Tan puntual como le describían, la mujer de las leyes le esperaba en la cafetería.Llevaba su cabello rubio recogido en un moño clásico y unos lentes redondos sin marco.Le hizo un gesto con la mano para que le reconociera.- Señorita Miller, un gusto conocerla, soy Samantha Braun. - le saludo con un beso en lamejilla.- Creí sólo era un alcance de nombre, ¿ Es de la compañía farmacéutica?- era evidente su sorpresa.- Sí, soy la misma.-- Bien, tendremos mucho trabajo por delante. Me dijo que desea el divorcio ¿ Es eso correcto?- Sí.-- ¿ Aún estando en medio de un embarazo?- quizo confirmar.- Sí.- volvió a responder.- ¿ Es su único hijo?- escribía en su iPad.- Es el segundo.-- ¿ Cuál es el motivo?-- Razones irreconciliables.- Sam hablaba como si fuese un robot, su mirada estaba perdida en el contenido de su taza de té.-- Debe ser difícil asumir el término de una relación matrimonial, ¿ Cuánto estuvieron casados?- Cumpliremos 8 años...- si le preguntaba a Daniel, él probablem
Desde que Samanta le había preguntado por sus sentimientos, ella cambió, Daniel sintió su vacío, aunque en la oficina trabajaba como siempre, en casa sólo le hablaba lo justo y necesario.Estaba seguro que ella interpretó mal su respuesta, en parte fue sincero, los sentimientos por Lisbeth seguían en su corazón, pero los de él hacia su esposa habían sufrido cambios, tantos que le generaban cargo de conciencia.Sentía que le debía algo a Lisbeth, no investigo a fondo su accidente y se quedó con la información que le entrego su madre. ¿En ese entonces, habría renunciado a su puesto en la compañía por su querida novia? ¿ Hubiese pedido el divorcio luego de conseguir la fusión de ambas compañías?Lo cierto era que no servía de nada lamentarse por la leche derramada, aunque el pasado fuese diferente, no tendría a Lucas, no existiría su pequeño clon y le costaba imaginar ese presente sin él, ¿ Y sin Sam? Ella le habría firmado el divorcio, ¿ Qué sería de ella? ¿ Tendría una nueva pareja e
Samanta pensó no presentarse a cenar con su esposo. Se le cruzó la idea por la mente en varias oportunidades durante el día.Sería la última vez que compartirían algo juntos, era la primera que le pedía celebrarla junto a ella.No imaginó que haría cerrar el piso completo del restaurante para ellos. Era difícil escoger un vestido en su estado, sentía que con todo se veía como un zapallo. Finalmente se puso un vestido magenta y zapatos bajos, aretes y el cabello recogido en un moño.Usó un poco de maquillaje, la anemia del embarazo, le tenía la piel pálida y sus labios necesitaban un poco de color.- Gracias por venir, te ves muy linda hoy.- le recibió con una gran sonrisa, corrió la silla para que pudiera tomar asiento.- Es difícil verse linda embarazada...- le comentó avergonzada por el cumplido.- Tu barriga es muy bonita, en verdad tu cuerpo visto desde la espalda se ve igual que siempre, sólo cuando estás de frente se nota tu embarazo- le dijo.- Es difícil moverse con el paso d
El fuerte olor del antiséptico hizo despertar a Samanta, estaba en una camilla clínica, poco a poco recordó que le había ocurrido.De lejos vió a su suegra, hablaba con los doctores, en algún minuto, cuando recuperó los sentidos, debió dar su nombre, no podía contar en estos momentos con su esposo.- Pequeña... ¿ cómo te sientes?- le preguntó con voz dulce su suegra.-- Magnolia...gracias por esto... disculpa las molestias.-- Soy tu suegra, eres como una hija para mí, por supuesto que debes contar conmigo, aunque no entiendo por qué mi hijo no está contigo.-- Está dónde siempre fue su lugar....- balbuceo aún mareada.- Quiero irme a casa... pide el alta por favor.-- Tú presión estaba muy baja, por eso te desmayas
- ¡Sam! ¿ cómo te sientes?- se sentó a revisarle Daniel-- El bebé está bien, si es lo que quieres saber.- no le permitió que le tocara.- Sam...- le dirigía una mirada llena de reproche, no era intencional, lo sabía bien, ella jamás le reclamaba por nada, salvo dentro de la compañía.- Me bajó la presión de forma brusca, pero no tiene ninguna relación contigo o con Lisbeth, así que te pido que quites esa expresión culpable de tu cara.- le exigió envolviéndose en la bata que tenía a sus pies.-- No me preocupa sólo el bebé, tú eres importante...- la vio sentarse al borde de la cama y coger unas pantuflas.- Claro...- ya no le tenía paciencia, más que con él, estaba enojada con ella misma, obviamente si
- Debo convencer a mamá de que dejarla en manos de su esposo no es lo más recomendable.- observaba a su sobrina en la incubadora Jesse.Su hermana la preparó los últimos meses para que asumiera la empresa, debería viajar dos veces por semana para participar en la junta y tomar su rol temporalmente.Nunca imaginaron lo del accidente, se suponía que ella luego del parto se iría de la mansión Braun y se iría a ciudad Ra con ella.Vivir sola en esa casa no le agradaba, le daba miedo.- Sé que no te gusta tu cuñado.- su madre parecía leerle el pensamiento- Pero sigue siendo el padre de los niños.-- Pero él no la quiere, si ella recupera la memoria sentirá que la traicionamos por no respetar su voluntad.--- Ella lo entenderá, es madre, además de mujer, y se suele poner en primer lugar el
Jesse dudó unos segundos, quizás debió esperar unos días después y lanzar esa bomba, pero estaba tan enojada con su cuñado que lo único que deseaba era destruir la imagen de santidad de la amante perfecta.Pero había reunido suficientes pruebas en este tiempo para eliminar cualquier duda.- Como mi primera orden dentro de la compañía, es que se suspenda a la señorita Jones de su cargo hasta que se aclaren ciertos puntos.-- ¿ Cuáles?- pidió saber su cuñado.- Samanta investigó las instalaciones y el funcionamiento del laboratorio de antivirales a cargo de la señorita Jones, encontró ocultas jaulas de animales con los cuales se prueban los medicamentos, según sus normativas internas, los productos farmacéuticos de Braun and York son libres de crueldad animal, si e
Puntual a las dos de la tarde su cuñado, tocó su puerta.- ¿ Terminaste?- le preguntó después de llamar a su puerta.-- Sí, déjame guardar los cambios en el archivo y coger mi bolso.- dejó su laptop cerrado y salió con él.-- ¿ Qué deseas almorzar?-- ¿ Invitará Ud. Presidente?-- Jamás dejaría que pagara una mujer- le respondió como si eso fuese un insulto.-- Vaya, ¡Qué anticuado!-- Tómalo como una comida de bienvenida.- le abrió la puerta del auto.-- Entonces, quiero comida casera, hace mucho que no como algo parecido.-- Los almuerzos universitarios son bastante escuálidos- le comento Daniel.- Siempre como a toda prisa.-- Hay días en los que no alcanzamos a comer, o lo hacemos mientras terminamos algún informe.-