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Manada Luna Escarlata.
Ana.
― ¿Es cierto lo que dijo la abuela? ―le digo a mi padre, quien está en su cama junto a mamá―y ya dejen de fingir que no les importa ni un poco lo que va a suceder hoy―les reclamo, en cuanto están a punto de regañarme.
Otra vez. ―Ya te lo hemos dicho, Ana―me reclama mi madre―conocer a tu loba interior es algo que debes hacer sola―me repite y yo respiro profundo. ―Pero ya he esperado demasiado tiempo en el borde del bosque y no pasa nada―les digo aburrida―incluso, la luna llena está en lo alto del cielo, pero parece que la loba no quiere aparecer―les señalo. ―Y si no esperas afuera como te hemos dicho, no te visitará jamás―me advierte mi padre esta vez―ahora, ve afuera―insiste, pero yo no quiero irme, realmente. Porque en verdad tengo miedo. Todo el mundo espera este día, cuando por fin cumplen los diecisiete años y su lobo interior se presenta para unirse a ellos. En cambio, yo tengo un escalofrío que me recorre los huesos. Como si algo estuviera muy mal en mí. Y es que tengo tantas dudas. ¿Y si no es la loba que espero, una fuerte y poderosa? Y si esta loba es una cobarde y tímida, ¿debo enlazarme con ella toda la vida? ―Entonces, si mi abuela tiene razón y no me enlazo con mi loba interior, ¿seré una loba incompleta? ―le digo porque ese es mi mayor temor, y sí, lo sé, me ganaré una gran reprimenda.Nuevamente.
Entonces, mi padre me toma por los hombros y me lleva devuelta hacia la salida y hacia el borde del bosque, en donde se encuentra nuestra pequeña cabaña, mientras habla conmigo. ―Todos tenemos temores el día de nuestro enlace, Ana―me indica con voz amable―pero es algo que todos debemos pasar, nos guste o no―me señala y me regala una sonrisa―ahora ve y quédate en el viejo tronco, hasta que tu loba aparezca, ¿de acuerdo? ―me pide y yo trago en seco ―Pero, y si... ―trato de decir, pero mi padre me pone un dedo en la boca para que me calle ― ¿Y si tu loba solo es tímida y es por eso que no ha venido a ti, aún? ―me señala― ¿crees que vendrá si nos ve a tu lado? ―me hace ver―ahora, quédate aquí y espera, por favor―me indica, infundiéndome valor, y yo asiento con la cabeza y él se va nuevamente a la casa.Entonces, me quedo sentada en el viejo tronco, el mismo en el que mi padre y mi abuela estuvieron cuando se enlazaron con sus lobos, y yo, pues, también tengo que hacer lo mismo, como si esto fuera una vieja tradición.
Así que espero un rato más y nada. Y es cuando lo veo. En medio del bosque hay unas luces amarillas resplandecientes y poco a poco las luces se convierten en ojos y detrás de ellos, hay una figura. Su pelaje es blanco, lo cual me llena de terror. Todo el mundo lo sabe. El lobo blanco es símbolo de perdición.Y la figura del lobo blanco se detiene frente a mí, con su mirada resplandeciente mirándome fijamente.
Así que corro a la casa muerta de miedo y me escondo debajo de mi cama, esperando a que no me encuentre, sintiendo que me desmayo en el camino. Y siento que algo ha entrado a la habitación, una ráfaga gélida de viento, la cual apaga las velas de mi habitación, pero no queda a oscuras. Porque los mismos ojos amarillos resplandecen por todos lados. Ella está entrando lentamente y coloca su morro debajo de la cama en donde me encuentro."Oh, niña, te he esperado por mil años", me dice y yo sigo temblando de miedo, porque no me habla, sino que las palabras retumban en mi mente.
"¿Has esperado por mí?", le digo anonadada. "Sí, y ahora podemos entrelazarnos, para emprender este viaje juntas", me responde, algo que me asusta mucho más, " debes salir de ahí para que pueda unirme", me dice y yo estoy muerta de miedo, pero hay algo más allá que me impulsa a salir y mirarla bien. Su pelaje se ve casi plateado y resplandeciente, lo cual me intimida aún más. "¿Eres mi loba?", le pido saber, aunque ya se la respuesta, "¿la loba blanca de la perdición?", le señalo y me doy cuenta ahora, "entonces, estoy m*****a", le digo exaltada.Todo el mundo lo sabe.
