momento él trazó una línea, sólo eran una pareja por contrato, siempre amaría a Lisbeth Jones.
Samanta en ese tiempo seguía fielmente las indicaciones de sus padres, pensaba que era su deber como hija mayor, por todo el esfuerzo que hicieron sus papás por crear esa empresa, si bien le gustaba Daniel en secreto, sabía que era algo platónico, siempre creyó que ese matrimonio no se concretaría porque era conocida su relación.
Con mucha reticencia de Daniel, tuvieron su primer hijo, Lucas, debían tener un sucesor, así que cumplieron con ese requerimiento. Samanta se sentía tranquila con eso, adoraba a su hijo y desde que nació su vida se concentró en el cuidado de su pequeño y en cuidar los intereses de la empresa de su familia. El amor era un capítulo bloqueado en su vida.Durante los siguientes 7 años su relación se mantuvo igual, trató de acercarse a su marido, pero nunca le dio chance de algo más, mantenían una buena relación laboral y ante las cámaras y sus padres fingían ser una pareja modelo.Ambos eran padres preocupados y amorosos, cuidaban a Lucas, jugaban con él y estaban al pendiente de su desarrollo, pero eran un matrimonio sin amor.Tener un segundo hijo, era un absoluto ¡No! En la cabeza de Samanta. Tener relaciones con Daniel no era malo, las veces que lo hicieron para concebir a Lucas no lo sintió desagradable, tenían buena química, pero no había amor en ese acto y para ella era inconcebi
Los últimos meses antes de que volviera Lisbeth Jones, su relación había cambiado, le ofreció tener un segundo hijo y ella lo rechazó de inmediato, insistió un par de semanas pero como le vio inquebrantable, había pensado rendirse, hasta que volvió de una salida de copas con Jesse, su hermana menor.Esa noche, Daniel se durmió en el sillón de su cuarto, revisaba unas propuestas de imagen para su próximo lanzamiento, en medio del trabajo se quedó dormido, despertó por la caída de un florero en la entrada.Se supone que era una propiedad con medidas de seguridad extremas, no podían ingresar delincuentes tan fácil, aún así el ruido lo perturbó, corrió fuera del dormitorio expectante.Samanta había llegado y chocó con el objeto, tontamente intentó recoger los pedazos.Daniel bajó las escaleras apresurado, temió se cortara con la porcelana.-- ¡Sam!, detente, mañana lo recogerá la criada, puedes cortarte.-- ¡ Querido! No quise despertarte, ¿ estás enojado?- ver su expresión de preocupació
- Me encantan tus hombros- le confesó acariciando uno de ellos, bajó por su pectoral y siguió descendiendo por sus marcados y fuertes abdominales.-- ¿ Sólo eso te gusta de mí?- preguntó interesado.-- No… también tus labios y…- pasó su dedo índice por sus labios embelesada-- … y..-- Tus brazos…- ahora los recorría con sus pequeñas y suaves manos.-Daniel le tomó por la cintura y le besó el nacimiento del cuello dejándole una pequeña marca, ella gimió sorprendida.- A mi también me gustas…- dijo sin despegar su nariz del mismo sitio que besó.-- … Mentiroso…- su pecho subía y bajaba agitado, aún no le quitaba la ropa interior, quizás planeaba rechazarla, pero esa idea se desvaneció por completo cuando sintió que quitaba el broche de su espalda y liberaba sus senos succionando uno de sus pezones sin demora, luego hizo lo mismo con el otro y las descargas de placer le dejaban la mente en blanco.Mientras los chupaba con deleite,sus ojos permanecían fijos en su rostro, sin perder de vi
- Lo haré, no estamos en condiciones de tener otro hijo, apenas tienes tiempo con Lucas y la empresa, cumplimos con dar un heredero, yo dije cosas de las cuales me arrepiento.- se negó de inmedia- Por favor, no lo hagas.- le tomó de los brazos y le levanto del suelo.- Daniel…-- Duerme conmigo desde hoy, no más habitaciones separadas, seamos una pareja de casados normal.- sus ojos brillaban de una forma hipnótica, por más que lo estudiaba no lo sentía como una mentira.- Tú no me amas, por más que compartamos la cama eso no lo modificará.- si lo sabía, ¿Por qué la sola posibilidad le entibiaba el pecho ????- Me gustas mucho… ¿ no es suficiente?-- No lo es para una pareja de verdad, Daniel, yo estoy adaptada a este modo de vida, si quieres complacer a Lucas con lo de tener un hermano, no es necesario jugar a la pareja feliz.-- Por lo menos, dame una oportunidad de intentarlo.- se inclinó para besarla, Samanta le corrió la cara.-- No… se te hará tarde para desayunar.- Daniel le su
