Ella no murió

Samanta se giró hacia ella y le extendió la mano para saludarla.- Bienvenida a empresas Braunn-York, soy la vicepresidente Samanta Braun.-

- Mucho gusto señora.- se levantó de la silla para responder el saludo.- Le agradezco por darme esta oportunidad.

- Sus antecedentes son dignos de admiración, usted se ganó este puesto por sus propios méritos ¿ Me acompaña a la sala de reuniones?-

- Por supuesto.-

- Rosario ¿ Puedes llevarnos dos cafés por favor?-

- Señora, ¿ Puede beber café en su estado?- le preguntó la secretaria.

- Ohh, lo había olvidado, tienes razón, un jugo de naranja para mí y un lungo para Daniel, debe estar por terminar.-

- ¿ No pasará a saludarlo a su oficina?-

- Prefiero no interrumpirlo, cuando está leyendo contratos no le gusta que lo desconcentren.-

- Muy bien señora, le llevaré sus bebidas en minutos.-

- Gracias Rosario.-

Samanta le invitó a sentarse en el sofá y le hizo algunas preguntas cotidianas.-

- ¿ Hace cuánto vive en USA? Debió ser difícil aprender un nuevo
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