"Tú traerás la ruina de mi familia", le espeto ahora, "por favor, vete de aquí", le digo con las lágrimas rodando por mis mejillas. Y antes de que pueda decir otra cosa, ella aúlla tan fuerte, que siento cómo las paredes crujen con fuerza. ― ¿Qué ha pasado? ―dice mi padre, quien entra con mi madre detrás, muy asustado porque saben que ese temblor fue causado aquí y ahora ven a la loba blanca en medio de mi habitación. ― ¡Por la diosa! ―dice ahora mi madre― ¡esto significa que... ! ―chilla, pero el miedo es tan grande, que no puede terminar de hablar. ― ¡Abran la puerta! ―dice un tipo ahora que toca muy fuerte la entrada principal de la casa, así que mi mamá se asoma para ver de quién se trata. ― ¡Son guardias del palacio! ―nos dice preocupada―deben haber sentido el aullido hasta el palacio―nos indica y la noto tragar miedo puro. ―Sabemos que están practicando brujería―nos acusa el tipo en la puerta―que han invocado al lobo blanco de la perdición―sentencia y en ese momento, la loba blanca se convierte en una neblina y desaparece. ―El castigo por brujería es la muerte―recuerda mi madre, asombrada por lo que acaba de pasar con la loba blanca.Y ahora, yo trato de hablarle y de saber qué sucederá con nosotros, pero no me lo permiten.
―Ven, por aquí―me dice mi padre ahora, quien me toma del brazo y me lleva al sótano―toma la puerta que da al bosque y no mires atrás―me ruega, pero yo, trato de luchar contra esto. ― ¿Y qué pasará con ustedes? ―les pido saber, mientras mi madre me abraza fuertemente. ―Solo ve y corre, pero lo más importante, no mires atrás―me ruega y me empuja por la puerta y la cierra detrás de ella.Pero, me resisto a irme como me han pedido, así que trato de abrir la puerta, pero mis padres la han cerrado con llave.
Y se escucha cómo han pateado la puerta de la entrada. ―Beta Carlisle, se le acusa de haber invocado a la loba blanca de la perdición―le dice a mi padre―de atentar contra la vida de nuestro amado alfa Casius―le espeta ahora y escucho cómo forcejean con él―pero ¿qué hay detrás de aquella puerta, su brujería? ―le piden saber, pero ellos no se mueven. ―Que la diosa te acompañe, ahora vete, has que esto valga la pena―dice mi madre en un susurro, que solo yo puedo oír, por ser hija de un beta. ― ¡Les dije que se movieran! ―le grita el guardia, pero, en lugar de que mis padres respondan, escucho como crujen sus huesos, mientras se transforman en feroces lobos.Entonces, escucho golpes y gruñidos, la muerte de alguno de ellos, y finalmente, los gritos de dolor de mis padres.
Y trato de ahogar un grito, pensando en que deben haber muerto, con el pánico inundando mi cabeza, y un profundo dolor en mi corazón, como si hubiera un hoyo en medio de mi pecho, solo de imaginarme lo que esos miserables guardias han hecho con ellos.
Todo por culpa de la sospecha del Alfa Casius.
Quiero salir corriendo por la puerta y atacar a los hombres que mataron a mis padres, pero antes de que yo pueda reaccionar, me habrán hecho pedazos.
El miedo a la muerte me detiene.
“Perdónenme, mis padres, no puedo vengarlos ahora.” Me estremezco y me acurruco llorando.
Es cuando escucho los pasos que se acercan a la puerta del sótano, así que seco las lágrimas y aprieto los dientes corriendo al final del pasillo, en donde sé que está la puerta que da al bosque, recordándome que no debo mirar atrás, como dijo mi madre.
Corro a todo lo que me dan mis pulmones. El aire se siente agrio y seco a medida que entra por mi nariz, mientras los ramalazos de los árboles cortan mi cara y mi piel, lastimándome, cuando me adentro más por el bosque.
Entonces, siento cómo unos brazos intentan agarrarme y en mi desespero por huir, soy desgarrada por esos miserables guardias, dejando mi cuerpo bañado en sangre, mientras corro por mi vida, y el miedo hace que la herencia de beta de mi padre se impulse por mis venas, haciéndome correr más fuerte y ágil que todos ellos, haciendo que deje a los guardias muy atrás, a pesar de que son más que yo.
Mis pasos me llevan al otro lado del bosque, lejos del peligro y justo en donde termina el territorio de mi manada.
