Samanta se sobresaltó por el movimiento, descubriría lo que llevaba bajo esa bata y ahora se arrepentía de como se vistió. - Dan… espera…- la bata se abrió sin poner resistencia, trató de taparse con un brazo el pecho.- ¡No mires!- no quería que viera su ropa interior.- Si me lo dices así, tendré más curiosidad.- sus ojos brillaron con lujuria.Samanta se paro y se apoyo en el escritorio.- ¡ No pienses mal…- dejó caer su brazo con el pecho acelerado.- Pensé te gustría...- ¿ Puedes quitarte la bata?- le dijo desde su asiento, evidentemente estaba disfrutando la escena.- Sí…- cerró los ojos y dejó caer la bata sobre la mesa, después de unos eternos minutos, Samanta preguntó -¿ Puedo ya ponérmela?-- No.- Se levantó de su silla y se pegó a Samanta.- Esto era para mí… quiero disfrutarlo un poco más.-Se arrepentía de lo que llevaba puesto, lo compró un día convencida por Jesse, le dijo que a Daniel le gustaría verla con eso, no le
El día de la ceremonia llegó y Jesse estaba nerviosa.- ¿ Segura debo caminar hacia el altar? No puedo entrar desde atrás del párroco?- preguntó Jesse a quien peinaban en un moño alto.- No mires hacia los lados, además, sólo seremos tu familia en los bancos.- le calmaba Samanta.- Me siento como un árbol de navidad.- decía observando su rostro en el espejo, la maquilladora le había peinado y puesto maquillaje.- No es así, el maquillaje es sobrio y el peinado es precioso.-- ¿Será que el vestido me queda? Siento que mi vientre creció…-- Jesse… estás igual que siempre.- suspiró su hermana.- ¿ Richard y Helena ya están vestidos?- llevarían las argollas.- Sí, Daniel me ayudó con eso, debe estar en la habitación de al lado esperando por ti.-- ¿ No volvió a tocar ese tema?-- No. – Después de que se arreglaron las cosas, Daniel no volvió a insistir con la boda, eso le tranquilizó porque no sabía
Cap 135El silencio invadió la ceremonia, era algo totalmente inesperado.Samanta no sabía si caminar hacia el altar sola, le temblaban las piernas y sentía los ojos de todos los invitados sobre ella.Podía caminar hacia un costado y hacerlo pasar como la entrada de la familiar de la novia, pero ese vestido delataba sus intenciones.- Sam…- murmuró su madre boquiabierta quien le pedía respuestas con la mirada a su amiga Magnolia, no entendía el giro de los acontecimientos.Samanta había tomado valor y daría un paso hacia el altar, pero alguien le ofreció su brazo. Al levantar la vista, se encontró con su suegro.- Señor Braun…- balbuceo por el asombro.- La novia no puede llegar sola al altar.- manifestó con una cálida sonrisa-- ¿ Cómo sabía que lo haría?-- Porque quieres mucho a mi hijo.- le cubrió el rostro con el velo.La llevó hacia el altar, Daniel todavía no creía la imagen que veía acercarse.Había suspendido todo, de eso estaba se
- ¿Seré abuela?- volvió a preguntar con la voz temblorosa.- Así es mamá… no quisimos preocuparte, además los primeros meses de embarazo son inestables, aún así decidimos casarnos, sé lo importante que es para ti que los hijos nazcan en una pareja estable…- se puso de pie por los nervios- ¿ Cuantas semanas tienes?-- 15 semanas…-contestó Ariel.- ¿ Te sientes bien? Por eso te veías tan pálida y ojerosa…- le tomó de la cara.- Estoy bien mamá.- le agarró las manos.- … Un poco asustada… pero bien…-- ¿ Por eso se casaron tan rápido?-- Queríamos casarnos pronto.- explicó Ariel.- También lo hicimos porque no queríamos generarte un mal rato, verme embarazada sin casarnos, te podría provocar inseguridad.-- Es cierto que yo siempre les dije que consideraba correcto que los hijos nacieran dentro del matrimonio, pero no podría enojarme contigo o con Ariel por lo del embarazo, porque asumieron su res
