~~~Ana.Un mes después.―Debes comer, mamá―me dice Levan, quien viene por delante de una de las mucamas, con una bandeja de comida―la tía Leandra dice que tienes que ponerte bien y fuerte―me indica con una sonrisa, al tiempo que la mucama pone delante de mi una sopa―le dije que la sopa es aburrida y que a ti te gustan las galletas, pero me dijo que tú eres adulta y que ustedes deben tomar sopa… ¡Diac! ―me dice con su carita arrugada, algo que me hace feliz en medio de mi tristeza.―Anda, mamá, tienes que comer, para que nuestros hermanitos estén grandes y fuertes, también―me indica Lennon, quien viene con otra de las sirvientas―la tía Leandra dice que, si te portas bien, todos podremos comer galletas―me dice con una sonrisa pícara, algo que me anima mucho, así que empiezo a tomar la sopa y a mojar el pan con ella.Ellos tienen razón, no puedo deprimirme, si es que quiero que mis nuevos hijos estén sanos y fuertes, al igual que mis primeros hijos, a pesar de las enfermedades que los a
~~~Ana.― ¿Levy? ―digo, en cuanto lo noto abrazando a mis hijos, algo que me trae una confusión de sentimientos, después de todos los meses que he estado esperándolo.Del dolor por su ausencia, la esperanza por volverlo a ver, la tristeza que me embarga contantemente, o la felicidad que ahora me invade, sabiendo que esto no puede ser un sueño, como los tantos que he tenido, pensando que irrumpirá en mi habitación y calmará mi maltratado corazón que solo quiere su presencia cerca de mí.―Por favor, dime algo―le ruego, con una lágrima insurrecta surcando mi mejilla, al tiempo que él está hablando con mis hijos.―Hagan lo que les he pedido, ¿quieren, mis pequeños? ―les dice y ellos asientan con la cabeza, al tiempo que les escucho un “¡sí, papá!” muy entusiasta y ambos se devuelven al salón de Luna Escarlata, en donde se celebra la unión de su alfa.― ¿Cómo has estado? ―le pregunto para cortar el frío silencio que se ha formado entre los dos―me alegro de que volvieras, que estés con nos
~~~Ana.Un año más tarde.― ¡Bienvenidos sean todos a la Manada Regente, Luna Del Amanecer! ―indica muy entusiasmado Levy, al tiempo que tanto Levan como Lennon se encargan de cortar la cinta en medio de la plaza principal de la manada, mientras se escuchan los vítores de los invitados y los ciudadanos que han decidido venir a vivir aquí―ahora, ¡qué empiece la fiesta! ―les pide a todos y de inmediato se escucha la música de orquesta, la cual invita a todos a bailar.La algarabía ha despertado a nuestros bebés, los cuales son cargados por cada una de sus nanas, pero me resisto a pensar que esta será la manera en que serán tratados, recordándome cómo fueron mis primeros días con Levan y Lennon, un completo caos, y, sin embargo, me sentía muy entusiasmada por eso.― ¿Cómo piensas cargarlos a todos, Ana? ―me dice Levy poniendo los ojos en blanco y con una sonrisa pícara, que solo hace que me sonroje―ni con tres brazos podrías con todos―me comenta y es cierto.―Son mis pequeños y si la Di
~~~Manada Luna Escarlata.Ana.― ¿Es cierto lo que dijo la abuela? ―le digo a mi padre, quien está en su cama junto a mamá―y ya dejen de fingir que no les importa ni un poco lo que va a suceder hoy―les reclamo, en cuanto están a punto de regañarme. Otra vez. ―Ya te lo hemos dicho, Ana―me reclama mi madre―conocer a tu loba interior es algo que debes hacer sola―me repite y yo respiro profundo. ―Pero ya he esperado demasiado tiempo en el borde del bosque y no pasa nada―les digo aburrida―incluso, la luna llena está en lo alto del cielo, pero parece que la loba no quiere aparecer―les señalo. ―Y si no esperas afuera como te hemos dicho, no te visitará jamás―me advierte mi padre esta vez―ahora, ve afuera―insiste, pero yo no quiero irme, realmente. Porque en verdad tengo miedo. Todo el mundo espera este día, cuando por fin cumplen los diecisiete años y su lobo interior se presenta para unirse a ellos. En cambio, yo tengo un escalofrío que me recorre los huesos. Como si algo estuviera
~~~Manada Sombra Oscura.Levy.Me levanto lentamente, respirando el aroma que Violeta ha dejado en mi almohada.Después que la marqué y la hice mía, como siempre quise.Mis labios siguen hinchados, después de todos los besos que le di por todo su cuerpo, mientras la penetraba una y otra vez, exactamente como me lo imaginé todos estos años, desde que éramos unos niños.No, ya no tenía ganas de esperar a mi pareja destinada.Quien quiera que sea, no merece ser mi Luna, como Violeta.Sé que la anciana del concejo me lo advirtió, que un alfa de mi linaje debía esperar por su pareja destinada, su alma gemela.Pero, no me importó cuando se lo propuse a mi querida Violeta.Ella se resistió al principio, pero luego accedió y ahora está aquí, en mi cama, luego de todo el amor que nos dimos anoche.Así que me acerco a su cuerpo, recordando cómo temblaba entre mis brazos, al tiempo que la embestía una y otra vez, embriagado de mi amor por ella.Y entonces la toco y tiemblo de miedo.― ¿Violeta?