Y en donde comienza el mundo humano.
~~~Manada Sombra Oscura.Levy.Me levanto lentamente, respirando el aroma que Violeta ha dejado en mi almohada.Después que la marqué y la hice mía, como siempre quise.Mis labios siguen hinchados, después de todos los besos que le di por todo su cuerpo, mientras la penetraba una y otra vez, exactamente como me lo imaginé todos estos años, desde que éramos unos niños.No, ya no tenía ganas de esperar a mi pareja destinada.Quien quiera que sea, no merece ser mi Luna, como Violeta.Sé que la anciana del concejo me lo advirtió, que un alfa de mi linaje debía esperar por su pareja destinada, su alma gemela.Pero, no me importó cuando se lo propuse a mi querida Violeta.Ella se resistió al principio, pero luego accedió y ahora está aquí, en mi cama, luego de todo el amor que nos dimos anoche.Así que me acerco a su cuerpo, recordando cómo temblaba entre mis brazos, al tiempo que la embestía una y otra vez, embriagado de mi amor por ella.Y entonces la toco y tiemblo de miedo.― ¿Violeta?
~~~Tres años más tarde.Ciudad Humana.Ana.― ¿Crees que algún día podamos regresar, abuela? ―le digo frustrada, con mi amargura consumiéndome, mientras se hace un silencio incómodo en la mesa.Hoy hace tres años, mis padres murieron en manos de los guerreros lobos del Alfa Casius mientras intentaban protegerme por lo que estamos muy tristes.Sé que el doctor me lo advirtió, que no debía hablarle de temas incómodos, ya que su corazón está débil, después de la pérdida que ambas tuvimos.Ella perdió a su hija, y yo, a mi madre.Pero la urgencia por volver a Luna Escarlata me desespera muchas veces.―Pues, claro que sí―me responde con rabia―volveremos y vengaremos la muerte de mi amada hija, por manos de esos canallas―asegura, dejando caer con fuerza la cuchara en el plato de comida―pero, mientras tanto, es necesario que sigamos pasando desapercibidos aquí―me dice ahora y me mira con una ceja levantada― ¿está claro? ―me mira con desaprobación.―Pero, con todo el dinero que tenemos podemo
~~~Un mes después.Ciudad Humana.Levy."Pues, claro que sí, Ezra" le digo a mi beta al teléfono, usando los medios convencionales para no levantar sospechas en medio del mundo humano, en donde sería muy raro utilizar mi telepatía, la que tiene todo alfa para comunicarse con su gente.Incluso aquí, en la Suite de este hotel cinco estrellas, en donde estoy terminando de arreglarme en el baño, para salir y hacer exactamente lo que vine a hacer."Pero, mi alfa, debe haber alguna otra manera para que consigamos lo que quiere, sin llegar a extremos", me indica y yo estoy a punto de morirme de la risa."¿Lo que yo quiero, Ezra?", me burlo de él, "es lo que quiere el concejo, no yo", le recuerdo, porque es así, "me han puesto entre la espada y la pared", le aseguro, aunque la verdad es que no le tengo miedo a ninguno de ellos."Todo el mundo está preocupado por el futuro de la manada", me dice un poco frustrado, igual que yo."Y es por eso que mi idea es la solución y que todos dejen por fin
~~~Ana.― ¡No me lastime, por favor! ―le ruego al hombre millonario, que me está agarrando del brazo tan fuerte que duele, y ahora tengo miedo de que me vaya a matar porque estoy en su habitación por equivocación.Su mirada destila rabia y de cuerpo emana calor, y yo estoy temblando de dolor, pero me obligo a mí misma a soportarlo, aunque, con lo furioso que está, creo que mi vida está en peligro.―Ahora dime, ¿qué escuchaste? ―me espeta muy fuerte en mi oído― ¿o es que acaso me espiabas para robarme? ―me suelta y yo lo miro sorprendida―te aseguro que, si pretendes chantajearme, antes te mato primero―me asegura, con su aliento rozando mi cara y su fuerte agarre, que pareciera que quisiera romperme el brazo.―Le aseguro que no he escuchado nada y si no me suelta ahora mismo, mi supervisor notará que no estoy limpiando las habitaciones―trato de decir con voz firme, aunque estoy muerta de miedo, tanto, que apenas si me puede escuchar.―No le tengo miedo a nadie, porque ninguno de ellos p