Samanta se giró hacia ella y le extendió la mano para saludarla.- Bienvenida a empresas Braunn-York, soy la vicepresidente Samanta Braun.-- Mucho gusto señora.- se levantó de la silla para responder el saludo.- Le agradezco por darme esta oportunidad.- Sus antecedentes son dignos de admiración, usted se ganó este puesto por sus propios méritos ¿ Me acompaña a la sala de reuniones?-- Por supuesto.-- Rosario ¿ Puedes llevarnos dos cafés por favor?-- Señora, ¿ Puede beber café en su estado?- le preguntó la secretaria.- Ohh, lo había olvidado, tienes razón, un jugo de naranja para mí y un lungo para Daniel, debe estar por terminar.-- ¿ No pasará a saludarlo a su oficina?-- Prefiero no interrumpirlo, cuando está leyendo contratos no le gusta que lo desconcentren.-- Muy bien señora, le llevaré sus bebidas en minutos.-- Gracias Rosario.-Samanta le invitó a sentarse en el sofá y le hizo algunas preguntas cotidianas.-- ¿ Hace cuánto vive en USA? Debió ser difícil aprender un nuevo
En el trayecto el cielo que estuvo nublado todo el día, se volvió más oscuro y comenzó a llover. Samanta sintió que el clima se coordinaba con su estado de ánimo, ni siquiera podía tomar su medicina, temía hacerle daño al bebé. Por suerte faltaban sólo un par de cuadras.Cuando llegó a su casa, Daniel estaba esperándole, se veía molesto, le miro de la cabeza a los pies, estaba completamente empapada.El mayordomo le ofreció una toalla.- Gracias Sebastián- se secó la cara.- Samanta no contestaste tu teléfono…- le reclamó su esposo, se veía preocupado.- Dejé el celular en silencio…disculpa.- se tomo del pasamanos para subir la escalera hasta su habitación.- ¡Mamá! ¿ por qué te mojaste?- Lucas la observaba como goteaba.- Voy a cambiarme por ropa seca, me sorprendió la lluvia.-- Mamá recuerda que debes cuidarte, llevas a mi hermanito contigo-- Él está bien, sólo me moje yo.-- Señores, serviré la cena en media hora- le avisó Sebastián.- Me seco y bajo ¿ puede prepararme un té con
- Daniel, todavía te amo, estoy segura que sientes lo mismo.- le rogaba Lisbeth.- Aunque eso fuese así, tengo dos hijos de los cuales no deseo separarme.- Sí le explicas tu posición a tu esposa, y lo mucho que hemos sufrido, quizás ella acepte el divorcio.-- Samanta es una buena mujer, no merece que le deje en estas circunstancias.-- Yo puedo hacerme cargo de tus hijos, los amaría como si fueran míos.- ¿ Dices, quitarle la tuición de los niños?-- Lo que te ata a ella, son tus hijos, puedes dejarla, visitarlos, creo, nos debe ese sacrificio.-Samanta estaba helada, ¿ planeaban volver y quitarle a sus hijos? ¿ sólo le darían migajas? ¿ Cómo podía Daniel hacerle esa canallada?- Samanta no sabía del acuerdo con mi madre, es sólo una víctima en este enredo.- la defendió Daniel.- Ella sabía de mí, pudo no aceptar el matrimonio arreglado.-- Estabamos presionados por nuestros padres.-- Incluso pudo no quedar embarazada.-- Era parte de nuestro acuerdo.-- Eso no la excusa, tú no la
- Soportaré hasta el parto.-- Aún faltan cinco meses, ¿ por qué no ahora mismo?-- Debo ordenar la empresa, preparar a Lucas… hablar con mamá…-- Te apoyo en todo ¿ lo sabes verdad?-- Gracias… ¿ Cómo ha ido tu primer semestre en la Universidad?-- Un caos, hoy me quedaré estudiando en la noche, así que tendrás más espacio en la cama.-- Yo puedo dormir en el sofá.-- Ni en broma, ambas necesitan dormir bien.- le apuntó la pancita.- Tengo problemas con una asignatura.-- ¿ Cuál? ¿ Puedo ayudarte?-- No es exactamente con la asignatura, es con el ayudante.-- ¿ Ya te ganaste un enemigo?-- Ha sido ayudante del profesor de fisiología desde primero, es arrogante y pretencioso.- ¿ Estudia químico y farmacia?-- No, es de Medicina, va en cuarto.-- En la Facultad de salud suele haber una competencia entre las carreras, la más valorada socialmente es la abeja reina.-- ¡Como si trataran a las personas ellos solos.-- ¿ Pero cuál es el problema con él?¿ Cómo se llama? -- No me aprendí su