~~~Levy.Estoy aterrado, al ver cómo Casius tiene a Ana, con una garra en el cuello, mientras un hilo de sangre sale por su cuello, y solo estoy buscando la manera en que pueda salvarla, pero, no se me ocurre ninguna.“Yo sí sé cómo”, me dice Sanjay, quien está sacando sigilosamente un lazo dorado por entre la hierba, con cuidado de que el ex alfa no se de cuenta de lo que está haciendo, “distráelo”, me pide, así que comienzo a reír como un loco.Es cuando siento que detrás de mí se encuentran Lesley y Lissander, quienes pretenden tomarme por sorpresa.― ¿Si sabes que ella puede deshacerse de ti sin problemas? ―le indico a Casius, al tiempo que el general Marcus se coloca detrás de mí, cuidándome la espalda―yo que tú, no haría enojar a mi mujer, muy por el contrario. Te lo digo por experiencia propia―trato de hacerle charla, mientras veo cómo avanza el lazo hasta llegar cerca de los pies de Ana.~~~Ana.“¿Sanjay…? ¡Sanjay!”, indica Ateba muy entusiasmada y yo estoy tratando de enten
~~~Ana.“Ese miserable no se muere aún”, me dice Ateba con rabia, al tiempo que intenta hacer algo, justo en el momento que veo a una sombra que golpea a Casius por el costado con fuerza, haciendo que se desvíe de nuestra dirección y caiga al suelo aturdido.Se trata de Amadeo, quien ahora está transformado en lobo y supongo que está usando hasta su último aliento para protegernos.Pero no voy a socorrerlo esta vez, sino que me voy directo al cuerpo de ese miserable ex alfa, mientras Levy sigue aturdido y conmocionado. Entonces, simplemente, tomo una de mis garras y la hundo directo en su corazón, y enseguida su sangre comienza a emanar de su pecho como si se tratara de un manantial.―Levy, por favor, usa la daga―le pido, pero él sigue ahí, como si estuviera hechizado de alguna manera― ¡por favor, Levy, por nuestros hijos! ―le ruego esta vez y de algún modo, él logra reaccionar, aunque continúa en su atontamiento.Entonces, se acerca al cuerpo y corta la bruma roja en él, al tiempo q
~~~Ana.Con gritos de júbilo, todos los soldados marchan felices por las calles de la nueva manada, la cual está ahora abarrotada de gente, quienes están muy felices por nuestra victoria, al tiempo que llegamos a la casa de la manada, en donde me esperan mis pequeños, y noto que Levan está de pie y listo para correr a mis brazos, algo que me emociona muchísimo, al igual que observar cómo Lennon me mira directo a los ojos, y ya no hay ni una pizca de esa tela blanquecina que cubría sus pupilas.― ¡Mamá, mamá! ―me gritan muy emocionados.― ¡Ya puedo caminar! ¡Mírame! ―me dice Levan, quien no pierde el momento para zapatear, como si fuera un gran bailarín, en cambio, Lennon, quien es un poco más tímido, solo se limita a sonreírme.―No me había dado cuenta de todo lo hermosa que eres, mamá―me dice este, quien se aferra a mí como jamás lo había sentido.―Los he mantenido a salvo, como me lo ha pedido―me dice Ezra con una sonrisa triste―aunque vi que a Amadeo no le ha ido para nada bien―me
~~~Ana.Las manos me tiemblan, al tiempo que estoy tratando de abrir la dichosa carta, aunque, si debo ser sincera, tengo mucho miedo de su contenido, sin embargo, es mejor la más amarga de las verdades, que vivir en la zozobra.Entonces, lucho en contra de las lágrimas, las cuales no me dejan leer con tranquilidad.“Mi querida Ana.No te culpo, en serio que no lo hago, a pesar de que es lo que debo haberte hecho creer, luego de mi partida en medio de la batalla.Mi patética familia era todo lo que me quedaba de mi pasado, uno que me vinculaba a mis antepasados y a mis padres, los cuales perdí a muy corta edad.Siempre he sabido cómo eran, aunque las revelaciones posteriores, el saber que fue mi tío el causante de la muerte de mis padres o que se encargaron de llevar víctimas de Sombra Oscura a la bestia del abismo, por ejemplo, fueron mucho más aterradoras de lo que yo mismo viví en mi niñez. Mi tío jamás mostró compasión por nadie, y fue eso lo que aprendí a lo largo de los años.Q
