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El alcohol es el culpable

Los últimos meses antes de que volviera Lisbeth Jones, su relación había cambiado, le ofreció tener un segundo hijo y ella lo rechazó de inmediato, insistió un par de semanas pero como le vio inquebrantable, había pensado rendirse, hasta que volvió de una salida de copas con Jesse, su hermana menor.

Esa noche, Daniel se durmió en el sillón de su cuarto, revisaba unas propuestas de imagen para su próximo lanzamiento, en medio del trabajo se quedó dormido, despertó por la caída de un florero en la entrada.

Se supone que era una propiedad con medidas de seguridad extremas, no podían ingresar delincuentes tan fácil, aún así el ruido lo perturbó, corrió fuera del dormitorio expectante.

Samanta había llegado y chocó con el objeto, tontamente intentó recoger los pedazos.

Daniel bajó las escaleras apresurado, temió se cortara con la porcelana.-

- ¡Sam!, detente, mañana lo recogerá la criada, puedes cortarte.-

- ¡ Querido! No quise despertarte, ¿ estás enojado?- ver su expresión de preocupación le dio miedo.

- Es tarde pero no estoy enojado, sólo no sigas recogiendo eso.- le tomó de la muñeca para ayudarle a subir por las escaleras.

Samanta se soltó , rechazando su ayuda.

- La verdad… es que no esperaba encontrarte en casa…- le dijo su esposa.

- ¿ Por qué no? ¿ Pensaste que te evitaría al no estar Lucas ?-

- Sueles quedarte en la oficina hasta la madrugada cuando él se queda fuera de casa…- ese era su comportamiento habitual.

- No era necesario quedarme en la empresa, podía resolver estos asuntos aquí.-

- ¿ Ya cenaste?- cambio el tema.

- Sí, la señora Prat, dejó comida preparada.-

- Entiendo… me iré a mi cuarto…- se sujetó del pasamanos y dio un paso para subir el primer escalón, pero se movió de su campo visual y se precipitó hacia adelante, Daniel le atrapó con su brazo derecho y la atrajo hacia su pecho.- ella lo miró aturdida por su inesperado gesto.

- Yo te ayudo a subir.- le ofreció, aunque sonaba más como una orden.

- No. Si me afirmo del pasamanos llegaré.- le empujó con suavidad pero su esposo no le dejó soltarse, su perfume Hugo Boss le pellizco la punta de la nariz, era su favorito.

- Bebiste más de la cuenta, terminarás de subir mañana así como estás.-

- No es tu problema Daniel, sólo regresa a tu cama.- le empujó con torpeza por segunda vez, el mismo esfuerzo le hizo tambalear.

Al darse cuenta que no cedería, Daniel suspiró y metió su brazo por debajo de las rodillas, le llevó cargando hasta la habitación, Samanta pataleaba intentando demostrar su molestia con el gesto, simplemente su esposo le ignoró y le dejó sobre la cama.

- No seas amable conmigo.- le dijo irritada.

- Estamos casados ¿ por qué no puedo serlo?- 

- Haces que me confunda… - se sentó en el borde mirando un punto fijo.

- ¿ Qué quieres decir?- se inclinó hacia ella para mirarle directo a los ojos.

- Cuando eres así de cuidadoso, sólo haces que me gustes más y no está bien.- no pudo sujetar su lengua, odiaba beber alcohol por eso mismo, perdía el control y hablaba de más.

- ¿De verdad te gusto? – sus hermosos dientes se asomaron en una sonrisa.

- Vete a dormir, mañana no recordaré las estupideces que estoy diciendo.- se revolvió el cabello, el calor subió a sus mejillas con la repentina confesión, prefirió darle la espalda.

- Responde mi pregunta- le exigió saber.

Ella se había levantado de la cama y se bajó la cremallera de su vestido, pensó que Daniel le dejaría sola al ignorarlo, era su forma de ponerle fin a la conversación, en vez de eso sintió que le tomaban la mano y le ayudaban a bajar el cierre.

- No podrás quitarte la ropa sola.- dijo Daniel, sus mejillas se habían teñido levemente de rojo.

- ¿ Todavía piensas en eso?- le preguntó con una sonrisa picarona su esposa.

- ¿ Qué?-

- Sobre tener otro hijo… ¿ lo olvidaste?-

- Dijiste que no querías, respetaré tu decisión.- respondió calmado.

Samanta le tomo la cara con sus manos y le miró por eternos segundos, Daniel se sonrojo con la cercanía abrupta.

- ¿ Por qué te hicieron tan atractivo? Es un pecado tener un hombre tan tentador y no poder tocarlo- dijo sin tapujos.

- Siempre es agradable escuchar un cumplido.- contesto sin ocultar su sorpresa ante la sinceridad de su esposa, el alcohol era el catalizador de esas palabras, pero le gustaba verla tan abierta.

Suavemente Samanta lo empujó a la cama, como era un movimiento inesperado cayó sin oponer resistencia.

Samanta se sentó sobre sus caderas, el vestido había caído al suelo unos metros más atrás y ella sólo llevaba su conjunto de ropa interior.

- Oye… ¿ Qué haces?- se sentó confundido por su comportamiento.

- ¿No lo ves?- tomó una de sus manos y la besó en el centro de su palma, sus ojos estaban llenos de lujuria.

- Sam… tú no eres así…- abrió sus ojos como plato cuando ella le hizo envolver su pecho derecho con la mano.-

- Quiero hacer otro bebé contigo…- presionó la mano caliente contra su seno, los latidos de su corazón se podían sentir.

- Dijiste que no…- le recordó sientiendo como se excitaba con el contacto.

- Ahora si quiero…- 

- Bebiste, mañana no lo recordarás y no quiero abusar de ti en este estado...- 

Samanta le tapó la boca con la suya para que no siguiera hablando, parecía no entender sus palabras. 

Los labios aún tenían rastros de alcohol, quizás ese poco le estaba transmitiendo el estado de embriaguez porque apenas le tocó olvidó sus reparos. 

El trago le había relajado y vuelto más desinhibida, rosaba sus pechos contra su ropa de una manera tan erótica que deseaba arrancarle el sostén de inmediato, pero aún esperaba que algo los enfriara y ese encuentro se terminara.

 Eso no ocurrió, el beso se hizo más intenso y caliente, la lengua de Samanta se enredaba con la de él y se sentía demasiado dulce, su perfume lo envolvía y llenaba su pensamiento sólo de ella.

Las manos de su mujer comenzaron a subirle la polera hasta los pectorales.

- Quiero ver tu pecho desnudo- le decía molesta por no lograr quitarla.

- Sólo debías pedirlo.- la quitó sobre su cabeza y los ojos de Samanta brillaron admirando los músculos perfectamente dibujados ¿ Cómo pudo aguantar tanto tiempo sin tocarlo? 

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