Casi todos estaban sentados en el living de la casa de McGregor, Elisa aún estaba riéndose mientras fue de camino a la cocina seguida por Christine que le propuso darle algo de comer, seguida de Christine estaba Katherine porque sabía que su mujer era un sumo desastre, así que mejor prevenir antes de que todo se volviera un desastre andante.
Así que ahora estaba Elisa tomándose un batido junto a Katherine bajo la atenta mirada de Christine.
-¿Eres la mate de Cristian?- la mujer hace la pregunta pero la mitad bruja se gira y hace una mueca.
-Por cómo vamos, seguramente no- se encoje de hombros hasta que sintió la mano de Christine en el hombro.
-No eres la Elisa que conozco, la niña capaz de todo e incluso de detener a un alfa- le dedica una sonrisa mientras termina de beber el batido.
-Algunas cosas pueden variar ¿No?- le da una sonrisa ambas mu
Dos meses después…Victoria-Es el momento en que estoy sorprendida de estar viviendo esto contigo- la voz de Elisa se escucha en el lugar. Ella se tira a mis brazos y la estrecho como si fuéramos de nuevo dos niñas pequeñas.-Gracias- el pequeño pañuelo que me está pasando es para que pueda limpiar un poquito las lágrimas antes de dañar todo el maquillaje que se había esmerado en hacer Katherine.-Lograste ser una imbécil en ciertos momentos pero también te mereces cosas buenas en este mundo- asiento y trato de detenerla porque si no terminare con un reguero de lágrimas y maquillaje.El sonido de la puerta detienen mis palabras, una cabeza se asoma por la puerta y entra Susan al lado de Katherine. Ellas tres son mis damas de honor, primero porque mi única amiga ha s
Los caminos se están volviendo cada vez más oscuros, es imposible caminar tan rápido cuando encontramos una cantidad innumerable de telarañas enredadas en cada esquina que estamos doblando.-Papá- le llamo pero es no se gira, veo como su ropa está siendo cubierta por el color blanco de las telarañas y el polvo que recubre las paredes. –Padre- vuelvo a llamarlo y siento que me está ignorando de la forma más estúpida que puede existir.-No estoy para hablar ahora, Victoria- el murmuro en sus labios es casi un susurro, por lo que es un milagro que el realmente este abriendo sus labios para soltar aquellas palabras.Su incesante caminata me esta haciendo doler los pies, pero no quiero quejarme, no creo que deba, no ahora.-Los Dankworth está de camino- vuelve a decir y sé de qué está hablando, pero tengo la necesidad de que salir
Mis pasos están siendo silenciosos para lo que mi propio cuerpo está siendo de ruidoso. Estoy negando y la confrontación que siento va más allá de lo que mi propio ser compartido está en mí.-Andrew- escucho la voz Christopher. Alzo el rostro y siento como lo oscuro de mis ojos está siendo reflejado cuando él se pone derecho delante de mi –Alfa- asiento con mi mandíbula apretada.-No, Christopher- doy la vuelta hacia mi escritorio y saco la silla de cuero y me siento en ella, lo veo dejar un vaso con el líquido color dorado dentro de él. Lo tomo y lo paso de un solo golpe por mi garganta, arrugo un poco mi rostro por el fuerte sabor en seco del whiskey, el vaso es puesto en la mesa un poco más fuerte de lo que puede ser.-Su padre hizo ese trato años atrás- Christine habla y niego tratando de morder mi lengua, no deberí
El techo de esta habitación me hace querer rasgarlo, la cantidad de blanco que posee me hace querer clavar mil colmillos y manchar todo de rojo. Han estado afuera desde que me desperté, he visto que han dejado comida ¿En serio? Realmente lo han hecho.-¡Sácame de aquí!- golpeo la puerta lo más fuerte que puedo, pero sin embargo sigue siendo resistente a mis golpes, no es que sea una mujer muy fuerte como para derribarlo. El velo negro que tenía ya no está, era de mi madre.Mis ojos están rojos y quiero golpear a quien quiera que esté cerca, puedo oler su sangre y siento la necesidad incesante de clavar mis colmillos en su cuello y matarlo.-Si no te callas, no saldrás nunca de allí- la voz profunda del mismo hombre. McGregor, al que mi padre me entrego.-¡Sácame de aquí! Bastardo- suelto aquello con mis puños gol
