En la Universidad Catedral, Jesse, hacía su máximo esfuerzo por finalizar su jornada antes de tiempo, su hermana estaba sola en casa, temía hiciera alguna tontería sin consultarle.Sus compañeros estaban concentrados en otro punto, hoy el equipo de baloncesto tenía un encuentro de práctica, todos planeaban ir a ver a los chicos jugar.-- ¿ Jesse no vendrás con nosotras?- le preguntó una de sus compañeras.-- Tengo visitas en casa Ela, le prometí llegar temprano.- se excuso, la verdad es que esa persona estaría de titular y no quería verlo.- ¿ No te gusta el basquetbol?- Sí, pero mi hermana me espera.-- Sólo quédate unos minutos, no creo se moleste.- le abrazó su compañera.- Bueno… necesito distraerme un poco…- accedió a quedarse para el primer tiempo.El interés de sus compañeras femeninas no era en el juego, sino en los guapos jugadores de ambos equipos.El capitán del equipo era su odiado ayudante de fisiopatología, ahora comprendió porque no le había respondido el correo, envió
Todos abandonaron el auditorio emocionados con el anuncio, ya se imaginaban haciendo sus primeras prácticas dentro de los laboratorios de esa farmacéutica tan reconocida. Para Jesse no era novedad, creció en esos laboratorios, el olor a preparados químicos, talco y excipientes era su plaza de juegos.La vicepresidente, le esperaba en la entrada.- Señora Braun.- le saludó como si fuese alguien lejano.- Señorita York, le reconocí desde los asientos ¿ le gustó la sorpresa?-- No me lo esperaba- sonreía para ocultar su enojo.- ¿ No es muy arriesgado venir hasta aquí sin compañía?-- No, fui cuidadosa.- le respondió, sabía que su hermana no estaba muy tranquila con su presencia en la universidad, sus compañeros desconocían los orígenes de su familia, que supieran venía de una familia poderosa y adinerada en el medio, podría ponerle en aprietos.- Los periodistas no tardaran de saber por las redes sociales que se encuentra de visita. -- Por eso necesito pedirle que me ayude.- le guiño u
- Daniel…- estaba frente a ella en el umbral de la puerta, vestido con su traje de oficina, tan guapo como siempre, Samanta se hizo un lado para dejarle entrar. ¿ Por qué apareció allí si aún no terminaba el plazo de su estadía?- Samanta, ¿ cómo estás?- la observaba de pies a cabezas como asegurándose de algo.- Bien, ¿ cómo supiste la dirección de la pensión de Jesse?-- Le pregunté a tu madre.-- Te dije que volvería el fin de semana.- trato de no sonar contrariada, olvidó que su mamá adora a su yerno.- Lo recuerdo, pero Lucas te extraña, sé que volverías este lunes. -- Es viernes todavía, no está acostumbrado a estar tantos días sin mí, tendré que enseñarle ha ser más independiente-- Yo tampoco me acostumbro...- le tomó de la mejilla y la miró directo a los ojos.Samanta sintió que su corazón se aceleró peligrosamente, deseo que lo dijera en serio.- No necesitabas venir, con que enviaras al chofer era suficiente.- debía sacar de si cabeza esos pensamientos románticos.- Quería
Samanta bajó del auto sin esperar su ayuda, saludó al mayordomo y le dio unas indicaciones.- Hola Sebastián, me iré a dormir, por favor despiérteme cuando llegue Lucas del colegio.-- Por supuesto señora, ¿desea le lleve algo de beber?-- Sólo agua.-Daniel no le cabía en la cabeza, como esa pequeña mujer podía caminar tan rápido, le costó alcanzarle.- Buenas tardes señor- le saludó el mayordomo.- Buenas tardes…- sus ojos se mantenían puestos en la mujer que subía las escaleras.- ¿ Desea algo señor?-- No Sebastián… gracias…- subió las escaleras saltándose escalones.La mujer iba con la cabeza gacha, hasta que por el rabillo del ojo, los colores de una habitación le hicieron cambiar su destino: era la pieza que destinaron para su segundo hijo.No compraba nada para decorarla, porque desconocía el sexo del bebé, por eso encontrarla ya acondicionada le sorprendió.Había una cuna de estilo clásico, una silla mecedora, una cómoda con ropa para el bebé en colores n