~~~Ana.Un mes después.―Debes comer, mamá―me dice Levan, quien viene por delante de una de las mucamas, con una bandeja de comida―la tía Leandra dice que tienes que ponerte bien y fuerte―me indica con una sonrisa, al tiempo que la mucama pone delante de mi una sopa―le dije que la sopa es aburrida y que a ti te gustan las galletas, pero me dijo que tú eres adulta y que ustedes deben tomar sopa… ¡Diac! ―me dice con su carita arrugada, algo que me hace feliz en medio de mi tristeza.―Anda, mamá, tienes que comer, para que nuestros hermanitos estén grandes y fuertes, también―me indica Lennon, quien viene con otra de las sirvientas―la tía Leandra dice que, si te portas bien, todos podremos comer galletas―me dice con una sonrisa pícara, algo que me anima mucho, así que empiezo a tomar la sopa y a mojar el pan con ella.Ellos tienen razón, no puedo deprimirme, si es que quiero que mis nuevos hijos estén sanos y fuertes, al igual que mis primeros hijos, a pesar de las enfermedades que los a
~~~Ana.― ¿Levy? ―digo, en cuanto lo noto abrazando a mis hijos, algo que me trae una confusión de sentimientos, después de todos los meses que he estado esperándolo.Del dolor por su ausencia, la esperanza por volverlo a ver, la tristeza que me embarga contantemente, o la felicidad que ahora me invade, sabiendo que esto no puede ser un sueño, como los tantos que he tenido, pensando que irrumpirá en mi habitación y calmará mi maltratado corazón que solo quiere su presencia cerca de mí.―Por favor, dime algo―le ruego, con una lágrima insurrecta surcando mi mejilla, al tiempo que él está hablando con mis hijos.―Hagan lo que les he pedido, ¿quieren, mis pequeños? ―les dice y ellos asientan con la cabeza, al tiempo que les escucho un “¡sí, papá!” muy entusiasta y ambos se devuelven al salón de Luna Escarlata, en donde se celebra la unión de su alfa.― ¿Cómo has estado? ―le pregunto para cortar el frío silencio que se ha formado entre los dos―me alegro de que volvieras, que estés con nos
~~~Ana.Un año más tarde.― ¡Bienvenidos sean todos a la Manada Regente, Luna Del Amanecer! ―indica muy entusiasmado Levy, al tiempo que tanto Levan como Lennon se encargan de cortar la cinta en medio de la plaza principal de la manada, mientras se escuchan los vítores de los invitados y los ciudadanos que han decidido venir a vivir aquí―ahora, ¡qué empiece la fiesta! ―les pide a todos y de inmediato se escucha la música de orquesta, la cual invita a todos a bailar.La algarabía ha despertado a nuestros bebés, los cuales son cargados por cada una de sus nanas, pero me resisto a pensar que esta será la manera en que serán tratados, recordándome cómo fueron mis primeros días con Levan y Lennon, un completo caos, y, sin embargo, me sentía muy entusiasmada por eso.― ¿Cómo piensas cargarlos a todos, Ana? ―me dice Levy poniendo los ojos en blanco y con una sonrisa pícara, que solo hace que me sonroje―ni con tres brazos podrías con todos―me comenta y es cierto.―Son mis pequeños y si la Di
~~~Manada Luna Escarlata.Ana.― ¿Es cierto lo que dijo la abuela? ―le digo a mi padre, quien está en su cama junto a mamá―y ya dejen de fingir que no les importa ni un poco lo que va a suceder hoy―les reclamo, en cuanto están a punto de regañarme. Otra vez. ―Ya te lo hemos dicho, Ana―me reclama mi madre―conocer a tu loba interior es algo que debes hacer sola―me repite y yo respiro profundo. ―Pero ya he esperado demasiado tiempo en el borde del bosque y no pasa nada―les digo aburrida―incluso, la luna llena está en lo alto del cielo, pero parece que la loba no quiere aparecer―les señalo. ―Y si no esperas afuera como te hemos dicho, no te visitará jamás―me advierte mi padre esta vez―ahora, ve afuera―insiste, pero yo no quiero irme, realmente. Porque en verdad tengo miedo. Todo el mundo espera este día, cuando por fin cumplen los diecisiete años y su lobo interior se presenta para unirse a ellos. En cambio, yo tengo un escalofrío que me recorre los huesos. Como si algo estuviera