- Cariño ¿ Qué hora es?- preguntó masajeandose sobre el tabique nasal.- Seis y media, aún es temprano, el desayuno está listo,-- ¿ Alcanzaré a comer?-- Está todo listo para que te sientes comas.- le tomo de la mano y se lo llevó hasta su puesto.- ¿ Comerás conmigo?-- Tengo que llevar al bebé a su cuna.-- No se preocupe señora.- estiro los brazos la cocinera.- Yo lo llevaré a su cama.-- ¿ No es una molestia? No fue contratada para eso.- - Me gustan los niños, no me importa hacerlo.-- Bueno… gracias.- se lo entregó y le vio marcharse con el bebé.- No sabía que contratarías a una mujer mayor.-- No tiene más de 50 años, es rápida y tiene buenos antecedentes.-- Es cierto, tiene un aura agradable.-- Sabía que te gustaría.-bebió un sorbo de su café.-¡ Delicioso! ¿Lo preparaste tú?-- ¿Cómo lo sabes?-- Eres la única que preparas el café
Samanta Braun recuperó la conciencia, se despertó asustada, había tenido una horrible pesadilla. Le llamó la atención el despertar en una cama de hospital y que su cuerpo doliera tanto.- Me alegro que sólo fuera una pesadilla..- se dijo para sí, las mascarilla de oxígeno le molestaba así que se la quitó.- Samanta, no te quites el oxígeno, acabas de volver.- Le regaño la voz de un hombre que no reconoció, era un chico guapo.- Soy Samanta York ¿ Usted… quién es y por qué llegué a este lugar?- definitivamente esa no era su casa.- Soy Daniel Braun, ¿no me recuerdas?- el hombre le miraba confundido.Ella achicó los ojos como buscando su imagen en la memoria, luego pareció recordarle.- Claro, eres el hijo de la Sra. Braun, con quien madre desea casarme.- - ¿ Casarnos?- repitió no creyendo sus palabras.- Pero no te preocupes, pedí verte en esa cafetería para que sepas que admiro el sacrificio que hiciste por tu novia, en verdad me gustaría conocer a alguien en el futuro que hiciera al
primero en reaccionar fue el secretario, hizo lo posible por esquivarlo, pero el móvil estaba ya muy encima. No podía moverse, sus piernas estaban atrapadas.- ¡Señor Braun! ¡Señora!- les llamaba asustado, sólo escuchó un quejido, era su jefe, había empezado a reaccionar.- Sr. Ross… ¿qué pasó?- un fuerte dolor en la frente le hizo llevar su mano hasta allí, sus dedos se mancharon con sangre.-- Nos chocaron señor…¿usted y la señora están bien?-- Me golpee la cabeza y siento trozos de vidrio en mi cuerpo... Samanta… ¿estás…- se limpió el ojo, la sangre le ensucio la vista, su esposa había quedado casi en la misma posición, pero su ropa estaba manchada de sangre y ella inconsciente, se arrastro como pudo hasta ella y tuvo el impulso de abrazarla, la liberó del cinturón de seguridad.- - ¡ Samanta… despierta! ¡Abre los ojos!- le tocó la mejilla, sin respuesta. Tenía una herida producto de la sujeción del cinturón. Su esposa se quejó, apretó los párpados y los labios por el dolor, Danie
Recordó una vez que entró a buscarle al dormitorio, vio unos frascos de medicamentos sobre su mesa de noche, cuándo le preguntó que era, su esposa le contestó que eran vitaminas para la concentración y las escondió en los cajones nerviosa.- Ella no me lo dijo…- murmuró Daniel, desecho, eran demasiadas cosas que desconocía de su esposa, viviendo juntos por más de 7 años, ella no confiaba en él.Conoció a su hija la noche anterior, le permitieron entrar en la unidad de incubadoras, era un pequeña versión de Samanta, piel blanca como el jade, ojos marrón claro y unos mechoncitos castaño claro.- Eres muy linda mi niña…- dijo observándola embelesado- Tu mami estará muy contenta cuando te conozca.- Si era sincero, él estaba encantado con la bebé, se moría de ganas de cargarla en brazos pero la enfermera no se lo permitió. Lo más triste de todo era que no podría verle crecer día a día, su esposa le pidió el divorcio, no alcanzaron a discutirlo apropiadamente pero no tenía intenciones de d