Sam le dio un beso en la frente a su hijo antes de dormir. Luego se fue a la pieza que compartían con su esposo, estaba tan perdida en sus pensamientos que entró sin mirar hacia al frente, chocó contra algo, y le dolió la nariz.-- ¿ Cuándo movieron ese mueble…- levantó la cabeza y no era un mueble era su esposo quien salía de la ducha y chocó con ella.- ¿ Te golpeaste muy fuerte?- le revisaba la nariz preocupado- ¿ En qué pensabas?-- Daniel… tu pecho es muy duro… me dolió…- se masajeaba la nariz ciega por el dolor.- Siempre ha sido así… incluso dijiste que te gusta…- - ¿ Cuándo dije eso?- no recordaba, como ya no se recupero del impacto, lo miró bien por primera vez, sólo llevaba una diminuta toalla. Daniel entrenaba todos los días, era su forma de liberar el estrés, ella trotaba y hacía ejercicios de fuerza pero con el embarazo ya no podía hacerlo.Su esposo tenía un cuerpo hermoso, bronceado y tonificado, se le aceleró el corazón al verlo prácticamente sin ropa.- “ Tengo bochor
Tan puntual como le describían, la mujer de las leyes le esperaba en la cafetería.Llevaba su cabello rubio recogido en un moño clásico y unos lentes redondos sin marco.Le hizo un gesto con la mano para que le reconociera.- Señorita Miller, un gusto conocerla, soy Samantha Braun. - le saludo con un beso en lamejilla.- Creí sólo era un alcance de nombre, ¿ Es de la compañía farmacéutica?- era evidente su sorpresa.- Sí, soy la misma.-- Bien, tendremos mucho trabajo por delante. Me dijo que desea el divorcio ¿ Es eso correcto?- Sí.-- ¿ Aún estando en medio de un embarazo?- quizo confirmar.- Sí.- volvió a responder.- ¿ Es su único hijo?- escribía en su iPad.- Es el segundo.-- ¿ Cuál es el motivo?-- Razones irreconciliables.- Sam hablaba como si fuese un robot, su mirada estaba perdida en el contenido de su taza de té.-- Debe ser difícil asumir el término de una relación matrimonial, ¿ Cuánto estuvieron casados?- Cumpliremos 8 años...- si le preguntaba a Daniel, él probablem
Desde que Samanta le había preguntado por sus sentimientos, ella cambió, Daniel sintió su vacío, aunque en la oficina trabajaba como siempre, en casa sólo le hablaba lo justo y necesario.Estaba seguro que ella interpretó mal su respuesta, en parte fue sincero, los sentimientos por Lisbeth seguían en su corazón, pero los de él hacia su esposa habían sufrido cambios, tantos que le generaban cargo de conciencia.Sentía que le debía algo a Lisbeth, no investigo a fondo su accidente y se quedó con la información que le entrego su madre. ¿En ese entonces, habría renunciado a su puesto en la compañía por su querida novia? ¿ Hubiese pedido el divorcio luego de conseguir la fusión de ambas compañías?Lo cierto era que no servía de nada lamentarse por la leche derramada, aunque el pasado fuese diferente, no tendría a Lucas, no existiría su pequeño clon y le costaba imaginar ese presente sin él, ¿ Y sin Sam? Ella le habría firmado el divorcio, ¿ Qué sería de ella? ¿ Tendría una nueva pareja e
Samanta pensó no presentarse a cenar con su esposo. Se le cruzó la idea por la mente en varias oportunidades durante el día.Sería la última vez que compartirían algo juntos, era la primera que le pedía celebrarla junto a ella.No imaginó que haría cerrar el piso completo del restaurante para ellos. Era difícil escoger un vestido en su estado, sentía que con todo se veía como un zapallo. Finalmente se puso un vestido magenta y zapatos bajos, aretes y el cabello recogido en un moño.Usó un poco de maquillaje, la anemia del embarazo, le tenía la piel pálida y sus labios necesitaban un poco de color.- Gracias por venir, te ves muy linda hoy.- le recibió con una gran sonrisa, corrió la silla para que pudiera tomar asiento.- Es difícil verse linda embarazada...- le comentó avergonzada por el cumplido.- Tu barriga es muy bonita, en verdad tu cuerpo visto desde la espalda se ve igual que siempre, sólo cuando estás de frente se nota tu embarazo- le dijo.- Es difícil moverse con el paso d