-¡Joder!- golpeo una de las paredes.-Alfa- me llama Christine y me giro con mi rostro rojo de ira. Sé que mi lobo está queriendo salir, mi lado humano esta peleando con el más tiempo de lo que he acostumbrado hacer, no soporto tenerlo suprimido.-No estoy para nadie- me gire y pegue mi frente hacia la misma pared que he golpeado.-La chica se resiste a comer- ella alza sus manos y vuelvo a golpear la pared.-¿Quién se cree ella?- digo molesto quitándome de la pared y pisando camino por uno de los pasillos.El sonido de mis botas está resonando por todo el piso de madera, giro en una de las esquinas y subo unas escaleras hasta que veo el pasillo y como la última puerta sigue estando en silencio.-¡Maldita sea contigo!- grite golpeando la puerta fuertemente.-¿Qué quieres? ¡Imbecil!- allí esta ella y su voz de mier
-McGregor- el hombre entro a mi oficina como si esto le perteneciera. La temperatura en mi rostro estaba aumentando, primero Victoria y ahora este.-Miracle- le respondo con la mayor calma que no existe en mi pecho, mis labios se aplanan y su sonrisa arrogante aparece en sus labios.Desde que tengo memoria he querido partirle la cara a esta imbécil, mi padre siempre me hizo mantener la raya, pero algunas cosas han cambiado en gran mayoría, mi padre ha muerto y mi paciencia ya está a mi límite.-Siempre tan…- la mueca en sus labios era de burla indudablemente –Lindo- sonríe de lado y se sienta en uno de los sillones frente a mi escritorio.-Nadie te dijo que te sentaras- me levante y estaba rodeando el escritorio cuando el intento montar los pies en la madera.Mi mano dio de lleno con sus botas y cayeron al suelo, su mirada se transformó de burla a irritada.-N
-El desgraciado de McGregor cree que tiene el derecho de tratarme así- su voz es fuerte cuando está hablando con otro hombre delante de él.-Nathaniel- murmuro el otro con el que estaba hablando –Ese vocabulario no está permitido en mi oficina y menos si viene de ti- la voz dura está dando mucho que decir.-Lo siento, padre- el hombre asiente en dirección de él.-Me han dicho que Andrew tiene algo importante en su casa- dice el hombre que está sentado en la silla de cuero negro mirando hacia las afueras, tanto como le permite el gran ventanal, el chico delante de él alza su ceja –Importante- recalca con la voz un poco más suave.-¿Una chica?- pregunta, el hombre se encoge de hombros ante lo que el chico está queriendo preguntar.-Nadie traspasa sus inmensas paredes, pero si algo es la debilidad de McGregor, es un punto a nuest
-No puedo estar sintiendo esto ¡No!- mis pasos se vuelven monótonos mientras camino de un lado a otro en la habitación, siento que las cosas no están bien, entre mi padre y lo de McGregor el día anterior me esta carcomiendo.Su lengua por mi cuello, su lengua dejo un rastro de saliva que me fue inevitable no querer tocar, nunca había sentido algo así por una persona y menos un humano ¿Por qué mi padre confió tanto en él? Yo no creo que él sea un santo.Sus ojos oscuros estaban brillantes cuando entro a la habitación, intente con todas mis fuerzas poder atacarlo pero, pero cuando sus manos se posan en mi cuerpo es como si el reaccionara. No puedo creer la forma en que mis uñas se clavaron, pero el olor de su sangre me pareció los más atrayente que pude admirar.Necesitaba pasar mi lengua por su cuello y poder probarla, sent&ia