20

Comimos en silencio, demasiado ocupados saboreando la cena, hasta que Risa volvió al tema que la preocupaba.

—Las elegidas humanas siempre les dieron hijos —dijo.

—La mayoría —asentí con la boca llena—. Pero no de inmediato. Nuestra experiencia con humanas es que les lleva un año o dos concebir con nosotros. Y en tu caso tal vez lleve más tiempo.

—Por mi sangre sucia —suspiró desalentada.

—Por tu sangre especial. Tú no tienes nada sucio.

—Si hubieras visto mis pies cuando me quité las botas de montar.

—No los vi, aunque los olí. Rosas y lirios.

Me arrojó una pizca de pan riendo y atrapé su mano para besar sus dedos.

—Madre sólo pudo tener hijos después que padre se convirtió en Alfa —agregué, sabiendo que no había calmado su inquietud—. Aun así les costó concebirnos, y sólo tuvieron cinco camadas en más de ciento treinta años.

—¿No acabas de decir que es extraño que las lobas den a luz más de dos camadas?

—Pero ma

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