~~~Tres años más tarde.Ciudad Humana.Ana.― ¿Crees que algún día podamos regresar, abuela? ―le digo frustrada, con mi amargura consumiéndome, mientras se hace un silencio incómodo en la mesa.Hoy hace tres años, mis padres murieron en manos de los guerreros lobos del Alfa Casius mientras intentaban protegerme por lo que estamos muy tristes.Sé que el doctor me lo advirtió, que no debía hablarle de temas incómodos, ya que su corazón está débil, después de la pérdida que ambas tuvimos.Ella perdió a su hija, y yo, a mi madre.Pero la urgencia por volver a Luna Escarlata me desespera muchas veces.―Pues, claro que sí―me responde con rabia―volveremos y vengaremos la muerte de mi amada hija, por manos de esos canallas―asegura, dejando caer con fuerza la cuchara en el plato de comida―pero, mientras tanto, es necesario que sigamos pasando desapercibidos aquí―me dice ahora y me mira con una ceja levantada― ¿está claro? ―me mira con desaprobación.―Pero, con todo el dinero que tenemos podemo
~~~Un mes después.Ciudad Humana.Levy."Pues, claro que sí, Ezra" le digo a mi beta al teléfono, usando los medios convencionales para no levantar sospechas en medio del mundo humano, en donde sería muy raro utilizar mi telepatía, la que tiene todo alfa para comunicarse con su gente.Incluso aquí, en la Suite de este hotel cinco estrellas, en donde estoy terminando de arreglarme en el baño, para salir y hacer exactamente lo que vine a hacer."Pero, mi alfa, debe haber alguna otra manera para que consigamos lo que quiere, sin llegar a extremos", me indica y yo estoy a punto de morirme de la risa."¿Lo que yo quiero, Ezra?", me burlo de él, "es lo que quiere el concejo, no yo", le recuerdo, porque es así, "me han puesto entre la espada y la pared", le aseguro, aunque la verdad es que no le tengo miedo a ninguno de ellos."Todo el mundo está preocupado por el futuro de la manada", me dice un poco frustrado, igual que yo."Y es por eso que mi idea es la solución y que todos dejen por fin
~~~Ana.― ¡No me lastime, por favor! ―le ruego al hombre millonario, que me está agarrando del brazo tan fuerte que duele, y ahora tengo miedo de que me vaya a matar porque estoy en su habitación por equivocación.Su mirada destila rabia y de cuerpo emana calor, y yo estoy temblando de dolor, pero me obligo a mí misma a soportarlo, aunque, con lo furioso que está, creo que mi vida está en peligro.―Ahora dime, ¿qué escuchaste? ―me espeta muy fuerte en mi oído― ¿o es que acaso me espiabas para robarme? ―me suelta y yo lo miro sorprendida―te aseguro que, si pretendes chantajearme, antes te mato primero―me asegura, con su aliento rozando mi cara y su fuerte agarre, que pareciera que quisiera romperme el brazo.―Le aseguro que no he escuchado nada y si no me suelta ahora mismo, mi supervisor notará que no estoy limpiando las habitaciones―trato de decir con voz firme, aunque estoy muerta de miedo, tanto, que apenas si me puede escuchar.―No le tengo miedo a nadie, porque ninguno de ellos p