~~~Ana.Mis manos siguen temblando de miedo, mientras estoy en el baño, tal y como el millonario me pidió.¿Debería hacerle caso, luego de que casi me mata, rompiendo toda mi ropa, mientras me agarraba por el cuello posesivamente?¿Debería irme?¿Por qué me lo estoy preguntando, después de la manera en la que me ha tratado?Mis dedos recorren cada parte de mi cuerpo, por los lugares que han pasado sus dedos.¿Soy masoquista?¿Por qué quiero que él vuelva a hacer todo lo que estaba haciéndome, besándome como un desesperado, colocando sus dedos en aquellos lugares de mi cuerpo que solamente yo conozco?¿Por qué mi corazón está tan desbocado, al pensar en su boca, su cuerpo musculoso, su pelvis que estaba a punto de montarse encima de la mía?¿Esto es lo que pasa cuando un hombre está con una mujer?¿Me atreveré a que un hombre desconocido haga conmigo lo que quiera, solamente por venganza?¿O el motivo no es la venganza, sino yo misma, que quiero todo eso, que me siga besando, tocándom
~~~Levy.En cuanto Ezra se larga de la habitación, voy a toda prisa al baño y tiro la puerta de una sola patada.Y ahí está ella, temblando muerta de miedo en un rincón.―Por favor, señor, no me lastime―me ruega, pero Sanjay no está razonando ahora, solo se va directo a ella y la coloca contra la pared―no me mate, señor, ya le dije que puedo ayudarlo en su problema―me dice y ahora quedo desconcertado.― ¿Mi problema? ―me burlo de ella―sé cómo arreglar mi problema justo ahora―le aseguro riéndome.―Sí, señor, el problema del que estuvo hablando con su secretario―me responde y yo sigo nulo, así que traga en seco, aun temblando como una hoja cuando es tocada por una ráfaga de viento―me refiero a que está buscando a una mujer para que tenga a su hijo―me señala, al tiempo que beso su cuello, mientras mi mano se cuela en medio de ella.Sé lo que estoy palpando ahora.Ella también siente lo mismo que yo.―Sí, lo quiero―le susurro en su cuello―y ahora mismo haremos a ese hijo―le confieso, al t
~~~Levy.El resplandor en la piel de mi amante se va tan rápido como llegó, haciéndome dudar si realmente lo he visto o no.Una luminiscencia muy parecida a la que tenemos los hombres lobo, cuando nos encontramos con nuestro espíritu lobo.Y ahora se desmaya, como si todo esto para ella hubiera sido demasiado.Quizás sea eso, y cómo no pensar que lo sea, después de todo, ella ha recibido mi rigor de macho y esto pudo haber despertado a su espíritu lobo."Pero ¿qué esperas para recostarla?", me dice Sanjay y tiene razón, haciéndome sentir como un gran tonto insensible.Se ve tan frágil, con su piel casi traslúcida, que me da miedo quebrarla, si la abrazo muy fuerte.Toco su frente y está algo fría, y no puedo evitar besarla con delicadeza, preguntándome si es que la perderé."Abrígala con la sábana", me pide Sanjay y de inmediato la tomo entre mis brazos y la deposito con cuidado en la cama, para luego ponerme junto a ella y nos cubrimos con el edredón para que entre en calor y pronto,
~~~Levy.La mujer a mi lado está algo afiebrada y me pregunto si es por mi culpa, por haberla tomado, impregnándola con mi maldición."No seas tonto, Levy, esto debe ser solo un resfriado", me dice Sanjay, pero no le creo, "ya te lo dije, ella es la correcta, la que es capaz de unirse a nosotros", me asegura, sin embargo, prefiero ignorarlo.―Necesito que traigas algo para la fiebre―le digo a Ezra al teléfono.― ¿Cómo, mi alfa? ¿Cómo se ha podido enfermar? ―me cuestiona y yo gruño molesto, porque es cierto, nosotros no nos enfermamos tan fácilmente.―Solo trae lo que te pedí, ¿quieres? ―le indico simplemente y él me contesta con un "sí, mi alfa", y un rato más tarde, está en mi puerta con lo que he pedido.Entonces, la escucho.En medio de su inconciencia, ella ha estornudado, algo que de algún modo me alivia, porque está resfriada, y me pregunto cómo ha podido contagiarse de algo tan simple como una enfermedad que no existe en nuestro mundo.Luego recuerdo lo que ha estado haciendo.